Madrid en verano cambia de ritmo, y con él, sus planes. Hay exposiciones que no requieren cita, conciertos en plazas de barrio y espectáculos insólitos a plena luz del día. Esta semana, la ciudad ofrece unos cuantos planes que se mueven entre la arqueología, la música popular, la ciencia y el arte contemporáneo.
Cascada del Purgatorio, en Rascafría
A 50 kilómetros de Madrid está Rascafría, uno de los municipios con más encanto de la región. Esta semana recomendamos la ruta de la Cascada del Purgatorio. Empieza en el pueblo y cruza el bosque finlandés, llamado así porque alberga especies oriundas del norte de Europa, como abetos y álamos, con senderos y un lago tranquilo. La ruta pasa al lado del Monasterio de Santa María del Paular, terminado de construir en el siglo XIV. El paseo después recorre otros lugares de gran valor ecológico, como el Arroyo del Aguiñon o un pinar de abetos. Termina en la Cascada del Purgatorio, con una caída de 15 metros. Un lugar impresionante.
En total son 18 kilómetros de ruta, contando la vuelta, pero muy agradables, porque el desnivel no llega a los 300 metros. La última parte del camino puede resultar más complicada, porque para llegar hasta el final de la ruta hay que atravesar unos cuantos metros de riscos. Un plan perfecto para huir del efecto isla de calor de la capital en verano.
Una exposición sobre la luna y otra sobre la geometría en la naturaleza son las otras ofertas culturales para esta semana
Madrid en verano cambia de ritmo, y con él, sus planes. Hay exposiciones que no requieren cita, conciertos en plazas de barrio y espectáculos insólitos a plena luz del día. Esta semana, la ciudad ofrece unos cuantos planes que se mueven entre la arqueología, la música popular, la ciencia y el arte contemporáneo.
Cascada del Purgatorio, en Rascafría
A 50 kilómetros de Madrid está Rascafría, uno de los municipios con más encanto de la región. Esta semana recomendamos la ruta de la Cascada del Purgatorio. Empieza en el pueblo y cruza el bosque finlandés, llamado así porque alberga especies oriundas del norte de Europa, como abetos y álamos, con senderos y un lago tranquilo. La ruta pasa al lado del Monasterio de Santa María del Paular, terminado de construir en el siglo XIV. El paseo después recorre otros lugares de gran valor ecológico, como el Arroyo del Aguiñon o un pinar de abetos. Termina en la Cascada del Purgatorio, con una caída de 15 metros. Un lugar impresionante.
En total son 18 kilómetros de ruta, contando la vuelta, pero muy agradables, porque el desnivel no llega a los 300 metros. La última parte del camino puede resultar más complicada, porque para llegar hasta el final de la ruta hay que atravesar unos cuantos metros de riscos. Un plan perfecto para huir del efecto isla de calor de la capital en verano.
Feed MRSS-S Noticias