<p class=»ue-c-article__paragraph»>En <strong>Daejeon</strong> perduran cicatrices de guerras pasadas que, por mucho que pasen los años, son muy difíciles de sanar. En esta ciudad al suroeste de <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/corea-del-sur.html» target=»_blank»><strong>Corea del Sur</strong></a> hay un monumento dedicado a los soldados estadounidenses que lucharon en una de las primeras batallas de la <strong>Guerra de Corea</strong>, en junio de 1950, siendo derrotados por las tropas comunistas norcoreanas. Los restos de los soldados surcoreanos caídos se encuentran en un cementerio de veteranos a las afueras. Por toda la ciudad, hay varias fosas comunes donde se arrojaron miles de cuerpos de presos políticos y campesinos, acusados de simpatizar con el <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/corea-del-norte.html» target=»_blank»><strong>Norte</strong></a>, que fueron ejecutados de rodillas y con disparos en la cabeza por la policía del régimen que entonces gobernaba en el Sur con el respaldo de <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/estados-unidos.html» target=»_blank»>Estados Unidos</a>. Entre las víctimas hubo muchos niños. La mayoría de sus verdugos nunca fueron juzgados.</p>
Ester Palma, que lleva 19 años en el país, publica vídeos amenos en los que explica la historia del catolicismo allí y su trabajo con los jóvenes
<p class=»ue-c-article__paragraph»>En <strong>Daejeon</strong> perduran cicatrices de guerras pasadas que, por mucho que pasen los años, son muy difíciles de sanar. En esta ciudad al suroeste de <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/corea-del-sur.html» target=»_blank»><strong>Corea del Sur</strong></a> hay un monumento dedicado a los soldados estadounidenses que lucharon en una de las primeras batallas de la <strong>Guerra de Corea</strong>, en junio de 1950, siendo derrotados por las tropas comunistas norcoreanas. Los restos de los soldados surcoreanos caídos se encuentran en un cementerio de veteranos a las afueras. Por toda la ciudad, hay varias fosas comunes donde se arrojaron miles de cuerpos de presos políticos y campesinos, acusados de simpatizar con el <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/corea-del-norte.html» target=»_blank»><strong>Norte</strong></a>, que fueron ejecutados de rodillas y con disparos en la cabeza por la policía del régimen que entonces gobernaba en el Sur con el respaldo de <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/estados-unidos.html» target=»_blank»>Estados Unidos</a>. Entre las víctimas hubo muchos niños. La mayoría de sus verdugos nunca fueron juzgados.</p>
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