El 11 de junio es una fecha que desde hace veinte años está marcada para siempre en el imaginario de todo el beticismo . Fue tal día como hoy, pero del año 2005 , cuando el Real Betis levantó el segundo título de la Copa del Rey de su historia, 28 años después del logrado en 1977 y dejando atrás el sinsabor que generó entre los aficionados la derrota , ocho años antes, en 1997 , contra el Barcelona . Llegó aquel título a las vitrinas del club heliopolitano en un año espectacular que se coronó con la histórica clasificación para la Champions League , la máxima competición continental, cuya fase de grupos disputaría durante la siguiente campaña 05-06 tras eliminar en la previa al Mónaco. Deportivamente, aquella plantilla dirigida por Lorenzo Serra Ferrer mezclaba juventud y veteranía (Prats, Alfonso, Luis Fernández, Cañas) , en la que destacaba el grupo de brasileños (Assunçao, Edu, Oliveira y Denilson) y, sobre todo, la pléyade de canteranos que se hicieron hombres en aquella temporada para el recuerdo (Doblas, Juanito, Rivas, Melli, Arzu, Varela, Capi, Joaquín y Dani, principalmente).El camino verdiblanco hacia aquel título no fue fácil . De hecho, en alguna de las primeras eliminatorias, estuvo al borde de la eliminación . En la Primera Ronda a partido único, ante el CD Alcalá en el recordado Francisco Bono de Alcalá de Guadaíra, el duelo llegó a la tanda de penaltis tras el 0-0 en los noventa minutos y la media hora de la prórroga (en la que Fernando, hoy ayudante de Pellegrini, falló una pena máxima). En los lanzamientos desde el punto fatídico, Toni Doblas , con su llamativo entonces ’30’ a la espalda, detuvo el lanzamiento decisivo y el Betis pasó, no sin sufrimiento, por 2-4 al final.Tras eliminar al Cádiz en el Carranza (0-2) y al Mirandés (1-3) en dieciséisavos y octavos de final, respectivamente, el rival en cuartos, la Gramanet , también puso contra las cuerdas al Betis. Ya a doble partido, el duelo de ida en territorio barcelonés, finalizó con empate a dos en el marcador. Y en la vuelta en el Villamarín , primer partido de la Copa que se disputó en el recinto heliopolitano, el 4-3 definitivo clasificó a los de Serra para las semifinales . En la última ronda antes de la final había que superar al Athletic Club, en ese momento ‘Rey de Copas’. El 0-0 de la ida dio paso al 0-0 de la vuelta y de la prórroga , así que hubo que jugarse el billete a la finalísima en los penaltis . Ahí resurgió de nuevo la figura de Toni Doblas. El meta canterano detuvo los lanzamientos de Del Horno y Ezquerro y, pese al fallo de Oliveira, el último tiro de Luis Fernández clasificó (4-5) a los heliopolitanos.Y llegó la final . El Osasuna había eliminado al Sevilla en cuartos y al Atlético de Madrid en las semifinales. Javier Aguirre había formado un aguerrido equipo, con un Pablo García que acabó expulsado y después ficharía por el Real Madrid, y, pese a que el Betis llegaba como favorito, fue un encuentro bastante igualado. Es verdad que el marcador del Calderón no se abriría hasta el minuto 75, cuando Oliveira ganó una porfía entre Cruchaga y el portero Elía y, con la punta de su bota, el brasileño marcó el 1 a 0. Pero cuando los béticos se relamían y empezaban a ver más cerca el título, Aloisi , a seis minutos para el 90 reglamentario, empató el choque. En la prórroga, no fue hasta el minuto 115 cuando Dani , con un disparo cruzado en el interior del área, marcó el gol más importante de su carrera deportiva para el Betis, en el cierre de un año en el que estuvo a punto de colgar las botas por las continuas lesiones que estaba sufriendo.Levantó el sempiterno capitán de entonces, Juanjo Cañas , el trofeo de la Copa del Rey de manos de Juan Carlos I , repitiéndose la imagen de 28 años antes del monarca, proclamado unos meses antes, entregándole la copa a Cobo , capitán del Betis en 1977, y empezaron a sucederse las celebraciones. En Madrid, con los miles de béticos que acompañaron aquella histórica noche al equipo y, como no podía ser de otra forma, en Sevilla, donde los que no pudieron viajar se concentraron primero en casas, bares y peñas para ver la final y después se dieron cita en la Plaza Nueva para dar la bienvenida al tercer título de la historia del Betis tras la Liga del 35 y la Copa del 77. Al día siguiente , con el equipo de regreso y el trofeo en el equipaje, se desbordaron todas las previsiones. Toda la afición del Betis acompañó al equipo en la caravana desde Santa Justa hasta el Benito Villamarín y que llevó al equipo, en un autobús descapotable diseñado para la ocasión, al Ayuntamiento y al Gran Poder. Allí, con Lopera y Serra a la cabeza y tras la recepción municipal , todo el club salió al balcón que da a la Plaza Nueva y el equipo brindó la Copa a sus aficionados. Todo ello, antes de la fiesta final en el Villamarín en el escenario que se instaló en los bajos de Fondo hacia la explanada de la fuente de la Avenida de La Palmera , donde también hubo muchísimos béticos celebrando el título. El 11 de junio es una fecha que desde hace veinte años está marcada para siempre en el imaginario de todo el beticismo . Fue tal día como hoy, pero del año 2005 , cuando el Real Betis levantó el segundo título de la Copa del Rey de su historia, 28 años después del logrado en 1977 y dejando atrás el sinsabor que generó entre los aficionados la derrota , ocho años antes, en 1997 , contra el Barcelona . Llegó aquel título a las vitrinas del club heliopolitano en un año espectacular que se coronó con la histórica clasificación para la Champions League , la máxima competición continental, cuya fase de grupos disputaría durante la siguiente campaña 05-06 tras eliminar en la previa al Mónaco. Deportivamente, aquella plantilla dirigida por Lorenzo Serra Ferrer mezclaba juventud y veteranía (Prats, Alfonso, Luis Fernández, Cañas) , en la que destacaba el grupo de brasileños (Assunçao, Edu, Oliveira y Denilson) y, sobre todo, la pléyade de canteranos que se hicieron hombres en aquella temporada para el recuerdo (Doblas, Juanito, Rivas, Melli, Arzu, Varela, Capi, Joaquín y Dani, principalmente).El camino verdiblanco hacia aquel título no fue fácil . De hecho, en alguna de las primeras eliminatorias, estuvo al borde de la eliminación . En la Primera Ronda a partido único, ante el CD Alcalá en el recordado Francisco Bono de Alcalá de Guadaíra, el duelo llegó a la tanda de penaltis tras el 0-0 en los noventa minutos y la media hora de la prórroga (en la que Fernando, hoy ayudante de Pellegrini, falló una pena máxima). En los lanzamientos desde el punto fatídico, Toni Doblas , con su llamativo entonces ’30’ a la espalda, detuvo el lanzamiento decisivo y el Betis pasó, no sin sufrimiento, por 2-4 al final.Tras eliminar al Cádiz en el Carranza (0-2) y al Mirandés (1-3) en dieciséisavos y octavos de final, respectivamente, el rival en cuartos, la Gramanet , también puso contra las cuerdas al Betis. Ya a doble partido, el duelo de ida en territorio barcelonés, finalizó con empate a dos en el marcador. Y en la vuelta en el Villamarín , primer partido de la Copa que se disputó en el recinto heliopolitano, el 4-3 definitivo clasificó a los de Serra para las semifinales . En la última ronda antes de la final había que superar al Athletic Club, en ese momento ‘Rey de Copas’. El 0-0 de la ida dio paso al 0-0 de la vuelta y de la prórroga , así que hubo que jugarse el billete a la finalísima en los penaltis . Ahí resurgió de nuevo la figura de Toni Doblas. El meta canterano detuvo los lanzamientos de Del Horno y Ezquerro y, pese al fallo de Oliveira, el último tiro de Luis Fernández clasificó (4-5) a los heliopolitanos.Y llegó la final . El Osasuna había eliminado al Sevilla en cuartos y al Atlético de Madrid en las semifinales. Javier Aguirre había formado un aguerrido equipo, con un Pablo García que acabó expulsado y después ficharía por el Real Madrid, y, pese a que el Betis llegaba como favorito, fue un encuentro bastante igualado. Es verdad que el marcador del Calderón no se abriría hasta el minuto 75, cuando Oliveira ganó una porfía entre Cruchaga y el portero Elía y, con la punta de su bota, el brasileño marcó el 1 a 0. Pero cuando los béticos se relamían y empezaban a ver más cerca el título, Aloisi , a seis minutos para el 90 reglamentario, empató el choque. En la prórroga, no fue hasta el minuto 115 cuando Dani , con un disparo cruzado en el interior del área, marcó el gol más importante de su carrera deportiva para el Betis, en el cierre de un año en el que estuvo a punto de colgar las botas por las continuas lesiones que estaba sufriendo.Levantó el sempiterno capitán de entonces, Juanjo Cañas , el trofeo de la Copa del Rey de manos de Juan Carlos I , repitiéndose la imagen de 28 años antes del monarca, proclamado unos meses antes, entregándole la copa a Cobo , capitán del Betis en 1977, y empezaron a sucederse las celebraciones. En Madrid, con los miles de béticos que acompañaron aquella histórica noche al equipo y, como no podía ser de otra forma, en Sevilla, donde los que no pudieron viajar se concentraron primero en casas, bares y peñas para ver la final y después se dieron cita en la Plaza Nueva para dar la bienvenida al tercer título de la historia del Betis tras la Liga del 35 y la Copa del 77. Al día siguiente , con el equipo de regreso y el trofeo en el equipaje, se desbordaron todas las previsiones. Toda la afición del Betis acompañó al equipo en la caravana desde Santa Justa hasta el Benito Villamarín y que llevó al equipo, en un autobús descapotable diseñado para la ocasión, al Ayuntamiento y al Gran Poder. Allí, con Lopera y Serra a la cabeza y tras la recepción municipal , todo el club salió al balcón que da a la Plaza Nueva y el equipo brindó la Copa a sus aficionados. Todo ello, antes de la fiesta final en el Villamarín en el escenario que se instaló en los bajos de Fondo hacia la explanada de la fuente de la Avenida de La Palmera , donde también hubo muchísimos béticos celebrando el título. El 11 de junio es una fecha que desde hace veinte años está marcada para siempre en el imaginario de todo el beticismo . Fue tal día como hoy, pero del año 2005 , cuando el Real Betis levantó el segundo título de la Copa del Rey de su historia, 28 años después del logrado en 1977 y dejando atrás el sinsabor que generó entre los aficionados la derrota , ocho años antes, en 1997 , contra el Barcelona . Llegó aquel título a las vitrinas del club heliopolitano en un año espectacular que se coronó con la histórica clasificación para la Champions League , la máxima competición continental, cuya fase de grupos disputaría durante la siguiente campaña 05-06 tras eliminar en la previa al Mónaco. Deportivamente, aquella plantilla dirigida por Lorenzo Serra Ferrer mezclaba juventud y veteranía (Prats, Alfonso, Luis Fernández, Cañas) , en la que destacaba el grupo de brasileños (Assunçao, Edu, Oliveira y Denilson) y, sobre todo, la pléyade de canteranos que se hicieron hombres en aquella temporada para el recuerdo (Doblas, Juanito, Rivas, Melli, Arzu, Varela, Capi, Joaquín y Dani, principalmente).El camino verdiblanco hacia aquel título no fue fácil . De hecho, en alguna de las primeras eliminatorias, estuvo al borde de la eliminación . En la Primera Ronda a partido único, ante el CD Alcalá en el recordado Francisco Bono de Alcalá de Guadaíra, el duelo llegó a la tanda de penaltis tras el 0-0 en los noventa minutos y la media hora de la prórroga (en la que Fernando, hoy ayudante de Pellegrini, falló una pena máxima). En los lanzamientos desde el punto fatídico, Toni Doblas , con su llamativo entonces ’30’ a la espalda, detuvo el lanzamiento decisivo y el Betis pasó, no sin sufrimiento, por 2-4 al final.Tras eliminar al Cádiz en el Carranza (0-2) y al Mirandés (1-3) en dieciséisavos y octavos de final, respectivamente, el rival en cuartos, la Gramanet , también puso contra las cuerdas al Betis. Ya a doble partido, el duelo de ida en territorio barcelonés, finalizó con empate a dos en el marcador. Y en la vuelta en el Villamarín , primer partido de la Copa que se disputó en el recinto heliopolitano, el 4-3 definitivo clasificó a los de Serra para las semifinales . En la última ronda antes de la final había que superar al Athletic Club, en ese momento ‘Rey de Copas’. El 0-0 de la ida dio paso al 0-0 de la vuelta y de la prórroga , así que hubo que jugarse el billete a la finalísima en los penaltis . Ahí resurgió de nuevo la figura de Toni Doblas. El meta canterano detuvo los lanzamientos de Del Horno y Ezquerro y, pese al fallo de Oliveira, el último tiro de Luis Fernández clasificó (4-5) a los heliopolitanos.Y llegó la final . El Osasuna había eliminado al Sevilla en cuartos y al Atlético de Madrid en las semifinales. Javier Aguirre había formado un aguerrido equipo, con un Pablo García que acabó expulsado y después ficharía por el Real Madrid, y, pese a que el Betis llegaba como favorito, fue un encuentro bastante igualado. Es verdad que el marcador del Calderón no se abriría hasta el minuto 75, cuando Oliveira ganó una porfía entre Cruchaga y el portero Elía y, con la punta de su bota, el brasileño marcó el 1 a 0. Pero cuando los béticos se relamían y empezaban a ver más cerca el título, Aloisi , a seis minutos para el 90 reglamentario, empató el choque. En la prórroga, no fue hasta el minuto 115 cuando Dani , con un disparo cruzado en el interior del área, marcó el gol más importante de su carrera deportiva para el Betis, en el cierre de un año en el que estuvo a punto de colgar las botas por las continuas lesiones que estaba sufriendo.Levantó el sempiterno capitán de entonces, Juanjo Cañas , el trofeo de la Copa del Rey de manos de Juan Carlos I , repitiéndose la imagen de 28 años antes del monarca, proclamado unos meses antes, entregándole la copa a Cobo , capitán del Betis en 1977, y empezaron a sucederse las celebraciones. En Madrid, con los miles de béticos que acompañaron aquella histórica noche al equipo y, como no podía ser de otra forma, en Sevilla, donde los que no pudieron viajar se concentraron primero en casas, bares y peñas para ver la final y después se dieron cita en la Plaza Nueva para dar la bienvenida al tercer título de la historia del Betis tras la Liga del 35 y la Copa del 77. Al día siguiente , con el equipo de regreso y el trofeo en el equipaje, se desbordaron todas las previsiones. Toda la afición del Betis acompañó al equipo en la caravana desde Santa Justa hasta el Benito Villamarín y que llevó al equipo, en un autobús descapotable diseñado para la ocasión, al Ayuntamiento y al Gran Poder. Allí, con Lopera y Serra a la cabeza y tras la recepción municipal , todo el club salió al balcón que da a la Plaza Nueva y el equipo brindó la Copa a sus aficionados. Todo ello, antes de la fiesta final en el Villamarín en el escenario que se instaló en los bajos de Fondo hacia la explanada de la fuente de la Avenida de La Palmera , donde también hubo muchísimos béticos celebrando el título. RSS de noticias de deportes
Noticias Similares