<p>En los últimos años el consumo de la población ha mutado. De una oferta general, sin usar e igual para todos, hemos pasado a una oferta hiperpersonalizada, inmediata, digital y, a veces, reutilizada y sostenible. Esperar 48 horas para recibir un pedido es casi hoy un arduo ejercicio de paciencia, que exige a la vez, una venta personalizada y amigable con el medioambiente. Pero, <strong>¿es realmente el compromiso contra el cambio climático lo que mueve a los jóvenes a comprar artículos de segunda mano?</strong></p>
Compradores y vendedores se ponen de acuerdo: lo económico gana a lo sostenible
<p>En los últimos años el consumo de la población ha mutado. De una oferta general, sin usar e igual para todos, hemos pasado a una oferta hiperpersonalizada, inmediata, digital y, a veces, reutilizada y sostenible. Esperar 48 horas para recibir un pedido es casi hoy un arduo ejercicio de paciencia, que exige a la vez, una venta personalizada y amigable con el medioambiente. Pero, <strong>¿es realmente el compromiso contra el cambio climático lo que mueve a los jóvenes a comprar artículos de segunda mano?</strong></p>
Actualidad Económica