Han pasado dos años desde que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, fue investido y una de sus promesas electorales estrella sigue sin cumplirse por falta de apoyos: la reforma del 30%, la norma que obliga a los promotores a destinar este porcentaje de los pisos que construyen a vivienda social. Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, y en un último intento, el ejecutivo ha retomado las negociaciones con Junts, con quien ya tiene cerrada la letra pequeña de la reforma. Ahora uno de los escollos es la exigencia de los neoconvergentes de rebajar un 4% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el principal impuesto para cualquier ayuntamiento.
Junts admite conversaciones con el alcalde Jaume Collboni pero insiste en que no aceptará una rebaja del impuesto inferior al 4%
Han pasado dos años desde que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, fue investido y una de sus promesas electorales estrella sigue sin cumplirse por falta de apoyos: la reforma del 30%, la norma que obliga a los promotores a destinar este porcentaje de los pisos que construyen a vivienda social. Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, y en un último intento, el ejecutivo ha retomado las negociaciones con Junts, con quien ya tiene cerrada la letra pequeña de la reforma. Ahora uno de los escollos es la exigencia de los neoconvergentes de rebajar un 4% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el principal impuesto para cualquier ayuntamiento.
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