La intuición onírica, el simbolismo y la metamorfosis constante del pintor Óscar Domínguez (Tenerife, 1906-París, 1957), uno de los artistas que la pintura española aportó al movimiento surrealista internacional , llega este jueves al Museo Picasso de Málaga. Lo hace a través de una muestra con más de 100 obras llenas de contrastes, en las que lo real y lo imaginario se funden en imágenes perturbadoras. Además, a través de esta exposición los visitantes pueden observar las conexiones entre Domínguez y Pablo Ruiz Picasso -amigo del arista canario- y establecer diálogos entre ambos.La retrospectiva, organizada con la colaboración de la Colección Óscar Domínguez TEA Tenerife Espacio de las Artes, se podrá ver en el museo malagueño entre el 20 de junio y el 13 de octubre de 2025 .Como ha recordado este jueves el comisario durante la presentación de la muestra, Isidro Hernández, Domínguez, junto a Joan Miró, Salvador Dalí, Remedios Varo y Esteban Francés forma parte de la constelación de nombres que la pintura española aportó al movimiento surrealista internacional.Un viaje por la metamorfosisLa exposición está dividida en siete secciones en las que van avanzando en diferentes momentos de su trayectoria. «Me gusta decir que Domínguez es muchos artistas a la vez. Está buscándose, cambiándose y transformando su manera de pintar a lo largo que el siglo avanza su manera de pintar«, ha explicado el comisario.Como ha detallado, sus obras se caracterizan por un estilo audaz y experimental . Su habilidad para crear imágenes impactantes le otorgó un reconocimiento importante dentro del movimiento surrealista y su lugar como uno de los artistas más originales y provocadores de su tiempo. «Su pintura busca dotar de sentido al ejercicio de la libertad creadora , entendiendo arte y vida como un único impulso en el que el azar, el deseo, el humor negro y lo irracional se dan la mano«, ha indicado.Imagen de la exposición del pintor Óscar Domínguez francis silvaEn esta gran retrospectiva de Domínguez -la última fue en 1996- se podrán contemplar obras que han salido por primera vez de Canarias . Otras, además, que son muy complicadas de ver porque pertenecen a colecciones particulares y no es habitual que las presten. Algunas de las pinturas que se exhiben hasta octubre en el Museo Picasso son ‘Le dimanche o Rut marin’ (1935), ‘Los platillos volantes’ (1939), ‘Autorretrato con cabeza de toro’ (1941) o ‘Delfos’ (1957).Como ha precisado el comisario de la muestra, los visitantes podrán observar cómo la obra de Domínguez se nutre de una iconografía ligada a su juventud en el norte de Tenerife , donde gesta una concepción irracional y sobreabundante de los enigmáticos procesos de la metamorfosis que van a acompañar a su obra a lo largo de toda su trayectoria.Así, su pintura se nutrió de dragos milenarios, playas volcánicas , cielos en suspensión y masas lávicas que, en sus lienzos, se transforman en escenas oníricas donde conviven el deseo, el azar y lo irracional. DecalcomaníaUna de las aportaciones más singulares de Oscar Domínguez al arte surrealista fue la creación y desarrollo de la «decalcomanía», una técnica pictórica sin uso de prensa que consiste en aplicar pintura sobre una superficie y luego presionarla contra otra para generar formas impredecibles.Este método, que abre la puerta al azar objetivo, da lugar a texturas abstractas, orgánicas y sugerentes, cargadas de tensión visual. En manos de Domínguez, la decalcomanía se convirtió en mucho más que un recurso técnico: fue una vía hacia lo inconsciente , una herramienta poética que le permitió capturar lo irracional y convertirlo en imagen con poderosa fuerza simbólica.Óscar Domínguez trabaja asimismo en paisajes cósmicos en sus denominadas superficies litocrónicas una manera única de capturar el paso del tiempo en la materia pictórica. En estas composiciones, cuyo nombre evoca la piedra ( lithos ) y el tiempo ( chronos ), parece querer representar a través de texturas y técnicas experimentales la sedimentación del tiempo, revelando su atracción por lo ancestral.«La pintura de Óscar Domínguez nos ofrece una maquinaria onírica capaz de dinamitar la realidad inmediata a través de metáforas desviadas y desafiantes , pues sus creaciones constituyen una de las más altas manifestaciones del impulso del juego, libre e imprevisible», ha subrayado Hernández.De Tenerife a ParísNacido en una familia de hacendados bananeros en Tenerife, Óscar Domínguez (1906-1957) se trasladó a París en 1927 con apenas 21 años para encargarse de los negocios familiares. Sin embargo, la ciudad de la luz encendió en él una vocación distinta: la del arte . Allí se integró en el círculo surrealista liderado por André Breton, entabló amistad con Salvador Dalí y, más tarde, con Pablo Picasso , y desarrolló una obra tan personal como poderosa, marcada por la fuerza telúrica de su isla natal.Imagen de la exposición del pintor Óscar Domínguez francis silvaSu primera exposición individual tuvo lugar en 1933 en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, respaldado por la influyente revista Gaceta de Arte. Un año más tarde, ya plenamente vinculado al movimiento surrealista, Domínguez se convirtió en una figura destacada dentro del grupo parisino.Durante la ocupación nazi, Domínguez optó por permanecer en París, integrándose en las redes de resistencia cultural. Su estudio se convirtió en refugio para artistas y poetas de la mano del colectivo ‘La main à plume’. Fue entonces cuando estrechó su relación con Picasso, con quien compartía una visión del arte como fuerza vital frente a la barbarie.Los últimos años de su vida estuvieron marcados por el deterioro físico y emocional causado por una enfermedad degenerativa . A pesar de ello, su pintura no se detuvo, sino que se volvió más íntima y contenida. Finalmente, falleció en París el 31 de diciembre de 1957.Catálogo ilustrado, textos y fotografíasCon motivo de la exposición Óscar Domínguez, el Museo Picasso Málaga ha publicado un completo catálogo que incluye textos del comisario Isidro Hernández Gutiérrez, del crítico de arte Patrick Waldberg y de otros artistas surrealistas, además de una extensa cronología dedicada al artista canario. La publicación, editada en español e inglés, cuenta con 224 páginas ilustradas con obras de arte, documentos y fotografías que permiten profundizar en la vida y obra de Domínguez desde múltiples perspectivas.Además, la muestra contará también con una audioguía disponible en español e inglés, que propone un recorrido detallado a través de una cuidada selección de piezas clave. Y, como complemento, el visitante podrá consultar un mural ilustrado con imágenes que, a modo de relato biográfico, contextualiza los momentos más relevantes en la trayectoria artística y vital del pintor. La intuición onírica, el simbolismo y la metamorfosis constante del pintor Óscar Domínguez (Tenerife, 1906-París, 1957), uno de los artistas que la pintura española aportó al movimiento surrealista internacional , llega este jueves al Museo Picasso de Málaga. Lo hace a través de una muestra con más de 100 obras llenas de contrastes, en las que lo real y lo imaginario se funden en imágenes perturbadoras. Además, a través de esta exposición los visitantes pueden observar las conexiones entre Domínguez y Pablo Ruiz Picasso -amigo del arista canario- y establecer diálogos entre ambos.La retrospectiva, organizada con la colaboración de la Colección Óscar Domínguez TEA Tenerife Espacio de las Artes, se podrá ver en el museo malagueño entre el 20 de junio y el 13 de octubre de 2025 .Como ha recordado este jueves el comisario durante la presentación de la muestra, Isidro Hernández, Domínguez, junto a Joan Miró, Salvador Dalí, Remedios Varo y Esteban Francés forma parte de la constelación de nombres que la pintura española aportó al movimiento surrealista internacional.Un viaje por la metamorfosisLa exposición está dividida en siete secciones en las que van avanzando en diferentes momentos de su trayectoria. «Me gusta decir que Domínguez es muchos artistas a la vez. Está buscándose, cambiándose y transformando su manera de pintar a lo largo que el siglo avanza su manera de pintar«, ha explicado el comisario.Como ha detallado, sus obras se caracterizan por un estilo audaz y experimental . Su habilidad para crear imágenes impactantes le otorgó un reconocimiento importante dentro del movimiento surrealista y su lugar como uno de los artistas más originales y provocadores de su tiempo. «Su pintura busca dotar de sentido al ejercicio de la libertad creadora , entendiendo arte y vida como un único impulso en el que el azar, el deseo, el humor negro y lo irracional se dan la mano«, ha indicado.Imagen de la exposición del pintor Óscar Domínguez francis silvaEn esta gran retrospectiva de Domínguez -la última fue en 1996- se podrán contemplar obras que han salido por primera vez de Canarias . Otras, además, que son muy complicadas de ver porque pertenecen a colecciones particulares y no es habitual que las presten. Algunas de las pinturas que se exhiben hasta octubre en el Museo Picasso son ‘Le dimanche o Rut marin’ (1935), ‘Los platillos volantes’ (1939), ‘Autorretrato con cabeza de toro’ (1941) o ‘Delfos’ (1957).Como ha precisado el comisario de la muestra, los visitantes podrán observar cómo la obra de Domínguez se nutre de una iconografía ligada a su juventud en el norte de Tenerife , donde gesta una concepción irracional y sobreabundante de los enigmáticos procesos de la metamorfosis que van a acompañar a su obra a lo largo de toda su trayectoria.Así, su pintura se nutrió de dragos milenarios, playas volcánicas , cielos en suspensión y masas lávicas que, en sus lienzos, se transforman en escenas oníricas donde conviven el deseo, el azar y lo irracional. DecalcomaníaUna de las aportaciones más singulares de Oscar Domínguez al arte surrealista fue la creación y desarrollo de la «decalcomanía», una técnica pictórica sin uso de prensa que consiste en aplicar pintura sobre una superficie y luego presionarla contra otra para generar formas impredecibles.Este método, que abre la puerta al azar objetivo, da lugar a texturas abstractas, orgánicas y sugerentes, cargadas de tensión visual. En manos de Domínguez, la decalcomanía se convirtió en mucho más que un recurso técnico: fue una vía hacia lo inconsciente , una herramienta poética que le permitió capturar lo irracional y convertirlo en imagen con poderosa fuerza simbólica.Óscar Domínguez trabaja asimismo en paisajes cósmicos en sus denominadas superficies litocrónicas una manera única de capturar el paso del tiempo en la materia pictórica. En estas composiciones, cuyo nombre evoca la piedra ( lithos ) y el tiempo ( chronos ), parece querer representar a través de texturas y técnicas experimentales la sedimentación del tiempo, revelando su atracción por lo ancestral.«La pintura de Óscar Domínguez nos ofrece una maquinaria onírica capaz de dinamitar la realidad inmediata a través de metáforas desviadas y desafiantes , pues sus creaciones constituyen una de las más altas manifestaciones del impulso del juego, libre e imprevisible», ha subrayado Hernández.De Tenerife a ParísNacido en una familia de hacendados bananeros en Tenerife, Óscar Domínguez (1906-1957) se trasladó a París en 1927 con apenas 21 años para encargarse de los negocios familiares. Sin embargo, la ciudad de la luz encendió en él una vocación distinta: la del arte . Allí se integró en el círculo surrealista liderado por André Breton, entabló amistad con Salvador Dalí y, más tarde, con Pablo Picasso , y desarrolló una obra tan personal como poderosa, marcada por la fuerza telúrica de su isla natal.Imagen de la exposición del pintor Óscar Domínguez francis silvaSu primera exposición individual tuvo lugar en 1933 en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, respaldado por la influyente revista Gaceta de Arte. Un año más tarde, ya plenamente vinculado al movimiento surrealista, Domínguez se convirtió en una figura destacada dentro del grupo parisino.Durante la ocupación nazi, Domínguez optó por permanecer en París, integrándose en las redes de resistencia cultural. Su estudio se convirtió en refugio para artistas y poetas de la mano del colectivo ‘La main à plume’. Fue entonces cuando estrechó su relación con Picasso, con quien compartía una visión del arte como fuerza vital frente a la barbarie.Los últimos años de su vida estuvieron marcados por el deterioro físico y emocional causado por una enfermedad degenerativa . A pesar de ello, su pintura no se detuvo, sino que se volvió más íntima y contenida. Finalmente, falleció en París el 31 de diciembre de 1957.Catálogo ilustrado, textos y fotografíasCon motivo de la exposición Óscar Domínguez, el Museo Picasso Málaga ha publicado un completo catálogo que incluye textos del comisario Isidro Hernández Gutiérrez, del crítico de arte Patrick Waldberg y de otros artistas surrealistas, además de una extensa cronología dedicada al artista canario. La publicación, editada en español e inglés, cuenta con 224 páginas ilustradas con obras de arte, documentos y fotografías que permiten profundizar en la vida y obra de Domínguez desde múltiples perspectivas.Además, la muestra contará también con una audioguía disponible en español e inglés, que propone un recorrido detallado a través de una cuidada selección de piezas clave. Y, como complemento, el visitante podrá consultar un mural ilustrado con imágenes que, a modo de relato biográfico, contextualiza los momentos más relevantes en la trayectoria artística y vital del pintor. La intuición onírica, el simbolismo y la metamorfosis constante del pintor Óscar Domínguez (Tenerife, 1906-París, 1957), uno de los artistas que la pintura española aportó al movimiento surrealista internacional , llega este jueves al Museo Picasso de Málaga. Lo hace a través de una muestra con más de 100 obras llenas de contrastes, en las que lo real y lo imaginario se funden en imágenes perturbadoras. Además, a través de esta exposición los visitantes pueden observar las conexiones entre Domínguez y Pablo Ruiz Picasso -amigo del arista canario- y establecer diálogos entre ambos.La retrospectiva, organizada con la colaboración de la Colección Óscar Domínguez TEA Tenerife Espacio de las Artes, se podrá ver en el museo malagueño entre el 20 de junio y el 13 de octubre de 2025 .Como ha recordado este jueves el comisario durante la presentación de la muestra, Isidro Hernández, Domínguez, junto a Joan Miró, Salvador Dalí, Remedios Varo y Esteban Francés forma parte de la constelación de nombres que la pintura española aportó al movimiento surrealista internacional.Un viaje por la metamorfosisLa exposición está dividida en siete secciones en las que van avanzando en diferentes momentos de su trayectoria. «Me gusta decir que Domínguez es muchos artistas a la vez. Está buscándose, cambiándose y transformando su manera de pintar a lo largo que el siglo avanza su manera de pintar«, ha explicado el comisario.Como ha detallado, sus obras se caracterizan por un estilo audaz y experimental . Su habilidad para crear imágenes impactantes le otorgó un reconocimiento importante dentro del movimiento surrealista y su lugar como uno de los artistas más originales y provocadores de su tiempo. «Su pintura busca dotar de sentido al ejercicio de la libertad creadora , entendiendo arte y vida como un único impulso en el que el azar, el deseo, el humor negro y lo irracional se dan la mano«, ha indicado.Imagen de la exposición del pintor Óscar Domínguez francis silvaEn esta gran retrospectiva de Domínguez -la última fue en 1996- se podrán contemplar obras que han salido por primera vez de Canarias . Otras, además, que son muy complicadas de ver porque pertenecen a colecciones particulares y no es habitual que las presten. Algunas de las pinturas que se exhiben hasta octubre en el Museo Picasso son ‘Le dimanche o Rut marin’ (1935), ‘Los platillos volantes’ (1939), ‘Autorretrato con cabeza de toro’ (1941) o ‘Delfos’ (1957).Como ha precisado el comisario de la muestra, los visitantes podrán observar cómo la obra de Domínguez se nutre de una iconografía ligada a su juventud en el norte de Tenerife , donde gesta una concepción irracional y sobreabundante de los enigmáticos procesos de la metamorfosis que van a acompañar a su obra a lo largo de toda su trayectoria.Así, su pintura se nutrió de dragos milenarios, playas volcánicas , cielos en suspensión y masas lávicas que, en sus lienzos, se transforman en escenas oníricas donde conviven el deseo, el azar y lo irracional. DecalcomaníaUna de las aportaciones más singulares de Oscar Domínguez al arte surrealista fue la creación y desarrollo de la «decalcomanía», una técnica pictórica sin uso de prensa que consiste en aplicar pintura sobre una superficie y luego presionarla contra otra para generar formas impredecibles.Este método, que abre la puerta al azar objetivo, da lugar a texturas abstractas, orgánicas y sugerentes, cargadas de tensión visual. En manos de Domínguez, la decalcomanía se convirtió en mucho más que un recurso técnico: fue una vía hacia lo inconsciente , una herramienta poética que le permitió capturar lo irracional y convertirlo en imagen con poderosa fuerza simbólica.Óscar Domínguez trabaja asimismo en paisajes cósmicos en sus denominadas superficies litocrónicas una manera única de capturar el paso del tiempo en la materia pictórica. En estas composiciones, cuyo nombre evoca la piedra ( lithos ) y el tiempo ( chronos ), parece querer representar a través de texturas y técnicas experimentales la sedimentación del tiempo, revelando su atracción por lo ancestral.«La pintura de Óscar Domínguez nos ofrece una maquinaria onírica capaz de dinamitar la realidad inmediata a través de metáforas desviadas y desafiantes , pues sus creaciones constituyen una de las más altas manifestaciones del impulso del juego, libre e imprevisible», ha subrayado Hernández.De Tenerife a ParísNacido en una familia de hacendados bananeros en Tenerife, Óscar Domínguez (1906-1957) se trasladó a París en 1927 con apenas 21 años para encargarse de los negocios familiares. Sin embargo, la ciudad de la luz encendió en él una vocación distinta: la del arte . Allí se integró en el círculo surrealista liderado por André Breton, entabló amistad con Salvador Dalí y, más tarde, con Pablo Picasso , y desarrolló una obra tan personal como poderosa, marcada por la fuerza telúrica de su isla natal.Imagen de la exposición del pintor Óscar Domínguez francis silvaSu primera exposición individual tuvo lugar en 1933 en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, respaldado por la influyente revista Gaceta de Arte. Un año más tarde, ya plenamente vinculado al movimiento surrealista, Domínguez se convirtió en una figura destacada dentro del grupo parisino.Durante la ocupación nazi, Domínguez optó por permanecer en París, integrándose en las redes de resistencia cultural. Su estudio se convirtió en refugio para artistas y poetas de la mano del colectivo ‘La main à plume’. Fue entonces cuando estrechó su relación con Picasso, con quien compartía una visión del arte como fuerza vital frente a la barbarie.Los últimos años de su vida estuvieron marcados por el deterioro físico y emocional causado por una enfermedad degenerativa . A pesar de ello, su pintura no se detuvo, sino que se volvió más íntima y contenida. Finalmente, falleció en París el 31 de diciembre de 1957.Catálogo ilustrado, textos y fotografíasCon motivo de la exposición Óscar Domínguez, el Museo Picasso Málaga ha publicado un completo catálogo que incluye textos del comisario Isidro Hernández Gutiérrez, del crítico de arte Patrick Waldberg y de otros artistas surrealistas, además de una extensa cronología dedicada al artista canario. La publicación, editada en español e inglés, cuenta con 224 páginas ilustradas con obras de arte, documentos y fotografías que permiten profundizar en la vida y obra de Domínguez desde múltiples perspectivas.Además, la muestra contará también con una audioguía disponible en español e inglés, que propone un recorrido detallado a través de una cuidada selección de piezas clave. Y, como complemento, el visitante podrá consultar un mural ilustrado con imágenes que, a modo de relato biográfico, contextualiza los momentos más relevantes en la trayectoria artística y vital del pintor. RSS de noticias de espana/andalucia
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