Sonríe y tarda apenas unos segundos en responder. «Que estoy más viejo, 30 años más», dice Rafael Gordillo cuando en ABC se le pide una opinión sobre el tiempo que ha transcurrido desde el final de su etapa como futbolista del Betis. «No sé, incontables…», piensa en el momento en el que se le consulta cuántas veces le han preguntado lo que significa el Betis para él. « Como siempre digo, es mi familia. Llevo toda mi vida aquí. Entre recién cumplidos los 16 años y estoy aquí todavía…Es algo muy grande. Nosotros somos muy fieles a nuestro equipo, a nuestro escudo y a nuestra bandera«, recuerda. Máxima rotundidad a la hora de explicar qué significado tiene el viaje en el tiempo hacia enero de 1977, al día en el que debutó con el primer equipo del Betis. En aquel partido ante el Burgos en el Benito Villamarín y sustituyendo a Julio Cardeñosa . «Es lo más grande que me ha pasado en el fútbol. Lo más grande fue debutar. Y salir por un ‘máquina’, que era el mejor que había en el Betis. No me acuerdo si toqué la pelota. Estaba tan emocionado, correría, yo qué sé…Pero salir por Julio y el campo aplaudiendo fue increíble. Yo llegué con 16 años y a los 19 ya estaba ahí. Y en el equipo de toda mi vida, con el que juntaba las estampas. Me sentaba con ellos. Eran mis ídolos«. Una primera etapa como futbolista del Betis hasta 1985 y un regreso en 1992 para afrontar tres cursos más en el equipo verdiblanco. Más de 300 partidos oficiales y muchísimas experiencias. Hace unos segundos de pausa en la charla con ABC y destaca un nombre. «Yo el que me quedo de toda la vida es Rafael Iriondo . Siempre tenemos un padre futbolístico, el que te da la oportunidad y él me la dio. Siempre lo recordaré«, afirma antes de recordar aquellos momentos de su llegada al primer equipo. »Yo jugaba de extremo y después me pasa al lateral izquierdo. Vio mis condiciones. Juego 14 partidos de extremo y al año siguiente estoy de lateral. Él me había probado ya. Dio con la clave«.La segunda etapa de Gordillo como futbolista bético tuvo momentos especiales. El día del regreso en 1992, el ascenso en Burgos de 1994 y una tercera temporada en la que a pesar de tener menos presencia en las alineaciones tuvo la oportunidad de estar en un equipo que firmó una posición para el recuerdo. «Fue bonito conseguirlo. Ese año jugué menos pero contentísimo porque estuvimos ahí. El tercero no entraba en Champions, fue a la Copa de la UEFA. Fuimos un equipazo, nos salió fenomenal el año».El Betis terminó el campeonato ganando en el Santiago Bernabéu y dos días después se encontró de nuevo con el Real Madrid, en aquella ocasión para homenajear a Gordillo . Desde la distancia que dan 30 años, pensando en aquel junio de 1995, el que fuera capitán verdiblanco reconoce que «la verdad es que no esperaba que después de este tiempo estuviera en el Betis». Entre las tareas desempeñadas en la entidad de Heliópolis no ha estado la de entrenador porque «nunca me ha gustado. No era mi vocación, no me veía yo dirigiendo a la gente. Me daría lástima de todos los que no jugaran…». En junio de 2025, Gordillo sigue teniendo en mente al Betis cada día. «Tengo muchos actos, voy con el primer equipo. Juntar algún día que no piense en el Betis es complicado. A lo mejor me tomo las vacaciones y ya está el equipo funcionando por ahí, ya estoy mirando. Siempre estás…«. Sonríe y tarda apenas unos segundos en responder. «Que estoy más viejo, 30 años más», dice Rafael Gordillo cuando en ABC se le pide una opinión sobre el tiempo que ha transcurrido desde el final de su etapa como futbolista del Betis. «No sé, incontables…», piensa en el momento en el que se le consulta cuántas veces le han preguntado lo que significa el Betis para él. « Como siempre digo, es mi familia. Llevo toda mi vida aquí. Entre recién cumplidos los 16 años y estoy aquí todavía…Es algo muy grande. Nosotros somos muy fieles a nuestro equipo, a nuestro escudo y a nuestra bandera«, recuerda. Máxima rotundidad a la hora de explicar qué significado tiene el viaje en el tiempo hacia enero de 1977, al día en el que debutó con el primer equipo del Betis. En aquel partido ante el Burgos en el Benito Villamarín y sustituyendo a Julio Cardeñosa . «Es lo más grande que me ha pasado en el fútbol. Lo más grande fue debutar. Y salir por un ‘máquina’, que era el mejor que había en el Betis. No me acuerdo si toqué la pelota. Estaba tan emocionado, correría, yo qué sé…Pero salir por Julio y el campo aplaudiendo fue increíble. Yo llegué con 16 años y a los 19 ya estaba ahí. Y en el equipo de toda mi vida, con el que juntaba las estampas. Me sentaba con ellos. Eran mis ídolos«. Una primera etapa como futbolista del Betis hasta 1985 y un regreso en 1992 para afrontar tres cursos más en el equipo verdiblanco. Más de 300 partidos oficiales y muchísimas experiencias. Hace unos segundos de pausa en la charla con ABC y destaca un nombre. «Yo el que me quedo de toda la vida es Rafael Iriondo . Siempre tenemos un padre futbolístico, el que te da la oportunidad y él me la dio. Siempre lo recordaré«, afirma antes de recordar aquellos momentos de su llegada al primer equipo. »Yo jugaba de extremo y después me pasa al lateral izquierdo. Vio mis condiciones. Juego 14 partidos de extremo y al año siguiente estoy de lateral. Él me había probado ya. Dio con la clave«.La segunda etapa de Gordillo como futbolista bético tuvo momentos especiales. El día del regreso en 1992, el ascenso en Burgos de 1994 y una tercera temporada en la que a pesar de tener menos presencia en las alineaciones tuvo la oportunidad de estar en un equipo que firmó una posición para el recuerdo. «Fue bonito conseguirlo. Ese año jugué menos pero contentísimo porque estuvimos ahí. El tercero no entraba en Champions, fue a la Copa de la UEFA. Fuimos un equipazo, nos salió fenomenal el año».El Betis terminó el campeonato ganando en el Santiago Bernabéu y dos días después se encontró de nuevo con el Real Madrid, en aquella ocasión para homenajear a Gordillo . Desde la distancia que dan 30 años, pensando en aquel junio de 1995, el que fuera capitán verdiblanco reconoce que «la verdad es que no esperaba que después de este tiempo estuviera en el Betis». Entre las tareas desempeñadas en la entidad de Heliópolis no ha estado la de entrenador porque «nunca me ha gustado. No era mi vocación, no me veía yo dirigiendo a la gente. Me daría lástima de todos los que no jugaran…». En junio de 2025, Gordillo sigue teniendo en mente al Betis cada día. «Tengo muchos actos, voy con el primer equipo. Juntar algún día que no piense en el Betis es complicado. A lo mejor me tomo las vacaciones y ya está el equipo funcionando por ahí, ya estoy mirando. Siempre estás…«. Sonríe y tarda apenas unos segundos en responder. «Que estoy más viejo, 30 años más», dice Rafael Gordillo cuando en ABC se le pide una opinión sobre el tiempo que ha transcurrido desde el final de su etapa como futbolista del Betis. «No sé, incontables…», piensa en el momento en el que se le consulta cuántas veces le han preguntado lo que significa el Betis para él. « Como siempre digo, es mi familia. Llevo toda mi vida aquí. Entre recién cumplidos los 16 años y estoy aquí todavía…Es algo muy grande. Nosotros somos muy fieles a nuestro equipo, a nuestro escudo y a nuestra bandera«, recuerda. Máxima rotundidad a la hora de explicar qué significado tiene el viaje en el tiempo hacia enero de 1977, al día en el que debutó con el primer equipo del Betis. En aquel partido ante el Burgos en el Benito Villamarín y sustituyendo a Julio Cardeñosa . «Es lo más grande que me ha pasado en el fútbol. Lo más grande fue debutar. Y salir por un ‘máquina’, que era el mejor que había en el Betis. No me acuerdo si toqué la pelota. Estaba tan emocionado, correría, yo qué sé…Pero salir por Julio y el campo aplaudiendo fue increíble. Yo llegué con 16 años y a los 19 ya estaba ahí. Y en el equipo de toda mi vida, con el que juntaba las estampas. Me sentaba con ellos. Eran mis ídolos«. Una primera etapa como futbolista del Betis hasta 1985 y un regreso en 1992 para afrontar tres cursos más en el equipo verdiblanco. Más de 300 partidos oficiales y muchísimas experiencias. Hace unos segundos de pausa en la charla con ABC y destaca un nombre. «Yo el que me quedo de toda la vida es Rafael Iriondo . Siempre tenemos un padre futbolístico, el que te da la oportunidad y él me la dio. Siempre lo recordaré«, afirma antes de recordar aquellos momentos de su llegada al primer equipo. »Yo jugaba de extremo y después me pasa al lateral izquierdo. Vio mis condiciones. Juego 14 partidos de extremo y al año siguiente estoy de lateral. Él me había probado ya. Dio con la clave«.La segunda etapa de Gordillo como futbolista bético tuvo momentos especiales. El día del regreso en 1992, el ascenso en Burgos de 1994 y una tercera temporada en la que a pesar de tener menos presencia en las alineaciones tuvo la oportunidad de estar en un equipo que firmó una posición para el recuerdo. «Fue bonito conseguirlo. Ese año jugué menos pero contentísimo porque estuvimos ahí. El tercero no entraba en Champions, fue a la Copa de la UEFA. Fuimos un equipazo, nos salió fenomenal el año».El Betis terminó el campeonato ganando en el Santiago Bernabéu y dos días después se encontró de nuevo con el Real Madrid, en aquella ocasión para homenajear a Gordillo . Desde la distancia que dan 30 años, pensando en aquel junio de 1995, el que fuera capitán verdiblanco reconoce que «la verdad es que no esperaba que después de este tiempo estuviera en el Betis». Entre las tareas desempeñadas en la entidad de Heliópolis no ha estado la de entrenador porque «nunca me ha gustado. No era mi vocación, no me veía yo dirigiendo a la gente. Me daría lástima de todos los que no jugaran…». En junio de 2025, Gordillo sigue teniendo en mente al Betis cada día. «Tengo muchos actos, voy con el primer equipo. Juntar algún día que no piense en el Betis es complicado. A lo mejor me tomo las vacaciones y ya está el equipo funcionando por ahí, ya estoy mirando. Siempre estás…«. RSS de noticias de deportes
Noticias Similares