La imagen es demoledora. La que el PSOE no habría querido y la que, en realidad, no hace muchos días parecía inimaginable. Pero la implicación de Santos Cerdán en la trama de corrupción de José Luis Ábalos y Koldo García ha acelerado los tiempos . Aunque el Gobierno sigue intentando recuperar el aliento y la iniciativa, la entrada de la UCO de la Guardia Civil a la sede de los socialistas en la calle Ferraz de Madrid supone un punto de inflexión. También para los socios parlamentarios de Pedro Sánchez, los que realmente tienen la llave de la legislatura, y que han ido marcando distancias a lo largo de la semana. Ninguno ha hablado de ruptura, pero la incertidumbre es inmensa. La principal línea roja para todos, igual que para Sumar, socio minoritario de la coalición, es que la trama acabe llegando a la financiación irregular del PSOE . Lo que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, resumió en una frase que desató el enfado del presidente del Gobierno por todo lo que implicaba: «Jure y perjure que no estamos ante la Gürtel del PSOE» . Tanto en Moncloa como en el partido insisten en negar esa posibilidad. Los socialistas son conscientes de que si ese escenario se cumple no habría nada más que hacer. Ahí sí, los apoyos de los aliados serían insostenibles. Es también lo que Yolanda Díaz señaló como el elemento que implicaría ir a elecciones generales. Y hasta el propio Sánchez fijó el mismo límite cuando el lunes, en su comparecencia desde Ferraz, declaró: «El PSOE es una organización limpia».La lectura a la que se agarra el partido es que no hay indicios de se hayan financiado ilegalmente. Siguen hablando de «triángulo tóxico». De tres ovejas negras. Y aseguran que la mancha no se extenderá. Pero el informe de la UCO de casi 500 páginas que provocó la dimisión inmediata de Santos Cerdán sí apunta a indicios que van más allá de las mordidas por obra pública. La conversación de Koldo García con el director general de Carreteras, Javier Herrero, dependiente del Ministerio que dirigía José Luis Ábalos, advirtiéndole de que la Gerencia del PSOE le llamaría para «pedirle el impuesto» ha lanzado una sombra de sospecha.Noticia Relacionada estandar Si La UCO entra en la sede del PSOE para volcar el correo de Santos Cerdán Carmen Lucas-Torres Los agentes también han accedido a Adif, el Ministerio de Transportes y la Dirección General de CarreterasEl ministro de Presidencia, Félix Bolaños, explicó que todos los cargos públicos del PSOE abonan voluntariamente una cuota. Pero el hecho de que fuera Koldo García el encargado de hacer ese aviso ha desatado muchas alarmas a la espera de que la investigación avance. Y en este contexto, la Guardia Civil entrando a Ferraz, supone una imagen letal. Recuerda –las comparaciones fueron inevitables dentro del propio PSOE como del resto de los partidos– al registro de la UDEF en la sede del Partido Popular , en la calle Génova, hace doce años.En La Moncloa lo llevan repitiendo días: «Esto no es una Gürtel dos. No lo es ni de broma». Pero los nervios en las filas socialistas no han dejado de crecer, en gran medida por la angustia que provoca «lo que pueda aparecer nuevo» cada día. La sede de Ferraz no fue la única. Le siguieron entradas de los agentes en Adif, el Ministerio de Transportes y la Dirección General de Carreteras. Y el pánico se desató . Esta semana ha sido muy complicada para Sánchez. La ronda que ideó con los aliados parlamentarios buscaba si no un cierre de filas completo, la seguridad de que sigue contando con los apoyos. Pero ninguno quiso darle garantías. Todos salieron de La Moncloa con una sensación de preocupación absoluta alrededor del presidente. Y sin tener nada clara la viabilidad de la legislatura . El PNV pidió prudencia, reconociendo que cada mañana se descubren nuevas revelaciones. Los independentistas de ERC confesaron una sensación de fin de ciclo: «Lo que nos quede, que no sabemos cuanto es, hay que aprovecharlo para avanzar en agenda social». Y Junts sugirió que decidirá en unos días si «vale la pena seguir o no». El plan del presidente, reconocía uno de los socios que acudió a la reunión, es «esperar» y «confiar en que no salga nada más que acabe con todo» . La imagen es demoledora. La que el PSOE no habría querido y la que, en realidad, no hace muchos días parecía inimaginable. Pero la implicación de Santos Cerdán en la trama de corrupción de José Luis Ábalos y Koldo García ha acelerado los tiempos . Aunque el Gobierno sigue intentando recuperar el aliento y la iniciativa, la entrada de la UCO de la Guardia Civil a la sede de los socialistas en la calle Ferraz de Madrid supone un punto de inflexión. También para los socios parlamentarios de Pedro Sánchez, los que realmente tienen la llave de la legislatura, y que han ido marcando distancias a lo largo de la semana. Ninguno ha hablado de ruptura, pero la incertidumbre es inmensa. La principal línea roja para todos, igual que para Sumar, socio minoritario de la coalición, es que la trama acabe llegando a la financiación irregular del PSOE . Lo que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, resumió en una frase que desató el enfado del presidente del Gobierno por todo lo que implicaba: «Jure y perjure que no estamos ante la Gürtel del PSOE» . Tanto en Moncloa como en el partido insisten en negar esa posibilidad. Los socialistas son conscientes de que si ese escenario se cumple no habría nada más que hacer. Ahí sí, los apoyos de los aliados serían insostenibles. Es también lo que Yolanda Díaz señaló como el elemento que implicaría ir a elecciones generales. Y hasta el propio Sánchez fijó el mismo límite cuando el lunes, en su comparecencia desde Ferraz, declaró: «El PSOE es una organización limpia».La lectura a la que se agarra el partido es que no hay indicios de se hayan financiado ilegalmente. Siguen hablando de «triángulo tóxico». De tres ovejas negras. Y aseguran que la mancha no se extenderá. Pero el informe de la UCO de casi 500 páginas que provocó la dimisión inmediata de Santos Cerdán sí apunta a indicios que van más allá de las mordidas por obra pública. La conversación de Koldo García con el director general de Carreteras, Javier Herrero, dependiente del Ministerio que dirigía José Luis Ábalos, advirtiéndole de que la Gerencia del PSOE le llamaría para «pedirle el impuesto» ha lanzado una sombra de sospecha.Noticia Relacionada estandar Si La UCO entra en la sede del PSOE para volcar el correo de Santos Cerdán Carmen Lucas-Torres Los agentes también han accedido a Adif, el Ministerio de Transportes y la Dirección General de CarreterasEl ministro de Presidencia, Félix Bolaños, explicó que todos los cargos públicos del PSOE abonan voluntariamente una cuota. Pero el hecho de que fuera Koldo García el encargado de hacer ese aviso ha desatado muchas alarmas a la espera de que la investigación avance. Y en este contexto, la Guardia Civil entrando a Ferraz, supone una imagen letal. Recuerda –las comparaciones fueron inevitables dentro del propio PSOE como del resto de los partidos– al registro de la UDEF en la sede del Partido Popular , en la calle Génova, hace doce años.En La Moncloa lo llevan repitiendo días: «Esto no es una Gürtel dos. No lo es ni de broma». Pero los nervios en las filas socialistas no han dejado de crecer, en gran medida por la angustia que provoca «lo que pueda aparecer nuevo» cada día. La sede de Ferraz no fue la única. Le siguieron entradas de los agentes en Adif, el Ministerio de Transportes y la Dirección General de Carreteras. Y el pánico se desató . Esta semana ha sido muy complicada para Sánchez. La ronda que ideó con los aliados parlamentarios buscaba si no un cierre de filas completo, la seguridad de que sigue contando con los apoyos. Pero ninguno quiso darle garantías. Todos salieron de La Moncloa con una sensación de preocupación absoluta alrededor del presidente. Y sin tener nada clara la viabilidad de la legislatura . El PNV pidió prudencia, reconociendo que cada mañana se descubren nuevas revelaciones. Los independentistas de ERC confesaron una sensación de fin de ciclo: «Lo que nos quede, que no sabemos cuanto es, hay que aprovecharlo para avanzar en agenda social». Y Junts sugirió que decidirá en unos días si «vale la pena seguir o no». El plan del presidente, reconocía uno de los socios que acudió a la reunión, es «esperar» y «confiar en que no salga nada más que acabe con todo» . La imagen es demoledora. La que el PSOE no habría querido y la que, en realidad, no hace muchos días parecía inimaginable. Pero la implicación de Santos Cerdán en la trama de corrupción de José Luis Ábalos y Koldo García ha acelerado los tiempos . Aunque el Gobierno sigue intentando recuperar el aliento y la iniciativa, la entrada de la UCO de la Guardia Civil a la sede de los socialistas en la calle Ferraz de Madrid supone un punto de inflexión. También para los socios parlamentarios de Pedro Sánchez, los que realmente tienen la llave de la legislatura, y que han ido marcando distancias a lo largo de la semana. Ninguno ha hablado de ruptura, pero la incertidumbre es inmensa. La principal línea roja para todos, igual que para Sumar, socio minoritario de la coalición, es que la trama acabe llegando a la financiación irregular del PSOE . Lo que el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, resumió en una frase que desató el enfado del presidente del Gobierno por todo lo que implicaba: «Jure y perjure que no estamos ante la Gürtel del PSOE» . Tanto en Moncloa como en el partido insisten en negar esa posibilidad. Los socialistas son conscientes de que si ese escenario se cumple no habría nada más que hacer. Ahí sí, los apoyos de los aliados serían insostenibles. Es también lo que Yolanda Díaz señaló como el elemento que implicaría ir a elecciones generales. Y hasta el propio Sánchez fijó el mismo límite cuando el lunes, en su comparecencia desde Ferraz, declaró: «El PSOE es una organización limpia».La lectura a la que se agarra el partido es que no hay indicios de se hayan financiado ilegalmente. Siguen hablando de «triángulo tóxico». De tres ovejas negras. Y aseguran que la mancha no se extenderá. Pero el informe de la UCO de casi 500 páginas que provocó la dimisión inmediata de Santos Cerdán sí apunta a indicios que van más allá de las mordidas por obra pública. La conversación de Koldo García con el director general de Carreteras, Javier Herrero, dependiente del Ministerio que dirigía José Luis Ábalos, advirtiéndole de que la Gerencia del PSOE le llamaría para «pedirle el impuesto» ha lanzado una sombra de sospecha.Noticia Relacionada estandar Si La UCO entra en la sede del PSOE para volcar el correo de Santos Cerdán Carmen Lucas-Torres Los agentes también han accedido a Adif, el Ministerio de Transportes y la Dirección General de CarreterasEl ministro de Presidencia, Félix Bolaños, explicó que todos los cargos públicos del PSOE abonan voluntariamente una cuota. Pero el hecho de que fuera Koldo García el encargado de hacer ese aviso ha desatado muchas alarmas a la espera de que la investigación avance. Y en este contexto, la Guardia Civil entrando a Ferraz, supone una imagen letal. Recuerda –las comparaciones fueron inevitables dentro del propio PSOE como del resto de los partidos– al registro de la UDEF en la sede del Partido Popular , en la calle Génova, hace doce años.En La Moncloa lo llevan repitiendo días: «Esto no es una Gürtel dos. No lo es ni de broma». Pero los nervios en las filas socialistas no han dejado de crecer, en gran medida por la angustia que provoca «lo que pueda aparecer nuevo» cada día. La sede de Ferraz no fue la única. Le siguieron entradas de los agentes en Adif, el Ministerio de Transportes y la Dirección General de Carreteras. Y el pánico se desató . Esta semana ha sido muy complicada para Sánchez. La ronda que ideó con los aliados parlamentarios buscaba si no un cierre de filas completo, la seguridad de que sigue contando con los apoyos. Pero ninguno quiso darle garantías. Todos salieron de La Moncloa con una sensación de preocupación absoluta alrededor del presidente. Y sin tener nada clara la viabilidad de la legislatura . El PNV pidió prudencia, reconociendo que cada mañana se descubren nuevas revelaciones. Los independentistas de ERC confesaron una sensación de fin de ciclo: «Lo que nos quede, que no sabemos cuanto es, hay que aprovecharlo para avanzar en agenda social». Y Junts sugirió que decidirá en unos días si «vale la pena seguir o no». El plan del presidente, reconocía uno de los socios que acudió a la reunión, es «esperar» y «confiar en que no salga nada más que acabe con todo» . RSS de noticias de espana
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