<p><strong>Marc Márquez</strong> escribió una página más de lo que, por ahora, parece estar destinado a ser poco menos que un paseo triunfal hacia su noveno campeonato del mundo, el que sería el séptimo en MotoGP. En la <i>sprint race</i> del Gran Premio de Italia sumó un nuevo triunfo, aunque, por esta vez, dándole algo más de emoción de lo que parecía inicialmente. Un problema en la salida le llevó a caer desde la <i>pole </i>hasta, momentáneamente, la séptima posición, pero no tardó en ponerse las pilas y, con su estilo característico, acabó por encaramarse otra vez hasta la primera plaza en el arranque de la cuarta vuelta. Y, a partir de allí, solo su hermano <strong>Álex</strong>, a la postre segundo, como de costumbre, fue capaz de seguirlo de cerca mientras <strong>Pecco Bagnaia</strong> se veía condenado a conformarse de nuevo con el tercer escalón del podio.</p>
Protagonizó una salida tremendamente defectuosa. Su hermano Álex fue de nuevo segundo y Pecco tercero
<p><strong>Marc Márquez</strong> escribió una página más de lo que, por ahora, parece estar destinado a ser poco menos que un paseo triunfal hacia su noveno campeonato del mundo, el que sería el séptimo en MotoGP. En la <i>sprint race</i> del Gran Premio de Italia sumó un nuevo triunfo, aunque, por esta vez, dándole algo más de emoción de lo que parecía inicialmente. Un problema en la salida le llevó a caer desde la <i>pole </i>hasta, momentáneamente, la séptima posición, pero no tardó en ponerse las pilas y, con su estilo característico, acabó por encaramarse otra vez hasta la primera plaza en el arranque de la cuarta vuelta. Y, a partir de allí, solo su hermano <strong>Álex</strong>, a la postre segundo, como de costumbre, fue capaz de seguirlo de cerca mientras <strong>Pecco Bagnaia</strong> se veía condenado a conformarse de nuevo con el tercer escalón del podio.</p>
Deportes