Una buena parrillada requiere tiempo. Se hace a fuego lento, cocinando la carne a la brasa para intensificar su sabor. Pues bien, el terremoto político provocado por el caso Koldo (o Cerdán o lo que venga ) ha sacado a la luz una presunta trama de corrupción que, al parecer, se ha ido cociendo durante años a la vista de todos -pero sin que nadie se enterase- y las ascuas han terminado por quemar a sus principales protagonistas.Según la Guardia Civil, en Galicia, los intereses de la trama podrían alcanzar obras ferroviarias e inversiones en terrenos mineros, todo ello con un modus operandi sencillo y similar al de otros territorios: contactos, mordidas y al bolsillo. Nada nuevo si tenemos en cuenta que la variante más detestable de la política ha tenido en la reciente historia de España numerosos casos, y el de estos días me recuerda mucho, por lo cutre, al de Marbella. ¿Se acuerdan de los dientes, las ‘mamachichos’, los cuernos, las folclóricas y todo aquel atajo de oportunistas y delincuentes que en su día arrasaron el buen nombre de esta ciudad malagueña?Siempre me he preguntado cómo se levanta por la mañana un corrupto. Es decir, en qué piensa: ¿da las gracias por un nuevo día?, ¿planea su desayuno?, o simplemente organiza su mente para ver cómo puede seguir sacando tajada. Hay muchos tipos de drogas y la avaricia es de las más difíciles de tratar. Fíjense si es dura que algunos, aun sometiéndose a un tratamiento de prisión, aun así, acaban reincidiendo y vuelven al trinque. Después está el tema de los argumentarios. Desde Leire a Pedro Sánchez, las ruedas de prensa se han convertido últimamente en una especie de tómbola donde el vendedor de turno coge el micro y suelta lo que le apetece. Los periodistas levantan la mano, sí, pero no todos pueden preguntar (es tarde, todavía no he comido), y las respuestas se alargan y se alargan en una estudiada performance para que cuantas menos cuestiones entren, mejor.Santos reskoldos… ¡Qué importantes son! Las brasas nos indican que ha habido fuego y que entre llevárselo crudo o en su punto la diferencia está en el placer de la degustación. Y mientras tanto, nosotros, los que asistimos de oyentes, nos comemos el bochorno con patatas y tragamos fécula, que va bien para el tránsito intestinal. Una buena parrillada requiere tiempo. Se hace a fuego lento, cocinando la carne a la brasa para intensificar su sabor. Pues bien, el terremoto político provocado por el caso Koldo (o Cerdán o lo que venga ) ha sacado a la luz una presunta trama de corrupción que, al parecer, se ha ido cociendo durante años a la vista de todos -pero sin que nadie se enterase- y las ascuas han terminado por quemar a sus principales protagonistas.Según la Guardia Civil, en Galicia, los intereses de la trama podrían alcanzar obras ferroviarias e inversiones en terrenos mineros, todo ello con un modus operandi sencillo y similar al de otros territorios: contactos, mordidas y al bolsillo. Nada nuevo si tenemos en cuenta que la variante más detestable de la política ha tenido en la reciente historia de España numerosos casos, y el de estos días me recuerda mucho, por lo cutre, al de Marbella. ¿Se acuerdan de los dientes, las ‘mamachichos’, los cuernos, las folclóricas y todo aquel atajo de oportunistas y delincuentes que en su día arrasaron el buen nombre de esta ciudad malagueña?Siempre me he preguntado cómo se levanta por la mañana un corrupto. Es decir, en qué piensa: ¿da las gracias por un nuevo día?, ¿planea su desayuno?, o simplemente organiza su mente para ver cómo puede seguir sacando tajada. Hay muchos tipos de drogas y la avaricia es de las más difíciles de tratar. Fíjense si es dura que algunos, aun sometiéndose a un tratamiento de prisión, aun así, acaban reincidiendo y vuelven al trinque. Después está el tema de los argumentarios. Desde Leire a Pedro Sánchez, las ruedas de prensa se han convertido últimamente en una especie de tómbola donde el vendedor de turno coge el micro y suelta lo que le apetece. Los periodistas levantan la mano, sí, pero no todos pueden preguntar (es tarde, todavía no he comido), y las respuestas se alargan y se alargan en una estudiada performance para que cuantas menos cuestiones entren, mejor.Santos reskoldos… ¡Qué importantes son! Las brasas nos indican que ha habido fuego y que entre llevárselo crudo o en su punto la diferencia está en el placer de la degustación. Y mientras tanto, nosotros, los que asistimos de oyentes, nos comemos el bochorno con patatas y tragamos fécula, que va bien para el tránsito intestinal. Una buena parrillada requiere tiempo. Se hace a fuego lento, cocinando la carne a la brasa para intensificar su sabor. Pues bien, el terremoto político provocado por el caso Koldo (o Cerdán o lo que venga ) ha sacado a la luz una presunta trama de corrupción que, al parecer, se ha ido cociendo durante años a la vista de todos -pero sin que nadie se enterase- y las ascuas han terminado por quemar a sus principales protagonistas.Según la Guardia Civil, en Galicia, los intereses de la trama podrían alcanzar obras ferroviarias e inversiones en terrenos mineros, todo ello con un modus operandi sencillo y similar al de otros territorios: contactos, mordidas y al bolsillo. Nada nuevo si tenemos en cuenta que la variante más detestable de la política ha tenido en la reciente historia de España numerosos casos, y el de estos días me recuerda mucho, por lo cutre, al de Marbella. ¿Se acuerdan de los dientes, las ‘mamachichos’, los cuernos, las folclóricas y todo aquel atajo de oportunistas y delincuentes que en su día arrasaron el buen nombre de esta ciudad malagueña?Siempre me he preguntado cómo se levanta por la mañana un corrupto. Es decir, en qué piensa: ¿da las gracias por un nuevo día?, ¿planea su desayuno?, o simplemente organiza su mente para ver cómo puede seguir sacando tajada. Hay muchos tipos de drogas y la avaricia es de las más difíciles de tratar. Fíjense si es dura que algunos, aun sometiéndose a un tratamiento de prisión, aun así, acaban reincidiendo y vuelven al trinque. Después está el tema de los argumentarios. Desde Leire a Pedro Sánchez, las ruedas de prensa se han convertido últimamente en una especie de tómbola donde el vendedor de turno coge el micro y suelta lo que le apetece. Los periodistas levantan la mano, sí, pero no todos pueden preguntar (es tarde, todavía no he comido), y las respuestas se alargan y se alargan en una estudiada performance para que cuantas menos cuestiones entren, mejor.Santos reskoldos… ¡Qué importantes son! Las brasas nos indican que ha habido fuego y que entre llevárselo crudo o en su punto la diferencia está en el placer de la degustación. Y mientras tanto, nosotros, los que asistimos de oyentes, nos comemos el bochorno con patatas y tragamos fécula, que va bien para el tránsito intestinal. RSS de noticias de espana
España Reskoldo
Reskoldo
Noticias Similares