Pedro Sánchez pretende aguantar pese a la tormenta del caso Cerdán. Pero incluso su consabido ‘manual de resistencia’ y su leyenda del líder resiliente a las peores circunstancias empiezan a agotarse ante a magnitud del escándalo, después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil haya entrado en Ferraz, recordando las páginas más negras del asunto Filesa en los años noventa . De momento, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha logrado ganar tiempo con dos fechas en el horizonte próximo. La primera el sábado 5 de julio, cuando se reunirá el Comité Federal del partido, su máximo órgano entre congresos , para designar a la nueva Ejecutiva Federal, con otro secretario de Organización que sustituya a Santos Cerdán. La segunda cuatro días después, el 9 de julio, cuando el jefe del Ejecutivo comparecerá en el pleno del Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el escándalo. Aunque lo hará más tarde de lo que la oposición y los socios, unidos en esto, reclamaban, y como en él es habitual camuflando el asunto más candente de la comparecencia, la corrupción, con otros como la debida dación de cuentas a la Cámara Baja del último Consejo Europeo del curso, que tendrá lugar la semana que viene en Bruselas, o de la cumbre de la OTAN en La Haya también de esta semana, donde Sánchez plantará batalla contra el aumento al 5% del gasto en defensa. Pero la debilidad actual del presidente y de su proyecto, cuestionado como nunca antes por los propios socios del PSOE, cada vez es más difícil de ocultar. Y así lo evidencia su reclusión, tras completar el jueves y el viernes pasados dos días consecutivos sin agenda, habiendo suspendido su participación en el congreso federal de Comisiones Obreras (CC.OO.). Incluso jugando en casa (ni siquiera un escándalo de tamaña envergadura ha creado fisura alguna entre los sindicatos y el presidente) en Moncloa se consideró que un discurso público «parecía fuera de lugar», según explican fuentes de la sala de máquinas gubernamental.Noticia Relacionada estandar No Yolanda Díaz endurece su discurso ante el caso Santos Cerdán: «La corrupción está en el PP y en el PSOE» I. Asenjo La vicepresidenta en la coalición progresista del Gobierno, presume de que Sumar tiene «cinco ministerios limpios» y «nunca ha robado»Sánchez ha vuelto a ofrecer dos ruedas de prensa después de un mes -limitadas ambas a las cinco únicas preguntas que ya son marca de la casa en Moncloa- pero no ha concedido entrevista alguna. Porque sería exponerle a preguntas que ni siquiera la fábrica de argumentario presidencial tiene bien definidas. Entre ellas por qué eligió a Cerdán y por qué lo mantuvo en el Congreso Federal de noviembre en Sevilla pese a las sospechas crecientes sobre quien, no en vano, ejerció como número dos en el partido de José Luis Ábalos e introdujo en Ferraz a Koldo García, el tercer personaje clave de la trama. Pero también si nunca, nadie, le alertó de la «zafiedad machista», por usar sus propios términos, que el demoledor informe de la Guardia Civil pone de manifiesto sobre sus estrechos colaboradores, los mismos con los que compartió innumerables horas de carretera, trabajo y conversaciones.Las posibilidadesAnte todo ello, la posibilidad de un futuro sin Sánchez a corto o medio plazo es ya algo más que una hipótesis, y las cábalas empiezan a desatarse. Ya no es solo el tradicionalmente díscolo Emiliano García-Page , presidente de Castilla-La Mancha, el que reclama elecciones anticipadas o un congreso extraordinario, propuesta esta última que deslizó en la Ejecutiva Federal del pasado lunes el vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, un dirigente de peso en Andalucía, la mayor federación del partido.El encuentro por sorpresa y fuera de la agenda oficial el pasado viernes en La Moncloa entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, elevó durante toda la mañana las especulaciones a su grado máximo . Más aún tras conocerse que el también líder del PSC había suspendido un acto del Círculo de Economía en Barcelona esa misma mañana. Al trascender este último dato, los nervios cundieron en altas instancias del Gobierno. Finalmente nada pasó, pero quedó claro que Illa, al que ya desde hace meses se sitúa como un sucesor plausible en el largo plazo, es un dirigente muy a tener en cuenta, tanto si la solución de un futuro sin Sánchez pasa por él como si no.Sobre la mesa está la llamada ‘fórmula Zapatero ‘ , que no se refiere a una vuelta a la política del expresidente -quien sigue sin pronunciarse sobre el escándalo sobre un hombre, Cerdán, al que le unió una gran relación y al que defendió a capa y espada- sino a lo que él mismo hizo en 2011, cuando acuciado por la crisis económica que negó hasta la saciedad, y por los recortes que tuvo finalmente que aplicar, anunció en primavera que no sería el candidato del partido a unas elecciones que se adelantaron para ese mismo año y en las que Alfredo Pérez Rubalcaba ejerció de candidato para evitar una derrota aún mayor de la que tuvo el partido en noviembre, cuando Mariano Rajoy alcanzó la Presidencia con mayoría absoluta. Los tiempos son parecidos, y Sánchez bien podría disolver las Cortes a la vuelta del verano. Pero no hay una figura tan nítida como la del fallecido exvicepresidente para ser candidato. En aquella ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero se mantuvo al frente del partido hasta después de las elecciones, cuando un Congreso Federal eligió ya a Rubalcaba como líder, siendo derrotada la exministra Carme Chacón, también fallecida.Paralelamente a estos dos escenarios probables aparece una opción de futuro, la solución feminista. No es ningún secreto que ese importante sector del partido se reivindica ahora mas que nunca ante la caída de Cerdán y las perturbadoras conversaciones sobre mujeres entre Ábalos y Koldo. La ex vicesecretaria general Adriana Lastra , hoy delegada del Gobierno en Asturias, rompió su silencio sobre el escándalo esta misma semana con unas explosivas declaraciones. Denunció el machismo de Cerdán y el «acoso» al que la sometió hasta su dimisión en 2022, «enferma y embarazada de cinco meses», apuntilló. Y en su estela otras voces se han comenzado a escuchar, como la de su antecesora como número dos del partido, Elena Valenciano, quien en un artículo en ‘El País’ denunció que «las organizaciones y las personas están teñidas de la cultura dominante y en la nuestra el patriarcado y el machismo siguen siendo dos de sus pilares». El sector feminista, nutrido también por dirigentes como la exvicepresidenta Carmen Calvo, la exsecretaria de Igualdad y diputada por León Andrea Fernández o la alcaldesa de Coruña , Inés Rey, se ha sentido desplazado por las prácticas de Cerdán, y mantiene desde el congreso de noviembre en Sevilla un enconado enfrentamiento con el secretario de políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez, entre otras cosas por la gestación subrogada, uno de los asuntos contra los que precisamente clamaba Valenciano en el citado artículo. De momento, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha rescatado del cajón la ley de abolición de la prostitución por la que tanto peleó el sector de Lastra, y que saldrá como anteproyecto del Consejo de Ministros en septiembre, cuando muchos especulan que podría producirse el anuncio de elecciones anticipadas. La solución feminista suena bien, y es una forma de sacar cabeza ante el coste reputacional que vive la formación. Pero no aparece al frente un rostro visible para abanderarla.Y por último una figura con gran ‘auctoritas’ es la de Eduardo Madina, el rival de Sánchez en 2014 apadrinado ahora por Felipe González. Aunque lleva tiempo retirado y no posee apoyos orgánicos. Sin perder de vista a figuras del partido hostigadas por Cerdán que ahora también se reivindican, como los senadores y exlíderes territoriales Juan Lobato o Luis Tudanca. Pedro Sánchez pretende aguantar pese a la tormenta del caso Cerdán. Pero incluso su consabido ‘manual de resistencia’ y su leyenda del líder resiliente a las peores circunstancias empiezan a agotarse ante a magnitud del escándalo, después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil haya entrado en Ferraz, recordando las páginas más negras del asunto Filesa en los años noventa . De momento, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha logrado ganar tiempo con dos fechas en el horizonte próximo. La primera el sábado 5 de julio, cuando se reunirá el Comité Federal del partido, su máximo órgano entre congresos , para designar a la nueva Ejecutiva Federal, con otro secretario de Organización que sustituya a Santos Cerdán. La segunda cuatro días después, el 9 de julio, cuando el jefe del Ejecutivo comparecerá en el pleno del Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el escándalo. Aunque lo hará más tarde de lo que la oposición y los socios, unidos en esto, reclamaban, y como en él es habitual camuflando el asunto más candente de la comparecencia, la corrupción, con otros como la debida dación de cuentas a la Cámara Baja del último Consejo Europeo del curso, que tendrá lugar la semana que viene en Bruselas, o de la cumbre de la OTAN en La Haya también de esta semana, donde Sánchez plantará batalla contra el aumento al 5% del gasto en defensa. Pero la debilidad actual del presidente y de su proyecto, cuestionado como nunca antes por los propios socios del PSOE, cada vez es más difícil de ocultar. Y así lo evidencia su reclusión, tras completar el jueves y el viernes pasados dos días consecutivos sin agenda, habiendo suspendido su participación en el congreso federal de Comisiones Obreras (CC.OO.). Incluso jugando en casa (ni siquiera un escándalo de tamaña envergadura ha creado fisura alguna entre los sindicatos y el presidente) en Moncloa se consideró que un discurso público «parecía fuera de lugar», según explican fuentes de la sala de máquinas gubernamental.Noticia Relacionada estandar No Yolanda Díaz endurece su discurso ante el caso Santos Cerdán: «La corrupción está en el PP y en el PSOE» I. Asenjo La vicepresidenta en la coalición progresista del Gobierno, presume de que Sumar tiene «cinco ministerios limpios» y «nunca ha robado»Sánchez ha vuelto a ofrecer dos ruedas de prensa después de un mes -limitadas ambas a las cinco únicas preguntas que ya son marca de la casa en Moncloa- pero no ha concedido entrevista alguna. Porque sería exponerle a preguntas que ni siquiera la fábrica de argumentario presidencial tiene bien definidas. Entre ellas por qué eligió a Cerdán y por qué lo mantuvo en el Congreso Federal de noviembre en Sevilla pese a las sospechas crecientes sobre quien, no en vano, ejerció como número dos en el partido de José Luis Ábalos e introdujo en Ferraz a Koldo García, el tercer personaje clave de la trama. Pero también si nunca, nadie, le alertó de la «zafiedad machista», por usar sus propios términos, que el demoledor informe de la Guardia Civil pone de manifiesto sobre sus estrechos colaboradores, los mismos con los que compartió innumerables horas de carretera, trabajo y conversaciones.Las posibilidadesAnte todo ello, la posibilidad de un futuro sin Sánchez a corto o medio plazo es ya algo más que una hipótesis, y las cábalas empiezan a desatarse. Ya no es solo el tradicionalmente díscolo Emiliano García-Page , presidente de Castilla-La Mancha, el que reclama elecciones anticipadas o un congreso extraordinario, propuesta esta última que deslizó en la Ejecutiva Federal del pasado lunes el vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, un dirigente de peso en Andalucía, la mayor federación del partido.El encuentro por sorpresa y fuera de la agenda oficial el pasado viernes en La Moncloa entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, elevó durante toda la mañana las especulaciones a su grado máximo . Más aún tras conocerse que el también líder del PSC había suspendido un acto del Círculo de Economía en Barcelona esa misma mañana. Al trascender este último dato, los nervios cundieron en altas instancias del Gobierno. Finalmente nada pasó, pero quedó claro que Illa, al que ya desde hace meses se sitúa como un sucesor plausible en el largo plazo, es un dirigente muy a tener en cuenta, tanto si la solución de un futuro sin Sánchez pasa por él como si no.Sobre la mesa está la llamada ‘fórmula Zapatero ‘ , que no se refiere a una vuelta a la política del expresidente -quien sigue sin pronunciarse sobre el escándalo sobre un hombre, Cerdán, al que le unió una gran relación y al que defendió a capa y espada- sino a lo que él mismo hizo en 2011, cuando acuciado por la crisis económica que negó hasta la saciedad, y por los recortes que tuvo finalmente que aplicar, anunció en primavera que no sería el candidato del partido a unas elecciones que se adelantaron para ese mismo año y en las que Alfredo Pérez Rubalcaba ejerció de candidato para evitar una derrota aún mayor de la que tuvo el partido en noviembre, cuando Mariano Rajoy alcanzó la Presidencia con mayoría absoluta. Los tiempos son parecidos, y Sánchez bien podría disolver las Cortes a la vuelta del verano. Pero no hay una figura tan nítida como la del fallecido exvicepresidente para ser candidato. En aquella ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero se mantuvo al frente del partido hasta después de las elecciones, cuando un Congreso Federal eligió ya a Rubalcaba como líder, siendo derrotada la exministra Carme Chacón, también fallecida.Paralelamente a estos dos escenarios probables aparece una opción de futuro, la solución feminista. No es ningún secreto que ese importante sector del partido se reivindica ahora mas que nunca ante la caída de Cerdán y las perturbadoras conversaciones sobre mujeres entre Ábalos y Koldo. La ex vicesecretaria general Adriana Lastra , hoy delegada del Gobierno en Asturias, rompió su silencio sobre el escándalo esta misma semana con unas explosivas declaraciones. Denunció el machismo de Cerdán y el «acoso» al que la sometió hasta su dimisión en 2022, «enferma y embarazada de cinco meses», apuntilló. Y en su estela otras voces se han comenzado a escuchar, como la de su antecesora como número dos del partido, Elena Valenciano, quien en un artículo en ‘El País’ denunció que «las organizaciones y las personas están teñidas de la cultura dominante y en la nuestra el patriarcado y el machismo siguen siendo dos de sus pilares». El sector feminista, nutrido también por dirigentes como la exvicepresidenta Carmen Calvo, la exsecretaria de Igualdad y diputada por León Andrea Fernández o la alcaldesa de Coruña , Inés Rey, se ha sentido desplazado por las prácticas de Cerdán, y mantiene desde el congreso de noviembre en Sevilla un enconado enfrentamiento con el secretario de políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez, entre otras cosas por la gestación subrogada, uno de los asuntos contra los que precisamente clamaba Valenciano en el citado artículo. De momento, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha rescatado del cajón la ley de abolición de la prostitución por la que tanto peleó el sector de Lastra, y que saldrá como anteproyecto del Consejo de Ministros en septiembre, cuando muchos especulan que podría producirse el anuncio de elecciones anticipadas. La solución feminista suena bien, y es una forma de sacar cabeza ante el coste reputacional que vive la formación. Pero no aparece al frente un rostro visible para abanderarla.Y por último una figura con gran ‘auctoritas’ es la de Eduardo Madina, el rival de Sánchez en 2014 apadrinado ahora por Felipe González. Aunque lleva tiempo retirado y no posee apoyos orgánicos. Sin perder de vista a figuras del partido hostigadas por Cerdán que ahora también se reivindican, como los senadores y exlíderes territoriales Juan Lobato o Luis Tudanca. Pedro Sánchez pretende aguantar pese a la tormenta del caso Cerdán. Pero incluso su consabido ‘manual de resistencia’ y su leyenda del líder resiliente a las peores circunstancias empiezan a agotarse ante a magnitud del escándalo, después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil haya entrado en Ferraz, recordando las páginas más negras del asunto Filesa en los años noventa . De momento, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE ha logrado ganar tiempo con dos fechas en el horizonte próximo. La primera el sábado 5 de julio, cuando se reunirá el Comité Federal del partido, su máximo órgano entre congresos , para designar a la nueva Ejecutiva Federal, con otro secretario de Organización que sustituya a Santos Cerdán. La segunda cuatro días después, el 9 de julio, cuando el jefe del Ejecutivo comparecerá en el pleno del Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre el escándalo. Aunque lo hará más tarde de lo que la oposición y los socios, unidos en esto, reclamaban, y como en él es habitual camuflando el asunto más candente de la comparecencia, la corrupción, con otros como la debida dación de cuentas a la Cámara Baja del último Consejo Europeo del curso, que tendrá lugar la semana que viene en Bruselas, o de la cumbre de la OTAN en La Haya también de esta semana, donde Sánchez plantará batalla contra el aumento al 5% del gasto en defensa. Pero la debilidad actual del presidente y de su proyecto, cuestionado como nunca antes por los propios socios del PSOE, cada vez es más difícil de ocultar. Y así lo evidencia su reclusión, tras completar el jueves y el viernes pasados dos días consecutivos sin agenda, habiendo suspendido su participación en el congreso federal de Comisiones Obreras (CC.OO.). Incluso jugando en casa (ni siquiera un escándalo de tamaña envergadura ha creado fisura alguna entre los sindicatos y el presidente) en Moncloa se consideró que un discurso público «parecía fuera de lugar», según explican fuentes de la sala de máquinas gubernamental.Noticia Relacionada estandar No Yolanda Díaz endurece su discurso ante el caso Santos Cerdán: «La corrupción está en el PP y en el PSOE» I. Asenjo La vicepresidenta en la coalición progresista del Gobierno, presume de que Sumar tiene «cinco ministerios limpios» y «nunca ha robado»Sánchez ha vuelto a ofrecer dos ruedas de prensa después de un mes -limitadas ambas a las cinco únicas preguntas que ya son marca de la casa en Moncloa- pero no ha concedido entrevista alguna. Porque sería exponerle a preguntas que ni siquiera la fábrica de argumentario presidencial tiene bien definidas. Entre ellas por qué eligió a Cerdán y por qué lo mantuvo en el Congreso Federal de noviembre en Sevilla pese a las sospechas crecientes sobre quien, no en vano, ejerció como número dos en el partido de José Luis Ábalos e introdujo en Ferraz a Koldo García, el tercer personaje clave de la trama. Pero también si nunca, nadie, le alertó de la «zafiedad machista», por usar sus propios términos, que el demoledor informe de la Guardia Civil pone de manifiesto sobre sus estrechos colaboradores, los mismos con los que compartió innumerables horas de carretera, trabajo y conversaciones.Las posibilidadesAnte todo ello, la posibilidad de un futuro sin Sánchez a corto o medio plazo es ya algo más que una hipótesis, y las cábalas empiezan a desatarse. Ya no es solo el tradicionalmente díscolo Emiliano García-Page , presidente de Castilla-La Mancha, el que reclama elecciones anticipadas o un congreso extraordinario, propuesta esta última que deslizó en la Ejecutiva Federal del pasado lunes el vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, un dirigente de peso en Andalucía, la mayor federación del partido.El encuentro por sorpresa y fuera de la agenda oficial el pasado viernes en La Moncloa entre Sánchez y el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, elevó durante toda la mañana las especulaciones a su grado máximo . Más aún tras conocerse que el también líder del PSC había suspendido un acto del Círculo de Economía en Barcelona esa misma mañana. Al trascender este último dato, los nervios cundieron en altas instancias del Gobierno. Finalmente nada pasó, pero quedó claro que Illa, al que ya desde hace meses se sitúa como un sucesor plausible en el largo plazo, es un dirigente muy a tener en cuenta, tanto si la solución de un futuro sin Sánchez pasa por él como si no.Sobre la mesa está la llamada ‘fórmula Zapatero ‘ , que no se refiere a una vuelta a la política del expresidente -quien sigue sin pronunciarse sobre el escándalo sobre un hombre, Cerdán, al que le unió una gran relación y al que defendió a capa y espada- sino a lo que él mismo hizo en 2011, cuando acuciado por la crisis económica que negó hasta la saciedad, y por los recortes que tuvo finalmente que aplicar, anunció en primavera que no sería el candidato del partido a unas elecciones que se adelantaron para ese mismo año y en las que Alfredo Pérez Rubalcaba ejerció de candidato para evitar una derrota aún mayor de la que tuvo el partido en noviembre, cuando Mariano Rajoy alcanzó la Presidencia con mayoría absoluta. Los tiempos son parecidos, y Sánchez bien podría disolver las Cortes a la vuelta del verano. Pero no hay una figura tan nítida como la del fallecido exvicepresidente para ser candidato. En aquella ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero se mantuvo al frente del partido hasta después de las elecciones, cuando un Congreso Federal eligió ya a Rubalcaba como líder, siendo derrotada la exministra Carme Chacón, también fallecida.Paralelamente a estos dos escenarios probables aparece una opción de futuro, la solución feminista. No es ningún secreto que ese importante sector del partido se reivindica ahora mas que nunca ante la caída de Cerdán y las perturbadoras conversaciones sobre mujeres entre Ábalos y Koldo. La ex vicesecretaria general Adriana Lastra , hoy delegada del Gobierno en Asturias, rompió su silencio sobre el escándalo esta misma semana con unas explosivas declaraciones. Denunció el machismo de Cerdán y el «acoso» al que la sometió hasta su dimisión en 2022, «enferma y embarazada de cinco meses», apuntilló. Y en su estela otras voces se han comenzado a escuchar, como la de su antecesora como número dos del partido, Elena Valenciano, quien en un artículo en ‘El País’ denunció que «las organizaciones y las personas están teñidas de la cultura dominante y en la nuestra el patriarcado y el machismo siguen siendo dos de sus pilares». El sector feminista, nutrido también por dirigentes como la exvicepresidenta Carmen Calvo, la exsecretaria de Igualdad y diputada por León Andrea Fernández o la alcaldesa de Coruña , Inés Rey, se ha sentido desplazado por las prácticas de Cerdán, y mantiene desde el congreso de noviembre en Sevilla un enconado enfrentamiento con el secretario de políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez, entre otras cosas por la gestación subrogada, uno de los asuntos contra los que precisamente clamaba Valenciano en el citado artículo. De momento, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha rescatado del cajón la ley de abolición de la prostitución por la que tanto peleó el sector de Lastra, y que saldrá como anteproyecto del Consejo de Ministros en septiembre, cuando muchos especulan que podría producirse el anuncio de elecciones anticipadas. La solución feminista suena bien, y es una forma de sacar cabeza ante el coste reputacional que vive la formación. Pero no aparece al frente un rostro visible para abanderarla.Y por último una figura con gran ‘auctoritas’ es la de Eduardo Madina, el rival de Sánchez en 2014 apadrinado ahora por Felipe González. Aunque lleva tiempo retirado y no posee apoyos orgánicos. Sin perder de vista a figuras del partido hostigadas por Cerdán que ahora también se reivindican, como los senadores y exlíderes territoriales Juan Lobato o Luis Tudanca. RSS de noticias de espana
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