«No somos iguales». En Más Madrid tratan a la desesperada de salir vivos de este tsunami de escándalos de corrupción que lleva camino de arrasar con el PSOE y el Gobierno de Sánchez. Como socios del sanchismo, no lo tienen fácil, porque al mismo tiempo que tratan de marcar distancias y reivindicar la bandera roja que supone para ellos cualquier caso de corrupción se mantienen en el sillón del Consejo de Ministros, representados por Mónica García , sin intención de levantarse ni de salir del coche oficial ante el olor putrefacto que empieza a invadirlo todo. Por eso, la exclamación de Manuela Bergerot en el último Pleno de la Asamblea sonó a grito de auxilio entre su electorado para no ser arrastrados por los efectos de esta ola de corrupción: «¡Para nosotros la ética pública es sagrada! ¡A Más Madrid nunca podrán decirle que todos son iguales, porque nosotros no lo somos!»«No, no son iguales, son peores», machacó Isabel Díaz Ayuso justo después. La presidenta regional no tiene compasión con una izquierda en serios apuros, que todavía esta última semana ha intentado desgastarla sembrando dudas sobre su novio y el «aticazo de lujo donde vive en Chamberí». «Son peores porque son cómplices de la corrupción de Estado», lanzó como un misil.Noticia Relacionada estandar Si Ayuso y Vox escenifican su divorcio total en la Asamblea de Madrid en el cierre del curso Mariano Calleja El PP de Madrid, contra el partido de Abascal: «Viven para ayudar a Sánchez»Para el PP de Ayuso, Más Madrid y el PSOE están en el mismo nivel: ambos partidos forman parte del ‘sanchismo’, son socios y comparten responsabilidad ante las infamias que se están conociendo. En el caso del partido de Mónica García, por seguir sosteniendo al Gobierno y no dar portazo «para no perder el sillón oficial». Los populares no piensan hacer una distinción dentro de la izquierda, sobre todo cuando ven que el PSOE de Madrid sigue hundido y Óscar López no está consiguiendo cuajar en esta región, como paracaidista de emergencia puesto por Sánchez a finales del año pasado. En el cuartel general de Sol creen que López no es rival para Ayuso. Incluso piensan que no será candidato a las elecciones autonómicas. A quien sí ven volviendo y tratando de disputar la presidencia regional a Ayuso es a la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ya cayó derrotada en dos ocasiones frente a la líder del PP madrileño, en 2021 y 2023. García, que sigue lanzando dardos contra Ayuso desde la distancia en las redes sociales y en sus declaraciones, ya insinuó que podría volver a ser candidata, y nadie en Más Madrid se lo ha rebatido. Al contrario, sigue siendo su líder, convencidos de que desde el Gobierno está ganando peso: «¡Tenemos la mejor ministra de Sanidad de la historia!», proclama Bergerot, en un intento de proteger y ensalzar a Mónica García. Por eso Ayuso ningunea a Manuela Bergerot en la Asamblea, y también a la portavoz socialista, Mar Espinar. No son sus auténticas rivales. Ni siquiera considera que lo sea Óscar López, a quien no ha mencionado por su nombre ni una sola vez desde que fue designado secretario general del PSOE de Madrid.Mientras el partido de García pretende blandir la bandera de la ética, el PP sentencia: «Ahí sigue sentada junto al capo»Pero con Mónica García es diferente. Y Ayuso no pierde ocasión de dedicarle algún mensaje envenenado, como cuando en el último Pleno acusó a Más Madrid de intentar tapar «la huelga de médicos, la primera en décadas que ha tenido el sistema nacional», porque es «nefasta» la «gestión de la señora que va inaugurando hospitales en Melilla que en realidad son centros de salud», en referencia a García.Fuentes de Más Madrid apuntan directamente a la responsabilidad exclusiva del PSOE en este momento y tratan de desvincularse de ella: «Al PSOE le toca abrir puertas y ventanas para que se sepa toda la verdad y todos los responsables tengan un castigo ejemplar». «Nunca nos ha temblado la mano para denunciar la corrupción y lo vamos a seguir haciendo, venga de donde venga. Señalando a los políticos corruptos y a las empresas corruptoras como Acciona, que lleva décadas apareciendo en sumarios de corrupción vinculados al PP y al PSOE», afirman a ABC esas fuentes. Además de subrayar las diferencias que piensan que les separan del PSOE, en Más Madrid se vuelcan en defender a Mónica García como si estuviera en una cápsula que la deja fuera de cualquier responsabilidad pese a mantenerse al lado de Sánchez. Lo justifican así: «Nosotros estamos comprometidos con una agenda de cambio progresista desde el Gobierno de España y vamos a seguir empujándola». «Las acciones de unos golfos no pueden llevarse por delante la acción de un gobierno que está mejorando la vida cotidiana de las personas para bien», remarcan.«Nuestro electorado tiene claro que Más Madrid, con Mónica García a la cabeza, somos un partido limpio y responsable y lo demostramos en cada paso que damos», aseguran. Según Bergerot, la corrupción cero «solo existe» en su partido. Pero en el PP de Ayuso observan con sorna ese intento a la desesperada de Más Madrid para no verse contaminado por sus socios: «La indignidad que sienten con la corrupción socialista es tan grande que tienen a Mónica García sentada al lado del capo de la mafia. Muy indignada, pero ahí sigue sentada en el Consejo de Ministros», recuerda el portavoz de los populares en la Asamblea. «No somos iguales». En Más Madrid tratan a la desesperada de salir vivos de este tsunami de escándalos de corrupción que lleva camino de arrasar con el PSOE y el Gobierno de Sánchez. Como socios del sanchismo, no lo tienen fácil, porque al mismo tiempo que tratan de marcar distancias y reivindicar la bandera roja que supone para ellos cualquier caso de corrupción se mantienen en el sillón del Consejo de Ministros, representados por Mónica García , sin intención de levantarse ni de salir del coche oficial ante el olor putrefacto que empieza a invadirlo todo. Por eso, la exclamación de Manuela Bergerot en el último Pleno de la Asamblea sonó a grito de auxilio entre su electorado para no ser arrastrados por los efectos de esta ola de corrupción: «¡Para nosotros la ética pública es sagrada! ¡A Más Madrid nunca podrán decirle que todos son iguales, porque nosotros no lo somos!»«No, no son iguales, son peores», machacó Isabel Díaz Ayuso justo después. La presidenta regional no tiene compasión con una izquierda en serios apuros, que todavía esta última semana ha intentado desgastarla sembrando dudas sobre su novio y el «aticazo de lujo donde vive en Chamberí». «Son peores porque son cómplices de la corrupción de Estado», lanzó como un misil.Noticia Relacionada estandar Si Ayuso y Vox escenifican su divorcio total en la Asamblea de Madrid en el cierre del curso Mariano Calleja El PP de Madrid, contra el partido de Abascal: «Viven para ayudar a Sánchez»Para el PP de Ayuso, Más Madrid y el PSOE están en el mismo nivel: ambos partidos forman parte del ‘sanchismo’, son socios y comparten responsabilidad ante las infamias que se están conociendo. En el caso del partido de Mónica García, por seguir sosteniendo al Gobierno y no dar portazo «para no perder el sillón oficial». Los populares no piensan hacer una distinción dentro de la izquierda, sobre todo cuando ven que el PSOE de Madrid sigue hundido y Óscar López no está consiguiendo cuajar en esta región, como paracaidista de emergencia puesto por Sánchez a finales del año pasado. En el cuartel general de Sol creen que López no es rival para Ayuso. Incluso piensan que no será candidato a las elecciones autonómicas. A quien sí ven volviendo y tratando de disputar la presidencia regional a Ayuso es a la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ya cayó derrotada en dos ocasiones frente a la líder del PP madrileño, en 2021 y 2023. García, que sigue lanzando dardos contra Ayuso desde la distancia en las redes sociales y en sus declaraciones, ya insinuó que podría volver a ser candidata, y nadie en Más Madrid se lo ha rebatido. Al contrario, sigue siendo su líder, convencidos de que desde el Gobierno está ganando peso: «¡Tenemos la mejor ministra de Sanidad de la historia!», proclama Bergerot, en un intento de proteger y ensalzar a Mónica García. Por eso Ayuso ningunea a Manuela Bergerot en la Asamblea, y también a la portavoz socialista, Mar Espinar. No son sus auténticas rivales. Ni siquiera considera que lo sea Óscar López, a quien no ha mencionado por su nombre ni una sola vez desde que fue designado secretario general del PSOE de Madrid.Mientras el partido de García pretende blandir la bandera de la ética, el PP sentencia: «Ahí sigue sentada junto al capo»Pero con Mónica García es diferente. Y Ayuso no pierde ocasión de dedicarle algún mensaje envenenado, como cuando en el último Pleno acusó a Más Madrid de intentar tapar «la huelga de médicos, la primera en décadas que ha tenido el sistema nacional», porque es «nefasta» la «gestión de la señora que va inaugurando hospitales en Melilla que en realidad son centros de salud», en referencia a García.Fuentes de Más Madrid apuntan directamente a la responsabilidad exclusiva del PSOE en este momento y tratan de desvincularse de ella: «Al PSOE le toca abrir puertas y ventanas para que se sepa toda la verdad y todos los responsables tengan un castigo ejemplar». «Nunca nos ha temblado la mano para denunciar la corrupción y lo vamos a seguir haciendo, venga de donde venga. Señalando a los políticos corruptos y a las empresas corruptoras como Acciona, que lleva décadas apareciendo en sumarios de corrupción vinculados al PP y al PSOE», afirman a ABC esas fuentes. Además de subrayar las diferencias que piensan que les separan del PSOE, en Más Madrid se vuelcan en defender a Mónica García como si estuviera en una cápsula que la deja fuera de cualquier responsabilidad pese a mantenerse al lado de Sánchez. Lo justifican así: «Nosotros estamos comprometidos con una agenda de cambio progresista desde el Gobierno de España y vamos a seguir empujándola». «Las acciones de unos golfos no pueden llevarse por delante la acción de un gobierno que está mejorando la vida cotidiana de las personas para bien», remarcan.«Nuestro electorado tiene claro que Más Madrid, con Mónica García a la cabeza, somos un partido limpio y responsable y lo demostramos en cada paso que damos», aseguran. Según Bergerot, la corrupción cero «solo existe» en su partido. Pero en el PP de Ayuso observan con sorna ese intento a la desesperada de Más Madrid para no verse contaminado por sus socios: «La indignidad que sienten con la corrupción socialista es tan grande que tienen a Mónica García sentada al lado del capo de la mafia. Muy indignada, pero ahí sigue sentada en el Consejo de Ministros», recuerda el portavoz de los populares en la Asamblea. «No somos iguales». En Más Madrid tratan a la desesperada de salir vivos de este tsunami de escándalos de corrupción que lleva camino de arrasar con el PSOE y el Gobierno de Sánchez. Como socios del sanchismo, no lo tienen fácil, porque al mismo tiempo que tratan de marcar distancias y reivindicar la bandera roja que supone para ellos cualquier caso de corrupción se mantienen en el sillón del Consejo de Ministros, representados por Mónica García , sin intención de levantarse ni de salir del coche oficial ante el olor putrefacto que empieza a invadirlo todo. Por eso, la exclamación de Manuela Bergerot en el último Pleno de la Asamblea sonó a grito de auxilio entre su electorado para no ser arrastrados por los efectos de esta ola de corrupción: «¡Para nosotros la ética pública es sagrada! ¡A Más Madrid nunca podrán decirle que todos son iguales, porque nosotros no lo somos!»«No, no son iguales, son peores», machacó Isabel Díaz Ayuso justo después. La presidenta regional no tiene compasión con una izquierda en serios apuros, que todavía esta última semana ha intentado desgastarla sembrando dudas sobre su novio y el «aticazo de lujo donde vive en Chamberí». «Son peores porque son cómplices de la corrupción de Estado», lanzó como un misil.Noticia Relacionada estandar Si Ayuso y Vox escenifican su divorcio total en la Asamblea de Madrid en el cierre del curso Mariano Calleja El PP de Madrid, contra el partido de Abascal: «Viven para ayudar a Sánchez»Para el PP de Ayuso, Más Madrid y el PSOE están en el mismo nivel: ambos partidos forman parte del ‘sanchismo’, son socios y comparten responsabilidad ante las infamias que se están conociendo. En el caso del partido de Mónica García, por seguir sosteniendo al Gobierno y no dar portazo «para no perder el sillón oficial». Los populares no piensan hacer una distinción dentro de la izquierda, sobre todo cuando ven que el PSOE de Madrid sigue hundido y Óscar López no está consiguiendo cuajar en esta región, como paracaidista de emergencia puesto por Sánchez a finales del año pasado. En el cuartel general de Sol creen que López no es rival para Ayuso. Incluso piensan que no será candidato a las elecciones autonómicas. A quien sí ven volviendo y tratando de disputar la presidencia regional a Ayuso es a la ministra de Sanidad, Mónica García, quien ya cayó derrotada en dos ocasiones frente a la líder del PP madrileño, en 2021 y 2023. García, que sigue lanzando dardos contra Ayuso desde la distancia en las redes sociales y en sus declaraciones, ya insinuó que podría volver a ser candidata, y nadie en Más Madrid se lo ha rebatido. Al contrario, sigue siendo su líder, convencidos de que desde el Gobierno está ganando peso: «¡Tenemos la mejor ministra de Sanidad de la historia!», proclama Bergerot, en un intento de proteger y ensalzar a Mónica García. Por eso Ayuso ningunea a Manuela Bergerot en la Asamblea, y también a la portavoz socialista, Mar Espinar. No son sus auténticas rivales. Ni siquiera considera que lo sea Óscar López, a quien no ha mencionado por su nombre ni una sola vez desde que fue designado secretario general del PSOE de Madrid.Mientras el partido de García pretende blandir la bandera de la ética, el PP sentencia: «Ahí sigue sentada junto al capo»Pero con Mónica García es diferente. Y Ayuso no pierde ocasión de dedicarle algún mensaje envenenado, como cuando en el último Pleno acusó a Más Madrid de intentar tapar «la huelga de médicos, la primera en décadas que ha tenido el sistema nacional», porque es «nefasta» la «gestión de la señora que va inaugurando hospitales en Melilla que en realidad son centros de salud», en referencia a García.Fuentes de Más Madrid apuntan directamente a la responsabilidad exclusiva del PSOE en este momento y tratan de desvincularse de ella: «Al PSOE le toca abrir puertas y ventanas para que se sepa toda la verdad y todos los responsables tengan un castigo ejemplar». «Nunca nos ha temblado la mano para denunciar la corrupción y lo vamos a seguir haciendo, venga de donde venga. Señalando a los políticos corruptos y a las empresas corruptoras como Acciona, que lleva décadas apareciendo en sumarios de corrupción vinculados al PP y al PSOE», afirman a ABC esas fuentes. Además de subrayar las diferencias que piensan que les separan del PSOE, en Más Madrid se vuelcan en defender a Mónica García como si estuviera en una cápsula que la deja fuera de cualquier responsabilidad pese a mantenerse al lado de Sánchez. Lo justifican así: «Nosotros estamos comprometidos con una agenda de cambio progresista desde el Gobierno de España y vamos a seguir empujándola». «Las acciones de unos golfos no pueden llevarse por delante la acción de un gobierno que está mejorando la vida cotidiana de las personas para bien», remarcan.«Nuestro electorado tiene claro que Más Madrid, con Mónica García a la cabeza, somos un partido limpio y responsable y lo demostramos en cada paso que damos», aseguran. Según Bergerot, la corrupción cero «solo existe» en su partido. Pero en el PP de Ayuso observan con sorna ese intento a la desesperada de Más Madrid para no verse contaminado por sus socios: «La indignidad que sienten con la corrupción socialista es tan grande que tienen a Mónica García sentada al lado del capo de la mafia. Muy indignada, pero ahí sigue sentada en el Consejo de Ministros», recuerda el portavoz de los populares en la Asamblea. RSS de noticias de espana
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