<p>Cuando <strong>Dino Casimiro</strong> escuchaba historias de monstruos de la naturaleza que engullían a los pescadores de Nazaré (Portugal), <strong>Garrett McNamara</strong> se juró que jamás surfearía olas grandes después de ser vapuleado por una cuando tenía 15 años, en Sunset Beach (Hawái). «El surf puede ser muy humillante cuando un monstruo te golpea y te asusta», cuenta el americano a EL MUNDO en un evento de Thule, su patrocinador, en Nazaré. Unos años después, Casimiro, con la misma edad que McNamara sufrió ese susto, empezó a visitar el faro de la pequeña localidad pesquera portuguesa para vislumbrar ese mar que supone «una relación de amor y odio» para sus habitantes. «Era el sustento de todo el pueblo, pero muchos morían», recuerda a este periódico.</p>
El estadounidense Garrett McNamara puso esta pequeña localidad portuguesa en el mapa del surf tras recibir, en 2005, un mail del portugués Dino Casimiro. La gran ola fue surfeada en 2011.
<p>Cuando <strong>Dino Casimiro</strong> escuchaba historias de monstruos de la naturaleza que engullían a los pescadores de Nazaré (Portugal), <strong>Garrett McNamara</strong> se juró que jamás surfearía olas grandes después de ser vapuleado por una cuando tenía 15 años, en Sunset Beach (Hawái). «El surf puede ser muy humillante cuando un monstruo te golpea y te asusta», cuenta el americano a EL MUNDO en un evento de Thule, su patrocinador, en Nazaré. Unos años después, Casimiro, con la misma edad que McNamara sufrió ese susto, empezó a visitar el faro de la pequeña localidad pesquera portuguesa para vislumbrar ese mar que supone «una relación de amor y odio» para sus habitantes. «Era el sustento de todo el pueblo, pero muchos morían», recuerda a este periódico.</p>
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