El Ayuntamiento de Toledo ha dado un nuevo paso en el proceso de recuperación del yacimiento arqueológico de la Vega Baja con la licitación de la segunda fase de adecuación y musealización del conjunto , una intervención que afectará a 16.500 metros cuadrados de superficie y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 315.729 euros, impuestos no incluidos. El plazo para presentar ofertas concluirá el próximo 14 de julio, y la empresa adjudicataria dispondrá de cinco meses para ejecutar los trabajos desde la firma del acta de comprobación de replanteo.La actuación forma parte de la estrategia iniciada tras la firma, en septiembre de 2021, del convenio marco entre el Ministerio de Cultura y Deporte, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el propio Ayuntamiento , un acuerdo institucional que propició la primera fase de intervención ejecutada en el año 2022 y que permitió abrir un primer tramo visitable en el entorno de la senda de las Moreras . La segunda fase, ahora en licitación, amplía el área de intervención hacia el suroeste del yacimiento, dentro del ámbito protegido como Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica.El proyecto técnico, firmado por la arquitecta Raquel Hervás Herrero, recoge de forma detallada los trabajos previstos y los condicionantes urbanísticos y patrimoniales del entorno. El objetivo general es la adecuación y puesta en valor de una nueva área del yacimiento que, como la anterior, se encuentra actualmente infrautilizada, rodeada de cercados, con desniveles respecto a las calles circundantes y en un estado que dificulta tanto la visita como su conservación. Noticia Relacionada estandar No El jardín de la Vega Baja ya está abierto al público Valle Sánchez Aunque no ha habido aún inauguración oficial ya se puede pasear por las nuevas sendas del yacimiento tras concluir la primera fase de las obrasLa propuesta plantea intervenir con criterios de mínima intrusión, empleando soluciones no invasivas y plenamente reversibles , que puedan repetirse en futuras fases. Esta reversibilidad es un principio clave: todos los elementos añadidos –desde los pavimentos hasta los atriles o el vallado– están diseñados para poder retirarse en cualquier momento sin dañar ni modificar la estructura arqueológica original. El objetivo es crear un gran parque arqueológico transitable, integrado en el paisaje urbano y accesible para los ciudadanos.Zona visigodaLa actuación se desarrollará sobre tres zonas arqueológicas diferenciadas: una zona de hábitat de época visigoda, una zona de calzadas o calles y una tercera zona correspondiente a una necrópolis islámica o maqbara . En conjunto, estas tres áreas suman 2.462 metros cuadrados. Está prevista una limpieza manual de toda la superficie, la protección de los restos con malla antivegetación y la consolidación de muros que alcanzan un total de 1.234 metros cuadrados. En aquellos puntos en los que el trazado original no se conserva, se procederá a su recreación mediante hormigón de cal coloreado , respetando el sistema cromático empleado en la fase anterior. Esta técnica permitirá visualizar la huella completa de las edificaciones originales sin confundir la parte reconstruida con la estructura arqueológica.La propuesta incluye además la diferenciación de los espacios mediante gravas de diversos colores y texturas . Así se distinguirán las zonas públicas como calles, plazas o albercas de las áreas privativas, en las que se matizarán incluso los patios y porches. Esta estrategia visual de musealización busca facilitar la lectura del conjunto arqueológico sin recurrir a reconstrucciones invasivas. En torno a los restos se establecerá una franja de protección con grava puzolánica, que permitirá el acceso controlado y protegerá las estructuras sin alterar su integridad.La senda de las moreras separa la zona recuperada de la de ahora licitada ABCEl proyecto no se limita a la conservación y musealización de los restos. También se contempla una intervención sobre el espacio público, con la creación de caminos peatonales de jabre compactado que conecten los diferentes puntos del yacimiento y permitan su tránsito sin dañar las zonas protegidas. Estos caminos, que reutilizan antiguos trazados históricos, facilitarán la conexión entre la avenida de Mas del Ribero y la calle San Pedro el Verde, integrando la Vega Baja en los recorridos urbanos y mejorando su accesibilidad.Junto a estos caminos se habilitarán islas de matorrales y flores de diferentes colores , con especies adaptadas al clima del centro peninsular, que combina inviernos fríos y veranos calurosos. Se plantarán también zonas de césped natural, tanto en parterres como en taludes, y se aplicará tierra vegetal en distintas profundidades según el tipo de vegetación previsto. El resultado será un espacio ajardinado, amable y funcional, que reforzará el valor paisajístico del yacimiento sin restar protagonismo a los elementos patrimoniales.Vista de la Fase I de la intervención en el yacimiento de Vega Baja h. fraile La intervención en la segunda fase se realizará con los mismos materiales que la primera La intervención se completa con la instalación de equipamiento urbano como bancos, balizas de iluminación, papeleras y atriles interpretativos. La iluminación se realizará mediante una red de baja tensión enterrada, con conductores protegidos y un sistema de puntos de luz que, además de garantizar la seguridad, contribuirá al ornato del lugar. Toda la zona quedará delimitada mediante un vallado perimetral de rejería de acero, que permitirá proteger los restos sin generar una barrera visual. La propuesta, que creará un nuevo espacio funcional de uso público, mantiene la coherencia con los criterios establecidos en la primera fase de la intervención, tanto en los materiales como en el tratamiento de las superficies. El Ayuntamiento de Toledo ha dado un nuevo paso en el proceso de recuperación del yacimiento arqueológico de la Vega Baja con la licitación de la segunda fase de adecuación y musealización del conjunto , una intervención que afectará a 16.500 metros cuadrados de superficie y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 315.729 euros, impuestos no incluidos. El plazo para presentar ofertas concluirá el próximo 14 de julio, y la empresa adjudicataria dispondrá de cinco meses para ejecutar los trabajos desde la firma del acta de comprobación de replanteo.La actuación forma parte de la estrategia iniciada tras la firma, en septiembre de 2021, del convenio marco entre el Ministerio de Cultura y Deporte, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el propio Ayuntamiento , un acuerdo institucional que propició la primera fase de intervención ejecutada en el año 2022 y que permitió abrir un primer tramo visitable en el entorno de la senda de las Moreras . La segunda fase, ahora en licitación, amplía el área de intervención hacia el suroeste del yacimiento, dentro del ámbito protegido como Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica.El proyecto técnico, firmado por la arquitecta Raquel Hervás Herrero, recoge de forma detallada los trabajos previstos y los condicionantes urbanísticos y patrimoniales del entorno. El objetivo general es la adecuación y puesta en valor de una nueva área del yacimiento que, como la anterior, se encuentra actualmente infrautilizada, rodeada de cercados, con desniveles respecto a las calles circundantes y en un estado que dificulta tanto la visita como su conservación. Noticia Relacionada estandar No El jardín de la Vega Baja ya está abierto al público Valle Sánchez Aunque no ha habido aún inauguración oficial ya se puede pasear por las nuevas sendas del yacimiento tras concluir la primera fase de las obrasLa propuesta plantea intervenir con criterios de mínima intrusión, empleando soluciones no invasivas y plenamente reversibles , que puedan repetirse en futuras fases. Esta reversibilidad es un principio clave: todos los elementos añadidos –desde los pavimentos hasta los atriles o el vallado– están diseñados para poder retirarse en cualquier momento sin dañar ni modificar la estructura arqueológica original. El objetivo es crear un gran parque arqueológico transitable, integrado en el paisaje urbano y accesible para los ciudadanos.Zona visigodaLa actuación se desarrollará sobre tres zonas arqueológicas diferenciadas: una zona de hábitat de época visigoda, una zona de calzadas o calles y una tercera zona correspondiente a una necrópolis islámica o maqbara . En conjunto, estas tres áreas suman 2.462 metros cuadrados. Está prevista una limpieza manual de toda la superficie, la protección de los restos con malla antivegetación y la consolidación de muros que alcanzan un total de 1.234 metros cuadrados. En aquellos puntos en los que el trazado original no se conserva, se procederá a su recreación mediante hormigón de cal coloreado , respetando el sistema cromático empleado en la fase anterior. Esta técnica permitirá visualizar la huella completa de las edificaciones originales sin confundir la parte reconstruida con la estructura arqueológica.La propuesta incluye además la diferenciación de los espacios mediante gravas de diversos colores y texturas . Así se distinguirán las zonas públicas como calles, plazas o albercas de las áreas privativas, en las que se matizarán incluso los patios y porches. Esta estrategia visual de musealización busca facilitar la lectura del conjunto arqueológico sin recurrir a reconstrucciones invasivas. En torno a los restos se establecerá una franja de protección con grava puzolánica, que permitirá el acceso controlado y protegerá las estructuras sin alterar su integridad.La senda de las moreras separa la zona recuperada de la de ahora licitada ABCEl proyecto no se limita a la conservación y musealización de los restos. También se contempla una intervención sobre el espacio público, con la creación de caminos peatonales de jabre compactado que conecten los diferentes puntos del yacimiento y permitan su tránsito sin dañar las zonas protegidas. Estos caminos, que reutilizan antiguos trazados históricos, facilitarán la conexión entre la avenida de Mas del Ribero y la calle San Pedro el Verde, integrando la Vega Baja en los recorridos urbanos y mejorando su accesibilidad.Junto a estos caminos se habilitarán islas de matorrales y flores de diferentes colores , con especies adaptadas al clima del centro peninsular, que combina inviernos fríos y veranos calurosos. Se plantarán también zonas de césped natural, tanto en parterres como en taludes, y se aplicará tierra vegetal en distintas profundidades según el tipo de vegetación previsto. El resultado será un espacio ajardinado, amable y funcional, que reforzará el valor paisajístico del yacimiento sin restar protagonismo a los elementos patrimoniales.Vista de la Fase I de la intervención en el yacimiento de Vega Baja h. fraile La intervención en la segunda fase se realizará con los mismos materiales que la primera La intervención se completa con la instalación de equipamiento urbano como bancos, balizas de iluminación, papeleras y atriles interpretativos. La iluminación se realizará mediante una red de baja tensión enterrada, con conductores protegidos y un sistema de puntos de luz que, además de garantizar la seguridad, contribuirá al ornato del lugar. Toda la zona quedará delimitada mediante un vallado perimetral de rejería de acero, que permitirá proteger los restos sin generar una barrera visual. La propuesta, que creará un nuevo espacio funcional de uso público, mantiene la coherencia con los criterios establecidos en la primera fase de la intervención, tanto en los materiales como en el tratamiento de las superficies. El Ayuntamiento de Toledo ha dado un nuevo paso en el proceso de recuperación del yacimiento arqueológico de la Vega Baja con la licitación de la segunda fase de adecuación y musealización del conjunto , una intervención que afectará a 16.500 metros cuadrados de superficie y que cuenta con un presupuesto base de licitación de 315.729 euros, impuestos no incluidos. El plazo para presentar ofertas concluirá el próximo 14 de julio, y la empresa adjudicataria dispondrá de cinco meses para ejecutar los trabajos desde la firma del acta de comprobación de replanteo.La actuación forma parte de la estrategia iniciada tras la firma, en septiembre de 2021, del convenio marco entre el Ministerio de Cultura y Deporte, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el propio Ayuntamiento , un acuerdo institucional que propició la primera fase de intervención ejecutada en el año 2022 y que permitió abrir un primer tramo visitable en el entorno de la senda de las Moreras . La segunda fase, ahora en licitación, amplía el área de intervención hacia el suroeste del yacimiento, dentro del ámbito protegido como Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica.El proyecto técnico, firmado por la arquitecta Raquel Hervás Herrero, recoge de forma detallada los trabajos previstos y los condicionantes urbanísticos y patrimoniales del entorno. El objetivo general es la adecuación y puesta en valor de una nueva área del yacimiento que, como la anterior, se encuentra actualmente infrautilizada, rodeada de cercados, con desniveles respecto a las calles circundantes y en un estado que dificulta tanto la visita como su conservación. Noticia Relacionada estandar No El jardín de la Vega Baja ya está abierto al público Valle Sánchez Aunque no ha habido aún inauguración oficial ya se puede pasear por las nuevas sendas del yacimiento tras concluir la primera fase de las obrasLa propuesta plantea intervenir con criterios de mínima intrusión, empleando soluciones no invasivas y plenamente reversibles , que puedan repetirse en futuras fases. Esta reversibilidad es un principio clave: todos los elementos añadidos –desde los pavimentos hasta los atriles o el vallado– están diseñados para poder retirarse en cualquier momento sin dañar ni modificar la estructura arqueológica original. El objetivo es crear un gran parque arqueológico transitable, integrado en el paisaje urbano y accesible para los ciudadanos.Zona visigodaLa actuación se desarrollará sobre tres zonas arqueológicas diferenciadas: una zona de hábitat de época visigoda, una zona de calzadas o calles y una tercera zona correspondiente a una necrópolis islámica o maqbara . En conjunto, estas tres áreas suman 2.462 metros cuadrados. Está prevista una limpieza manual de toda la superficie, la protección de los restos con malla antivegetación y la consolidación de muros que alcanzan un total de 1.234 metros cuadrados. En aquellos puntos en los que el trazado original no se conserva, se procederá a su recreación mediante hormigón de cal coloreado , respetando el sistema cromático empleado en la fase anterior. Esta técnica permitirá visualizar la huella completa de las edificaciones originales sin confundir la parte reconstruida con la estructura arqueológica.La propuesta incluye además la diferenciación de los espacios mediante gravas de diversos colores y texturas . Así se distinguirán las zonas públicas como calles, plazas o albercas de las áreas privativas, en las que se matizarán incluso los patios y porches. Esta estrategia visual de musealización busca facilitar la lectura del conjunto arqueológico sin recurrir a reconstrucciones invasivas. En torno a los restos se establecerá una franja de protección con grava puzolánica, que permitirá el acceso controlado y protegerá las estructuras sin alterar su integridad.La senda de las moreras separa la zona recuperada de la de ahora licitada ABCEl proyecto no se limita a la conservación y musealización de los restos. También se contempla una intervención sobre el espacio público, con la creación de caminos peatonales de jabre compactado que conecten los diferentes puntos del yacimiento y permitan su tránsito sin dañar las zonas protegidas. Estos caminos, que reutilizan antiguos trazados históricos, facilitarán la conexión entre la avenida de Mas del Ribero y la calle San Pedro el Verde, integrando la Vega Baja en los recorridos urbanos y mejorando su accesibilidad.Junto a estos caminos se habilitarán islas de matorrales y flores de diferentes colores , con especies adaptadas al clima del centro peninsular, que combina inviernos fríos y veranos calurosos. Se plantarán también zonas de césped natural, tanto en parterres como en taludes, y se aplicará tierra vegetal en distintas profundidades según el tipo de vegetación previsto. El resultado será un espacio ajardinado, amable y funcional, que reforzará el valor paisajístico del yacimiento sin restar protagonismo a los elementos patrimoniales.Vista de la Fase I de la intervención en el yacimiento de Vega Baja h. fraile La intervención en la segunda fase se realizará con los mismos materiales que la primera La intervención se completa con la instalación de equipamiento urbano como bancos, balizas de iluminación, papeleras y atriles interpretativos. La iluminación se realizará mediante una red de baja tensión enterrada, con conductores protegidos y un sistema de puntos de luz que, además de garantizar la seguridad, contribuirá al ornato del lugar. Toda la zona quedará delimitada mediante un vallado perimetral de rejería de acero, que permitirá proteger los restos sin generar una barrera visual. La propuesta, que creará un nuevo espacio funcional de uso público, mantiene la coherencia con los criterios establecidos en la primera fase de la intervención, tanto en los materiales como en el tratamiento de las superficies. RSS de noticias de espana
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