Llevaba al menos un lustro metido en un cobertizo de una casa de Colonia Jardín , un barrio algo apartado, separado por la A-5 del grueso del distrito de Latina. Allí, a unos metros, fue donde apresaron hace cinco años al Piojo, otro delincuente entonces de los más buscados y que llevaba dos meses fugado de la cárcel de Valdemoro. La estancia al margen de la justicia de Álvaro P. M., español de 33 años, ha sido mucho más larga que la de ese butronero. Se le considera autor de un delito de abuso sexual a una joven de 20 años en 2017. El 31 de julio su condena prescribía; fue apresado este martes, cuando faltaban nueve días para que pudiera quedar liberado de cualquier responsabilidad penal. «Pensaba que me iba a librar», reconoció a los agentes de la Comisaría General de Policía Judicial en el momento de ser descubierto.Álvaro es hijo de «un empresario potente venido a menos», explican las fuentes consultadas. En realidad, no había dado nunca palo al agua de una manera ‘tradicional’, aunque se manejaba muy bien en el mundillo de los ordenadores, antes de pasar a ser uno de los diez fugitivos más buscados de España. En aquella época, vivía entre Madrid ciudad y la Sierra, hasta que cometió el delito sexual.Desde 2020, se había dictado contra él una orden de detención e ingreso en prisión, que fue encomendada al Grupo II de la Sección de Localización de Fugitivos de la Udyco Central. Estos agentes están especializados en localizar a forajidos españoles y latinoamericanos.Noticia Relacionada Leganés estandar No Cazado por un cajero automático: así cayó uno de los trinitarios que mató a otro pandillero en Mánchester Carlos Hidalgo Luiggi Paolo P. S. y Carlos A. B. asesinaron a un joven de una banda rival en Mánchester en eneroAhora se ha sabido que Álvaro había instalado una especie de apartamento en el almacén de un anciano amigo suyo. Allí, además, contaba con un potente ordenador con el que seguía, según él mismo ha explicado, realizando negocios con empresarios chinos. También realizaba cursos de formación. Fue a partir de informaciones policiales sobre cuentas difíciles de rastrear, probablemente en la ‘deep web’, cuando comenzaron a tirar del hilo y conseguir localizar la IP (la ‘matrícula’ del sistema informático que utilizaba) en un entorno muy cercano del almacén en que se encontraba.En cuanto a su organización del día a día, Álvaro P. M. se las apañaba para mal alimentarse mediante pedidos a empresas como Just Eat y Uber Eats: los pagos los realizaba suplantando una identidad, para que no pudieran localizarle los agentes mediante el uso de sus datos bancarios reales en estas aplicaciones de reparto. Criaba también a gatos en el jardín, lleno de platos sucios.Aún es pronto para saberlo, pero es muy probable, creen los investigadores, que apenas haya recibido cobertura de terceras personas en todo este tiempo, más allá de la visita de algún tatuador. Lo primero que quiso hacer nada más ser apresado fue telefonear a su madre, con quien no había tenido contacto durante su fuga. Además, se había dejado el pelo largo y se lo había teñido de rubio, para intentar pasar más desapercibido. El juez ordenó su inmediato ingreso en prisión.«La suerte está echada»A Álvaro se le conoce por el fugitivo de los tatuajes porque tiene buena parte del cuerpo lleno de ellos. Es más, esta misma semana, la oficina de comunicación de la Policía Nacional hizo un llamamiento, enviado varias fotos de estos dibujos a los medios de comunicación, para que si algún ciudadano lo reconocía por ellos, diera la alerta. En el pecho lleva la frase «La suerte está echada»; en el interior de la muñeca, el símbolo de una palanca de cambio de marchas; en ambos costados el signo de Piscis y en el antebrazo derecho piscis y en el antebrazo derecho «Salvador». En esta estación veraniega, es común ir sin ropa en playas y piscinas y, por lo tanto, llaman más la atención los tatuajes, a la vista de todos.Esta detención responde a la campaña lanzada en julio de 2024 por el cuerpo para localizar a los diez fugitivos más buscados por diferentes juzgados nacionales e internacionales. En este tiempo, ya se han encontrado a seis, por lo que solo quedan cuatro. Suelen ser delincuentes sexuales, narcotraficantes y personas con delitos de sangre a sus espaldas. La colaboración ciudadana es fundamental y existe una dirección de correo electrónico ( losmasbuscados@policia.es ) para facilitar cualquier información sobre alguno de ellos. Llevaba al menos un lustro metido en un cobertizo de una casa de Colonia Jardín , un barrio algo apartado, separado por la A-5 del grueso del distrito de Latina. Allí, a unos metros, fue donde apresaron hace cinco años al Piojo, otro delincuente entonces de los más buscados y que llevaba dos meses fugado de la cárcel de Valdemoro. La estancia al margen de la justicia de Álvaro P. M., español de 33 años, ha sido mucho más larga que la de ese butronero. Se le considera autor de un delito de abuso sexual a una joven de 20 años en 2017. El 31 de julio su condena prescribía; fue apresado este martes, cuando faltaban nueve días para que pudiera quedar liberado de cualquier responsabilidad penal. «Pensaba que me iba a librar», reconoció a los agentes de la Comisaría General de Policía Judicial en el momento de ser descubierto.Álvaro es hijo de «un empresario potente venido a menos», explican las fuentes consultadas. En realidad, no había dado nunca palo al agua de una manera ‘tradicional’, aunque se manejaba muy bien en el mundillo de los ordenadores, antes de pasar a ser uno de los diez fugitivos más buscados de España. En aquella época, vivía entre Madrid ciudad y la Sierra, hasta que cometió el delito sexual.Desde 2020, se había dictado contra él una orden de detención e ingreso en prisión, que fue encomendada al Grupo II de la Sección de Localización de Fugitivos de la Udyco Central. Estos agentes están especializados en localizar a forajidos españoles y latinoamericanos.Noticia Relacionada Leganés estandar No Cazado por un cajero automático: así cayó uno de los trinitarios que mató a otro pandillero en Mánchester Carlos Hidalgo Luiggi Paolo P. S. y Carlos A. B. asesinaron a un joven de una banda rival en Mánchester en eneroAhora se ha sabido que Álvaro había instalado una especie de apartamento en el almacén de un anciano amigo suyo. Allí, además, contaba con un potente ordenador con el que seguía, según él mismo ha explicado, realizando negocios con empresarios chinos. También realizaba cursos de formación. Fue a partir de informaciones policiales sobre cuentas difíciles de rastrear, probablemente en la ‘deep web’, cuando comenzaron a tirar del hilo y conseguir localizar la IP (la ‘matrícula’ del sistema informático que utilizaba) en un entorno muy cercano del almacén en que se encontraba.En cuanto a su organización del día a día, Álvaro P. M. se las apañaba para mal alimentarse mediante pedidos a empresas como Just Eat y Uber Eats: los pagos los realizaba suplantando una identidad, para que no pudieran localizarle los agentes mediante el uso de sus datos bancarios reales en estas aplicaciones de reparto. Criaba también a gatos en el jardín, lleno de platos sucios.Aún es pronto para saberlo, pero es muy probable, creen los investigadores, que apenas haya recibido cobertura de terceras personas en todo este tiempo, más allá de la visita de algún tatuador. Lo primero que quiso hacer nada más ser apresado fue telefonear a su madre, con quien no había tenido contacto durante su fuga. Además, se había dejado el pelo largo y se lo había teñido de rubio, para intentar pasar más desapercibido. El juez ordenó su inmediato ingreso en prisión.«La suerte está echada»A Álvaro se le conoce por el fugitivo de los tatuajes porque tiene buena parte del cuerpo lleno de ellos. Es más, esta misma semana, la oficina de comunicación de la Policía Nacional hizo un llamamiento, enviado varias fotos de estos dibujos a los medios de comunicación, para que si algún ciudadano lo reconocía por ellos, diera la alerta. En el pecho lleva la frase «La suerte está echada»; en el interior de la muñeca, el símbolo de una palanca de cambio de marchas; en ambos costados el signo de Piscis y en el antebrazo derecho piscis y en el antebrazo derecho «Salvador». En esta estación veraniega, es común ir sin ropa en playas y piscinas y, por lo tanto, llaman más la atención los tatuajes, a la vista de todos.Esta detención responde a la campaña lanzada en julio de 2024 por el cuerpo para localizar a los diez fugitivos más buscados por diferentes juzgados nacionales e internacionales. En este tiempo, ya se han encontrado a seis, por lo que solo quedan cuatro. Suelen ser delincuentes sexuales, narcotraficantes y personas con delitos de sangre a sus espaldas. La colaboración ciudadana es fundamental y existe una dirección de correo electrónico ( losmasbuscados@policia.es ) para facilitar cualquier información sobre alguno de ellos. Llevaba al menos un lustro metido en un cobertizo de una casa de Colonia Jardín , un barrio algo apartado, separado por la A-5 del grueso del distrito de Latina. Allí, a unos metros, fue donde apresaron hace cinco años al Piojo, otro delincuente entonces de los más buscados y que llevaba dos meses fugado de la cárcel de Valdemoro. La estancia al margen de la justicia de Álvaro P. M., español de 33 años, ha sido mucho más larga que la de ese butronero. Se le considera autor de un delito de abuso sexual a una joven de 20 años en 2017. El 31 de julio su condena prescribía; fue apresado este martes, cuando faltaban nueve días para que pudiera quedar liberado de cualquier responsabilidad penal. «Pensaba que me iba a librar», reconoció a los agentes de la Comisaría General de Policía Judicial en el momento de ser descubierto.Álvaro es hijo de «un empresario potente venido a menos», explican las fuentes consultadas. En realidad, no había dado nunca palo al agua de una manera ‘tradicional’, aunque se manejaba muy bien en el mundillo de los ordenadores, antes de pasar a ser uno de los diez fugitivos más buscados de España. En aquella época, vivía entre Madrid ciudad y la Sierra, hasta que cometió el delito sexual.Desde 2020, se había dictado contra él una orden de detención e ingreso en prisión, que fue encomendada al Grupo II de la Sección de Localización de Fugitivos de la Udyco Central. Estos agentes están especializados en localizar a forajidos españoles y latinoamericanos.Noticia Relacionada Leganés estandar No Cazado por un cajero automático: así cayó uno de los trinitarios que mató a otro pandillero en Mánchester Carlos Hidalgo Luiggi Paolo P. S. y Carlos A. B. asesinaron a un joven de una banda rival en Mánchester en eneroAhora se ha sabido que Álvaro había instalado una especie de apartamento en el almacén de un anciano amigo suyo. Allí, además, contaba con un potente ordenador con el que seguía, según él mismo ha explicado, realizando negocios con empresarios chinos. También realizaba cursos de formación. Fue a partir de informaciones policiales sobre cuentas difíciles de rastrear, probablemente en la ‘deep web’, cuando comenzaron a tirar del hilo y conseguir localizar la IP (la ‘matrícula’ del sistema informático que utilizaba) en un entorno muy cercano del almacén en que se encontraba.En cuanto a su organización del día a día, Álvaro P. M. se las apañaba para mal alimentarse mediante pedidos a empresas como Just Eat y Uber Eats: los pagos los realizaba suplantando una identidad, para que no pudieran localizarle los agentes mediante el uso de sus datos bancarios reales en estas aplicaciones de reparto. Criaba también a gatos en el jardín, lleno de platos sucios.Aún es pronto para saberlo, pero es muy probable, creen los investigadores, que apenas haya recibido cobertura de terceras personas en todo este tiempo, más allá de la visita de algún tatuador. Lo primero que quiso hacer nada más ser apresado fue telefonear a su madre, con quien no había tenido contacto durante su fuga. Además, se había dejado el pelo largo y se lo había teñido de rubio, para intentar pasar más desapercibido. El juez ordenó su inmediato ingreso en prisión.«La suerte está echada»A Álvaro se le conoce por el fugitivo de los tatuajes porque tiene buena parte del cuerpo lleno de ellos. Es más, esta misma semana, la oficina de comunicación de la Policía Nacional hizo un llamamiento, enviado varias fotos de estos dibujos a los medios de comunicación, para que si algún ciudadano lo reconocía por ellos, diera la alerta. En el pecho lleva la frase «La suerte está echada»; en el interior de la muñeca, el símbolo de una palanca de cambio de marchas; en ambos costados el signo de Piscis y en el antebrazo derecho piscis y en el antebrazo derecho «Salvador». En esta estación veraniega, es común ir sin ropa en playas y piscinas y, por lo tanto, llaman más la atención los tatuajes, a la vista de todos.Esta detención responde a la campaña lanzada en julio de 2024 por el cuerpo para localizar a los diez fugitivos más buscados por diferentes juzgados nacionales e internacionales. En este tiempo, ya se han encontrado a seis, por lo que solo quedan cuatro. Suelen ser delincuentes sexuales, narcotraficantes y personas con delitos de sangre a sus espaldas. La colaboración ciudadana es fundamental y existe una dirección de correo electrónico ( losmasbuscados@policia.es ) para facilitar cualquier información sobre alguno de ellos. RSS de noticias de espana
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