<p>Objetivo: una entrega «ordenada», sosegada y limpia de «interferencias», alejada del siniestro aquelarre del martes pasado y acorde con los derechos de Daniel Arcuri, de 11 años. Una entrega secreta, una especie de gincana -se hará en dos citas con final desconocido hasta el último momento-, para dar esquinazo a las miradas ajenas y las «manipulaciones» al niño. Y convertir el trance en el reencuentro por orden judicial de un padre y su hijo, «manipulado» por la madre según los jueces italianos.</p>
Objetivo: una entrega «ordenada», sosegada y limpia de «interferencias», alejada del siniestro aquelarre del martes pasado y acorde con los derechos de Daniel Arcuri, de 11 años
<p>Objetivo: una entrega «ordenada», sosegada y limpia de «interferencias», alejada del siniestro aquelarre del martes pasado y acorde con los derechos de Daniel Arcuri, de 11 años. Una entrega secreta, una especie de gincana -se hará en dos citas con final desconocido hasta el último momento-, para dar esquinazo a las miradas ajenas y las «manipulaciones» al niño. Y convertir el trance en el reencuentro por orden judicial de un padre y su hijo, «manipulado» por la madre según los jueces italianos.</p>
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