Jueves a primera hora de la mañana. El incendio en el paraje de la Albaida, en la falda de Sierra Morena en Córdoba, se ha dado por controlado 40 horas después de las primeras llamas y las columnas de humo que se veían por toda la ciudad. Los vecinos de Santa Ana de la Albaida fueron los últimos en volver a casa a última hora del miércoles tras el desalojo del martes, cuando se inició el fuego. «Tenemos todavía el miedo en el cuerpo», señalan a ABC Córdoba mientras narran sus historias en primera persona de cómo vivieron la cercanía del incendio , el desalojo, la noche de angustia y el feliz regreso a casa.Noticia Relacionada Sucesos estandar No Los bomberos salvan del fuego las Ermitas y el Sagrado Corazón en el incendio de la Sierra Luis Miranda Hacia las 2.00 de la madrugada las llamas se acercaron al conjunto y la rápida actuación evitó el dañoLos vecinos lamentan, en muchos casos, la falta de limpieza de la sierra como parte del problema. Para ellos fue «una noche terrible de mucha ansiedad por no saber qué estaba pasando en las casas», explica el propietario del finca Santa Ana de la Albaida, la vivienda que se quedó más cerca de ser pasto de las llamas. Es sólo un ejemplo, estos son sus testimonios:José Antonio Santiago «Los montes, los cortafuegos y las cunetas están sin limpieza desde hace años»José Antonio Santiago es el propietario de la finca Santa Ana de la Albaida. La mayor parte del terreno de su cortijo está completamente quemado. Es, sin duda, el principal afectado materialmente por el incendio en la Sierra de Córdoba. Su testimonio es sobrecogedor. Desde su casa, además, se ven Las Ermitas y el monumento del Sagrado Corazón, que los bomberos salvaron del fuego . «Tenemos todavía el miedo en el cuerpo», comenta a este periódico tras permitirnos entrar en su vivienda justo a su llegada en su vehículo a casa. Santiago recuerda que «la noche fue terrible», e insiste en que «la vivimos con mucho miedo y ansiedad» porque «no sabíamos que podía pasar con la casa». Vive con su esposa en un chalet próximo a su finca y en la misma urbanización de Santa Ana de la Albaida.José Antonio recuerda con temple y todavía con preocupación cómo «las llamas se quedaron a las puertas del corral del cortijo», aunque explica con alegría que, afortunadamente, el incendio «más allá de que ha quemado gran parte del terreno de la finca», lo cierto es que «no ha afectado ni a las viviendas ni a los animales».El dueño de la finca lanza una afirmación y una pregunta con indignación. «Los montes están sin limpieza desde hace años, los caminos de los cortafuegos también y las cunetas están igual; ¿De quién depende la limpieza y qué hacen?».Juan de Dios Medina «Las llamas eran de varios metros; al volver todo olía a quemado»Es un joven vecino de la zona. Juan de Dios Medina vive junto a su padre en este paraje. Recuerda que todo comenzó el martes sobre las siete de la tarde cuando se preparaba para ir al gimnasio. Entonces, «escuché que las avionetas estaban volando como muy bajo y muy cerca, y al salir vi las columnas de humo».Medina explica que lo que vio es que «todo se estaba quemando y las llamas eran de varios metros» de altura. Juan de Dios añade que «a los 15 minutos, llegó la Policía Local, la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Infoca, y comenzó el desalojo».Después de 24 horas fuera de casa y tras pasar la noche «en casa de mi abuelo», relata que «estamos aliviados de poder volver; ha pasado lo peor», pero apunta como colofón que «anoche cuando volvimos todo olía aún a quemado ».Antonio Labrador «La actuación de la Policía y del Infoca fue muy rápida»Antonio Labrador reside en Santa Ana de la Albaida en un chalet en el que son tres personas. Está en casa de nuevo y nos atiende en un descanso mientras estudia y prepara sus oposiciones. Empieza por el final feliz: «El incendio está controlado y eso nos da una sensación de seguridad».Labrador destaca que «me causó impresión que el fuego estaba cerca de las casas y ver las columnas de humo, pensé que nos iban a desalojar y así pasó». Para él, «al principio había miedo, sobre todo porque el viento que había era un problema; ha sido un mal rato, pero ya ha pasado», recuerda. Entiende las quejas de algunos vecinos de este paraje sobre la falta de limpieza de la vegetación de la sierra, pero, en su caso, concluye que con «tanto terreno y las temperaturas tan altas que hay en Córdoba es inevitable que pasé algo así».Antonio comenta que «cuando pasé por el puesto de mando no quise ni mirar». Ya intuía la dimensión de lo que estaba pasando. Con todo, deja una reflexión positiva sobre la actuación de las instituciones y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: «La intervención de las policías y el Infoca fue muy rápida, a los 10 minutos de ver lo que había ya estaban las patrullas aquí con los altavoces avisando del desalojo y ayundado a salir; el Ayuntamiento nos dio todo tipo de facilidades».Inmaculada Jurado «Teníamos las llamas ahí al lado»Inmaculada Jurado vive con su pareja y sus dos niños en una de las primeras viviendas de la calle Santa Ana de la Albaida. Son de los más cercanos al incendio que se produjo el martes en la falda de la Sierra de Córdoba. De hecho, desde el interior de su residencia se ve perfectamente gran parte de la superficie quemada por el fuego . «Teníamos las llamas ahí», relata a ABC Córdoba este jueves después de haber superado las peores horas por el incendio. Pese a todo y a estar con sus pequeños, Jurado cuenta que trató de vivirlo con la máxima calma posible: «Nos evacuaron a las siete de la tarde; llamé a un vecino y nos dijeron que la Policía venía de camino para tomar una decisión sobre el desalojo».Tras pasar la noche fuera de casa, Inmaculada comenta que ahora «estamos contentos», después de que «a las ocho y algo de la tarde» por fin «volvimos a casa» y todo estaba intacto. Jueves a primera hora de la mañana. El incendio en el paraje de la Albaida, en la falda de Sierra Morena en Córdoba, se ha dado por controlado 40 horas después de las primeras llamas y las columnas de humo que se veían por toda la ciudad. Los vecinos de Santa Ana de la Albaida fueron los últimos en volver a casa a última hora del miércoles tras el desalojo del martes, cuando se inició el fuego. «Tenemos todavía el miedo en el cuerpo», señalan a ABC Córdoba mientras narran sus historias en primera persona de cómo vivieron la cercanía del incendio , el desalojo, la noche de angustia y el feliz regreso a casa.Noticia Relacionada Sucesos estandar No Los bomberos salvan del fuego las Ermitas y el Sagrado Corazón en el incendio de la Sierra Luis Miranda Hacia las 2.00 de la madrugada las llamas se acercaron al conjunto y la rápida actuación evitó el dañoLos vecinos lamentan, en muchos casos, la falta de limpieza de la sierra como parte del problema. Para ellos fue «una noche terrible de mucha ansiedad por no saber qué estaba pasando en las casas», explica el propietario del finca Santa Ana de la Albaida, la vivienda que se quedó más cerca de ser pasto de las llamas. Es sólo un ejemplo, estos son sus testimonios:José Antonio Santiago «Los montes, los cortafuegos y las cunetas están sin limpieza desde hace años»José Antonio Santiago es el propietario de la finca Santa Ana de la Albaida. La mayor parte del terreno de su cortijo está completamente quemado. Es, sin duda, el principal afectado materialmente por el incendio en la Sierra de Córdoba. Su testimonio es sobrecogedor. Desde su casa, además, se ven Las Ermitas y el monumento del Sagrado Corazón, que los bomberos salvaron del fuego . «Tenemos todavía el miedo en el cuerpo», comenta a este periódico tras permitirnos entrar en su vivienda justo a su llegada en su vehículo a casa. Santiago recuerda que «la noche fue terrible», e insiste en que «la vivimos con mucho miedo y ansiedad» porque «no sabíamos que podía pasar con la casa». Vive con su esposa en un chalet próximo a su finca y en la misma urbanización de Santa Ana de la Albaida.José Antonio recuerda con temple y todavía con preocupación cómo «las llamas se quedaron a las puertas del corral del cortijo», aunque explica con alegría que, afortunadamente, el incendio «más allá de que ha quemado gran parte del terreno de la finca», lo cierto es que «no ha afectado ni a las viviendas ni a los animales».El dueño de la finca lanza una afirmación y una pregunta con indignación. «Los montes están sin limpieza desde hace años, los caminos de los cortafuegos también y las cunetas están igual; ¿De quién depende la limpieza y qué hacen?».Juan de Dios Medina «Las llamas eran de varios metros; al volver todo olía a quemado»Es un joven vecino de la zona. Juan de Dios Medina vive junto a su padre en este paraje. Recuerda que todo comenzó el martes sobre las siete de la tarde cuando se preparaba para ir al gimnasio. Entonces, «escuché que las avionetas estaban volando como muy bajo y muy cerca, y al salir vi las columnas de humo».Medina explica que lo que vio es que «todo se estaba quemando y las llamas eran de varios metros» de altura. Juan de Dios añade que «a los 15 minutos, llegó la Policía Local, la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Infoca, y comenzó el desalojo».Después de 24 horas fuera de casa y tras pasar la noche «en casa de mi abuelo», relata que «estamos aliviados de poder volver; ha pasado lo peor», pero apunta como colofón que «anoche cuando volvimos todo olía aún a quemado ».Antonio Labrador «La actuación de la Policía y del Infoca fue muy rápida»Antonio Labrador reside en Santa Ana de la Albaida en un chalet en el que son tres personas. Está en casa de nuevo y nos atiende en un descanso mientras estudia y prepara sus oposiciones. Empieza por el final feliz: «El incendio está controlado y eso nos da una sensación de seguridad».Labrador destaca que «me causó impresión que el fuego estaba cerca de las casas y ver las columnas de humo, pensé que nos iban a desalojar y así pasó». Para él, «al principio había miedo, sobre todo porque el viento que había era un problema; ha sido un mal rato, pero ya ha pasado», recuerda. Entiende las quejas de algunos vecinos de este paraje sobre la falta de limpieza de la vegetación de la sierra, pero, en su caso, concluye que con «tanto terreno y las temperaturas tan altas que hay en Córdoba es inevitable que pasé algo así».Antonio comenta que «cuando pasé por el puesto de mando no quise ni mirar». Ya intuía la dimensión de lo que estaba pasando. Con todo, deja una reflexión positiva sobre la actuación de las instituciones y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: «La intervención de las policías y el Infoca fue muy rápida, a los 10 minutos de ver lo que había ya estaban las patrullas aquí con los altavoces avisando del desalojo y ayundado a salir; el Ayuntamiento nos dio todo tipo de facilidades».Inmaculada Jurado «Teníamos las llamas ahí al lado»Inmaculada Jurado vive con su pareja y sus dos niños en una de las primeras viviendas de la calle Santa Ana de la Albaida. Son de los más cercanos al incendio que se produjo el martes en la falda de la Sierra de Córdoba. De hecho, desde el interior de su residencia se ve perfectamente gran parte de la superficie quemada por el fuego . «Teníamos las llamas ahí», relata a ABC Córdoba este jueves después de haber superado las peores horas por el incendio. Pese a todo y a estar con sus pequeños, Jurado cuenta que trató de vivirlo con la máxima calma posible: «Nos evacuaron a las siete de la tarde; llamé a un vecino y nos dijeron que la Policía venía de camino para tomar una decisión sobre el desalojo».Tras pasar la noche fuera de casa, Inmaculada comenta que ahora «estamos contentos», después de que «a las ocho y algo de la tarde» por fin «volvimos a casa» y todo estaba intacto. Jueves a primera hora de la mañana. El incendio en el paraje de la Albaida, en la falda de Sierra Morena en Córdoba, se ha dado por controlado 40 horas después de las primeras llamas y las columnas de humo que se veían por toda la ciudad. Los vecinos de Santa Ana de la Albaida fueron los últimos en volver a casa a última hora del miércoles tras el desalojo del martes, cuando se inició el fuego. «Tenemos todavía el miedo en el cuerpo», señalan a ABC Córdoba mientras narran sus historias en primera persona de cómo vivieron la cercanía del incendio , el desalojo, la noche de angustia y el feliz regreso a casa.Noticia Relacionada Sucesos estandar No Los bomberos salvan del fuego las Ermitas y el Sagrado Corazón en el incendio de la Sierra Luis Miranda Hacia las 2.00 de la madrugada las llamas se acercaron al conjunto y la rápida actuación evitó el dañoLos vecinos lamentan, en muchos casos, la falta de limpieza de la sierra como parte del problema. Para ellos fue «una noche terrible de mucha ansiedad por no saber qué estaba pasando en las casas», explica el propietario del finca Santa Ana de la Albaida, la vivienda que se quedó más cerca de ser pasto de las llamas. Es sólo un ejemplo, estos son sus testimonios:José Antonio Santiago «Los montes, los cortafuegos y las cunetas están sin limpieza desde hace años»José Antonio Santiago es el propietario de la finca Santa Ana de la Albaida. La mayor parte del terreno de su cortijo está completamente quemado. Es, sin duda, el principal afectado materialmente por el incendio en la Sierra de Córdoba. Su testimonio es sobrecogedor. Desde su casa, además, se ven Las Ermitas y el monumento del Sagrado Corazón, que los bomberos salvaron del fuego . «Tenemos todavía el miedo en el cuerpo», comenta a este periódico tras permitirnos entrar en su vivienda justo a su llegada en su vehículo a casa. Santiago recuerda que «la noche fue terrible», e insiste en que «la vivimos con mucho miedo y ansiedad» porque «no sabíamos que podía pasar con la casa». Vive con su esposa en un chalet próximo a su finca y en la misma urbanización de Santa Ana de la Albaida.José Antonio recuerda con temple y todavía con preocupación cómo «las llamas se quedaron a las puertas del corral del cortijo», aunque explica con alegría que, afortunadamente, el incendio «más allá de que ha quemado gran parte del terreno de la finca», lo cierto es que «no ha afectado ni a las viviendas ni a los animales».El dueño de la finca lanza una afirmación y una pregunta con indignación. «Los montes están sin limpieza desde hace años, los caminos de los cortafuegos también y las cunetas están igual; ¿De quién depende la limpieza y qué hacen?».Juan de Dios Medina «Las llamas eran de varios metros; al volver todo olía a quemado»Es un joven vecino de la zona. Juan de Dios Medina vive junto a su padre en este paraje. Recuerda que todo comenzó el martes sobre las siete de la tarde cuando se preparaba para ir al gimnasio. Entonces, «escuché que las avionetas estaban volando como muy bajo y muy cerca, y al salir vi las columnas de humo».Medina explica que lo que vio es que «todo se estaba quemando y las llamas eran de varios metros» de altura. Juan de Dios añade que «a los 15 minutos, llegó la Policía Local, la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Infoca, y comenzó el desalojo».Después de 24 horas fuera de casa y tras pasar la noche «en casa de mi abuelo», relata que «estamos aliviados de poder volver; ha pasado lo peor», pero apunta como colofón que «anoche cuando volvimos todo olía aún a quemado ».Antonio Labrador «La actuación de la Policía y del Infoca fue muy rápida»Antonio Labrador reside en Santa Ana de la Albaida en un chalet en el que son tres personas. Está en casa de nuevo y nos atiende en un descanso mientras estudia y prepara sus oposiciones. Empieza por el final feliz: «El incendio está controlado y eso nos da una sensación de seguridad».Labrador destaca que «me causó impresión que el fuego estaba cerca de las casas y ver las columnas de humo, pensé que nos iban a desalojar y así pasó». Para él, «al principio había miedo, sobre todo porque el viento que había era un problema; ha sido un mal rato, pero ya ha pasado», recuerda. Entiende las quejas de algunos vecinos de este paraje sobre la falta de limpieza de la vegetación de la sierra, pero, en su caso, concluye que con «tanto terreno y las temperaturas tan altas que hay en Córdoba es inevitable que pasé algo así».Antonio comenta que «cuando pasé por el puesto de mando no quise ni mirar». Ya intuía la dimensión de lo que estaba pasando. Con todo, deja una reflexión positiva sobre la actuación de las instituciones y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: «La intervención de las policías y el Infoca fue muy rápida, a los 10 minutos de ver lo que había ya estaban las patrullas aquí con los altavoces avisando del desalojo y ayundado a salir; el Ayuntamiento nos dio todo tipo de facilidades».Inmaculada Jurado «Teníamos las llamas ahí al lado»Inmaculada Jurado vive con su pareja y sus dos niños en una de las primeras viviendas de la calle Santa Ana de la Albaida. Son de los más cercanos al incendio que se produjo el martes en la falda de la Sierra de Córdoba. De hecho, desde el interior de su residencia se ve perfectamente gran parte de la superficie quemada por el fuego . «Teníamos las llamas ahí», relata a ABC Córdoba este jueves después de haber superado las peores horas por el incendio. Pese a todo y a estar con sus pequeños, Jurado cuenta que trató de vivirlo con la máxima calma posible: «Nos evacuaron a las siete de la tarde; llamé a un vecino y nos dijeron que la Policía venía de camino para tomar una decisión sobre el desalojo».Tras pasar la noche fuera de casa, Inmaculada comenta que ahora «estamos contentos», después de que «a las ocho y algo de la tarde» por fin «volvimos a casa» y todo estaba intacto. RSS de noticias de espana/andalucia
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