<p>Cambiar las condiciones en las que los patógenos desarrollan su vida tiene consecuencias. Más calor implica la mejorar el entorno de unos, más frío la de otros. En el caso de <a href=»https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/09/05/64f71b89fdddff297b8b4570.html» target=»_blank»>la bacteria (mal) apodada la «come carne»</a>, la <i>Vibrio vulnificus</i>, la primera situación favorece mucho a que crezca su presencia. «Con el <strong>aumento de las temperaturas de los mares se favorece a la multiplicación mayor de las bacterias</strong> y dentro de ellas está la familia de los <i>Vibrios</i>», cuenta Gema Fernández Rivas, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), para poner contexto al aumento de casos detrás de las septicemias.</p>
El ECDC ha destacado el peligro estacional de la ‘Vibrio vulnificus’, responsable de septicemias que acabaron en amputaciones. «La predisposición de factores de riesgo agrava la infección», explica una microbióloga
<p>Cambiar las condiciones en las que los patógenos desarrollan su vida tiene consecuencias. Más calor implica la mejorar el entorno de unos, más frío la de otros. En el caso de <a href=»https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/09/05/64f71b89fdddff297b8b4570.html» target=»_blank»>la bacteria (mal) apodada la «come carne»</a>, la <i>Vibrio vulnificus</i>, la primera situación favorece mucho a que crezca su presencia. «Con el <strong>aumento de las temperaturas de los mares se favorece a la multiplicación mayor de las bacterias</strong> y dentro de ellas está la familia de los <i>Vibrios</i>», cuenta Gema Fernández Rivas, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), para poner contexto al aumento de casos detrás de las septicemias.</p>
Salud