<p><strong>Y el viejo Cid cabalgó de nuevo.</strong> Sobre la excelencia de Vengativo, sobre las lejanas glorias de un tiempo pasado, edificó su magisterio. Como si caminara por las antiguas ruinas de una Roma reverdecida de la mano de su inseparable Victorino. Otra vez el tándem, otra vez el triunfo. </p>
El veterano de Salteras inmortaliza, a sus 51 años, a un extraordinario toro, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, y sale a hombros en tarde espesa del astro peruano, que suma cuatro avisos entre silencios; vuelta al ruedo para Jarocho
<p><strong>Y el viejo Cid cabalgó de nuevo.</strong> Sobre la excelencia de Vengativo, sobre las lejanas glorias de un tiempo pasado, edificó su magisterio. Como si caminara por las antiguas ruinas de una Roma reverdecida de la mano de su inseparable Victorino. Otra vez el tándem, otra vez el triunfo. </p>
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