En plena escalada de la guerra arancelaria , el pasado mes de mayo miles de inversores empezaron a deshacerse de títulos de deuda estadounidense, llevando más allá del 5% los intereses que el Gobierno federal tenía que pagar por el bono a diez años. Más que la elevada rentabilidad -síntoma de que un país es mal pagador-, lo preocupante fue que, por primera vez en mucho tiempo, el dólar dejó de ser un valor refugio en tiempos de tempestad. Y ahora, Trump ha dado más argumentos a los que desconfían de la solvencia de su administración con la aprobación de un recorte de impuestos a gran escala que podría añadirle 3,3 billones a la deuda de su país en la próxima década.El mayor emisor de bonos del mundo ha elegido el camino de la imprudencia y ahora muchos analistas se preguntan cómo afectará esto a España, un país cuya deuda lleva cinco años estancada por encima del 100% del PIB. Bien es cierto que gracias a la inflación y al crecimiento económico el déficit está bajo control (en el 3,15% en 2024), y que actualmente el Estado paga un 3,30% de interés por el bono a diez años, que es menos de lo que pagan Francia o Italia. Además, la prima de riesgo con respecto a Alemania está en los 66 puntos básicos; es decir, que los inversores exigen 0,66 puntos porcentuales más de rendimiento para comprar títulos españoles en comparación con los alemanes . Es un dato excepcional si se tiene en cuenta que allá por 2012 la diferencia llegó a ser del 6%.Noticia Relacionada estandar Si Trump anuncia un 30% de aranceles a la Unión Europea y México desde el 1 de agosto Enrique Serbeto El presidente de Estados Unidos ha cumplido con su amenaza anunciada a través de una carta publicada en Truth SocialSin embargo, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Comisión Europea llevan tiempo advirtiendo de que, a falta de reformas de calado -sobre todo en el sistema de pensiones-, esa confianza se vendrá abajo cuando el crecimiento del PIB no acompañe y, lo importante para lo que hace al caso, está al albur de cualquier ‘shock’ externo.Según los expertos consultados por ABC, ese sobresalto podría venir de la mano de la llamada ‘Gran y hermosa ley’ que Trump aprobó el pasado cuatro de julio, tras ganar la votación en el Congreso por la mínima. La norma reduce impuestos a los ricos, eleva los márgenes para deducciones fiscales y reduce masivamente los gravámenes que se aplican a las propinas, las horas extra y las prestaciones a la seguridad social. Y al mismo tiempo, incrementa el gasto en defensa y en protección de fronteras. Es un ‘totum revolutum’ que conjuga dos promesas clásicas de los republicanos, menos impuestos y más seguridad, pero lo hace sin incluir una medida de contención del gasto que compense la pérdida de ingresos. En una entrevista con ABC , el exjefe de Economía del FMI, Olivier Blanchard, la definió como un «sinsentido», un estímulo fiscal innecesario en un país que tiene una tasa de desempleo del 4,1% y que no necesita empujar la demanda.Como ya se ha avanzado, la medida amenaza con volver a llevar la rentabilidad del bono estadounidense más allá del 5% y provocar una fuga de inversión en dólares. A priori, para un país como España la debilidad del principal rival del euro podría parecer positiva, pero, como explica Almudena Benedit, responsable de Gestión del banco suizo Julius Baer, hay riesgos. Principalmente, que esa volatilidad es contagiosa y puede hacer que los inversores empiecen a pedir intereses más altos por los títulos españoles, más aún si en un futuro próximo el PIB de nuestro país empieza a ralentizarse, circunstancia que todos los análisis dan por descontado. Andrei Boar, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), se expresa en la misma línea: «Si los inversores empiezan a recibir intereses altos por la deuda americana, es posible que se pregunten por qué tienen que recibir menos por la española».El experto de la UPF plantea otro posible escenario, que es un aumento de los tipos de interés en EE.UU. paralelo al incremento del déficit. Para evitar que el euro se desinflara frente al dólar, explica este economista, probablemente el BCE tendría que incrementar también sus tipos o mantenerlos altos, elevando por extensión las rentabilidades que los Estados miembro tendrían que pagar por el dinero prestado.A río revuelto, ganancia de pescadoresY hay que tener en cuenta que el último interesado en que la Reserva Federal suba los tipos es Donald Trump, pues en 2025 vence un tercio del total de la deuda que tiene EE.UU. ; principalmente, los préstamos que tuvieron que pedir durante la pandemia del Covid. Aproximadamente, suman nueve billones de dólares que tendrán que ser refinanciados, y cuanto más alto el interés, peor para el contribuyente americano. De ahí la virulencia de Trump con el presidente de la Reserva Federal, al que llegó a calificar de «imbécil». Sin embargo, la paradoja de esta polémica es que una de las razones por las que Jerome Powell no puede relajar su política monetaria es la imposición de aranceles por parte de la Casa Blanca, que amenaza con acelerar la inflación al subir el precio de las importaciones. Sea como fuere, hay analistas que no prevén aún un efecto contagio de las políticas de Trump sobre los bonos españoles. Es el caso de José Emilio Boscá , catedrático de Economía de la Universidad de Valencia e investigador de Fedea, que cree que los EE.UU. pueden asumir incluso una deuda del 137% del PIB para 2033, que es la predicción que hizo la Oficina del Presupuesto del Congreso cuando advirtió a Trump de las consecuencias que tendría su ‘Gran y hermosa ley’. En este contexto de volatilidad, también podría hacerse la lectura de que a río revuelto, ganancia de pescadores . Desde hace semanas, varios líderes europeos vienen insistiendo en la necesidad de aprovechar el momento para desafiar la hegemonía del dólar y beneficiarse de las ventajas de tener una moneda global; principalmente, una financiación más barata. El mecanismo ideal para lograrlo sería la creación de eurobonos, una propuesta que lleva años en el radar de la Unión Europea pero que hasta ahora ha fracasado por la reticencia de Alemania a compartir títulos de deuda con países menos solventes. En plena escalada de la guerra arancelaria , el pasado mes de mayo miles de inversores empezaron a deshacerse de títulos de deuda estadounidense, llevando más allá del 5% los intereses que el Gobierno federal tenía que pagar por el bono a diez años. Más que la elevada rentabilidad -síntoma de que un país es mal pagador-, lo preocupante fue que, por primera vez en mucho tiempo, el dólar dejó de ser un valor refugio en tiempos de tempestad. Y ahora, Trump ha dado más argumentos a los que desconfían de la solvencia de su administración con la aprobación de un recorte de impuestos a gran escala que podría añadirle 3,3 billones a la deuda de su país en la próxima década.El mayor emisor de bonos del mundo ha elegido el camino de la imprudencia y ahora muchos analistas se preguntan cómo afectará esto a España, un país cuya deuda lleva cinco años estancada por encima del 100% del PIB. Bien es cierto que gracias a la inflación y al crecimiento económico el déficit está bajo control (en el 3,15% en 2024), y que actualmente el Estado paga un 3,30% de interés por el bono a diez años, que es menos de lo que pagan Francia o Italia. Además, la prima de riesgo con respecto a Alemania está en los 66 puntos básicos; es decir, que los inversores exigen 0,66 puntos porcentuales más de rendimiento para comprar títulos españoles en comparación con los alemanes . Es un dato excepcional si se tiene en cuenta que allá por 2012 la diferencia llegó a ser del 6%.Noticia Relacionada estandar Si Trump anuncia un 30% de aranceles a la Unión Europea y México desde el 1 de agosto Enrique Serbeto El presidente de Estados Unidos ha cumplido con su amenaza anunciada a través de una carta publicada en Truth SocialSin embargo, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Comisión Europea llevan tiempo advirtiendo de que, a falta de reformas de calado -sobre todo en el sistema de pensiones-, esa confianza se vendrá abajo cuando el crecimiento del PIB no acompañe y, lo importante para lo que hace al caso, está al albur de cualquier ‘shock’ externo.Según los expertos consultados por ABC, ese sobresalto podría venir de la mano de la llamada ‘Gran y hermosa ley’ que Trump aprobó el pasado cuatro de julio, tras ganar la votación en el Congreso por la mínima. La norma reduce impuestos a los ricos, eleva los márgenes para deducciones fiscales y reduce masivamente los gravámenes que se aplican a las propinas, las horas extra y las prestaciones a la seguridad social. Y al mismo tiempo, incrementa el gasto en defensa y en protección de fronteras. Es un ‘totum revolutum’ que conjuga dos promesas clásicas de los republicanos, menos impuestos y más seguridad, pero lo hace sin incluir una medida de contención del gasto que compense la pérdida de ingresos. En una entrevista con ABC , el exjefe de Economía del FMI, Olivier Blanchard, la definió como un «sinsentido», un estímulo fiscal innecesario en un país que tiene una tasa de desempleo del 4,1% y que no necesita empujar la demanda.Como ya se ha avanzado, la medida amenaza con volver a llevar la rentabilidad del bono estadounidense más allá del 5% y provocar una fuga de inversión en dólares. A priori, para un país como España la debilidad del principal rival del euro podría parecer positiva, pero, como explica Almudena Benedit, responsable de Gestión del banco suizo Julius Baer, hay riesgos. Principalmente, que esa volatilidad es contagiosa y puede hacer que los inversores empiecen a pedir intereses más altos por los títulos españoles, más aún si en un futuro próximo el PIB de nuestro país empieza a ralentizarse, circunstancia que todos los análisis dan por descontado. Andrei Boar, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), se expresa en la misma línea: «Si los inversores empiezan a recibir intereses altos por la deuda americana, es posible que se pregunten por qué tienen que recibir menos por la española».El experto de la UPF plantea otro posible escenario, que es un aumento de los tipos de interés en EE.UU. paralelo al incremento del déficit. Para evitar que el euro se desinflara frente al dólar, explica este economista, probablemente el BCE tendría que incrementar también sus tipos o mantenerlos altos, elevando por extensión las rentabilidades que los Estados miembro tendrían que pagar por el dinero prestado.A río revuelto, ganancia de pescadoresY hay que tener en cuenta que el último interesado en que la Reserva Federal suba los tipos es Donald Trump, pues en 2025 vence un tercio del total de la deuda que tiene EE.UU. ; principalmente, los préstamos que tuvieron que pedir durante la pandemia del Covid. Aproximadamente, suman nueve billones de dólares que tendrán que ser refinanciados, y cuanto más alto el interés, peor para el contribuyente americano. De ahí la virulencia de Trump con el presidente de la Reserva Federal, al que llegó a calificar de «imbécil». Sin embargo, la paradoja de esta polémica es que una de las razones por las que Jerome Powell no puede relajar su política monetaria es la imposición de aranceles por parte de la Casa Blanca, que amenaza con acelerar la inflación al subir el precio de las importaciones. Sea como fuere, hay analistas que no prevén aún un efecto contagio de las políticas de Trump sobre los bonos españoles. Es el caso de José Emilio Boscá , catedrático de Economía de la Universidad de Valencia e investigador de Fedea, que cree que los EE.UU. pueden asumir incluso una deuda del 137% del PIB para 2033, que es la predicción que hizo la Oficina del Presupuesto del Congreso cuando advirtió a Trump de las consecuencias que tendría su ‘Gran y hermosa ley’. En este contexto de volatilidad, también podría hacerse la lectura de que a río revuelto, ganancia de pescadores . Desde hace semanas, varios líderes europeos vienen insistiendo en la necesidad de aprovechar el momento para desafiar la hegemonía del dólar y beneficiarse de las ventajas de tener una moneda global; principalmente, una financiación más barata. El mecanismo ideal para lograrlo sería la creación de eurobonos, una propuesta que lleva años en el radar de la Unión Europea pero que hasta ahora ha fracasado por la reticencia de Alemania a compartir títulos de deuda con países menos solventes. En plena escalada de la guerra arancelaria , el pasado mes de mayo miles de inversores empezaron a deshacerse de títulos de deuda estadounidense, llevando más allá del 5% los intereses que el Gobierno federal tenía que pagar por el bono a diez años. Más que la elevada rentabilidad -síntoma de que un país es mal pagador-, lo preocupante fue que, por primera vez en mucho tiempo, el dólar dejó de ser un valor refugio en tiempos de tempestad. Y ahora, Trump ha dado más argumentos a los que desconfían de la solvencia de su administración con la aprobación de un recorte de impuestos a gran escala que podría añadirle 3,3 billones a la deuda de su país en la próxima década.El mayor emisor de bonos del mundo ha elegido el camino de la imprudencia y ahora muchos analistas se preguntan cómo afectará esto a España, un país cuya deuda lleva cinco años estancada por encima del 100% del PIB. Bien es cierto que gracias a la inflación y al crecimiento económico el déficit está bajo control (en el 3,15% en 2024), y que actualmente el Estado paga un 3,30% de interés por el bono a diez años, que es menos de lo que pagan Francia o Italia. Además, la prima de riesgo con respecto a Alemania está en los 66 puntos básicos; es decir, que los inversores exigen 0,66 puntos porcentuales más de rendimiento para comprar títulos españoles en comparación con los alemanes . Es un dato excepcional si se tiene en cuenta que allá por 2012 la diferencia llegó a ser del 6%.Noticia Relacionada estandar Si Trump anuncia un 30% de aranceles a la Unión Europea y México desde el 1 de agosto Enrique Serbeto El presidente de Estados Unidos ha cumplido con su amenaza anunciada a través de una carta publicada en Truth SocialSin embargo, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la Comisión Europea llevan tiempo advirtiendo de que, a falta de reformas de calado -sobre todo en el sistema de pensiones-, esa confianza se vendrá abajo cuando el crecimiento del PIB no acompañe y, lo importante para lo que hace al caso, está al albur de cualquier ‘shock’ externo.Según los expertos consultados por ABC, ese sobresalto podría venir de la mano de la llamada ‘Gran y hermosa ley’ que Trump aprobó el pasado cuatro de julio, tras ganar la votación en el Congreso por la mínima. La norma reduce impuestos a los ricos, eleva los márgenes para deducciones fiscales y reduce masivamente los gravámenes que se aplican a las propinas, las horas extra y las prestaciones a la seguridad social. Y al mismo tiempo, incrementa el gasto en defensa y en protección de fronteras. Es un ‘totum revolutum’ que conjuga dos promesas clásicas de los republicanos, menos impuestos y más seguridad, pero lo hace sin incluir una medida de contención del gasto que compense la pérdida de ingresos. En una entrevista con ABC , el exjefe de Economía del FMI, Olivier Blanchard, la definió como un «sinsentido», un estímulo fiscal innecesario en un país que tiene una tasa de desempleo del 4,1% y que no necesita empujar la demanda.Como ya se ha avanzado, la medida amenaza con volver a llevar la rentabilidad del bono estadounidense más allá del 5% y provocar una fuga de inversión en dólares. A priori, para un país como España la debilidad del principal rival del euro podría parecer positiva, pero, como explica Almudena Benedit, responsable de Gestión del banco suizo Julius Baer, hay riesgos. Principalmente, que esa volatilidad es contagiosa y puede hacer que los inversores empiecen a pedir intereses más altos por los títulos españoles, más aún si en un futuro próximo el PIB de nuestro país empieza a ralentizarse, circunstancia que todos los análisis dan por descontado. Andrei Boar, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), se expresa en la misma línea: «Si los inversores empiezan a recibir intereses altos por la deuda americana, es posible que se pregunten por qué tienen que recibir menos por la española».El experto de la UPF plantea otro posible escenario, que es un aumento de los tipos de interés en EE.UU. paralelo al incremento del déficit. Para evitar que el euro se desinflara frente al dólar, explica este economista, probablemente el BCE tendría que incrementar también sus tipos o mantenerlos altos, elevando por extensión las rentabilidades que los Estados miembro tendrían que pagar por el dinero prestado.A río revuelto, ganancia de pescadoresY hay que tener en cuenta que el último interesado en que la Reserva Federal suba los tipos es Donald Trump, pues en 2025 vence un tercio del total de la deuda que tiene EE.UU. ; principalmente, los préstamos que tuvieron que pedir durante la pandemia del Covid. Aproximadamente, suman nueve billones de dólares que tendrán que ser refinanciados, y cuanto más alto el interés, peor para el contribuyente americano. De ahí la virulencia de Trump con el presidente de la Reserva Federal, al que llegó a calificar de «imbécil». Sin embargo, la paradoja de esta polémica es que una de las razones por las que Jerome Powell no puede relajar su política monetaria es la imposición de aranceles por parte de la Casa Blanca, que amenaza con acelerar la inflación al subir el precio de las importaciones. Sea como fuere, hay analistas que no prevén aún un efecto contagio de las políticas de Trump sobre los bonos españoles. Es el caso de José Emilio Boscá , catedrático de Economía de la Universidad de Valencia e investigador de Fedea, que cree que los EE.UU. pueden asumir incluso una deuda del 137% del PIB para 2033, que es la predicción que hizo la Oficina del Presupuesto del Congreso cuando advirtió a Trump de las consecuencias que tendría su ‘Gran y hermosa ley’. En este contexto de volatilidad, también podría hacerse la lectura de que a río revuelto, ganancia de pescadores . Desde hace semanas, varios líderes europeos vienen insistiendo en la necesidad de aprovechar el momento para desafiar la hegemonía del dólar y beneficiarse de las ventajas de tener una moneda global; principalmente, una financiación más barata. El mecanismo ideal para lograrlo sería la creación de eurobonos, una propuesta que lleva años en el radar de la Unión Europea pero que hasta ahora ha fracasado por la reticencia de Alemania a compartir títulos de deuda con países menos solventes. RSS de noticias de economia
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