<p>Existen el español de España y el mexicano, el castellano argentino y muchos otros más, pero nada -o <strong>casi nada, si se piensa en el chileno</strong>- se compara con el abismo entre el portugués de Brasil y el portugués de Portugal. En esa relación asimétrica en la que la ex colonia es hoy muchísimo más potente que la ex metrópolis, las tensiones son mayores que hace unos años.Algunos brasileños se refieren al país europeo como la «Guyana brasileña» y otros afirman que prefieren hablar en inglés con un portugués, porque de otra manera no los entienden.</p>
Las dos variantes de la lengua común son cada vez menos mutuamente comprensibles. La reciente política de inmigración del Gobierno de Lisboa, impopular en la antigua colonia, ensancha la separación cultural y lingüística
<p>Existen el español de España y el mexicano, el castellano argentino y muchos otros más, pero nada -o <strong>casi nada, si se piensa en el chileno</strong>- se compara con el abismo entre el portugués de Brasil y el portugués de Portugal. En esa relación asimétrica en la que la ex colonia es hoy muchísimo más potente que la ex metrópolis, las tensiones son mayores que hace unos años.Algunos brasileños se refieren al país europeo como la «Guyana brasileña» y otros afirman que prefieren hablar en inglés con un portugués, porque de otra manera no los entienden.</p>
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