El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado, este lunes, un plan de choque para garantizar la convivencia en el barrio de Sant Antoni. Un plan de acción que incluye medidas de limpieza, de seguridad y que pretende combatir el incivismo. El proyecto incluye desarticular gran parte del mobiliario público de la superilla que instauró allí el gobierno de Ada Colau (Comunes). El ejecutivo de Jaume Collboni (PSC), como ya hizo con el urbanismo táctico de la calle Pelai, quiere desmantelar -por ahora- el 30% del diseño de la Illa Sant Antoni y aprovechar para acabar transformado la zona en algo similar al actual Consell de Cent, eliminando el mobiliario de madera. El alcalde accidental y regidor del Eixample, Jordi Valls, ha explicado que creando un proyecto “definitivo se acabará diseñando una nueva realidad urbana”. Valls ha admitido que el mobiliario urbano de la Illa Sant Antoni produce una dicotomía y lo utilizan tanto vecinos como otras personas con “problemas de sin hogarismo y adicciones”. Con el nuevo plan y las obras del próximo abril, el Consistorio asegura que la degradación del espacio se revertirá.
Vecinos y comerciantes denuncian que la situación hace años que se cocina a fuego lento, pero que en un año se ha vuelto “insostenible”
El Ayuntamiento de Barcelona ha presentado, este lunes, un plan de choque para garantizar la convivencia en el barrio de Sant Antoni. Un plan de acción que incluye medidas de limpieza, de seguridad y que pretende combatir el incivismo. El proyecto incluye desarticular gran parte del mobiliario público de la superilla que instauró allí el gobierno de Ada Colau (Comunes). El ejecutivo de Jaume Collboni (PSC), como ya hizo con el urbanismo táctico de la calle Pelai, quiere desmantelar -por ahora- el 30% del diseño de la Illa Sant Antoni y aprovechar para acabar transformado la zona en algo similar al actual Consell de Cent, eliminando el mobiliario de madera. El alcalde accidental y regidor del Eixample, Jordi Valls, ha explicado que creando un proyecto “definitivo se acabará diseñando una nueva realidad urbana”. Valls ha admitido que el mobiliario urbano de la Illa Sant Antoni produce una dicotomía y lo utilizan tanto vecinos como otras personas con “problemas de sin hogarismo y adicciones”. Con el nuevo plan y las obras del próximo abril, el Consistorio asegura que la degradación del espacio se revertirá.
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