<p>El Real Madrid femenino se rearma este verano con acento del norte. Bajo la nueva batuta de <strong>Pau Quesada</strong>, el equipo ha iniciado un viraje estratégico en el que las jugadoras escandinavas ocupan un papel protagonista.No es una apuesta puntual, sino una tendencia que empieza a definir la nueva identidad blanca. En este mercado, el club ha mirado con decisión hacia Escandinavia, una región que en los últimos años se ha consolidado como cantera de talento. De allí proceden tres de las nuevas incorporaciones: la danesa <strong>Sara Holmgaard</strong> y las suecas <strong>Hanna Bennison</strong> y <strong>Bella Andersson</strong>.</p>
Holmgaard, Bennison y Anderson fortalecen un equipo que busca ganar cohesión y apetito competitivo. La vía escandinava ya ha sido seguida por los grandes de Europa
<p>El Real Madrid femenino se rearma este verano con acento del norte. Bajo la nueva batuta de <strong>Pau Quesada</strong>, el equipo ha iniciado un viraje estratégico en el que las jugadoras escandinavas ocupan un papel protagonista.No es una apuesta puntual, sino una tendencia que empieza a definir la nueva identidad blanca. En este mercado, el club ha mirado con decisión hacia Escandinavia, una región que en los últimos años se ha consolidado como cantera de talento. De allí proceden tres de las nuevas incorporaciones: la danesa <strong>Sara Holmgaard</strong> y las suecas <strong>Hanna Bennison</strong> y <strong>Bella Andersson</strong>.</p>
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