A ocho días del comienzo de las hostilidades ligueras frente al Elche de un viejo conocido, Eder Sarabia, el Real Betis tiene casi configurada su plantilla y Manuel Pellegrini, aún por configurar el equipo. Con el mayor gasto en fichajes desde 2019, auspiciado por los mayores ingresos desde no sé cuándo, falta ajustar las piezas para que el engranaje no chirríe ya con puntos en juego. Que lo haya hecho en pretemporada entra dentro de lo normal, salvo para aquellos jartibles que desde el primer bolo se enrocan en los defectos, más aún con los incorporados empezando a conocer a su nueva familia política y tratando de empatizar con el patriarca, por la cuenta que les trae.Sí resulta cierto que, por lo visto hasta ahora, el equipo parece sobrado en ataque y con debilidades en defensa, unas derivadas de falta de concentración, otras por las limitaciones de los protagonistas, algunas grupales ante la falta de solidez defensiva del centro del campo, que cambiará su fisonomía sustancialmente cuando todos los que están y el que se espera, sean.Es una obviedad que en la portería se ha conseguido valor con Valles y Pau López, que en el lateral izquierdo se ha firmado a un Junior al que no le costará mucho superar lo hecho por Perraud y que en ataque Riquelme aportará la regularidad que no tenía Jesús Rodríguez, mientras Abde se recupera y ofrece garantías de la mejora en su juego exhibida al final de la temporada pasada. El resto de las incorporaciones son por ahora incógnitas a desvelar en plena competición.Dicen los expertos, que el puesto de lateral derecho es, con mucho, el más difícil de cubrir en el mercado actual. El Betis cojea ahora mismo por ahí. Bellerín plantea dudas, tantas como esperanzas se depositan en Ortiz, el chaval de la cantera que tan buenas prestaciones ofreció hasta lesionarse la pasada campaña. No sería de extrañar que Aitor Rubial, un gran comodín, siguiera teniendo protagonismo en la zaga. Hay plantel para aspirar a grandes cosas, falta darle el equilibrio necesario para que los goles en contra no fagociten los a favor. Pellegrini está en ello. A ocho días del comienzo de las hostilidades ligueras frente al Elche de un viejo conocido, Eder Sarabia, el Real Betis tiene casi configurada su plantilla y Manuel Pellegrini, aún por configurar el equipo. Con el mayor gasto en fichajes desde 2019, auspiciado por los mayores ingresos desde no sé cuándo, falta ajustar las piezas para que el engranaje no chirríe ya con puntos en juego. Que lo haya hecho en pretemporada entra dentro de lo normal, salvo para aquellos jartibles que desde el primer bolo se enrocan en los defectos, más aún con los incorporados empezando a conocer a su nueva familia política y tratando de empatizar con el patriarca, por la cuenta que les trae.Sí resulta cierto que, por lo visto hasta ahora, el equipo parece sobrado en ataque y con debilidades en defensa, unas derivadas de falta de concentración, otras por las limitaciones de los protagonistas, algunas grupales ante la falta de solidez defensiva del centro del campo, que cambiará su fisonomía sustancialmente cuando todos los que están y el que se espera, sean.Es una obviedad que en la portería se ha conseguido valor con Valles y Pau López, que en el lateral izquierdo se ha firmado a un Junior al que no le costará mucho superar lo hecho por Perraud y que en ataque Riquelme aportará la regularidad que no tenía Jesús Rodríguez, mientras Abde se recupera y ofrece garantías de la mejora en su juego exhibida al final de la temporada pasada. El resto de las incorporaciones son por ahora incógnitas a desvelar en plena competición.Dicen los expertos, que el puesto de lateral derecho es, con mucho, el más difícil de cubrir en el mercado actual. El Betis cojea ahora mismo por ahí. Bellerín plantea dudas, tantas como esperanzas se depositan en Ortiz, el chaval de la cantera que tan buenas prestaciones ofreció hasta lesionarse la pasada campaña. No sería de extrañar que Aitor Rubial, un gran comodín, siguiera teniendo protagonismo en la zaga. Hay plantel para aspirar a grandes cosas, falta darle el equilibrio necesario para que los goles en contra no fagociten los a favor. Pellegrini está en ello. A ocho días del comienzo de las hostilidades ligueras frente al Elche de un viejo conocido, Eder Sarabia, el Real Betis tiene casi configurada su plantilla y Manuel Pellegrini, aún por configurar el equipo. Con el mayor gasto en fichajes desde 2019, auspiciado por los mayores ingresos desde no sé cuándo, falta ajustar las piezas para que el engranaje no chirríe ya con puntos en juego. Que lo haya hecho en pretemporada entra dentro de lo normal, salvo para aquellos jartibles que desde el primer bolo se enrocan en los defectos, más aún con los incorporados empezando a conocer a su nueva familia política y tratando de empatizar con el patriarca, por la cuenta que les trae.Sí resulta cierto que, por lo visto hasta ahora, el equipo parece sobrado en ataque y con debilidades en defensa, unas derivadas de falta de concentración, otras por las limitaciones de los protagonistas, algunas grupales ante la falta de solidez defensiva del centro del campo, que cambiará su fisonomía sustancialmente cuando todos los que están y el que se espera, sean.Es una obviedad que en la portería se ha conseguido valor con Valles y Pau López, que en el lateral izquierdo se ha firmado a un Junior al que no le costará mucho superar lo hecho por Perraud y que en ataque Riquelme aportará la regularidad que no tenía Jesús Rodríguez, mientras Abde se recupera y ofrece garantías de la mejora en su juego exhibida al final de la temporada pasada. El resto de las incorporaciones son por ahora incógnitas a desvelar en plena competición.Dicen los expertos, que el puesto de lateral derecho es, con mucho, el más difícil de cubrir en el mercado actual. El Betis cojea ahora mismo por ahí. Bellerín plantea dudas, tantas como esperanzas se depositan en Ortiz, el chaval de la cantera que tan buenas prestaciones ofreció hasta lesionarse la pasada campaña. No sería de extrañar que Aitor Rubial, un gran comodín, siguiera teniendo protagonismo en la zaga. Hay plantel para aspirar a grandes cosas, falta darle el equilibrio necesario para que los goles en contra no fagociten los a favor. Pellegrini está en ello. RSS de noticias de deportes
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Hay plantel, falta equilibrio
agosto 9, 2025
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