Durante años, la empresa sevillana Abengoa, fundada en 1941 por Javier Benjumea y José Manuel Abaurre , fue sinónimo de éxito. Una suerte de Rey Midas de las energías renovables que convertía en oro todo lo que caía bajo su estela. Los nuevos graduados de las escuelas de Ingenería soñaban con trabajar en las oficinas del gigante del hidrógeno, que llegó a cotizar en Wall Street y, por supuesto, en el Ibex 35. Hasta que la compañía hizo ‘crack’. Ahogada por una deuda que alcanzó los 25.000 millones , la firma protagonizó el mayor concurso de acreedores de la historia empresarial española en el año 2021. Sus activos se terminaron vendiendo. El símbolo de la economía verde –ya bajo la batuta del hijo del fundador, Felipe Benjumea– se había esfumado. Pero el desplome financiero no ha sido la única sombra que oscurece la historia de la emblemática empresa de la economía verde. El ‘caso Montoro’ ha situado a la desaparecida Abengoa bajo los focos de la Justicia. El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Tarragona, Rubén Rus, investiga al exministro de Hacienda Cristóbal Montoro por utilizar supuestamente su cargo en el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) para modificar leyes con las que beneficiar a Abengoa y a otras empresas que eran clientes del despacho fundado por él en 2006, Equipo Económico. Antes de retornar a la política en 2008, Montoro dejó las riendas de la consultora en manos de Ricardo Martínez Rico, su «hombre de confianza» , según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El hermano de su socio en el bufete, Felipe Martínez, era su jefe de Gabinete en el Ministerio. Abengoa era uno de los principales clientes de Equipo Económico (si no el que más), al que pagó casi cinco millones de euros entre 2008 y 2017 por su asesoramiento, mientras se estuvo beneficiando de las reformas en el sector de las renovables y medidas fiscales impulsadas por Hacienda.Ricardo Martínez Rico, que había sido secretario de Estado de Presupuestos entre 2003 y 2004, tenía intereses en la firma sevillana. Desde 2007 era consejero de la filial Abengoa Bioenergía SA . En 2012 pasó a sentarse en el consejo de la empresa matriz. Según el informe entregado al juez por los Mossos d’Esquadra, con su fichaje el grupo andaluz se procuraba «una conexión directa» con el Ministerio de Hacienda de los gobiernos del PP. No era la primera vez que antiguos altos cargos del PSOE y PP desembarcan en Abengoa a través de esas ‘puertas giratorias’ que relacionan al poder con los consejos de administración de las grandes empresas. Pero sí la única ocasión en que la firma sevillana se pilla los dedos con el fichaje del antiguo socio de Montoro, a la espera del desenlace de esta instrucción que, de manera inédita, ha permanecido siete años bajo secreto de sumario.«Abengoa siempre ha estado cerca del poder político», afirma la Policía Autonómica catalana en su informe. Al menos ha procurado estarlo recurriendo a personalidades de la política o cercanas a ella. En 2005, cuando el negocio de las renovables empezaba a despegar, Abengoa incorporó como consejero independiente a Carlos Sebastián, hermano del entonces jefe de la Oficina Económica del presidente del Gobierno y, posteriormente, ministro de Industria, Miguel Sebastián , en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). Josep Borrell, consejero tras dejar el Parlamento europeoEn 2009, dos años después de dejar la Presidencia del Parlamento europeo, el socialista Josep Borrell entró a formar parte del consejo de la multinacional sevillana como miembro independiente. Cesó en noviembre de 2016. Antes de ser nombrado secretario de Estado de Energía entre 2018 y 2020, con el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), el fallecid o José Domínguez Abascal asumió la presidencia de Abengoa por un breve periodo, entre septiembre de 2015 y febrero de 2016, en los momentos críticos de la empresa.Durante la etapa de Mariano Rajoy (PP), Montoro mantuvo un pulso con el ministro de Industria, José Manuel Soria, que trascendió a los medios de comunicación. Consiguió que el Ejecutivo «otorgase un tratamiento más suave del inicialmente previsto» a las renovables, según el informe policial. Gracias al mantenimiento de las primas al sector, Abengoa se disparó en la Bolsa española en 2014. Fue un espejismo pasajero . El negocio entró en barrena un año después y ya no levantó cabeza. Durante años, la empresa sevillana Abengoa, fundada en 1941 por Javier Benjumea y José Manuel Abaurre , fue sinónimo de éxito. Una suerte de Rey Midas de las energías renovables que convertía en oro todo lo que caía bajo su estela. Los nuevos graduados de las escuelas de Ingenería soñaban con trabajar en las oficinas del gigante del hidrógeno, que llegó a cotizar en Wall Street y, por supuesto, en el Ibex 35. Hasta que la compañía hizo ‘crack’. Ahogada por una deuda que alcanzó los 25.000 millones , la firma protagonizó el mayor concurso de acreedores de la historia empresarial española en el año 2021. Sus activos se terminaron vendiendo. El símbolo de la economía verde –ya bajo la batuta del hijo del fundador, Felipe Benjumea– se había esfumado. Pero el desplome financiero no ha sido la única sombra que oscurece la historia de la emblemática empresa de la economía verde. El ‘caso Montoro’ ha situado a la desaparecida Abengoa bajo los focos de la Justicia. El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Tarragona, Rubén Rus, investiga al exministro de Hacienda Cristóbal Montoro por utilizar supuestamente su cargo en el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) para modificar leyes con las que beneficiar a Abengoa y a otras empresas que eran clientes del despacho fundado por él en 2006, Equipo Económico. Antes de retornar a la política en 2008, Montoro dejó las riendas de la consultora en manos de Ricardo Martínez Rico, su «hombre de confianza» , según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El hermano de su socio en el bufete, Felipe Martínez, era su jefe de Gabinete en el Ministerio. Abengoa era uno de los principales clientes de Equipo Económico (si no el que más), al que pagó casi cinco millones de euros entre 2008 y 2017 por su asesoramiento, mientras se estuvo beneficiando de las reformas en el sector de las renovables y medidas fiscales impulsadas por Hacienda.Ricardo Martínez Rico, que había sido secretario de Estado de Presupuestos entre 2003 y 2004, tenía intereses en la firma sevillana. Desde 2007 era consejero de la filial Abengoa Bioenergía SA . En 2012 pasó a sentarse en el consejo de la empresa matriz. Según el informe entregado al juez por los Mossos d’Esquadra, con su fichaje el grupo andaluz se procuraba «una conexión directa» con el Ministerio de Hacienda de los gobiernos del PP. No era la primera vez que antiguos altos cargos del PSOE y PP desembarcan en Abengoa a través de esas ‘puertas giratorias’ que relacionan al poder con los consejos de administración de las grandes empresas. Pero sí la única ocasión en que la firma sevillana se pilla los dedos con el fichaje del antiguo socio de Montoro, a la espera del desenlace de esta instrucción que, de manera inédita, ha permanecido siete años bajo secreto de sumario.«Abengoa siempre ha estado cerca del poder político», afirma la Policía Autonómica catalana en su informe. Al menos ha procurado estarlo recurriendo a personalidades de la política o cercanas a ella. En 2005, cuando el negocio de las renovables empezaba a despegar, Abengoa incorporó como consejero independiente a Carlos Sebastián, hermano del entonces jefe de la Oficina Económica del presidente del Gobierno y, posteriormente, ministro de Industria, Miguel Sebastián , en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). Josep Borrell, consejero tras dejar el Parlamento europeoEn 2009, dos años después de dejar la Presidencia del Parlamento europeo, el socialista Josep Borrell entró a formar parte del consejo de la multinacional sevillana como miembro independiente. Cesó en noviembre de 2016. Antes de ser nombrado secretario de Estado de Energía entre 2018 y 2020, con el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), el fallecid o José Domínguez Abascal asumió la presidencia de Abengoa por un breve periodo, entre septiembre de 2015 y febrero de 2016, en los momentos críticos de la empresa.Durante la etapa de Mariano Rajoy (PP), Montoro mantuvo un pulso con el ministro de Industria, José Manuel Soria, que trascendió a los medios de comunicación. Consiguió que el Ejecutivo «otorgase un tratamiento más suave del inicialmente previsto» a las renovables, según el informe policial. Gracias al mantenimiento de las primas al sector, Abengoa se disparó en la Bolsa española en 2014. Fue un espejismo pasajero . El negocio entró en barrena un año después y ya no levantó cabeza. Durante años, la empresa sevillana Abengoa, fundada en 1941 por Javier Benjumea y José Manuel Abaurre , fue sinónimo de éxito. Una suerte de Rey Midas de las energías renovables que convertía en oro todo lo que caía bajo su estela. Los nuevos graduados de las escuelas de Ingenería soñaban con trabajar en las oficinas del gigante del hidrógeno, que llegó a cotizar en Wall Street y, por supuesto, en el Ibex 35. Hasta que la compañía hizo ‘crack’. Ahogada por una deuda que alcanzó los 25.000 millones , la firma protagonizó el mayor concurso de acreedores de la historia empresarial española en el año 2021. Sus activos se terminaron vendiendo. El símbolo de la economía verde –ya bajo la batuta del hijo del fundador, Felipe Benjumea– se había esfumado. Pero el desplome financiero no ha sido la única sombra que oscurece la historia de la emblemática empresa de la economía verde. El ‘caso Montoro’ ha situado a la desaparecida Abengoa bajo los focos de la Justicia. El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Tarragona, Rubén Rus, investiga al exministro de Hacienda Cristóbal Montoro por utilizar supuestamente su cargo en el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) para modificar leyes con las que beneficiar a Abengoa y a otras empresas que eran clientes del despacho fundado por él en 2006, Equipo Económico. Antes de retornar a la política en 2008, Montoro dejó las riendas de la consultora en manos de Ricardo Martínez Rico, su «hombre de confianza» , según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. El hermano de su socio en el bufete, Felipe Martínez, era su jefe de Gabinete en el Ministerio. Abengoa era uno de los principales clientes de Equipo Económico (si no el que más), al que pagó casi cinco millones de euros entre 2008 y 2017 por su asesoramiento, mientras se estuvo beneficiando de las reformas en el sector de las renovables y medidas fiscales impulsadas por Hacienda.Ricardo Martínez Rico, que había sido secretario de Estado de Presupuestos entre 2003 y 2004, tenía intereses en la firma sevillana. Desde 2007 era consejero de la filial Abengoa Bioenergía SA . En 2012 pasó a sentarse en el consejo de la empresa matriz. Según el informe entregado al juez por los Mossos d’Esquadra, con su fichaje el grupo andaluz se procuraba «una conexión directa» con el Ministerio de Hacienda de los gobiernos del PP. No era la primera vez que antiguos altos cargos del PSOE y PP desembarcan en Abengoa a través de esas ‘puertas giratorias’ que relacionan al poder con los consejos de administración de las grandes empresas. Pero sí la única ocasión en que la firma sevillana se pilla los dedos con el fichaje del antiguo socio de Montoro, a la espera del desenlace de esta instrucción que, de manera inédita, ha permanecido siete años bajo secreto de sumario.«Abengoa siempre ha estado cerca del poder político», afirma la Policía Autonómica catalana en su informe. Al menos ha procurado estarlo recurriendo a personalidades de la política o cercanas a ella. En 2005, cuando el negocio de las renovables empezaba a despegar, Abengoa incorporó como consejero independiente a Carlos Sebastián, hermano del entonces jefe de la Oficina Económica del presidente del Gobierno y, posteriormente, ministro de Industria, Miguel Sebastián , en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). Josep Borrell, consejero tras dejar el Parlamento europeoEn 2009, dos años después de dejar la Presidencia del Parlamento europeo, el socialista Josep Borrell entró a formar parte del consejo de la multinacional sevillana como miembro independiente. Cesó en noviembre de 2016. Antes de ser nombrado secretario de Estado de Energía entre 2018 y 2020, con el Gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), el fallecid o José Domínguez Abascal asumió la presidencia de Abengoa por un breve periodo, entre septiembre de 2015 y febrero de 2016, en los momentos críticos de la empresa.Durante la etapa de Mariano Rajoy (PP), Montoro mantuvo un pulso con el ministro de Industria, José Manuel Soria, que trascendió a los medios de comunicación. Consiguió que el Ejecutivo «otorgase un tratamiento más suave del inicialmente previsto» a las renovables, según el informe policial. Gracias al mantenimiento de las primas al sector, Abengoa se disparó en la Bolsa española en 2014. Fue un espejismo pasajero . El negocio entró en barrena un año después y ya no levantó cabeza. RSS de noticias de espana/andalucia
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