Como cualquier niño de la ‘generación EGB’, lo primero que hacía Juan José Montijano con su «paga semanal» era ir al kiosco. Pero él no se pirraba por las ‘chuches’; lo que más le atraían eran las novelas policiacas que allí vendían y, en concreto, las de Agatha Christie. «Cuando vi por primera vez ‘Diez negritos’, no pude resistirme. Tendría 11 o 12 años y me quedé fascinado», recuerda. Su interés fue en aumento e intentó hacerse con todo tipo de bibliografía de la autora británica, así como maquetas, carteles y atrezo de sus películas. Hoy es autor de tres libros sobre la llamada ‘reina del crimen’ y atesora una de las mayores colecciones de su particular universo. Este es el que nutre una exposición que se puede ver hasta el 29 de junio en la sala municipal de Las Francesas en Valladolid.Con 500 objetos de su propiedad, presume el comisario que es la primera «gran» retrospectiva que se hace en España sobre la vida y obra de la célebre escritora: «Resulta paradójico que habiendo una multiplicidad de eventos relacionados con la novela policiaca y negra repartidos por la geografía española no se hubiera hecho nada parecido hasta el momento». Sobre estas líneas atrezo que se puede ver en la exposición, entre ellos el utilizado en la serie ‘Mis Marple’, y libros sobre la autora y sus personajes R. ORTEGAEl recorrido se articula en cinco espacios. Los primeros se adentran en la vida personal de la autora: desde su familia, a sus viajes y sus matrimonios hasta su extraña desaparición en 1926. En ella se traslada cómo le influyó el hogar «intelectual» en el que se crió en una época –finales del siglo XIX– en la que «la mujer tenía un papel absolutamente relegado a la manutención y cuidado de la familia» También su estancia primero en París, donde se trasladó con su madre para estudiar ‘bel canto’ –se dio cuenta de que no era lo suyo– y más tarde en África, Oceanía y Norteamerica junto a sus dos maridos: el oficial Archibald Christie y el arqueólogo Max Mallowan: «Fue una persona que vivió tanta dosis de aventuras que supuso un auténtico revulsivo para ella y lo plasmó en sus novelas», detalla el comisario, profesor de Filología Hispánica en la Universidad de Granada, para quien la autora de ‘Asesinato en el Orient Express’ fue «una auténtica esponja literaria que lo absorbía todo». «Yo la vengo a denominar una pintora, una observadora de la realidad. Toda su obra, aunque nos parezca lo más nimio o fantasioso, está basada en acontecimientos, noticias, algo que le sucedió a sus amigos… Por eso es tan realista».La exposición recoge también sus principales referencias literarias. La primera, «sin lugar a dudas», su vecino y amigo Arthur Conan Doyle, creador del Sherlock Holmes, que inspiró al detective Hércules Poirot de Christie, uno de sus personajes más míticos junto a Miss Marple. Juan José Montijano cree que la razón de que ambos triunfaran es que «todos tenemos algo de ellos. Somos un poco Miss Marple. Siempre queremos saber un poco más de lo que nos cuentan». Los dos tienen protagonismo en la sección dedicada a su producción literaria. También el Orient Express, el servicio ferroviario que se convirtió en símbolo del lujo, así como los métodos de los que se valían los criminales de sus novelas para conseguir su propósito, entre los que la autora consideraba el veneno la manera «más divertida» de matar. Concluye la muestra, producida por Contemporánea y el apoyo de la Fundación Municipal de Cultura, con la influencia que la británica tuvo en la gran pantalla y en televisión. Recuerda el comisario que, curiosamente, ella «aborreció» todas las versiones cinematográficas que se hicieron de su obra salvo la producción ‘Testigo de cargo’, que Billy Wilder realizó en 1957. En este espacio se muestran algunos de los objetos de atrezo que le fueron más difíciles conseguir, como una guía del episodio ‘Muerte en el Nilo’ de la serie Poirot y uno de los sombreros que lució su protagonista, el actor David Suchet. Al comisario le gustaría que el visitante se quedase con la sensación de que la británica sigue estando «muy vigente» y que fue una autora «muy femenina y feminista, que abrió camino para que la mujer pudiera escribir novela policiaca». Como cualquier niño de la ‘generación EGB’, lo primero que hacía Juan José Montijano con su «paga semanal» era ir al kiosco. Pero él no se pirraba por las ‘chuches’; lo que más le atraían eran las novelas policiacas que allí vendían y, en concreto, las de Agatha Christie. «Cuando vi por primera vez ‘Diez negritos’, no pude resistirme. Tendría 11 o 12 años y me quedé fascinado», recuerda. Su interés fue en aumento e intentó hacerse con todo tipo de bibliografía de la autora británica, así como maquetas, carteles y atrezo de sus películas. Hoy es autor de tres libros sobre la llamada ‘reina del crimen’ y atesora una de las mayores colecciones de su particular universo. Este es el que nutre una exposición que se puede ver hasta el 29 de junio en la sala municipal de Las Francesas en Valladolid.Con 500 objetos de su propiedad, presume el comisario que es la primera «gran» retrospectiva que se hace en España sobre la vida y obra de la célebre escritora: «Resulta paradójico que habiendo una multiplicidad de eventos relacionados con la novela policiaca y negra repartidos por la geografía española no se hubiera hecho nada parecido hasta el momento». Sobre estas líneas atrezo que se puede ver en la exposición, entre ellos el utilizado en la serie ‘Mis Marple’, y libros sobre la autora y sus personajes R. ORTEGAEl recorrido se articula en cinco espacios. Los primeros se adentran en la vida personal de la autora: desde su familia, a sus viajes y sus matrimonios hasta su extraña desaparición en 1926. En ella se traslada cómo le influyó el hogar «intelectual» en el que se crió en una época –finales del siglo XIX– en la que «la mujer tenía un papel absolutamente relegado a la manutención y cuidado de la familia» También su estancia primero en París, donde se trasladó con su madre para estudiar ‘bel canto’ –se dio cuenta de que no era lo suyo– y más tarde en África, Oceanía y Norteamerica junto a sus dos maridos: el oficial Archibald Christie y el arqueólogo Max Mallowan: «Fue una persona que vivió tanta dosis de aventuras que supuso un auténtico revulsivo para ella y lo plasmó en sus novelas», detalla el comisario, profesor de Filología Hispánica en la Universidad de Granada, para quien la autora de ‘Asesinato en el Orient Express’ fue «una auténtica esponja literaria que lo absorbía todo». «Yo la vengo a denominar una pintora, una observadora de la realidad. Toda su obra, aunque nos parezca lo más nimio o fantasioso, está basada en acontecimientos, noticias, algo que le sucedió a sus amigos… Por eso es tan realista».La exposición recoge también sus principales referencias literarias. La primera, «sin lugar a dudas», su vecino y amigo Arthur Conan Doyle, creador del Sherlock Holmes, que inspiró al detective Hércules Poirot de Christie, uno de sus personajes más míticos junto a Miss Marple. Juan José Montijano cree que la razón de que ambos triunfaran es que «todos tenemos algo de ellos. Somos un poco Miss Marple. Siempre queremos saber un poco más de lo que nos cuentan». Los dos tienen protagonismo en la sección dedicada a su producción literaria. También el Orient Express, el servicio ferroviario que se convirtió en símbolo del lujo, así como los métodos de los que se valían los criminales de sus novelas para conseguir su propósito, entre los que la autora consideraba el veneno la manera «más divertida» de matar. Concluye la muestra, producida por Contemporánea y el apoyo de la Fundación Municipal de Cultura, con la influencia que la británica tuvo en la gran pantalla y en televisión. Recuerda el comisario que, curiosamente, ella «aborreció» todas las versiones cinematográficas que se hicieron de su obra salvo la producción ‘Testigo de cargo’, que Billy Wilder realizó en 1957. En este espacio se muestran algunos de los objetos de atrezo que le fueron más difíciles conseguir, como una guía del episodio ‘Muerte en el Nilo’ de la serie Poirot y uno de los sombreros que lució su protagonista, el actor David Suchet. Al comisario le gustaría que el visitante se quedase con la sensación de que la británica sigue estando «muy vigente» y que fue una autora «muy femenina y feminista, que abrió camino para que la mujer pudiera escribir novela policiaca». Como cualquier niño de la ‘generación EGB’, lo primero que hacía Juan José Montijano con su «paga semanal» era ir al kiosco. Pero él no se pirraba por las ‘chuches’; lo que más le atraían eran las novelas policiacas que allí vendían y, en concreto, las de Agatha Christie. «Cuando vi por primera vez ‘Diez negritos’, no pude resistirme. Tendría 11 o 12 años y me quedé fascinado», recuerda. Su interés fue en aumento e intentó hacerse con todo tipo de bibliografía de la autora británica, así como maquetas, carteles y atrezo de sus películas. Hoy es autor de tres libros sobre la llamada ‘reina del crimen’ y atesora una de las mayores colecciones de su particular universo. Este es el que nutre una exposición que se puede ver hasta el 29 de junio en la sala municipal de Las Francesas en Valladolid.Con 500 objetos de su propiedad, presume el comisario que es la primera «gran» retrospectiva que se hace en España sobre la vida y obra de la célebre escritora: «Resulta paradójico que habiendo una multiplicidad de eventos relacionados con la novela policiaca y negra repartidos por la geografía española no se hubiera hecho nada parecido hasta el momento». Sobre estas líneas atrezo que se puede ver en la exposición, entre ellos el utilizado en la serie ‘Mis Marple’, y libros sobre la autora y sus personajes R. ORTEGAEl recorrido se articula en cinco espacios. Los primeros se adentran en la vida personal de la autora: desde su familia, a sus viajes y sus matrimonios hasta su extraña desaparición en 1926. En ella se traslada cómo le influyó el hogar «intelectual» en el que se crió en una época –finales del siglo XIX– en la que «la mujer tenía un papel absolutamente relegado a la manutención y cuidado de la familia» También su estancia primero en París, donde se trasladó con su madre para estudiar ‘bel canto’ –se dio cuenta de que no era lo suyo– y más tarde en África, Oceanía y Norteamerica junto a sus dos maridos: el oficial Archibald Christie y el arqueólogo Max Mallowan: «Fue una persona que vivió tanta dosis de aventuras que supuso un auténtico revulsivo para ella y lo plasmó en sus novelas», detalla el comisario, profesor de Filología Hispánica en la Universidad de Granada, para quien la autora de ‘Asesinato en el Orient Express’ fue «una auténtica esponja literaria que lo absorbía todo». «Yo la vengo a denominar una pintora, una observadora de la realidad. Toda su obra, aunque nos parezca lo más nimio o fantasioso, está basada en acontecimientos, noticias, algo que le sucedió a sus amigos… Por eso es tan realista».La exposición recoge también sus principales referencias literarias. La primera, «sin lugar a dudas», su vecino y amigo Arthur Conan Doyle, creador del Sherlock Holmes, que inspiró al detective Hércules Poirot de Christie, uno de sus personajes más míticos junto a Miss Marple. Juan José Montijano cree que la razón de que ambos triunfaran es que «todos tenemos algo de ellos. Somos un poco Miss Marple. Siempre queremos saber un poco más de lo que nos cuentan». Los dos tienen protagonismo en la sección dedicada a su producción literaria. También el Orient Express, el servicio ferroviario que se convirtió en símbolo del lujo, así como los métodos de los que se valían los criminales de sus novelas para conseguir su propósito, entre los que la autora consideraba el veneno la manera «más divertida» de matar. Concluye la muestra, producida por Contemporánea y el apoyo de la Fundación Municipal de Cultura, con la influencia que la británica tuvo en la gran pantalla y en televisión. Recuerda el comisario que, curiosamente, ella «aborreció» todas las versiones cinematográficas que se hicieron de su obra salvo la producción ‘Testigo de cargo’, que Billy Wilder realizó en 1957. En este espacio se muestran algunos de los objetos de atrezo que le fueron más difíciles conseguir, como una guía del episodio ‘Muerte en el Nilo’ de la serie Poirot y uno de los sombreros que lució su protagonista, el actor David Suchet. Al comisario le gustaría que el visitante se quedase con la sensación de que la británica sigue estando «muy vigente» y que fue una autora «muy femenina y feminista, que abrió camino para que la mujer pudiera escribir novela policiaca». RSS de noticias de espana
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