<p class=»ue-c-article__paragraph»>En Eatica, la clínica de la zona alta de Barcelona donde lleva ingresada un año y medio, <strong>Anna Guirado </strong>habla con EL MUNDO del trastorno de la conducta alimentaria (TCA) que le ha cambiado la vida. Fue una de las mejores corredoras de montaña de España, toda una promesa, subcampeona del mundo sub-23 en 2021 y hoy no sabe muy cómo definirse.</p>
Ingresada en el centro Eatica de Barcelona, la corredora dejó de comer para ganar más carreras e incluso falsificó un informe médico para que le dejaran competir. «He abandonado el sueño de ser deportista y me siento muy sola», reconoce
<p class=»ue-c-article__paragraph»>En Eatica, la clínica de la zona alta de Barcelona donde lleva ingresada un año y medio, <strong>Anna Guirado </strong>habla con EL MUNDO del trastorno de la conducta alimentaria (TCA) que le ha cambiado la vida. Fue una de las mejores corredoras de montaña de España, toda una promesa, subcampeona del mundo sub-23 en 2021 y hoy no sabe muy cómo definirse.</p>
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