La situación que está viviendo Antony en Manchester no es nada fácil. Apartado de su club, rechazando todas las ofertas que van llegando y pidiendo que lo dejen salir al Betis , el brasileño ve cómo el United le amenaza a él y a otros jugadores que están también apartados (Malacia, Garnacho, Sancho) con tener que ejercitarse con el equipo filial. No fueron citados para la gira en Estados Unidos y a la vuelta del equipo todo se va a tensar de nuevo. La voluntad del futbolista es clave en este sentido, dado que le da al Betis toda la fuerza que no tiene en el mercado ante las exigencias del club inglés y las propuestas de otras entidades. Teniendo en cuenta esa ventaja del deseo de Antony de regresar por encima de cualquier cosa, los verdiblancos trazaron un plan que sólo tendría ejecución en el tramo final del mercado, según se prevé. Ahora lo que hay encima de la mesa es una cesión sin obligación de compra. Y ya se verá, si la situación se mantiene hasta el final, si el Betis es capaz de incluir alguna posibilidad de compra por porcentaje que acepte el United, pero todo eso se comprobará en esas horas decisivas en las que en Heliópolis suelen saber moverse bien.Por ello, el Betis no tiene previsto hacer ningún movimiento más concreto por Antony directamente entre clubes . El United sólo admite la venta por una cifra que ronda los 40 millones de euros y el Betis no se ve en condiciones de asumir ni ese precio de traspaso ni el salario que el futbolista tendría en caso de llegada en propiedad. Ahí hay cuatro posiciones bien marcadas: el Betis quiere cesión pura y dura por un año y si acaso incluir alguna opción de compra por porcentaje y no obligación; el United quiere recuperar con una venta garantizada los cien millones que abonó en 2022; los agentes del futbolista pretenden que se mueva en el mercado para obtener más ingresos o si llega al Betis, que su salario pueda incluso crecer; y el propio Antony, quien al margen de todo sólo quiere escuchar la opción del Betis porque es el lugar en el que se ha vuelto a sentir feliz y sabe que en el proyecto actual tendrá un papel protagonista.En este juego a cuatro bandas el Betis lleva varias semanas quieto. Sí ha habido diálogo con los agentes de Antony y también de forma directa con el extremo para darle ánimos y garantizarle que desde Heliópolis se apostará por él pero en las fechas que se consideren más ventajosas para su reincorporación. El desgaste es clave en este sentido en un verano en el que el Betis ha invertido más de 40 millones en fichajes y espera aún tres incorporaciones más: un pivote joven de bajo coste o cedido, Antony o un extremo por esa banda y el nueve, que apunta a ser Mateo Joseph. En todo caso, el panorama puede volver a cambiar en función de si hay una salida importante más.Mientras se han ido publicando muchas informaciones no ciertas sobre Antony y el Betis. El jugador ha rechazado propuestas de Arabia Saudí y de diferentes clubes de la Serie A y Bundesliga. Su determinación es clara y así se lo hizo saber desde primeros de junio a los dirigentes del United. Sólo quiere volver al Betis. Que los verdiblancos únicamente consideren, hoy en día, la cesión supone que el futbolista tendría que renovar un año más con el United dado que su contrato finaliza en 2027.El Betis no quiere ir de primeras con la propuesta de obligación de compra por Antony pero sabe que ha de reservar partidas no sólo para su inclusión en el límite salarial que impone LaLiga, que ya empieza a estar más ajustado por el desembolso en los fichajes y la falta de salidas, sino para poder asumir una situación ventajosa con el futuro del brasileño. Se recuerda en esta situación al club en el caso de Lo Celso , cuando llegó cedido con opción de compra de 25 millones que el Betis ejecutó en el verano de 2019 sabiendo que iba a traspasarlo. Ahora con Antony la circunstancia es parecida dado que si el Betis se embarca en la compra de algún porcentaje sobre el brasileño es para tener beneficio futuro en una venta inmediata que se espera, según todas las partes, tras el Mundial. El extremo tiene muchas esperanzas puestas en ir a esta cita con Brasil y sabe que el Betis es el lugar en el que mayor rendimiento puede exhibir siendo un equipo que le va a respetar la titularidad y darle un protagonismo necesario para que Ancelotti se fije en él.La estrategia que el Betis está siguiendo con Antony no es nueva. Está bastante entrenada, de hecho, en el club heliopolitano. Se puede considerar que es el modus operandi en incorporaciones que parecen complejas por las diferencias entre clubes. Ha sucedido con jugadores que quedaban libres al año siguiente como Rui Silva o Álvaro Valles. También Álex Moreno tuvo que enojarse con los dirigentes del Rayo para que aceptaran la propuesta bética. Joaquín hizo lo propio el último día de mercado en 2015 con la Fiorentina. Borja Iglesias también presionó al Espanyol para poder llegar al Betis y ahora hace lo propio buscando una salida favorable con destino Vigo. Fekir también plantó su decisión en las ofinas del Olympique Lyonnais y el último en hacerlo ha sido Nelson Deossa con los responsables del Rayados de Monterrey.En este mismo verano, además, hay más cuestiones pendientes por parte del Betis para las incorporaciones. Han dejado en Heliópolis las más complejas para el final como es la del propio Antony, con su fuerza, y también la de Mateo Joseph , que se declaró en rebeldía en el Leeds negándose ir a su gira de pretemporada y solicitando que le dejaran regresar a España. Es lo que se le demandó en su día a Dani Ceballos con el Real Madrid, por cierto.En definitiva, Antony continúa con la misma posición que expresó en su día a los dirigentes del United. Tiene contacto directo con responsables béticos que le animan a que continúe en esta línea esperando hasta el final en esta estrategia de desgaste. Las partes saben que van a tener que afrontar este problema al final del mercado y que si el futbolista persevera acabará en el Betis de una u otra forma. En Manchester señalan que tiene cabida en su equipo pero también que debe ser castigado por su actitud. El jugador tiene claro que no va a continuar allí y el alto peso de su sueldo condiciona. Mientras, Antony calla y sus agentes escuchan propuestas que agitan para que el mercado no se olvide de él, aunque su deseo claro es acabar en el Betis. La situación que está viviendo Antony en Manchester no es nada fácil. Apartado de su club, rechazando todas las ofertas que van llegando y pidiendo que lo dejen salir al Betis , el brasileño ve cómo el United le amenaza a él y a otros jugadores que están también apartados (Malacia, Garnacho, Sancho) con tener que ejercitarse con el equipo filial. No fueron citados para la gira en Estados Unidos y a la vuelta del equipo todo se va a tensar de nuevo. La voluntad del futbolista es clave en este sentido, dado que le da al Betis toda la fuerza que no tiene en el mercado ante las exigencias del club inglés y las propuestas de otras entidades. Teniendo en cuenta esa ventaja del deseo de Antony de regresar por encima de cualquier cosa, los verdiblancos trazaron un plan que sólo tendría ejecución en el tramo final del mercado, según se prevé. Ahora lo que hay encima de la mesa es una cesión sin obligación de compra. Y ya se verá, si la situación se mantiene hasta el final, si el Betis es capaz de incluir alguna posibilidad de compra por porcentaje que acepte el United, pero todo eso se comprobará en esas horas decisivas en las que en Heliópolis suelen saber moverse bien.Por ello, el Betis no tiene previsto hacer ningún movimiento más concreto por Antony directamente entre clubes . El United sólo admite la venta por una cifra que ronda los 40 millones de euros y el Betis no se ve en condiciones de asumir ni ese precio de traspaso ni el salario que el futbolista tendría en caso de llegada en propiedad. Ahí hay cuatro posiciones bien marcadas: el Betis quiere cesión pura y dura por un año y si acaso incluir alguna opción de compra por porcentaje y no obligación; el United quiere recuperar con una venta garantizada los cien millones que abonó en 2022; los agentes del futbolista pretenden que se mueva en el mercado para obtener más ingresos o si llega al Betis, que su salario pueda incluso crecer; y el propio Antony, quien al margen de todo sólo quiere escuchar la opción del Betis porque es el lugar en el que se ha vuelto a sentir feliz y sabe que en el proyecto actual tendrá un papel protagonista.En este juego a cuatro bandas el Betis lleva varias semanas quieto. Sí ha habido diálogo con los agentes de Antony y también de forma directa con el extremo para darle ánimos y garantizarle que desde Heliópolis se apostará por él pero en las fechas que se consideren más ventajosas para su reincorporación. El desgaste es clave en este sentido en un verano en el que el Betis ha invertido más de 40 millones en fichajes y espera aún tres incorporaciones más: un pivote joven de bajo coste o cedido, Antony o un extremo por esa banda y el nueve, que apunta a ser Mateo Joseph. En todo caso, el panorama puede volver a cambiar en función de si hay una salida importante más.Mientras se han ido publicando muchas informaciones no ciertas sobre Antony y el Betis. El jugador ha rechazado propuestas de Arabia Saudí y de diferentes clubes de la Serie A y Bundesliga. Su determinación es clara y así se lo hizo saber desde primeros de junio a los dirigentes del United. Sólo quiere volver al Betis. Que los verdiblancos únicamente consideren, hoy en día, la cesión supone que el futbolista tendría que renovar un año más con el United dado que su contrato finaliza en 2027.El Betis no quiere ir de primeras con la propuesta de obligación de compra por Antony pero sabe que ha de reservar partidas no sólo para su inclusión en el límite salarial que impone LaLiga, que ya empieza a estar más ajustado por el desembolso en los fichajes y la falta de salidas, sino para poder asumir una situación ventajosa con el futuro del brasileño. Se recuerda en esta situación al club en el caso de Lo Celso , cuando llegó cedido con opción de compra de 25 millones que el Betis ejecutó en el verano de 2019 sabiendo que iba a traspasarlo. Ahora con Antony la circunstancia es parecida dado que si el Betis se embarca en la compra de algún porcentaje sobre el brasileño es para tener beneficio futuro en una venta inmediata que se espera, según todas las partes, tras el Mundial. El extremo tiene muchas esperanzas puestas en ir a esta cita con Brasil y sabe que el Betis es el lugar en el que mayor rendimiento puede exhibir siendo un equipo que le va a respetar la titularidad y darle un protagonismo necesario para que Ancelotti se fije en él.La estrategia que el Betis está siguiendo con Antony no es nueva. Está bastante entrenada, de hecho, en el club heliopolitano. Se puede considerar que es el modus operandi en incorporaciones que parecen complejas por las diferencias entre clubes. Ha sucedido con jugadores que quedaban libres al año siguiente como Rui Silva o Álvaro Valles. También Álex Moreno tuvo que enojarse con los dirigentes del Rayo para que aceptaran la propuesta bética. Joaquín hizo lo propio el último día de mercado en 2015 con la Fiorentina. Borja Iglesias también presionó al Espanyol para poder llegar al Betis y ahora hace lo propio buscando una salida favorable con destino Vigo. Fekir también plantó su decisión en las ofinas del Olympique Lyonnais y el último en hacerlo ha sido Nelson Deossa con los responsables del Rayados de Monterrey.En este mismo verano, además, hay más cuestiones pendientes por parte del Betis para las incorporaciones. Han dejado en Heliópolis las más complejas para el final como es la del propio Antony, con su fuerza, y también la de Mateo Joseph , que se declaró en rebeldía en el Leeds negándose ir a su gira de pretemporada y solicitando que le dejaran regresar a España. Es lo que se le demandó en su día a Dani Ceballos con el Real Madrid, por cierto.En definitiva, Antony continúa con la misma posición que expresó en su día a los dirigentes del United. Tiene contacto directo con responsables béticos que le animan a que continúe en esta línea esperando hasta el final en esta estrategia de desgaste. Las partes saben que van a tener que afrontar este problema al final del mercado y que si el futbolista persevera acabará en el Betis de una u otra forma. En Manchester señalan que tiene cabida en su equipo pero también que debe ser castigado por su actitud. El jugador tiene claro que no va a continuar allí y el alto peso de su sueldo condiciona. Mientras, Antony calla y sus agentes escuchan propuestas que agitan para que el mercado no se olvide de él, aunque su deseo claro es acabar en el Betis. La situación que está viviendo Antony en Manchester no es nada fácil. Apartado de su club, rechazando todas las ofertas que van llegando y pidiendo que lo dejen salir al Betis , el brasileño ve cómo el United le amenaza a él y a otros jugadores que están también apartados (Malacia, Garnacho, Sancho) con tener que ejercitarse con el equipo filial. No fueron citados para la gira en Estados Unidos y a la vuelta del equipo todo se va a tensar de nuevo. La voluntad del futbolista es clave en este sentido, dado que le da al Betis toda la fuerza que no tiene en el mercado ante las exigencias del club inglés y las propuestas de otras entidades. Teniendo en cuenta esa ventaja del deseo de Antony de regresar por encima de cualquier cosa, los verdiblancos trazaron un plan que sólo tendría ejecución en el tramo final del mercado, según se prevé. Ahora lo que hay encima de la mesa es una cesión sin obligación de compra. Y ya se verá, si la situación se mantiene hasta el final, si el Betis es capaz de incluir alguna posibilidad de compra por porcentaje que acepte el United, pero todo eso se comprobará en esas horas decisivas en las que en Heliópolis suelen saber moverse bien.Por ello, el Betis no tiene previsto hacer ningún movimiento más concreto por Antony directamente entre clubes . El United sólo admite la venta por una cifra que ronda los 40 millones de euros y el Betis no se ve en condiciones de asumir ni ese precio de traspaso ni el salario que el futbolista tendría en caso de llegada en propiedad. Ahí hay cuatro posiciones bien marcadas: el Betis quiere cesión pura y dura por un año y si acaso incluir alguna opción de compra por porcentaje y no obligación; el United quiere recuperar con una venta garantizada los cien millones que abonó en 2022; los agentes del futbolista pretenden que se mueva en el mercado para obtener más ingresos o si llega al Betis, que su salario pueda incluso crecer; y el propio Antony, quien al margen de todo sólo quiere escuchar la opción del Betis porque es el lugar en el que se ha vuelto a sentir feliz y sabe que en el proyecto actual tendrá un papel protagonista.En este juego a cuatro bandas el Betis lleva varias semanas quieto. Sí ha habido diálogo con los agentes de Antony y también de forma directa con el extremo para darle ánimos y garantizarle que desde Heliópolis se apostará por él pero en las fechas que se consideren más ventajosas para su reincorporación. El desgaste es clave en este sentido en un verano en el que el Betis ha invertido más de 40 millones en fichajes y espera aún tres incorporaciones más: un pivote joven de bajo coste o cedido, Antony o un extremo por esa banda y el nueve, que apunta a ser Mateo Joseph. En todo caso, el panorama puede volver a cambiar en función de si hay una salida importante más.Mientras se han ido publicando muchas informaciones no ciertas sobre Antony y el Betis. El jugador ha rechazado propuestas de Arabia Saudí y de diferentes clubes de la Serie A y Bundesliga. Su determinación es clara y así se lo hizo saber desde primeros de junio a los dirigentes del United. Sólo quiere volver al Betis. Que los verdiblancos únicamente consideren, hoy en día, la cesión supone que el futbolista tendría que renovar un año más con el United dado que su contrato finaliza en 2027.El Betis no quiere ir de primeras con la propuesta de obligación de compra por Antony pero sabe que ha de reservar partidas no sólo para su inclusión en el límite salarial que impone LaLiga, que ya empieza a estar más ajustado por el desembolso en los fichajes y la falta de salidas, sino para poder asumir una situación ventajosa con el futuro del brasileño. Se recuerda en esta situación al club en el caso de Lo Celso , cuando llegó cedido con opción de compra de 25 millones que el Betis ejecutó en el verano de 2019 sabiendo que iba a traspasarlo. Ahora con Antony la circunstancia es parecida dado que si el Betis se embarca en la compra de algún porcentaje sobre el brasileño es para tener beneficio futuro en una venta inmediata que se espera, según todas las partes, tras el Mundial. El extremo tiene muchas esperanzas puestas en ir a esta cita con Brasil y sabe que el Betis es el lugar en el que mayor rendimiento puede exhibir siendo un equipo que le va a respetar la titularidad y darle un protagonismo necesario para que Ancelotti se fije en él.La estrategia que el Betis está siguiendo con Antony no es nueva. Está bastante entrenada, de hecho, en el club heliopolitano. Se puede considerar que es el modus operandi en incorporaciones que parecen complejas por las diferencias entre clubes. Ha sucedido con jugadores que quedaban libres al año siguiente como Rui Silva o Álvaro Valles. También Álex Moreno tuvo que enojarse con los dirigentes del Rayo para que aceptaran la propuesta bética. Joaquín hizo lo propio el último día de mercado en 2015 con la Fiorentina. Borja Iglesias también presionó al Espanyol para poder llegar al Betis y ahora hace lo propio buscando una salida favorable con destino Vigo. Fekir también plantó su decisión en las ofinas del Olympique Lyonnais y el último en hacerlo ha sido Nelson Deossa con los responsables del Rayados de Monterrey.En este mismo verano, además, hay más cuestiones pendientes por parte del Betis para las incorporaciones. Han dejado en Heliópolis las más complejas para el final como es la del propio Antony, con su fuerza, y también la de Mateo Joseph , que se declaró en rebeldía en el Leeds negándose ir a su gira de pretemporada y solicitando que le dejaran regresar a España. Es lo que se le demandó en su día a Dani Ceballos con el Real Madrid, por cierto.En definitiva, Antony continúa con la misma posición que expresó en su día a los dirigentes del United. Tiene contacto directo con responsables béticos que le animan a que continúe en esta línea esperando hasta el final en esta estrategia de desgaste. Las partes saben que van a tener que afrontar este problema al final del mercado y que si el futbolista persevera acabará en el Betis de una u otra forma. En Manchester señalan que tiene cabida en su equipo pero también que debe ser castigado por su actitud. El jugador tiene claro que no va a continuar allí y el alto peso de su sueldo condiciona. Mientras, Antony calla y sus agentes escuchan propuestas que agitan para que el mercado no se olvide de él, aunque su deseo claro es acabar en el Betis. RSS de noticias de deportes
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