En las elecciones, la economía de Joe Biden no tuvo quien la defendiese. Durante su mandato como presidente, el crecimiento de Estados Unidos ha sido la envidia del mundo desarrollado, la tasa de paro ha sido la más baja en medio siglo y se han batido récords de creación de empleo. Donald Trump, sin embargo, supo capitalizar el descontento de la clase trabajadora con la inflación más alta en cuatro décadas ―aunque se tratase de un fenómeno global―. Y Kamala Harris, en su intento de desligarse de Biden, apenas lució los logros de su mandato en su fracasada campaña. Antes de pasar el testigo, el presidente ha decidido ser él mismo el que reivindique sus éxitos económicos. Este martes lo hizo en un discurso desafiante, aunque con un poso de melancolía, en el que retó a Trump a superar su balance.
El presidente defiende la política económica de sus cuatro años y cuestiona las medidas que propugna su sucesor
En las elecciones, la economía de Joe Biden no tuvo quien la defendiese. Durante su mandato como presidente, el crecimiento de Estados Unidos ha sido la envidia del mundo desarrollado, la tasa de paro ha sido la más baja en medio siglo y se han batido récords de creación de empleo. Donald Trump, sin embargo, supo capitalizar el descontento de la clase trabajadora con la inflación más alta en cuatro décadas ―aunque se tratase de un fenómeno global―. Y Kamala Harris, en su intento de desligarse de Biden, apenas lució los logros de su mandato en su fracasada campaña. Antes de pasar el testigo, el presidente ha decidido ser él mismo el que reivindique sus éxitos económicos. Este martes lo hizo en un discurso desafiante, aunque con un poso de melancolía, en el que retó a Trump a superar su balance.
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