El Mastropiero (Johann Sebastian Mastropiero) de Les Luthiers era un apasionado de la investigación histórica: «Se pasaba largas horas en la biblioteca de la opulenta Marquesa de Quintanilla, cuyos volúmenes le apasionaban. Allí supo Mastropiero, precisamente allí (en la biblioteca), de la existencia de un enigmático personaje del siglo XV: el Adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras, hijo de Juana Díaz y Domingo de Carreras».Carreras, canterano de una cantera sin ojos (los que nos ha sacado el Benfica por cincuenta palos), y Rodrigos (Rodrygo y Rodrigo) han sido los nombres del culebrón del verano madridista, más el estrambote de Vinicius, un artista único que no es grato ni a la barbarie ibérica ni al periodismo ‘jot down’, que es el que nos ha traído a Xabi Alonso, porque Ancelotti, extensión de Arrigo Sacchi en el Milan de Sacchi, no sabía de fútbol moderno.Noticias relacionadas opinion Si El Bar de Mou ¿La presión, estúpido? Ignacio Ruiz-Quintano opinion Si El Bar de Mou Ceferino, Infantino y Florentino Ignacio Ruiz-Quintano–De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades –fue la recomendación de Carlos Marx (Stalin, más postinero, cambió en la Constitución soviética del 36 lo «De cada uno según su capacidad» por «A cada uno según su trabajo») para que lo entendieran hasta los entrenadores de fútbol, pero luego ninguno sabe hacerlo, con el resultado de que Vinicius, viéndose de suplente de Gonzalo en el Mundial, decidió hacer de su capacidad necesidad y no ha firmado la renovación apalabrada, con el peligro ahora de que aguante lo que le queda e irse en libertad, que es decir de balde, a la Premier, donde hallaría la felicidad que el cafrerío español de los polvorosos de la manganesa le han negado.Nada de esto importa al madridismo, enredado como está en cambiar a Rodrygo, un futbolista de bombonera, por Rodrigo, el isidro que rotura el centro del campo del City con una predisposición de santo, y no importa que se haya roto el cruzado: los ángeles ararán por él. ¿Y para esto echamos a Casemiro? ¿Y para esto trajimos a Tchouaméni? ¿Y para esto nos quedamos con Alaba, el hombre de la silla en el Madrid? (Alaba levantando una silla en un Bernabéu de Champions fue como Morante toreando en una silla en Nimes, ciudad hoy famosa por su toque de queda para una juventud que prefiere divertirse robando bolsos a enrolarse en la ‘Grande Armée’ de Macron para la revancha contra Rusia). El nuevo madridismo, que siempre ha sido el viejo, ha cogido una perra contra sus artistas (Vinicius, Rodrygo, Endrick…) y regresa al ‘polvo, sudor y hierro’ del fútbol labriego (Carvajal, Rodrigo…), que por ahí tenemos dicho hace tiempo que el Madrid (España, decíamos entonces) es para los «futbolistas diferentes» la pesadilla que el cantante Marilyn (Peter Robinson) relata en el documental ‘Blitzed’ (la mítica discoteca londinense de la Movida), de B. Ashley y M. Donald, y era que se veía atacado por hordas de campesinos con horcas. Les Luthiers (que, por cierto, jamás hicieron un chiste de fútbol): «Culmina Rodrigo dura travesía, / se acerca a la costa su fiel carabela después de seis meses de brava porfía. / Desciende orgulloso y con galanura, / ya clava su espada en la tierra soñada, la tierra del oro y de la aventura»…–No corre. Es un artista. Que se largue.Pero el artista no se larga… porque no corre, y el piperío ronceril entra en cólera. Ves un video de Cruyff contando lo suyo con Laudrup y Romario y se te caen las lágrimas. Ni Romario ni Laudrup corrían. ¿Para qué? Lo suyo no era correr, sino jugar, y jugar en corto. Lo bonito, dice Cruyff, era verlos jugar, no correr. ¿Qué necesitaban? Un campo pequeño. Y su obligación de entrenador era facilitarles ese campo pequeño. ¿Alonso es Cruyff? Por lo visto en el Mundial, no. Con Alonso, Laudrup y Romario no habrían jugado juntos, teniendo que jugar, uno u otro, con Gonzalo, el que sí que corre. Con los americanos transportando bombas nucleares a Gran Bretaña, está la vida como para levantarse en domingo a hacer cola por una entrada para ir por la tarde a ver correr a Gonzalo, habiendo en TikTok videos de la boda anual de Militao o de los cumpleaños de Vinicius o de Yamal. El Mastropiero (Johann Sebastian Mastropiero) de Les Luthiers era un apasionado de la investigación histórica: «Se pasaba largas horas en la biblioteca de la opulenta Marquesa de Quintanilla, cuyos volúmenes le apasionaban. Allí supo Mastropiero, precisamente allí (en la biblioteca), de la existencia de un enigmático personaje del siglo XV: el Adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras, hijo de Juana Díaz y Domingo de Carreras».Carreras, canterano de una cantera sin ojos (los que nos ha sacado el Benfica por cincuenta palos), y Rodrigos (Rodrygo y Rodrigo) han sido los nombres del culebrón del verano madridista, más el estrambote de Vinicius, un artista único que no es grato ni a la barbarie ibérica ni al periodismo ‘jot down’, que es el que nos ha traído a Xabi Alonso, porque Ancelotti, extensión de Arrigo Sacchi en el Milan de Sacchi, no sabía de fútbol moderno.Noticias relacionadas opinion Si El Bar de Mou ¿La presión, estúpido? Ignacio Ruiz-Quintano opinion Si El Bar de Mou Ceferino, Infantino y Florentino Ignacio Ruiz-Quintano–De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades –fue la recomendación de Carlos Marx (Stalin, más postinero, cambió en la Constitución soviética del 36 lo «De cada uno según su capacidad» por «A cada uno según su trabajo») para que lo entendieran hasta los entrenadores de fútbol, pero luego ninguno sabe hacerlo, con el resultado de que Vinicius, viéndose de suplente de Gonzalo en el Mundial, decidió hacer de su capacidad necesidad y no ha firmado la renovación apalabrada, con el peligro ahora de que aguante lo que le queda e irse en libertad, que es decir de balde, a la Premier, donde hallaría la felicidad que el cafrerío español de los polvorosos de la manganesa le han negado.Nada de esto importa al madridismo, enredado como está en cambiar a Rodrygo, un futbolista de bombonera, por Rodrigo, el isidro que rotura el centro del campo del City con una predisposición de santo, y no importa que se haya roto el cruzado: los ángeles ararán por él. ¿Y para esto echamos a Casemiro? ¿Y para esto trajimos a Tchouaméni? ¿Y para esto nos quedamos con Alaba, el hombre de la silla en el Madrid? (Alaba levantando una silla en un Bernabéu de Champions fue como Morante toreando en una silla en Nimes, ciudad hoy famosa por su toque de queda para una juventud que prefiere divertirse robando bolsos a enrolarse en la ‘Grande Armée’ de Macron para la revancha contra Rusia). El nuevo madridismo, que siempre ha sido el viejo, ha cogido una perra contra sus artistas (Vinicius, Rodrygo, Endrick…) y regresa al ‘polvo, sudor y hierro’ del fútbol labriego (Carvajal, Rodrigo…), que por ahí tenemos dicho hace tiempo que el Madrid (España, decíamos entonces) es para los «futbolistas diferentes» la pesadilla que el cantante Marilyn (Peter Robinson) relata en el documental ‘Blitzed’ (la mítica discoteca londinense de la Movida), de B. Ashley y M. Donald, y era que se veía atacado por hordas de campesinos con horcas. Les Luthiers (que, por cierto, jamás hicieron un chiste de fútbol): «Culmina Rodrigo dura travesía, / se acerca a la costa su fiel carabela después de seis meses de brava porfía. / Desciende orgulloso y con galanura, / ya clava su espada en la tierra soñada, la tierra del oro y de la aventura»…–No corre. Es un artista. Que se largue.Pero el artista no se larga… porque no corre, y el piperío ronceril entra en cólera. Ves un video de Cruyff contando lo suyo con Laudrup y Romario y se te caen las lágrimas. Ni Romario ni Laudrup corrían. ¿Para qué? Lo suyo no era correr, sino jugar, y jugar en corto. Lo bonito, dice Cruyff, era verlos jugar, no correr. ¿Qué necesitaban? Un campo pequeño. Y su obligación de entrenador era facilitarles ese campo pequeño. ¿Alonso es Cruyff? Por lo visto en el Mundial, no. Con Alonso, Laudrup y Romario no habrían jugado juntos, teniendo que jugar, uno u otro, con Gonzalo, el que sí que corre. Con los americanos transportando bombas nucleares a Gran Bretaña, está la vida como para levantarse en domingo a hacer cola por una entrada para ir por la tarde a ver correr a Gonzalo, habiendo en TikTok videos de la boda anual de Militao o de los cumpleaños de Vinicius o de Yamal. El Mastropiero (Johann Sebastian Mastropiero) de Les Luthiers era un apasionado de la investigación histórica: «Se pasaba largas horas en la biblioteca de la opulenta Marquesa de Quintanilla, cuyos volúmenes le apasionaban. Allí supo Mastropiero, precisamente allí (en la biblioteca), de la existencia de un enigmático personaje del siglo XV: el Adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras, hijo de Juana Díaz y Domingo de Carreras».Carreras, canterano de una cantera sin ojos (los que nos ha sacado el Benfica por cincuenta palos), y Rodrigos (Rodrygo y Rodrigo) han sido los nombres del culebrón del verano madridista, más el estrambote de Vinicius, un artista único que no es grato ni a la barbarie ibérica ni al periodismo ‘jot down’, que es el que nos ha traído a Xabi Alonso, porque Ancelotti, extensión de Arrigo Sacchi en el Milan de Sacchi, no sabía de fútbol moderno.Noticias relacionadas opinion Si El Bar de Mou ¿La presión, estúpido? Ignacio Ruiz-Quintano opinion Si El Bar de Mou Ceferino, Infantino y Florentino Ignacio Ruiz-Quintano–De cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades –fue la recomendación de Carlos Marx (Stalin, más postinero, cambió en la Constitución soviética del 36 lo «De cada uno según su capacidad» por «A cada uno según su trabajo») para que lo entendieran hasta los entrenadores de fútbol, pero luego ninguno sabe hacerlo, con el resultado de que Vinicius, viéndose de suplente de Gonzalo en el Mundial, decidió hacer de su capacidad necesidad y no ha firmado la renovación apalabrada, con el peligro ahora de que aguante lo que le queda e irse en libertad, que es decir de balde, a la Premier, donde hallaría la felicidad que el cafrerío español de los polvorosos de la manganesa le han negado.Nada de esto importa al madridismo, enredado como está en cambiar a Rodrygo, un futbolista de bombonera, por Rodrigo, el isidro que rotura el centro del campo del City con una predisposición de santo, y no importa que se haya roto el cruzado: los ángeles ararán por él. ¿Y para esto echamos a Casemiro? ¿Y para esto trajimos a Tchouaméni? ¿Y para esto nos quedamos con Alaba, el hombre de la silla en el Madrid? (Alaba levantando una silla en un Bernabéu de Champions fue como Morante toreando en una silla en Nimes, ciudad hoy famosa por su toque de queda para una juventud que prefiere divertirse robando bolsos a enrolarse en la ‘Grande Armée’ de Macron para la revancha contra Rusia). El nuevo madridismo, que siempre ha sido el viejo, ha cogido una perra contra sus artistas (Vinicius, Rodrygo, Endrick…) y regresa al ‘polvo, sudor y hierro’ del fútbol labriego (Carvajal, Rodrigo…), que por ahí tenemos dicho hace tiempo que el Madrid (España, decíamos entonces) es para los «futbolistas diferentes» la pesadilla que el cantante Marilyn (Peter Robinson) relata en el documental ‘Blitzed’ (la mítica discoteca londinense de la Movida), de B. Ashley y M. Donald, y era que se veía atacado por hordas de campesinos con horcas. Les Luthiers (que, por cierto, jamás hicieron un chiste de fútbol): «Culmina Rodrigo dura travesía, / se acerca a la costa su fiel carabela después de seis meses de brava porfía. / Desciende orgulloso y con galanura, / ya clava su espada en la tierra soñada, la tierra del oro y de la aventura»…–No corre. Es un artista. Que se largue.Pero el artista no se larga… porque no corre, y el piperío ronceril entra en cólera. Ves un video de Cruyff contando lo suyo con Laudrup y Romario y se te caen las lágrimas. Ni Romario ni Laudrup corrían. ¿Para qué? Lo suyo no era correr, sino jugar, y jugar en corto. Lo bonito, dice Cruyff, era verlos jugar, no correr. ¿Qué necesitaban? Un campo pequeño. Y su obligación de entrenador era facilitarles ese campo pequeño. ¿Alonso es Cruyff? Por lo visto en el Mundial, no. Con Alonso, Laudrup y Romario no habrían jugado juntos, teniendo que jugar, uno u otro, con Gonzalo, el que sí que corre. Con los americanos transportando bombas nucleares a Gran Bretaña, está la vida como para levantarse en domingo a hacer cola por una entrada para ir por la tarde a ver correr a Gonzalo, habiendo en TikTok videos de la boda anual de Militao o de los cumpleaños de Vinicius o de Yamal. RSS de noticias de deportes
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