<p><strong>Cayetano Martínez de Irujo vuelve a contar su vida.</strong> La excusa ahora es la cercanía de su <strong>próxima boda</strong> con una mujer 33 años menor que él. Habla Cayetano de <strong>ruina</strong>, de su <strong>madre</strong>, de ser <strong>empresario </strong>y de <strong>clase </strong>(social, no la otra). Lo hace desde, efectivamente, su clase. No podemos culparle de ver las cosas a través del <strong>prisma deformante de la alta aristocracia</strong>: el hijo de la duquesa de Alba no ha conocido otra cosa. </p>
Cayetano Martínez de Irujo vuelve a contar su vida. La excusa ahora es la cercanía de su próxima boda con una mujer 33 años menor que él. Habla
<p><strong>Cayetano Martínez de Irujo vuelve a contar su vida.</strong> La excusa ahora es la cercanía de su <strong>próxima boda</strong> con una mujer 33 años menor que él. Habla Cayetano de <strong>ruina</strong>, de su <strong>madre</strong>, de ser <strong>empresario </strong>y de <strong>clase </strong>(social, no la otra). Lo hace desde, efectivamente, su clase. No podemos culparle de ver las cosas a través del <strong>prisma deformante de la alta aristocracia</strong>: el hijo de la duquesa de Alba no ha conocido otra cosa. </p>
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