Chloe Kelly (Londres, 27 años) vuelve, otra vez, al mismo lugar. Tres años después de marcar el gol que dio a Inglaterra su primera Eurocopa en Wembley ante Alemania —ese que quedó grabado en la memoria colectiva mientras agitaba su camiseta—, se encuentra, de nuevo, en la antesala de una final. Otra vez como revulsivo durante todo el torneo. Otra vez como una pieza tan decisiva como necesaria. Kelly no necesita llamar la atención: ya lo hace. Por su cinta blanca en el pelo, por su particular forma de lanzar penaltis, por su carácter a medio camino entre la confianza y la provocación. Y también por lo que ha vivido esta temporada: quedó marginada en el Manchester City, se planteó tomarse un descanso del fútbol, y estuvo cerca de quedarse fuera de la Eurocopa. Pero el Arsenal le devolvió la sonrisa, le dio minutos, una final de Champions y un título. Ahora, en Suiza, ha vuelto a ser imprescindible para Inglaterra, revolucionando partidos, asistiendo, marcando. Si no hubiese pasado por todo eso, quizás Inglaterra, que llega con más dudas que certezas, no estaría en la final contra España.
La delantera inglesa, suplente y autora del gol del título de 2022, ha vuelto a ser decisiva en la Eurocopa tras un año marcado por la marginación en el Manchester City, las dudas sobre tomarse un descanso del fútbol y su renacer en el Arsenal
Chloe Kelly (Londres, 27 años) vuelve, otra vez, al mismo lugar. Tres años después de marcar el gol que dio a Inglaterra su primera Eurocopa en Wembley ante Alemania —ese que quedó grabado en la memoria colectiva mientras agitaba su camiseta—, se encuentra, de nuevo, en la antesala de una final. Otra vez como revulsivo durante todo el torneo. Otra vez como una pieza tan decisiva como necesaria. Kelly no necesita llamar la atención: ya lo hace. Por su cinta blanca en el pelo, por su particular forma de lanzar penaltis, por su carácter a medio camino entre la confianza y la provocación. Y también por lo que ha vivido esta temporada: quedó marginada en el Manchester City, se planteó tomarse un descanso del fútbol, y estuvo cerca de quedarse fuera de la Eurocopa. Pero el Arsenal le devolvió la sonrisa, le dio minutos, una final de Champions y un título. Ahora, en Suiza, ha vuelto a ser imprescindible para Inglaterra, revolucionando partidos, asistiendo, marcando. Si no hubiese pasado por todo eso, quizás Inglaterra, que llega con más dudas que certezas, no estaría en la final contra España.
Feed MRSS-S Noticias