El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ve «cierta improvisación y quizás falta de concreción» por parte del Gobierno de España en cuanto al traslado de los menores migrantes no acompañados con derecho a asilo, por lo que desde las islas se ha solicitado «un protocolo» para el traslado.En el caso de los niños que saldrán hacia península hoy, tenían que haberlo hecho «la semana pasada pero el Estado no comunicó la identidad de los cuidadores que tienen que acompañar a estos menores», ha señalado en una entrevista en ‘Las Mañana de RNE’.«Los que tienen que salir, que tienen que salir otros más esta semana, ni siquiera han comunicado todavía los nombres de los niños» que van en esa próxima remesa y que, matizó, sería este «jueves o viernes, con lo cual hay cierta improvisación y quizás falta de concreción».Clavijo lamentó que «tampoco» se ha informado al Gobierno canario de que «estaban generando 1.200 plazas en toda la península», «ni cuándo van a estar disponibles, ni dónde van a estar disponibles», por lo que admitió que «es muy complejo», ya que Canarias mantiene la tutela de estos menores y tiene que contactar con las otras comunidades autónomas a las que se derivan, de ahí su insistencia en que requieren de «unos protocolos y unas garantías» porque «no son botellas, no son mercancías, son seres vivos y además vulnerables».Más de 10 mesesSobre el tiempo que va a transcurrir para trasladar a los más de 1.000 menores migrantes no acompañados solicitantes de asilo que hay en Canarias si se derivan unos 30 semanalmente, Clavijo apuntó que se alargaría «más de 10 meses», indicando que «ni siquiera» saben «si ahora» que mejoran las condiciones de navegación, «los menores que van a seguir llegando a Canarias, van a ser más incluso que esos 30 que saldrían».De todos modos, afirmó que seguirán colaborando e insistiendo, al tiempo que se mostró «tremendamente agradecido a que el Supremo haya escuchado a Canarias y le haya tenido que decir al Estado que cumple con su obligación», ya que estos menores «son responsabilidad exclusiva del Estado y llevaban tres y cuatro años abandonados en Canarias a la atención de la comunidad autónoma».El presidente canario ha solicitado un «poco de sentido común a todos, al Gobierno de España, a las comunidades autónomas» y, sobre todo, dijo, a los partidos políticos les pidió que «dejen de hacer ese populismo tan mezquino con el dolor de esos niños y de esas niñas».Sobre el hecho de que estos menores que salen de Canarias no puedan ir al centro de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, Clavijo admitió que le «parece indecente» porque cuando los niños y los ucranianos estuvieron allí, «no había un problema de licencia, no había un problema de uso, que es lo que han alegado, de que no es compatible el uso residencial».Añadió que lo que está pasando en Canarias es una «situación de emergencia migratoria» y lo asemejó a otras ocasiones de emergencias en España, como la vivida en la Comunidad Valenciana, subrayando que el archipiélago ha sido solidario con otros territorios en esos casos.«¿Qué pasa que el color de la piel de esos niños y de esas niñas no es el que les gustaría? Me parece de sentido común, creo que deberían colaborar, estamos hablando de 5.300 menores en un país de 50 millones de habitantes, es que es ridículo, es una utilización política del sufrimiento de niños y de niñas y es lo que a mí me enerva y desde luego me genera no solo decepción sino también enfado y desesperación», apuntilló para agregar, tras ser preguntado, que si no es racismo institucional, «se parece mucho». El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ve «cierta improvisación y quizás falta de concreción» por parte del Gobierno de España en cuanto al traslado de los menores migrantes no acompañados con derecho a asilo, por lo que desde las islas se ha solicitado «un protocolo» para el traslado.En el caso de los niños que saldrán hacia península hoy, tenían que haberlo hecho «la semana pasada pero el Estado no comunicó la identidad de los cuidadores que tienen que acompañar a estos menores», ha señalado en una entrevista en ‘Las Mañana de RNE’.«Los que tienen que salir, que tienen que salir otros más esta semana, ni siquiera han comunicado todavía los nombres de los niños» que van en esa próxima remesa y que, matizó, sería este «jueves o viernes, con lo cual hay cierta improvisación y quizás falta de concreción».Clavijo lamentó que «tampoco» se ha informado al Gobierno canario de que «estaban generando 1.200 plazas en toda la península», «ni cuándo van a estar disponibles, ni dónde van a estar disponibles», por lo que admitió que «es muy complejo», ya que Canarias mantiene la tutela de estos menores y tiene que contactar con las otras comunidades autónomas a las que se derivan, de ahí su insistencia en que requieren de «unos protocolos y unas garantías» porque «no son botellas, no son mercancías, son seres vivos y además vulnerables».Más de 10 mesesSobre el tiempo que va a transcurrir para trasladar a los más de 1.000 menores migrantes no acompañados solicitantes de asilo que hay en Canarias si se derivan unos 30 semanalmente, Clavijo apuntó que se alargaría «más de 10 meses», indicando que «ni siquiera» saben «si ahora» que mejoran las condiciones de navegación, «los menores que van a seguir llegando a Canarias, van a ser más incluso que esos 30 que saldrían».De todos modos, afirmó que seguirán colaborando e insistiendo, al tiempo que se mostró «tremendamente agradecido a que el Supremo haya escuchado a Canarias y le haya tenido que decir al Estado que cumple con su obligación», ya que estos menores «son responsabilidad exclusiva del Estado y llevaban tres y cuatro años abandonados en Canarias a la atención de la comunidad autónoma».El presidente canario ha solicitado un «poco de sentido común a todos, al Gobierno de España, a las comunidades autónomas» y, sobre todo, dijo, a los partidos políticos les pidió que «dejen de hacer ese populismo tan mezquino con el dolor de esos niños y de esas niñas».Sobre el hecho de que estos menores que salen de Canarias no puedan ir al centro de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, Clavijo admitió que le «parece indecente» porque cuando los niños y los ucranianos estuvieron allí, «no había un problema de licencia, no había un problema de uso, que es lo que han alegado, de que no es compatible el uso residencial».Añadió que lo que está pasando en Canarias es una «situación de emergencia migratoria» y lo asemejó a otras ocasiones de emergencias en España, como la vivida en la Comunidad Valenciana, subrayando que el archipiélago ha sido solidario con otros territorios en esos casos.«¿Qué pasa que el color de la piel de esos niños y de esas niñas no es el que les gustaría? Me parece de sentido común, creo que deberían colaborar, estamos hablando de 5.300 menores en un país de 50 millones de habitantes, es que es ridículo, es una utilización política del sufrimiento de niños y de niñas y es lo que a mí me enerva y desde luego me genera no solo decepción sino también enfado y desesperación», apuntilló para agregar, tras ser preguntado, que si no es racismo institucional, «se parece mucho». El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ve «cierta improvisación y quizás falta de concreción» por parte del Gobierno de España en cuanto al traslado de los menores migrantes no acompañados con derecho a asilo, por lo que desde las islas se ha solicitado «un protocolo» para el traslado.En el caso de los niños que saldrán hacia península hoy, tenían que haberlo hecho «la semana pasada pero el Estado no comunicó la identidad de los cuidadores que tienen que acompañar a estos menores», ha señalado en una entrevista en ‘Las Mañana de RNE’.«Los que tienen que salir, que tienen que salir otros más esta semana, ni siquiera han comunicado todavía los nombres de los niños» que van en esa próxima remesa y que, matizó, sería este «jueves o viernes, con lo cual hay cierta improvisación y quizás falta de concreción».Clavijo lamentó que «tampoco» se ha informado al Gobierno canario de que «estaban generando 1.200 plazas en toda la península», «ni cuándo van a estar disponibles, ni dónde van a estar disponibles», por lo que admitió que «es muy complejo», ya que Canarias mantiene la tutela de estos menores y tiene que contactar con las otras comunidades autónomas a las que se derivan, de ahí su insistencia en que requieren de «unos protocolos y unas garantías» porque «no son botellas, no son mercancías, son seres vivos y además vulnerables».Más de 10 mesesSobre el tiempo que va a transcurrir para trasladar a los más de 1.000 menores migrantes no acompañados solicitantes de asilo que hay en Canarias si se derivan unos 30 semanalmente, Clavijo apuntó que se alargaría «más de 10 meses», indicando que «ni siquiera» saben «si ahora» que mejoran las condiciones de navegación, «los menores que van a seguir llegando a Canarias, van a ser más incluso que esos 30 que saldrían».De todos modos, afirmó que seguirán colaborando e insistiendo, al tiempo que se mostró «tremendamente agradecido a que el Supremo haya escuchado a Canarias y le haya tenido que decir al Estado que cumple con su obligación», ya que estos menores «son responsabilidad exclusiva del Estado y llevaban tres y cuatro años abandonados en Canarias a la atención de la comunidad autónoma».El presidente canario ha solicitado un «poco de sentido común a todos, al Gobierno de España, a las comunidades autónomas» y, sobre todo, dijo, a los partidos políticos les pidió que «dejen de hacer ese populismo tan mezquino con el dolor de esos niños y de esas niñas».Sobre el hecho de que estos menores que salen de Canarias no puedan ir al centro de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, Clavijo admitió que le «parece indecente» porque cuando los niños y los ucranianos estuvieron allí, «no había un problema de licencia, no había un problema de uso, que es lo que han alegado, de que no es compatible el uso residencial».Añadió que lo que está pasando en Canarias es una «situación de emergencia migratoria» y lo asemejó a otras ocasiones de emergencias en España, como la vivida en la Comunidad Valenciana, subrayando que el archipiélago ha sido solidario con otros territorios en esos casos.«¿Qué pasa que el color de la piel de esos niños y de esas niñas no es el que les gustaría? Me parece de sentido común, creo que deberían colaborar, estamos hablando de 5.300 menores en un país de 50 millones de habitantes, es que es ridículo, es una utilización política del sufrimiento de niños y de niñas y es lo que a mí me enerva y desde luego me genera no solo decepción sino también enfado y desesperación», apuntilló para agregar, tras ser preguntado, que si no es racismo institucional, «se parece mucho». RSS de noticias de espana
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