Gustavo Petro integró en mayo a Colombia en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el programa de infraestructuras llevado a cabo por Pekín para ganar influencia estratégica en el mundo , y en junio recibió la aceptación de que el país se incorpore al Nuevo Banco de Desarrollo, la entidad financiera de los BRICS, cuyo socio dominante es China. Podría decirse que Petro está aplicando en política exterior una doctrina de «respice occasum» (mirar hacia donde se pone el sol, al otro lado del Pacífico, es decir China), frente a la que ha sido tradicional en el país, formulada en torno a 1920 como «respice polum» (mirar a la estrella polar, que marca el norte, donde se encuentra Estados Unidos).Petro ha intensificado sus relaciones con Xi Jinping y negocia posibles nuevos créditos de los bancos chinos, los cuales ya financian parte de las grandes obras públicas en marcha en Colombia , como la primera línea del metro de Bogotá, que además construyen empresas chinas.Noticia Relacionada CLAVES DE LATINOAMÉRICA estandar Si Petro: una «adicción» entorpecedora inhabilita como presidente Emili J. Blasco Debate en Colombia por la acusación de drogodependiente hecha por un excancillerEsta actividad de Petro, quien como líder pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños copresidió con Xi en Pekín la reciente cumbre China-Celac, ha molestado a Washington. Estados Unidos advirtió de que puede tomar medidas para impedir que organizaciones financieras internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, en las que EE.UU. tiene notable influencia, aporten fondos para pagar trabajos de empresas dependientes del gobierno chino.« Estados Unidos se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y próximos desembolsos por parte del BID y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales y controladas por el gobierno chino en Colombia (al igual que en otros países de la región donde la Iniciativa de la Franja y la Ruta tenga proyectos», dijo en redes sociales el Departamento de Estado. Y agregó: «Los dólares de los contribuyentes norteamericanos no deben utilizarse de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar empresas chinas en nuestro hemisferio».Petro respondió, también en redes sociales, que la mejor manera de impedir que empresas chinas ganen los concursos públicos es que compañías estadounidenses o de otros países se presenten a las licitaciones y se hagan con ellas con mejores ofertas.Relación económica y arancelesEn realidad, la relación económica de Colombia con Estados Unidos es mucho mayor que la que sostiene con China. Si otros países sudamericanos han pasado a tener a China como primer socio comercial, EE.UU. sigue siendo el primero para Colombia . En 2023, ambos países sostuvieron un intercambio comercial de bienes de 29.900 millones de dólares, frente a los 15.800 millones del comercio entre Colombia y China. La diferencia es aún mayor en cuanto a exportaciones: del total de exportaciones colombianas de 2023, bienes por valor de 13.600 millones de dólares fueron al mercado estadounidense (26%), frente a los 2.500 millones que fueron al chino (4,8%). Una proporción similar ocurre en relación con la inversión extranjera directa.Que Colombia explore nuevos mercados está plenamente justificado. Los aranceles anunciados por Estados Unidos aconsejan depender menos de ese comprador, siempre que los mismos productos puedan colocarse en otros lugares a mejor precio final. Trump habló inicialmente de un arancel del 25% para Colombia, como reacción al bloqueo ordenado por Petro a dos vuelos que debían llevar de vuelta a suelo colombiano a inmigrantes detenidos en EE.UU. Esa crisis diplomática fue breve, y finalmente Trump impuso a Colombia el 10% que luego anunciaría de forma general.Con todo, Colombia debe andar con cautela, una característica en absoluto propia de Petro. Es normal que Washington pueda querer castigar a Colombia si percibe que se alinea en exceso con su principal rival estratégico: siempre puede comprar el café en Centroamérica y las flores en Ecuador, como han amenazado las autoridades estadounidenses. Difícilmente otros mercados van a absorber a corto o medio plazo el volumen de ventas colombianas en EE.UU. (Colombia le compra muchas cosas a China, pero le vende muy pocas, lo que se traduce en un elevado déficit comercial para Bogotá).Además, la Administración Trump puede hacer gran daño a Colombia si decide dejar de certificar que lucha en serio contra el narcotráfico, lo que bloquearía compras a proveedores colombianos, también en materia de servicios. El marcado aumento bajo el gobierno de Petro de la extensión del cultivo de coca y de la producción de cocaína podrían dar pie a esa «descertificación».El sitio de ColombiaPor la ubicación de Colombia en el Gran Caribe y como puerta de Sudamérica para Estados Unidos – es el auténtico nexo entre el norte y el sur americanos, más que México–, el desarrollo colombiano está vinculado a una estrecha relación con la superpotencia norteamericana. El Plan Colombia que, con financiación estadounidense, ayudó al estado colombiano a evitar su colapso del estado es un buen ejemplo de ello. El «respice polum» sigue siendo una doctrina válida.Ahora bien, una relación es una calle de dos direcciones y Washington está obligado a generar confianza mediante un trato de respecto y apreciación, algo que ciertamente con Trump no ocurre. Un interesante paso adelante sería, por ejemplo, la integración de Colombia, que ya tiene un acuerdo de libre comercio con EE.UU. , en el pacto de este país con Canadá y México, pero en lugar de buscar una ampliación, Trump ha degradado el T-MEC y la propia relación con sus dos vecinos inmediatos.Aunque deba mirar al norte, es sensato para Colombia reducir sus dependencias económicas, ampliando el número y calidad de sus socios comerciales. Pero buscar el progreso con una dependencia incremental de China, es mirar hacia el ocaso, no solo en su sentido geográfico. Gustavo Petro integró en mayo a Colombia en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el programa de infraestructuras llevado a cabo por Pekín para ganar influencia estratégica en el mundo , y en junio recibió la aceptación de que el país se incorpore al Nuevo Banco de Desarrollo, la entidad financiera de los BRICS, cuyo socio dominante es China. Podría decirse que Petro está aplicando en política exterior una doctrina de «respice occasum» (mirar hacia donde se pone el sol, al otro lado del Pacífico, es decir China), frente a la que ha sido tradicional en el país, formulada en torno a 1920 como «respice polum» (mirar a la estrella polar, que marca el norte, donde se encuentra Estados Unidos).Petro ha intensificado sus relaciones con Xi Jinping y negocia posibles nuevos créditos de los bancos chinos, los cuales ya financian parte de las grandes obras públicas en marcha en Colombia , como la primera línea del metro de Bogotá, que además construyen empresas chinas.Noticia Relacionada CLAVES DE LATINOAMÉRICA estandar Si Petro: una «adicción» entorpecedora inhabilita como presidente Emili J. Blasco Debate en Colombia por la acusación de drogodependiente hecha por un excancillerEsta actividad de Petro, quien como líder pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños copresidió con Xi en Pekín la reciente cumbre China-Celac, ha molestado a Washington. Estados Unidos advirtió de que puede tomar medidas para impedir que organizaciones financieras internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, en las que EE.UU. tiene notable influencia, aporten fondos para pagar trabajos de empresas dependientes del gobierno chino.« Estados Unidos se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y próximos desembolsos por parte del BID y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales y controladas por el gobierno chino en Colombia (al igual que en otros países de la región donde la Iniciativa de la Franja y la Ruta tenga proyectos», dijo en redes sociales el Departamento de Estado. Y agregó: «Los dólares de los contribuyentes norteamericanos no deben utilizarse de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar empresas chinas en nuestro hemisferio».Petro respondió, también en redes sociales, que la mejor manera de impedir que empresas chinas ganen los concursos públicos es que compañías estadounidenses o de otros países se presenten a las licitaciones y se hagan con ellas con mejores ofertas.Relación económica y arancelesEn realidad, la relación económica de Colombia con Estados Unidos es mucho mayor que la que sostiene con China. Si otros países sudamericanos han pasado a tener a China como primer socio comercial, EE.UU. sigue siendo el primero para Colombia . En 2023, ambos países sostuvieron un intercambio comercial de bienes de 29.900 millones de dólares, frente a los 15.800 millones del comercio entre Colombia y China. La diferencia es aún mayor en cuanto a exportaciones: del total de exportaciones colombianas de 2023, bienes por valor de 13.600 millones de dólares fueron al mercado estadounidense (26%), frente a los 2.500 millones que fueron al chino (4,8%). Una proporción similar ocurre en relación con la inversión extranjera directa.Que Colombia explore nuevos mercados está plenamente justificado. Los aranceles anunciados por Estados Unidos aconsejan depender menos de ese comprador, siempre que los mismos productos puedan colocarse en otros lugares a mejor precio final. Trump habló inicialmente de un arancel del 25% para Colombia, como reacción al bloqueo ordenado por Petro a dos vuelos que debían llevar de vuelta a suelo colombiano a inmigrantes detenidos en EE.UU. Esa crisis diplomática fue breve, y finalmente Trump impuso a Colombia el 10% que luego anunciaría de forma general.Con todo, Colombia debe andar con cautela, una característica en absoluto propia de Petro. Es normal que Washington pueda querer castigar a Colombia si percibe que se alinea en exceso con su principal rival estratégico: siempre puede comprar el café en Centroamérica y las flores en Ecuador, como han amenazado las autoridades estadounidenses. Difícilmente otros mercados van a absorber a corto o medio plazo el volumen de ventas colombianas en EE.UU. (Colombia le compra muchas cosas a China, pero le vende muy pocas, lo que se traduce en un elevado déficit comercial para Bogotá).Además, la Administración Trump puede hacer gran daño a Colombia si decide dejar de certificar que lucha en serio contra el narcotráfico, lo que bloquearía compras a proveedores colombianos, también en materia de servicios. El marcado aumento bajo el gobierno de Petro de la extensión del cultivo de coca y de la producción de cocaína podrían dar pie a esa «descertificación».El sitio de ColombiaPor la ubicación de Colombia en el Gran Caribe y como puerta de Sudamérica para Estados Unidos – es el auténtico nexo entre el norte y el sur americanos, más que México–, el desarrollo colombiano está vinculado a una estrecha relación con la superpotencia norteamericana. El Plan Colombia que, con financiación estadounidense, ayudó al estado colombiano a evitar su colapso del estado es un buen ejemplo de ello. El «respice polum» sigue siendo una doctrina válida.Ahora bien, una relación es una calle de dos direcciones y Washington está obligado a generar confianza mediante un trato de respecto y apreciación, algo que ciertamente con Trump no ocurre. Un interesante paso adelante sería, por ejemplo, la integración de Colombia, que ya tiene un acuerdo de libre comercio con EE.UU. , en el pacto de este país con Canadá y México, pero en lugar de buscar una ampliación, Trump ha degradado el T-MEC y la propia relación con sus dos vecinos inmediatos.Aunque deba mirar al norte, es sensato para Colombia reducir sus dependencias económicas, ampliando el número y calidad de sus socios comerciales. Pero buscar el progreso con una dependencia incremental de China, es mirar hacia el ocaso, no solo en su sentido geográfico. Gustavo Petro integró en mayo a Colombia en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el programa de infraestructuras llevado a cabo por Pekín para ganar influencia estratégica en el mundo , y en junio recibió la aceptación de que el país se incorpore al Nuevo Banco de Desarrollo, la entidad financiera de los BRICS, cuyo socio dominante es China. Podría decirse que Petro está aplicando en política exterior una doctrina de «respice occasum» (mirar hacia donde se pone el sol, al otro lado del Pacífico, es decir China), frente a la que ha sido tradicional en el país, formulada en torno a 1920 como «respice polum» (mirar a la estrella polar, que marca el norte, donde se encuentra Estados Unidos).Petro ha intensificado sus relaciones con Xi Jinping y negocia posibles nuevos créditos de los bancos chinos, los cuales ya financian parte de las grandes obras públicas en marcha en Colombia , como la primera línea del metro de Bogotá, que además construyen empresas chinas.Noticia Relacionada CLAVES DE LATINOAMÉRICA estandar Si Petro: una «adicción» entorpecedora inhabilita como presidente Emili J. Blasco Debate en Colombia por la acusación de drogodependiente hecha por un excancillerEsta actividad de Petro, quien como líder pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños copresidió con Xi en Pekín la reciente cumbre China-Celac, ha molestado a Washington. Estados Unidos advirtió de que puede tomar medidas para impedir que organizaciones financieras internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, en las que EE.UU. tiene notable influencia, aporten fondos para pagar trabajos de empresas dependientes del gobierno chino.« Estados Unidos se opondrá enérgicamente a proyectos recientes y próximos desembolsos por parte del BID y otras instituciones financieras internacionales para empresas estatales y controladas por el gobierno chino en Colombia (al igual que en otros países de la región donde la Iniciativa de la Franja y la Ruta tenga proyectos», dijo en redes sociales el Departamento de Estado. Y agregó: «Los dólares de los contribuyentes norteamericanos no deben utilizarse de ninguna manera por organizaciones internacionales para subsidiar empresas chinas en nuestro hemisferio».Petro respondió, también en redes sociales, que la mejor manera de impedir que empresas chinas ganen los concursos públicos es que compañías estadounidenses o de otros países se presenten a las licitaciones y se hagan con ellas con mejores ofertas.Relación económica y arancelesEn realidad, la relación económica de Colombia con Estados Unidos es mucho mayor que la que sostiene con China. Si otros países sudamericanos han pasado a tener a China como primer socio comercial, EE.UU. sigue siendo el primero para Colombia . En 2023, ambos países sostuvieron un intercambio comercial de bienes de 29.900 millones de dólares, frente a los 15.800 millones del comercio entre Colombia y China. La diferencia es aún mayor en cuanto a exportaciones: del total de exportaciones colombianas de 2023, bienes por valor de 13.600 millones de dólares fueron al mercado estadounidense (26%), frente a los 2.500 millones que fueron al chino (4,8%). Una proporción similar ocurre en relación con la inversión extranjera directa.Que Colombia explore nuevos mercados está plenamente justificado. Los aranceles anunciados por Estados Unidos aconsejan depender menos de ese comprador, siempre que los mismos productos puedan colocarse en otros lugares a mejor precio final. Trump habló inicialmente de un arancel del 25% para Colombia, como reacción al bloqueo ordenado por Petro a dos vuelos que debían llevar de vuelta a suelo colombiano a inmigrantes detenidos en EE.UU. Esa crisis diplomática fue breve, y finalmente Trump impuso a Colombia el 10% que luego anunciaría de forma general.Con todo, Colombia debe andar con cautela, una característica en absoluto propia de Petro. Es normal que Washington pueda querer castigar a Colombia si percibe que se alinea en exceso con su principal rival estratégico: siempre puede comprar el café en Centroamérica y las flores en Ecuador, como han amenazado las autoridades estadounidenses. Difícilmente otros mercados van a absorber a corto o medio plazo el volumen de ventas colombianas en EE.UU. (Colombia le compra muchas cosas a China, pero le vende muy pocas, lo que se traduce en un elevado déficit comercial para Bogotá).Además, la Administración Trump puede hacer gran daño a Colombia si decide dejar de certificar que lucha en serio contra el narcotráfico, lo que bloquearía compras a proveedores colombianos, también en materia de servicios. El marcado aumento bajo el gobierno de Petro de la extensión del cultivo de coca y de la producción de cocaína podrían dar pie a esa «descertificación».El sitio de ColombiaPor la ubicación de Colombia en el Gran Caribe y como puerta de Sudamérica para Estados Unidos – es el auténtico nexo entre el norte y el sur americanos, más que México–, el desarrollo colombiano está vinculado a una estrecha relación con la superpotencia norteamericana. El Plan Colombia que, con financiación estadounidense, ayudó al estado colombiano a evitar su colapso del estado es un buen ejemplo de ello. El «respice polum» sigue siendo una doctrina válida.Ahora bien, una relación es una calle de dos direcciones y Washington está obligado a generar confianza mediante un trato de respecto y apreciación, algo que ciertamente con Trump no ocurre. Un interesante paso adelante sería, por ejemplo, la integración de Colombia, que ya tiene un acuerdo de libre comercio con EE.UU. , en el pacto de este país con Canadá y México, pero en lugar de buscar una ampliación, Trump ha degradado el T-MEC y la propia relación con sus dos vecinos inmediatos.Aunque deba mirar al norte, es sensato para Colombia reducir sus dependencias económicas, ampliando el número y calidad de sus socios comerciales. Pero buscar el progreso con una dependencia incremental de China, es mirar hacia el ocaso, no solo en su sentido geográfico. RSS de noticias de internacional
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