Españoles, Chencho ha muerto. Televisivamente. La gran familia hace años que no forma parte del top de contenidos audiovisuales navideños más vistos, tampoco Qué bello es vivir. Love Actually ya no marca el inicio de la Navidad catódica. Han sido jubiladas por una legión de treintañeras de buen corazón y nefasta suerte en el amor que encuentran a su príncipe de jengibre en algún pueblo pintoresco donde todos los vecinos rebosan bonhomía. Estas historias casi clónicas llevan años consolidándose en la programación de Antena 3. A mediados de noviembre, las adolescentes embarazadas y los vecinos psicópatas que copan el multicine de los sábados, dejan paso a telefilmes de ambientación navideña que garantizan una siesta sin sobresaltos para los espectadores y buenos datos de audiencia para la cadena, a pesar de que nadie reconoce verlos. Algo que ha empezado a cambiar en los últimos años.
El advenimiento de las plataformas ha evidenciado la realidad: las modestas películas hechas para televisión y rebosantes de buenos sentimientos gustan. Tienen su propio firmamento de estrellas, donde sobresale Lindsay Lohan
Españoles, Chencho ha muerto. Televisivamente. La gran familia hace años que no forma parte del top de contenidos audiovisuales navideños más vistos, tampoco Qué bello es vivir. Love Actually ya no marca el inicio de la Navidad catódica. Han sido jubiladas por una legión de treintañeras de buen corazón y nefasta suerte en el amor que encuentran a su príncipe de jengibre en algún pueblo pintoresco donde todos los vecinos rebosan bonhomía. Estas historias casi clónicas llevan años consolidándose en la programación de Antena 3. A mediados de noviembre, las adolescentes embarazadas y los vecinos psicópatas que copan el multicine de los sábados, dejan paso a telefilmes de ambientación navideña que garantizan una siesta sin sobresaltos para los espectadores y buenos datos de audiencia para la cadena, a pesar de que nadie reconoce verlos. Algo que ha empezado a cambiar en los últimos años.
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