Este calor no perdona, y las bacterias, los hongos, esporas y levaduras, aunque no los veamos, tampoco. Con la llegada del verano y las altas temperaturas , las intoxicaciones alimentarias se disparan y la mayoría de veces el enemigo no está en lo que comemos, sino en cómo lo conservamos y en muchas ocasiones como lo transportamos. Porque una ensaladilla de lo más inocente puede convertirse en una bomba biológica si no se ha conservado a la temperatura adecuada.Por lo que si no quieres que tu nevera se convierta en el apartamento de vacaciones de Salmonella, aquí te dejo unos consejos clave para mantener tus alimentos con seguridad.La cadena de frío no debe romperse nuncaUna vez que un alimento que estaba refrigerado se calienta más de la cuenta, las bacterias lo celebran con una fiesta microbiana (como mojar a los Gremlins).Por eso, intenta mantener especialment una temperatura fría de aproximadamente 5º desde que compras el alimento hasta que lo vas a cocinar y consumir.Cuando hagas la compra, procura dejar los productos frescos y congelados para el final y guardarlos directamente en el frigo cuando llegues a casa.Peligros en la descongelaciónDescongelar en la encimera de la cocina puede ser tan cómodo como peligroso. Lo correcto es:- Descongelar en la nevera (paulatino y lento, pero seguro).- O usar el microondas justo antes de cocinar. Y siempre en la función de descongelación, ya que en otras funciones corremos peligro de que el alimento se cocine.- Nunca recongelar alimentos crudos una vez descongelados. Aquí seguramente ya exista una rave de microorganismos.Otra cosa es si cocinas ese alimento después de descongelarlo, en este caso, sí puedes volver a congelarlo, ya que cambia su estado microbiológico.«Me lo guardo para luego» tiene sus límiteaLas sobras debes guardarlas en recipientes herméticos, enfriar lo más rápido posible y meter en la nevera antes de las dos horas (si hace calor te recomiendo que sea antes). No dejes guisos o platos cocinados más de ese tiempo a temperatura ambiente, ya que se puede convertir en otro festival de microorganismos.Así que guarda cuanto antes en la nevera y consúmelos en 2 o 3 días máximo.Higiene ante todo- Lávate las manos antes de cocinar, durante y después de tocar alimentos.- Lava bien frutas y verduras, incluso si las vas a pelar.Separa carnes y pescados crudos del resto para evitar de esta manera la contaminación cruzada.Con las tablas de cortar también debes tener precaución. Si cortas pollo en crudo en la tabla, no puedes cortar la lechuga después si no la has limpiado e higienizado antes. Y los cuchillos lo mismo.Cuidado con los envases- No uses envases que queden abiertos o con grietas para guardar alimentos.- Si un bote hace ‘pop’ al abrir (y no debería)… deséchalo.- Alimentos con olores raros, texturas extrañas o aspecto sospechoso: fuera. Aunque duela.Atención a los alimentos de alto riesgo- Huevos crudos, salsas tipo mayonesa casera, pescados poco hechos, mariscos, arroz y pollo cocidos… todos estos alimentos son caldo de cultivo ideal para bacterias. Especialmente ahora en verano.- Si haces preparaciones con huevo crudo, consumelas al momento y no las guardes.La nevera, un templo de limpiezaLa nevera necesita una limpieza regular con agua, vinagre o jabón neutro (mejor no usar químicos fuertes que puedan striper la superficie). Una nevera sucia o mal organizada puede fomentar la contaminación de unos alimentos a otros.En definitiva no se trata de tener miedo a la comida, sino de cuidar cómo la tratamos y conservamos. Con un poco de orden, bien de frío, higiene y sentido común, puedes evitar la mayoría de las intoxicaciones alimentarias que se producen en estos mese de verano.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’. Este calor no perdona, y las bacterias, los hongos, esporas y levaduras, aunque no los veamos, tampoco. Con la llegada del verano y las altas temperaturas , las intoxicaciones alimentarias se disparan y la mayoría de veces el enemigo no está en lo que comemos, sino en cómo lo conservamos y en muchas ocasiones como lo transportamos. Porque una ensaladilla de lo más inocente puede convertirse en una bomba biológica si no se ha conservado a la temperatura adecuada.Por lo que si no quieres que tu nevera se convierta en el apartamento de vacaciones de Salmonella, aquí te dejo unos consejos clave para mantener tus alimentos con seguridad.La cadena de frío no debe romperse nuncaUna vez que un alimento que estaba refrigerado se calienta más de la cuenta, las bacterias lo celebran con una fiesta microbiana (como mojar a los Gremlins).Por eso, intenta mantener especialment una temperatura fría de aproximadamente 5º desde que compras el alimento hasta que lo vas a cocinar y consumir.Cuando hagas la compra, procura dejar los productos frescos y congelados para el final y guardarlos directamente en el frigo cuando llegues a casa.Peligros en la descongelaciónDescongelar en la encimera de la cocina puede ser tan cómodo como peligroso. Lo correcto es:- Descongelar en la nevera (paulatino y lento, pero seguro).- O usar el microondas justo antes de cocinar. Y siempre en la función de descongelación, ya que en otras funciones corremos peligro de que el alimento se cocine.- Nunca recongelar alimentos crudos una vez descongelados. Aquí seguramente ya exista una rave de microorganismos.Otra cosa es si cocinas ese alimento después de descongelarlo, en este caso, sí puedes volver a congelarlo, ya que cambia su estado microbiológico.«Me lo guardo para luego» tiene sus límiteaLas sobras debes guardarlas en recipientes herméticos, enfriar lo más rápido posible y meter en la nevera antes de las dos horas (si hace calor te recomiendo que sea antes). No dejes guisos o platos cocinados más de ese tiempo a temperatura ambiente, ya que se puede convertir en otro festival de microorganismos.Así que guarda cuanto antes en la nevera y consúmelos en 2 o 3 días máximo.Higiene ante todo- Lávate las manos antes de cocinar, durante y después de tocar alimentos.- Lava bien frutas y verduras, incluso si las vas a pelar.Separa carnes y pescados crudos del resto para evitar de esta manera la contaminación cruzada.Con las tablas de cortar también debes tener precaución. Si cortas pollo en crudo en la tabla, no puedes cortar la lechuga después si no la has limpiado e higienizado antes. Y los cuchillos lo mismo.Cuidado con los envases- No uses envases que queden abiertos o con grietas para guardar alimentos.- Si un bote hace ‘pop’ al abrir (y no debería)… deséchalo.- Alimentos con olores raros, texturas extrañas o aspecto sospechoso: fuera. Aunque duela.Atención a los alimentos de alto riesgo- Huevos crudos, salsas tipo mayonesa casera, pescados poco hechos, mariscos, arroz y pollo cocidos… todos estos alimentos son caldo de cultivo ideal para bacterias. Especialmente ahora en verano.- Si haces preparaciones con huevo crudo, consumelas al momento y no las guardes.La nevera, un templo de limpiezaLa nevera necesita una limpieza regular con agua, vinagre o jabón neutro (mejor no usar químicos fuertes que puedan striper la superficie). Una nevera sucia o mal organizada puede fomentar la contaminación de unos alimentos a otros.En definitiva no se trata de tener miedo a la comida, sino de cuidar cómo la tratamos y conservamos. Con un poco de orden, bien de frío, higiene y sentido común, puedes evitar la mayoría de las intoxicaciones alimentarias que se producen en estos mese de verano.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’. Este calor no perdona, y las bacterias, los hongos, esporas y levaduras, aunque no los veamos, tampoco. Con la llegada del verano y las altas temperaturas , las intoxicaciones alimentarias se disparan y la mayoría de veces el enemigo no está en lo que comemos, sino en cómo lo conservamos y en muchas ocasiones como lo transportamos. Porque una ensaladilla de lo más inocente puede convertirse en una bomba biológica si no se ha conservado a la temperatura adecuada.Por lo que si no quieres que tu nevera se convierta en el apartamento de vacaciones de Salmonella, aquí te dejo unos consejos clave para mantener tus alimentos con seguridad.La cadena de frío no debe romperse nuncaUna vez que un alimento que estaba refrigerado se calienta más de la cuenta, las bacterias lo celebran con una fiesta microbiana (como mojar a los Gremlins).Por eso, intenta mantener especialment una temperatura fría de aproximadamente 5º desde que compras el alimento hasta que lo vas a cocinar y consumir.Cuando hagas la compra, procura dejar los productos frescos y congelados para el final y guardarlos directamente en el frigo cuando llegues a casa.Peligros en la descongelaciónDescongelar en la encimera de la cocina puede ser tan cómodo como peligroso. Lo correcto es:- Descongelar en la nevera (paulatino y lento, pero seguro).- O usar el microondas justo antes de cocinar. Y siempre en la función de descongelación, ya que en otras funciones corremos peligro de que el alimento se cocine.- Nunca recongelar alimentos crudos una vez descongelados. Aquí seguramente ya exista una rave de microorganismos.Otra cosa es si cocinas ese alimento después de descongelarlo, en este caso, sí puedes volver a congelarlo, ya que cambia su estado microbiológico.«Me lo guardo para luego» tiene sus límiteaLas sobras debes guardarlas en recipientes herméticos, enfriar lo más rápido posible y meter en la nevera antes de las dos horas (si hace calor te recomiendo que sea antes). No dejes guisos o platos cocinados más de ese tiempo a temperatura ambiente, ya que se puede convertir en otro festival de microorganismos.Así que guarda cuanto antes en la nevera y consúmelos en 2 o 3 días máximo.Higiene ante todo- Lávate las manos antes de cocinar, durante y después de tocar alimentos.- Lava bien frutas y verduras, incluso si las vas a pelar.Separa carnes y pescados crudos del resto para evitar de esta manera la contaminación cruzada.Con las tablas de cortar también debes tener precaución. Si cortas pollo en crudo en la tabla, no puedes cortar la lechuga después si no la has limpiado e higienizado antes. Y los cuchillos lo mismo.Cuidado con los envases- No uses envases que queden abiertos o con grietas para guardar alimentos.- Si un bote hace ‘pop’ al abrir (y no debería)… deséchalo.- Alimentos con olores raros, texturas extrañas o aspecto sospechoso: fuera. Aunque duela.Atención a los alimentos de alto riesgo- Huevos crudos, salsas tipo mayonesa casera, pescados poco hechos, mariscos, arroz y pollo cocidos… todos estos alimentos son caldo de cultivo ideal para bacterias. Especialmente ahora en verano.- Si haces preparaciones con huevo crudo, consumelas al momento y no las guardes.La nevera, un templo de limpiezaLa nevera necesita una limpieza regular con agua, vinagre o jabón neutro (mejor no usar químicos fuertes que puedan striper la superficie). Una nevera sucia o mal organizada puede fomentar la contaminación de unos alimentos a otros.En definitiva no se trata de tener miedo a la comida, sino de cuidar cómo la tratamos y conservamos. Con un poco de orden, bien de frío, higiene y sentido común, puedes evitar la mayoría de las intoxicaciones alimentarias que se producen en estos mese de verano.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’. RSS de noticias de bienestar
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