El calor fue uno de los protagonistas indiscutibles de la Noche Blanca del Flamenco después de una semana en alerta naranja . A las diez, el termómetro superaba los treinta grados y el escaso aire que se movía en la plaza de Las Tendillas era el de los abanicos que aliviaban del asfixiante bochorno a quienes esperaban la actuación de la bailaora Eva Yerbabuena . Una plaza que presentaba una estampa muy distinta a la de anteriores ocasiones, con poco más de medio aforo y muchos claros. Y es que el calor , como ha pasado este fin de semana y volverá a pasar en futuras ediciones, fue el que marcó el ritmo de otra noche tropical de flamenco .Noticia Relacionada Fotogalería vertical No Raimundo Amador y Califato ¾ derrochan tradición y vanguardia en la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba Ángel Rodríguez La Corredera y los Jardines del Alcázar ardieron este sábado con la rompedora propuesta del grupo andaluz, y el carismático guitarristaCon puntualidad más inglesa que jonda dio inicio el espectáculo de la bailaora granadina. La Yerbabuena llegaba como una de las estrellas del cartel de este año. Sin embargo, no tuvo el tirón que cabía esperar entre el público. Hizo soleá por bulerías para entrar -si es que le hacía falta- en calor, donde dejó buena muestra de toda la esencia de su baile. Disfrutamos de sus zapateaos eléctricos con el compás de palmas y el cante de un desgarrador Miguel Ortega, cuyos quejíos resonaban eternos en el cielo cordobés.Cuando nos disponíamos a continuar la ruta, poco a poco el ambiente se iba animando en la plaza , con aficionados que cambiaban el aire acondicionado del bar por la flama del compás por bulerías.A las once había que decidir entre el espectáculo en homenaje a cantaores del Campo de la Verdad , en La Calahorra, y el concierto de Aurora Vargas en el Cine Delicias. Optamos por desplazarnos al barrio de San Lorenzo por una cuestión logística, con la referencia de primera mano de que a orillas del Guadalquivir se vivieron momentos de gran jondura con el cante de El Guerra, Chaparro y Morenín, que sí consiguieron atraer a una notable presencia de aficionados. Noticia Relacionada NOche blanca del flamenco vertical No El duende en estado puro del Pele y las teclas con alma de Chico Pérez, en imágenes Ambos artistas, por separado, deslumbraron en la plaza Conde de Priego y el Patio de los NaranjosEn el antiguo cine de verano , también había jarana . Allí nos encontramos a una de las artistas más raciales del flamenco , que con el toque de El Perla hacía vibrar al público por tangos marcándose su tradicional pataíta.No hubo tiempo para mucho más, porque a la medianoche teníamos cita en la Plaza de San Agustín . Allí subían al escenario dos de los artistas cordobeses con más proyección del momento. El primer turno fue para Rafa del Calli , que abrió su actuación por soleares y continuó el resto del concierto con su banda y la colaboración del flautista jerezano Juan Parrilla. Lo suyo fue un alarde de conocimiento del cante tradicional y, al mismo tiempo, una declaración de intenciones artísticas en toda regla. Tras su actuación, pisaba las tablas Rocío Luna , a quien pudimos escucharla por fandangos de Lucena haciendo un alarde de cualidades vocales . A esa misma hora, el pianista Chico Pérez armonizaba el Patio de los Naranjos junto al Cuarteto de la Orquesta Filarmónica de España con el aforo completo.Noticia Relacionada Noche Blanca del Flamenco vertical No En imágenes, la pureza de Aurora Vargas, y la fuerza de Rocío Luna y Rafa del Calli Rafa carmona y manuel ariza Lleno en el cine Delicias y la plaza de San Agustín en sendos espectáculos que derrocharon arte jondoLlegada la una de la mañana, en la Plaza del Conde de Priego , la más torera de Córdoba, El Pele rendía su particular homenaje al diestro Manolete . Aquí nos encontramos el primer tapón de la noche -algo habitual en otras ediciones-, con un público que rebosaba la plaza y llegaba hasta misma puerta de la iglesia de Santa Marina. Escuchamos al maestro templarse por soleá desde la lejanía y entre el alboroto, pero la bulla nos disuadió rápidamente.El Pele durante su actuación en la plaza del Conde de Priego, en Santa Marina rafael carmonaDe allí caminamos hasta el Cine Fuenseca , donde estaba prevista la actuación de Mercedes Luján . Un concierto histórico en la Noche Blanca del Flamenco, ya que ha sido la primera mujer guitarrista cabeza de cartel de este evento . El ambiente tranquilo invitaba al disfrute del arte y la artista murciana no defraudó. Quiso romper el hielo con un toque en solitario por soleá, aunque estuvo arropada durante todo el concierto por instrumentos de viento y la colaboración al cante de Rafael de Utrera.En la recta final de la noche , nos aguardaban los momentos más álgidos. Primero con Raimundo Amador en La Corredera , que a sus más de sesenta años volvió a demostrar que tiene cuerda para rato y que toca la guitarra eléctrica como ningún otro mortal. Su inconfundible estilo y sus correrías por el mástil hicieron las delicias de un público que estuvo rendido en todo momento al artista sevillano.Traca finalA escasos metros de allí, nos encontramos con una estampa bien distinta: la fusión de la música mediterránea y del flamenco . Un concierto de pequeño formato, que propiciaba un clima muy cercano y agradable, donde la guitarra flamenca y los sonidos arabescos fueron nuevamente los protagonistas de la fusión musical. Califato ¾ durante su actuación en el Alcázar ángel rodíguezY la traca final tuvo lugar bien entrada la madrugada . El primer plato fue con la actuación de Lachispa en una Plaza del Potro donde no cabía un alfiler y que, un año más, vuelve a poner en entredicho la idoneidad de este espacio para conciertos con una gran afluencia de público. La artista gaditana, que ya había pasado por la Noche Blanca del Flamenco en algunas colaboraciones con artistad como India Martínez, fue un revulsivo para quienes soportaban el bochorno de un calor que apenas dio tregua en toda la noche.Para asistir al fin de fiesta nos desplazamos a los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos, donde Califato ¾ colgó el cartel de aforo completo dejando a gran parte de sus fans a las puertas del recinto. Una actuación que hizo vibrar a los cientos de personas que no sucumbieron a la inclemente climatología cordobesa. El calor fue uno de los protagonistas indiscutibles de la Noche Blanca del Flamenco después de una semana en alerta naranja . A las diez, el termómetro superaba los treinta grados y el escaso aire que se movía en la plaza de Las Tendillas era el de los abanicos que aliviaban del asfixiante bochorno a quienes esperaban la actuación de la bailaora Eva Yerbabuena . Una plaza que presentaba una estampa muy distinta a la de anteriores ocasiones, con poco más de medio aforo y muchos claros. Y es que el calor , como ha pasado este fin de semana y volverá a pasar en futuras ediciones, fue el que marcó el ritmo de otra noche tropical de flamenco .Noticia Relacionada Fotogalería vertical No Raimundo Amador y Califato ¾ derrochan tradición y vanguardia en la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba Ángel Rodríguez La Corredera y los Jardines del Alcázar ardieron este sábado con la rompedora propuesta del grupo andaluz, y el carismático guitarristaCon puntualidad más inglesa que jonda dio inicio el espectáculo de la bailaora granadina. La Yerbabuena llegaba como una de las estrellas del cartel de este año. Sin embargo, no tuvo el tirón que cabía esperar entre el público. Hizo soleá por bulerías para entrar -si es que le hacía falta- en calor, donde dejó buena muestra de toda la esencia de su baile. Disfrutamos de sus zapateaos eléctricos con el compás de palmas y el cante de un desgarrador Miguel Ortega, cuyos quejíos resonaban eternos en el cielo cordobés.Cuando nos disponíamos a continuar la ruta, poco a poco el ambiente se iba animando en la plaza , con aficionados que cambiaban el aire acondicionado del bar por la flama del compás por bulerías.A las once había que decidir entre el espectáculo en homenaje a cantaores del Campo de la Verdad , en La Calahorra, y el concierto de Aurora Vargas en el Cine Delicias. Optamos por desplazarnos al barrio de San Lorenzo por una cuestión logística, con la referencia de primera mano de que a orillas del Guadalquivir se vivieron momentos de gran jondura con el cante de El Guerra, Chaparro y Morenín, que sí consiguieron atraer a una notable presencia de aficionados. Noticia Relacionada NOche blanca del flamenco vertical No El duende en estado puro del Pele y las teclas con alma de Chico Pérez, en imágenes Ambos artistas, por separado, deslumbraron en la plaza Conde de Priego y el Patio de los NaranjosEn el antiguo cine de verano , también había jarana . Allí nos encontramos a una de las artistas más raciales del flamenco , que con el toque de El Perla hacía vibrar al público por tangos marcándose su tradicional pataíta.No hubo tiempo para mucho más, porque a la medianoche teníamos cita en la Plaza de San Agustín . Allí subían al escenario dos de los artistas cordobeses con más proyección del momento. El primer turno fue para Rafa del Calli , que abrió su actuación por soleares y continuó el resto del concierto con su banda y la colaboración del flautista jerezano Juan Parrilla. Lo suyo fue un alarde de conocimiento del cante tradicional y, al mismo tiempo, una declaración de intenciones artísticas en toda regla. Tras su actuación, pisaba las tablas Rocío Luna , a quien pudimos escucharla por fandangos de Lucena haciendo un alarde de cualidades vocales . A esa misma hora, el pianista Chico Pérez armonizaba el Patio de los Naranjos junto al Cuarteto de la Orquesta Filarmónica de España con el aforo completo.Noticia Relacionada Noche Blanca del Flamenco vertical No En imágenes, la pureza de Aurora Vargas, y la fuerza de Rocío Luna y Rafa del Calli Rafa carmona y manuel ariza Lleno en el cine Delicias y la plaza de San Agustín en sendos espectáculos que derrocharon arte jondoLlegada la una de la mañana, en la Plaza del Conde de Priego , la más torera de Córdoba, El Pele rendía su particular homenaje al diestro Manolete . Aquí nos encontramos el primer tapón de la noche -algo habitual en otras ediciones-, con un público que rebosaba la plaza y llegaba hasta misma puerta de la iglesia de Santa Marina. Escuchamos al maestro templarse por soleá desde la lejanía y entre el alboroto, pero la bulla nos disuadió rápidamente.El Pele durante su actuación en la plaza del Conde de Priego, en Santa Marina rafael carmonaDe allí caminamos hasta el Cine Fuenseca , donde estaba prevista la actuación de Mercedes Luján . Un concierto histórico en la Noche Blanca del Flamenco, ya que ha sido la primera mujer guitarrista cabeza de cartel de este evento . El ambiente tranquilo invitaba al disfrute del arte y la artista murciana no defraudó. Quiso romper el hielo con un toque en solitario por soleá, aunque estuvo arropada durante todo el concierto por instrumentos de viento y la colaboración al cante de Rafael de Utrera.En la recta final de la noche , nos aguardaban los momentos más álgidos. Primero con Raimundo Amador en La Corredera , que a sus más de sesenta años volvió a demostrar que tiene cuerda para rato y que toca la guitarra eléctrica como ningún otro mortal. Su inconfundible estilo y sus correrías por el mástil hicieron las delicias de un público que estuvo rendido en todo momento al artista sevillano.Traca finalA escasos metros de allí, nos encontramos con una estampa bien distinta: la fusión de la música mediterránea y del flamenco . Un concierto de pequeño formato, que propiciaba un clima muy cercano y agradable, donde la guitarra flamenca y los sonidos arabescos fueron nuevamente los protagonistas de la fusión musical. Califato ¾ durante su actuación en el Alcázar ángel rodíguezY la traca final tuvo lugar bien entrada la madrugada . El primer plato fue con la actuación de Lachispa en una Plaza del Potro donde no cabía un alfiler y que, un año más, vuelve a poner en entredicho la idoneidad de este espacio para conciertos con una gran afluencia de público. La artista gaditana, que ya había pasado por la Noche Blanca del Flamenco en algunas colaboraciones con artistad como India Martínez, fue un revulsivo para quienes soportaban el bochorno de un calor que apenas dio tregua en toda la noche.Para asistir al fin de fiesta nos desplazamos a los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos, donde Califato ¾ colgó el cartel de aforo completo dejando a gran parte de sus fans a las puertas del recinto. Una actuación que hizo vibrar a los cientos de personas que no sucumbieron a la inclemente climatología cordobesa. El calor fue uno de los protagonistas indiscutibles de la Noche Blanca del Flamenco después de una semana en alerta naranja . A las diez, el termómetro superaba los treinta grados y el escaso aire que se movía en la plaza de Las Tendillas era el de los abanicos que aliviaban del asfixiante bochorno a quienes esperaban la actuación de la bailaora Eva Yerbabuena . Una plaza que presentaba una estampa muy distinta a la de anteriores ocasiones, con poco más de medio aforo y muchos claros. Y es que el calor , como ha pasado este fin de semana y volverá a pasar en futuras ediciones, fue el que marcó el ritmo de otra noche tropical de flamenco .Noticia Relacionada Fotogalería vertical No Raimundo Amador y Califato ¾ derrochan tradición y vanguardia en la Noche Blanca del Flamenco de Córdoba Ángel Rodríguez La Corredera y los Jardines del Alcázar ardieron este sábado con la rompedora propuesta del grupo andaluz, y el carismático guitarristaCon puntualidad más inglesa que jonda dio inicio el espectáculo de la bailaora granadina. La Yerbabuena llegaba como una de las estrellas del cartel de este año. Sin embargo, no tuvo el tirón que cabía esperar entre el público. Hizo soleá por bulerías para entrar -si es que le hacía falta- en calor, donde dejó buena muestra de toda la esencia de su baile. Disfrutamos de sus zapateaos eléctricos con el compás de palmas y el cante de un desgarrador Miguel Ortega, cuyos quejíos resonaban eternos en el cielo cordobés.Cuando nos disponíamos a continuar la ruta, poco a poco el ambiente se iba animando en la plaza , con aficionados que cambiaban el aire acondicionado del bar por la flama del compás por bulerías.A las once había que decidir entre el espectáculo en homenaje a cantaores del Campo de la Verdad , en La Calahorra, y el concierto de Aurora Vargas en el Cine Delicias. Optamos por desplazarnos al barrio de San Lorenzo por una cuestión logística, con la referencia de primera mano de que a orillas del Guadalquivir se vivieron momentos de gran jondura con el cante de El Guerra, Chaparro y Morenín, que sí consiguieron atraer a una notable presencia de aficionados. Noticia Relacionada NOche blanca del flamenco vertical No El duende en estado puro del Pele y las teclas con alma de Chico Pérez, en imágenes Ambos artistas, por separado, deslumbraron en la plaza Conde de Priego y el Patio de los NaranjosEn el antiguo cine de verano , también había jarana . Allí nos encontramos a una de las artistas más raciales del flamenco , que con el toque de El Perla hacía vibrar al público por tangos marcándose su tradicional pataíta.No hubo tiempo para mucho más, porque a la medianoche teníamos cita en la Plaza de San Agustín . Allí subían al escenario dos de los artistas cordobeses con más proyección del momento. El primer turno fue para Rafa del Calli , que abrió su actuación por soleares y continuó el resto del concierto con su banda y la colaboración del flautista jerezano Juan Parrilla. Lo suyo fue un alarde de conocimiento del cante tradicional y, al mismo tiempo, una declaración de intenciones artísticas en toda regla. Tras su actuación, pisaba las tablas Rocío Luna , a quien pudimos escucharla por fandangos de Lucena haciendo un alarde de cualidades vocales . A esa misma hora, el pianista Chico Pérez armonizaba el Patio de los Naranjos junto al Cuarteto de la Orquesta Filarmónica de España con el aforo completo.Noticia Relacionada Noche Blanca del Flamenco vertical No En imágenes, la pureza de Aurora Vargas, y la fuerza de Rocío Luna y Rafa del Calli Rafa carmona y manuel ariza Lleno en el cine Delicias y la plaza de San Agustín en sendos espectáculos que derrocharon arte jondoLlegada la una de la mañana, en la Plaza del Conde de Priego , la más torera de Córdoba, El Pele rendía su particular homenaje al diestro Manolete . Aquí nos encontramos el primer tapón de la noche -algo habitual en otras ediciones-, con un público que rebosaba la plaza y llegaba hasta misma puerta de la iglesia de Santa Marina. Escuchamos al maestro templarse por soleá desde la lejanía y entre el alboroto, pero la bulla nos disuadió rápidamente.El Pele durante su actuación en la plaza del Conde de Priego, en Santa Marina rafael carmonaDe allí caminamos hasta el Cine Fuenseca , donde estaba prevista la actuación de Mercedes Luján . Un concierto histórico en la Noche Blanca del Flamenco, ya que ha sido la primera mujer guitarrista cabeza de cartel de este evento . El ambiente tranquilo invitaba al disfrute del arte y la artista murciana no defraudó. Quiso romper el hielo con un toque en solitario por soleá, aunque estuvo arropada durante todo el concierto por instrumentos de viento y la colaboración al cante de Rafael de Utrera.En la recta final de la noche , nos aguardaban los momentos más álgidos. Primero con Raimundo Amador en La Corredera , que a sus más de sesenta años volvió a demostrar que tiene cuerda para rato y que toca la guitarra eléctrica como ningún otro mortal. Su inconfundible estilo y sus correrías por el mástil hicieron las delicias de un público que estuvo rendido en todo momento al artista sevillano.Traca finalA escasos metros de allí, nos encontramos con una estampa bien distinta: la fusión de la música mediterránea y del flamenco . Un concierto de pequeño formato, que propiciaba un clima muy cercano y agradable, donde la guitarra flamenca y los sonidos arabescos fueron nuevamente los protagonistas de la fusión musical. Califato ¾ durante su actuación en el Alcázar ángel rodíguezY la traca final tuvo lugar bien entrada la madrugada . El primer plato fue con la actuación de Lachispa en una Plaza del Potro donde no cabía un alfiler y que, un año más, vuelve a poner en entredicho la idoneidad de este espacio para conciertos con una gran afluencia de público. La artista gaditana, que ya había pasado por la Noche Blanca del Flamenco en algunas colaboraciones con artistad como India Martínez, fue un revulsivo para quienes soportaban el bochorno de un calor que apenas dio tregua en toda la noche.Para asistir al fin de fiesta nos desplazamos a los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos, donde Califato ¾ colgó el cartel de aforo completo dejando a gran parte de sus fans a las puertas del recinto. Una actuación que hizo vibrar a los cientos de personas que no sucumbieron a la inclemente climatología cordobesa. RSS de noticias de espana/andalucia
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