“En el Valencia casi soy un veterano”, dice Diego López, que tiene 23 años recién cumplidos. Él fue uno de los cachorros de la cantera ché a los que dio vuelo Rubén Baraja en 2023 en medio de la gran crisis institucional y deportiva del club, y a los que se ha agarrado el nuevo técnico Carlos Corberán para escapar de otro curso en el fango. El atacante es una de las pocas cosas que han funcionado en Mestalla y un veterano de verdad en la selección española sub-21, que este miércoles arranca el Europeo en Bratislava contra la anfitriona Eslovaquia (18.00, La1). “En el grupo no hay problemas, pero Santi [Denia, el técnico] nos pide a los que llevamos más tiempo que controlemos el tema del descanso”, cuenta este asturiano de pocas palabras y con el “usted” por delante. En la temporada liguera recién terminada, ha sido el segundo máximo goleador de su equipo (nueve tantos, a dos de Hugo Duro) y principal asistente (seis).
El atacante del Valencia, que perteneció a las inferiores del Madrid y Barcelona, es un pilar del equipo de Santi Denia que este miércoles inicia el Europeo
“En el Valencia casi soy un veterano”, dice Diego López, que tiene 23 años recién cumplidos. Él fue uno de los cachorros de la cantera ché a los que dio vuelo Rubén Baraja en 2023 en medio de la gran crisis institucional y deportiva del club, y a los que se ha agarrado el nuevo técnico Carlos Corberán para escapar de otro curso en el fango. El atacante es una de las pocas cosas que han funcionado en Mestalla y un veterano de verdad en la selección española sub-21, que este miércoles arranca el Europeo en Bratislava contra la anfitriona Eslovaquia (18.00, La1). “En el grupo no hay problemas, pero Santi [Denia, el técnico] nos pide a los que llevamos más tiempo que controlemos el tema del descanso”, cuenta este asturiano de pocas palabras y con el “usted” por delante. En la temporada liguera recién terminada, ha sido el segundo máximo goleador de su equipo (nueve tantos, a dos de Hugo Duro) y principal asistente (seis).
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