A siete se puede ir el recuento oficial de víctimas de José Jurado, conocido popularmente como ‘Dinamita Montilla’. Una familia reclama buscar evidencias sobre su posible implicación, aunque ha sido descartada inicialmente. Jurado es el último asesino en serie andaluz , con un rastro sangriento que se remonta a la década de 1980, cuando ya daba miedo a sus vecinos de Campanillas (Málaga) y cuando su madre ya no podía fingir más ponerse enferma ante las fechorías de un niño que fue siempre fue conflictivo, desde sus años en los entornos rurales de Málaga. Sus primeras víctimas fueron los gatos y las palomas del pueblo, que mataba a pedradas; luego tiene cuatro asesinatos confirmados con condena firme y por los que pasó por la cárcel, uno más por el que la Fiscalía le pide 26 años de cárcel, otro judicializado y un séptimo bajo sospecha tras la denuncia de una familia de Almuñécar (Granada). Los allegados de Francisco Pérez Bedmar ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil que la desaparición de este hombre coincide con el paso del asesino por esta localidad. Han podido ubicar a ‘Dinamita Montilla’ en Almuñécar por los vídeos de sus viajes subidos a las redes sociales. El 22 de marzo de 2024, el sospechoso colgó un vídeo desde Almuñécar reseñando una ruta hacia Valencia por Salobreña, Motril y La Alpujarra. La familia cree que se pudo cruzar aquel día con el asesino, que lo mató y lo hizo desaparecer. Esta sería su séptima víctima, la cual se conocería cuando está en la cárcel en prisión preventiva esperando para responder por dos supuestos asesinatos recientes. Las primeras investigaciones de la Guardia Civil no enlazaron la desaparición con la presencia del asesino , pero la familia quiere que se haga una triangulación del móvil de Jurado para estar seguros.Su historial de muertes se descubre en 1987. La Guardia Civil detuvo a José Jurado el 4 de mayo de ese año en Álora por la muerte de dos turistas que estaban de acampada en El Chorro. Es un paraje natural conocido de Málaga, cerca del Caminito del Rey, con un pantano. Una zona de escalada y de acampada. Los cadáveres presentaban disparos y estaban apuñalados. La investigación llevó hasta Jurado, que cuando fue detenido pudo ser acusado por los restos que había dejado en otros crímenes. Dos años antes, en noviembre de 1985, se determinó que había matado a Francisco González, un vecino de Puerto de la Torre de 57 años. En una entrevista en Diario Sur el asesino explicó que buscaba unos zorros que le habían matado unas gallinas cuando comenzó a llover. Se refugió una construcción y se acostó a esperar que pasara la tormenta en unos sacos de algarrobas. En aquella entrevista dijo que fue despertado por el dueño de la finca apuntándolo con una escopeta. Le agarró el arma, la giró y le disparó. El cuerpo lo dejo escondido entre los sacos donde había estado dormido hasta que fue despertado a las siete de la mañana encañonado por una escopeta de caza. Es el único asesinato que ha reconocido públicamente, aunque en marzo de 1987 se le volvió a endosar otro crimen. Antonio Paniagua, que fuera chófer del cantante Juanito Valderrama, fue hallado casi carbonizado en una vivienda en el campo en Campanillas. La evidencias, tras ser detenido, condujeron a que este hombre era la cuarta víctima de «El Titi», que era como entonces se conocía a José Jurado.Por estos asesinatos fue condenado a 123 años de cárcel, pero la derogación de la ‘doctrina Parot’ impidió que cumpliera las cuatro condenas por separado. Cuando una acababa comenzaba la otra. Por acumulación de penas estuvo 28 años en la cárcel y salió. Entonces desapareció. Se perdió su rastro y luego se convirtió en una estrella de TikTok por sus rutas mochileras por España. Nadie sabía de su pasado hasta que el Grupo de Homicidios de Málaga lo descubrió. Fue en la investigación de un nuevo asesinato. El 29 de agosto 2022 se halló el cadáver de David un joven de 21 años asesinado en el paraje de Los Ciegos de Los Montes de Málaga. David H. era un chico formal y estudiante que tuvo la mala suerte de cruzarse con el asesino cuando iba a coger unas algarrobas para sacarse un dinerillo a una finca familiar. La Fiscalía pide 26 años de cárcel a ‘Dinamita Montilla’ por este crimen. Aquella mañana, el joven se encontró con el asesino y entabló una breve conversación, tras verse sorprendido por José Jurado. Según la Fiscalía, «con la finalidad de obtener una ganancia ilícita» y tras asegurarse de la «situación de soledad y desamparo» del joven, el acusado presuntamente «con la intención de acabar con su vida, de forma inesperada y sin posibilidad alguna de defensa le disparó con la escopeta ». El primer tiro le alcanzó en el cuello y el joven cayó al suelo. Allí le volvió a disparar en la cabeza para rematarlo. Tras esto, dio la vuelta al cadáver y abrió la mochila para llevarse lo que hubiera de valor. Robó efectos por valor de unos 200 euros .Durante dos años esta muerte fue una obsesión del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, hasta que los restos biológicos de la cremallera de la mochila cotejados con un archivo de hacía décadas , descubrieron a José Jurado. Las primeras pesquisas se centraron en identificar y tomar declaración a todos los cazadores autorizados en la zona. Luego se interrogó a los agentes forestales, a la asociación de vecinos y de cazadores, a los furtivos, a los guardeses de la zona, vecinos de las casas y diseminados colindantes. Cada pista era cotejada : modelos de coches por desguaces, tipos de armas o simples descripciones. Asimismo, se estudió y tomó declaración, a través del Registro de la Propiedad, a los propietarios actuales e históricos de las tierras donde ocurrieron los hechos. Durante meses se contrastaron todas y cada una de las informaciones que aportaban los vecinos en más de sesenta declaraciones e innumerables entrevistas. Hubo más de 150 actuaciones registradas con las consultas a archivos de hace dos siglos, hasta que un ADN permitió seguir la pista de un perfil genético. Tras meses de indagaciones, el estudio científico, apoyado en las bases de datos existentes de toma de muestra de ADN a personas detenidas, descubrieron a un posible pariente del asesino. Los investigadores se fueron hasta registros y censos de 1871 , para hacer el árbol genealógico que les llevara hasta el asesino. El sospechoso era un varón de 63 años con numerosos antecedentes por delitos contra las personas. Se había cambiado los apellidos, pero al final los filiaron con un asesino en serie condenado. Era ‘El Titi’, con cuatro muertes a sus espaldas en los 80. Comenzaron a rastrearlo y vieron que se había convertido en una estrella de TikTok y que narraba todas sus andanzas. Siguiendo la red social lo pudieron detener en un bar de un pueblo de Badajoz en mayo de 2024. Desde entonces está en prisión.Sin embargo, en ese momento, saltó otra pista, la de Ester Estepa, una sevillana desaparecida en la zona del Levante valenciano. El 2 de febrero de 2024, unos senderistas hallaron que buscaban un atajo en el monte hallaron un cráneo humano . Rápidamente, dieron aviso a la Policía Nacional. En ese momento comenzó la búsqueda por la zona para encontrar el resto del cuerpo, pero no fue posible. Además, nadie supo de quién era aquel cráneo hasta junio. Tras ser detenido ‘Dinamita Montilla’ se levantaron la sospechas. En sus vídeos de TikTok, la sevillana Ester Estepa aparecía junto al asesino. La familia aportó ADN y los análisis en junio dieron positivo. Aquella cabeza era de la sevillana de 42 años. La desaparición de la mujer se había denunciado en agosto de 2023. Entre el 21 y el 23 de ese mes en Gandía había sido la última vez que se le había visto con vida.En los vídeos de ‘Dinamita Montilla’ antes de la desaparición de Ester, el asesino alardeaba de tener una relación con esta mujer. La trataba como a su novia , por lo que este asesinato sería además un crimen machista si existiera esa relación. Este caso está bajo la instrucción judicial pertinente, después de hallarse el cuerpo de la mujer. A siete se puede ir el recuento oficial de víctimas de José Jurado, conocido popularmente como ‘Dinamita Montilla’. Una familia reclama buscar evidencias sobre su posible implicación, aunque ha sido descartada inicialmente. Jurado es el último asesino en serie andaluz , con un rastro sangriento que se remonta a la década de 1980, cuando ya daba miedo a sus vecinos de Campanillas (Málaga) y cuando su madre ya no podía fingir más ponerse enferma ante las fechorías de un niño que fue siempre fue conflictivo, desde sus años en los entornos rurales de Málaga. Sus primeras víctimas fueron los gatos y las palomas del pueblo, que mataba a pedradas; luego tiene cuatro asesinatos confirmados con condena firme y por los que pasó por la cárcel, uno más por el que la Fiscalía le pide 26 años de cárcel, otro judicializado y un séptimo bajo sospecha tras la denuncia de una familia de Almuñécar (Granada). Los allegados de Francisco Pérez Bedmar ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil que la desaparición de este hombre coincide con el paso del asesino por esta localidad. Han podido ubicar a ‘Dinamita Montilla’ en Almuñécar por los vídeos de sus viajes subidos a las redes sociales. El 22 de marzo de 2024, el sospechoso colgó un vídeo desde Almuñécar reseñando una ruta hacia Valencia por Salobreña, Motril y La Alpujarra. La familia cree que se pudo cruzar aquel día con el asesino, que lo mató y lo hizo desaparecer. Esta sería su séptima víctima, la cual se conocería cuando está en la cárcel en prisión preventiva esperando para responder por dos supuestos asesinatos recientes. Las primeras investigaciones de la Guardia Civil no enlazaron la desaparición con la presencia del asesino , pero la familia quiere que se haga una triangulación del móvil de Jurado para estar seguros.Su historial de muertes se descubre en 1987. La Guardia Civil detuvo a José Jurado el 4 de mayo de ese año en Álora por la muerte de dos turistas que estaban de acampada en El Chorro. Es un paraje natural conocido de Málaga, cerca del Caminito del Rey, con un pantano. Una zona de escalada y de acampada. Los cadáveres presentaban disparos y estaban apuñalados. La investigación llevó hasta Jurado, que cuando fue detenido pudo ser acusado por los restos que había dejado en otros crímenes. Dos años antes, en noviembre de 1985, se determinó que había matado a Francisco González, un vecino de Puerto de la Torre de 57 años. En una entrevista en Diario Sur el asesino explicó que buscaba unos zorros que le habían matado unas gallinas cuando comenzó a llover. Se refugió una construcción y se acostó a esperar que pasara la tormenta en unos sacos de algarrobas. En aquella entrevista dijo que fue despertado por el dueño de la finca apuntándolo con una escopeta. Le agarró el arma, la giró y le disparó. El cuerpo lo dejo escondido entre los sacos donde había estado dormido hasta que fue despertado a las siete de la mañana encañonado por una escopeta de caza. Es el único asesinato que ha reconocido públicamente, aunque en marzo de 1987 se le volvió a endosar otro crimen. Antonio Paniagua, que fuera chófer del cantante Juanito Valderrama, fue hallado casi carbonizado en una vivienda en el campo en Campanillas. La evidencias, tras ser detenido, condujeron a que este hombre era la cuarta víctima de «El Titi», que era como entonces se conocía a José Jurado.Por estos asesinatos fue condenado a 123 años de cárcel, pero la derogación de la ‘doctrina Parot’ impidió que cumpliera las cuatro condenas por separado. Cuando una acababa comenzaba la otra. Por acumulación de penas estuvo 28 años en la cárcel y salió. Entonces desapareció. Se perdió su rastro y luego se convirtió en una estrella de TikTok por sus rutas mochileras por España. Nadie sabía de su pasado hasta que el Grupo de Homicidios de Málaga lo descubrió. Fue en la investigación de un nuevo asesinato. El 29 de agosto 2022 se halló el cadáver de David un joven de 21 años asesinado en el paraje de Los Ciegos de Los Montes de Málaga. David H. era un chico formal y estudiante que tuvo la mala suerte de cruzarse con el asesino cuando iba a coger unas algarrobas para sacarse un dinerillo a una finca familiar. La Fiscalía pide 26 años de cárcel a ‘Dinamita Montilla’ por este crimen. Aquella mañana, el joven se encontró con el asesino y entabló una breve conversación, tras verse sorprendido por José Jurado. Según la Fiscalía, «con la finalidad de obtener una ganancia ilícita» y tras asegurarse de la «situación de soledad y desamparo» del joven, el acusado presuntamente «con la intención de acabar con su vida, de forma inesperada y sin posibilidad alguna de defensa le disparó con la escopeta ». El primer tiro le alcanzó en el cuello y el joven cayó al suelo. Allí le volvió a disparar en la cabeza para rematarlo. Tras esto, dio la vuelta al cadáver y abrió la mochila para llevarse lo que hubiera de valor. Robó efectos por valor de unos 200 euros .Durante dos años esta muerte fue una obsesión del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, hasta que los restos biológicos de la cremallera de la mochila cotejados con un archivo de hacía décadas , descubrieron a José Jurado. Las primeras pesquisas se centraron en identificar y tomar declaración a todos los cazadores autorizados en la zona. Luego se interrogó a los agentes forestales, a la asociación de vecinos y de cazadores, a los furtivos, a los guardeses de la zona, vecinos de las casas y diseminados colindantes. Cada pista era cotejada : modelos de coches por desguaces, tipos de armas o simples descripciones. Asimismo, se estudió y tomó declaración, a través del Registro de la Propiedad, a los propietarios actuales e históricos de las tierras donde ocurrieron los hechos. Durante meses se contrastaron todas y cada una de las informaciones que aportaban los vecinos en más de sesenta declaraciones e innumerables entrevistas. Hubo más de 150 actuaciones registradas con las consultas a archivos de hace dos siglos, hasta que un ADN permitió seguir la pista de un perfil genético. Tras meses de indagaciones, el estudio científico, apoyado en las bases de datos existentes de toma de muestra de ADN a personas detenidas, descubrieron a un posible pariente del asesino. Los investigadores se fueron hasta registros y censos de 1871 , para hacer el árbol genealógico que les llevara hasta el asesino. El sospechoso era un varón de 63 años con numerosos antecedentes por delitos contra las personas. Se había cambiado los apellidos, pero al final los filiaron con un asesino en serie condenado. Era ‘El Titi’, con cuatro muertes a sus espaldas en los 80. Comenzaron a rastrearlo y vieron que se había convertido en una estrella de TikTok y que narraba todas sus andanzas. Siguiendo la red social lo pudieron detener en un bar de un pueblo de Badajoz en mayo de 2024. Desde entonces está en prisión.Sin embargo, en ese momento, saltó otra pista, la de Ester Estepa, una sevillana desaparecida en la zona del Levante valenciano. El 2 de febrero de 2024, unos senderistas hallaron que buscaban un atajo en el monte hallaron un cráneo humano . Rápidamente, dieron aviso a la Policía Nacional. En ese momento comenzó la búsqueda por la zona para encontrar el resto del cuerpo, pero no fue posible. Además, nadie supo de quién era aquel cráneo hasta junio. Tras ser detenido ‘Dinamita Montilla’ se levantaron la sospechas. En sus vídeos de TikTok, la sevillana Ester Estepa aparecía junto al asesino. La familia aportó ADN y los análisis en junio dieron positivo. Aquella cabeza era de la sevillana de 42 años. La desaparición de la mujer se había denunciado en agosto de 2023. Entre el 21 y el 23 de ese mes en Gandía había sido la última vez que se le había visto con vida.En los vídeos de ‘Dinamita Montilla’ antes de la desaparición de Ester, el asesino alardeaba de tener una relación con esta mujer. La trataba como a su novia , por lo que este asesinato sería además un crimen machista si existiera esa relación. Este caso está bajo la instrucción judicial pertinente, después de hallarse el cuerpo de la mujer. A siete se puede ir el recuento oficial de víctimas de José Jurado, conocido popularmente como ‘Dinamita Montilla’. Una familia reclama buscar evidencias sobre su posible implicación, aunque ha sido descartada inicialmente. Jurado es el último asesino en serie andaluz , con un rastro sangriento que se remonta a la década de 1980, cuando ya daba miedo a sus vecinos de Campanillas (Málaga) y cuando su madre ya no podía fingir más ponerse enferma ante las fechorías de un niño que fue siempre fue conflictivo, desde sus años en los entornos rurales de Málaga. Sus primeras víctimas fueron los gatos y las palomas del pueblo, que mataba a pedradas; luego tiene cuatro asesinatos confirmados con condena firme y por los que pasó por la cárcel, uno más por el que la Fiscalía le pide 26 años de cárcel, otro judicializado y un séptimo bajo sospecha tras la denuncia de una familia de Almuñécar (Granada). Los allegados de Francisco Pérez Bedmar ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil que la desaparición de este hombre coincide con el paso del asesino por esta localidad. Han podido ubicar a ‘Dinamita Montilla’ en Almuñécar por los vídeos de sus viajes subidos a las redes sociales. El 22 de marzo de 2024, el sospechoso colgó un vídeo desde Almuñécar reseñando una ruta hacia Valencia por Salobreña, Motril y La Alpujarra. La familia cree que se pudo cruzar aquel día con el asesino, que lo mató y lo hizo desaparecer. Esta sería su séptima víctima, la cual se conocería cuando está en la cárcel en prisión preventiva esperando para responder por dos supuestos asesinatos recientes. Las primeras investigaciones de la Guardia Civil no enlazaron la desaparición con la presencia del asesino , pero la familia quiere que se haga una triangulación del móvil de Jurado para estar seguros.Su historial de muertes se descubre en 1987. La Guardia Civil detuvo a José Jurado el 4 de mayo de ese año en Álora por la muerte de dos turistas que estaban de acampada en El Chorro. Es un paraje natural conocido de Málaga, cerca del Caminito del Rey, con un pantano. Una zona de escalada y de acampada. Los cadáveres presentaban disparos y estaban apuñalados. La investigación llevó hasta Jurado, que cuando fue detenido pudo ser acusado por los restos que había dejado en otros crímenes. Dos años antes, en noviembre de 1985, se determinó que había matado a Francisco González, un vecino de Puerto de la Torre de 57 años. En una entrevista en Diario Sur el asesino explicó que buscaba unos zorros que le habían matado unas gallinas cuando comenzó a llover. Se refugió una construcción y se acostó a esperar que pasara la tormenta en unos sacos de algarrobas. En aquella entrevista dijo que fue despertado por el dueño de la finca apuntándolo con una escopeta. Le agarró el arma, la giró y le disparó. El cuerpo lo dejo escondido entre los sacos donde había estado dormido hasta que fue despertado a las siete de la mañana encañonado por una escopeta de caza. Es el único asesinato que ha reconocido públicamente, aunque en marzo de 1987 se le volvió a endosar otro crimen. Antonio Paniagua, que fuera chófer del cantante Juanito Valderrama, fue hallado casi carbonizado en una vivienda en el campo en Campanillas. La evidencias, tras ser detenido, condujeron a que este hombre era la cuarta víctima de «El Titi», que era como entonces se conocía a José Jurado.Por estos asesinatos fue condenado a 123 años de cárcel, pero la derogación de la ‘doctrina Parot’ impidió que cumpliera las cuatro condenas por separado. Cuando una acababa comenzaba la otra. Por acumulación de penas estuvo 28 años en la cárcel y salió. Entonces desapareció. Se perdió su rastro y luego se convirtió en una estrella de TikTok por sus rutas mochileras por España. Nadie sabía de su pasado hasta que el Grupo de Homicidios de Málaga lo descubrió. Fue en la investigación de un nuevo asesinato. El 29 de agosto 2022 se halló el cadáver de David un joven de 21 años asesinado en el paraje de Los Ciegos de Los Montes de Málaga. David H. era un chico formal y estudiante que tuvo la mala suerte de cruzarse con el asesino cuando iba a coger unas algarrobas para sacarse un dinerillo a una finca familiar. La Fiscalía pide 26 años de cárcel a ‘Dinamita Montilla’ por este crimen. Aquella mañana, el joven se encontró con el asesino y entabló una breve conversación, tras verse sorprendido por José Jurado. Según la Fiscalía, «con la finalidad de obtener una ganancia ilícita» y tras asegurarse de la «situación de soledad y desamparo» del joven, el acusado presuntamente «con la intención de acabar con su vida, de forma inesperada y sin posibilidad alguna de defensa le disparó con la escopeta ». El primer tiro le alcanzó en el cuello y el joven cayó al suelo. Allí le volvió a disparar en la cabeza para rematarlo. Tras esto, dio la vuelta al cadáver y abrió la mochila para llevarse lo que hubiera de valor. Robó efectos por valor de unos 200 euros .Durante dos años esta muerte fue una obsesión del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, hasta que los restos biológicos de la cremallera de la mochila cotejados con un archivo de hacía décadas , descubrieron a José Jurado. Las primeras pesquisas se centraron en identificar y tomar declaración a todos los cazadores autorizados en la zona. Luego se interrogó a los agentes forestales, a la asociación de vecinos y de cazadores, a los furtivos, a los guardeses de la zona, vecinos de las casas y diseminados colindantes. Cada pista era cotejada : modelos de coches por desguaces, tipos de armas o simples descripciones. Asimismo, se estudió y tomó declaración, a través del Registro de la Propiedad, a los propietarios actuales e históricos de las tierras donde ocurrieron los hechos. Durante meses se contrastaron todas y cada una de las informaciones que aportaban los vecinos en más de sesenta declaraciones e innumerables entrevistas. Hubo más de 150 actuaciones registradas con las consultas a archivos de hace dos siglos, hasta que un ADN permitió seguir la pista de un perfil genético. Tras meses de indagaciones, el estudio científico, apoyado en las bases de datos existentes de toma de muestra de ADN a personas detenidas, descubrieron a un posible pariente del asesino. Los investigadores se fueron hasta registros y censos de 1871 , para hacer el árbol genealógico que les llevara hasta el asesino. El sospechoso era un varón de 63 años con numerosos antecedentes por delitos contra las personas. Se había cambiado los apellidos, pero al final los filiaron con un asesino en serie condenado. Era ‘El Titi’, con cuatro muertes a sus espaldas en los 80. Comenzaron a rastrearlo y vieron que se había convertido en una estrella de TikTok y que narraba todas sus andanzas. Siguiendo la red social lo pudieron detener en un bar de un pueblo de Badajoz en mayo de 2024. Desde entonces está en prisión.Sin embargo, en ese momento, saltó otra pista, la de Ester Estepa, una sevillana desaparecida en la zona del Levante valenciano. El 2 de febrero de 2024, unos senderistas hallaron que buscaban un atajo en el monte hallaron un cráneo humano . Rápidamente, dieron aviso a la Policía Nacional. En ese momento comenzó la búsqueda por la zona para encontrar el resto del cuerpo, pero no fue posible. Además, nadie supo de quién era aquel cráneo hasta junio. Tras ser detenido ‘Dinamita Montilla’ se levantaron la sospechas. En sus vídeos de TikTok, la sevillana Ester Estepa aparecía junto al asesino. La familia aportó ADN y los análisis en junio dieron positivo. Aquella cabeza era de la sevillana de 42 años. La desaparición de la mujer se había denunciado en agosto de 2023. Entre el 21 y el 23 de ese mes en Gandía había sido la última vez que se le había visto con vida.En los vídeos de ‘Dinamita Montilla’ antes de la desaparición de Ester, el asesino alardeaba de tener una relación con esta mujer. La trataba como a su novia , por lo que este asesinato sería además un crimen machista si existiera esa relación. Este caso está bajo la instrucción judicial pertinente, después de hallarse el cuerpo de la mujer. RSS de noticias de espana/andalucia
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