El 10, con el correspondiente artículo determinado que acredita distinción, pertenece a dos leyendas del fútbol universal. A Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’ (Minas Gerais, Brasil, 23 de octubre de 1940-Sao Paulo, 29 de diciembre de 2022), que inventó el significado de dicho dorsal en una camiseta y le dio pedigrí; y a Diego Armando Maradona (Buenos Aires, 30 de octubre de 1960-Buenos Aires, 25 de noviembre de 2020), que elevó el brillo de esas dos cifras a un nivel de popularidad y mitomanía muy difícil, por no decir imposible, de igualar. Los jugadores brasileño y argentino encadenaron 40 años de trayectoria deportiva (Pelé, de 1956 a 1977; Maradona, de 1976 a 1997). Cuatro décadas durante las cuales el 10 que lucieron ambos en sus respectivos equipos y selecciones reinó sin discusión sobre el resto de números presentes en las espaldas de sus compañeros. El halo de su influencia fue tal que ese guarismo quedó impreso para siempre en la memoria del aficionado como símbolo identitario del futbolista más destacado, deslumbrante y especial de cualquier plantilla .Retirado Maradona, en los compases finales del siglo XX y durante los primeros lustros del XXI hubo muchos dieces ilustres, pero el mágico dorsal se vio eclipsado en varias alineaciones por el desempeño y la popularidad de figuras nacionales e internacionales que jugaron con diferentes números en sus uniformes. Son los casos, por ejemplo, del 1 utilizado por Casillas y Buffon , el 3 de Maldini , el 5 de Zidane , el 6 de Roberto Carlos , el 7 de Raúl y Cristiano , el 8 de Iniesta , el 9 de Ronaldo , el 11 de Henry o el 23 de Beckham .Hasta que apareció otro argentino. Pequeño y zurdo como Maradona. Se llama Leo Messi y, criado en la cantera del Barcelona, debutó en el primer equipo azulgrana en octubre de 2004. Lo hizo con un dorsal icónico en el club catalán, el inolvidable 14 de Johan Cruyff . A partir de ahí alternó su presencia entre el filial y los mayores y, como cualquier joven recién ascendido, lució en la espalda un número elevado, el 30. Cuatro años después, en 2008, su deslumbrante calidad le permitió enfundarse la zamarra 10. No solo la honró, sino que deslumbró con ella al mundo durante 13 años.Messi revitalizó la importancia del 10. En 2021 abandonó Barcelona rumbo al Paris Saint-Germain . Allí, el dueño del 10 era su excompañero y amigo Neymar , así que Leo optó por la nostalgia y reverdeció el 30 de su mocedad. Heredó el dorsal fetiche al año siguiente, cuando el brasileño se fue. Conservó el 10 y lo siguió manteniendo en el Inter de Miami . Desde que aterrizó en Estados Unidos (2023), su remera (así se denomina la camiseta en Argentina y otros países suramericanos) rosa es la más vendida de la MLS (Liga profesional norteamericana). Noticia Relacionada mundial de clubes estandar Si Messi sigue siendo el rey Ángel Luis Menéndez Tras la derrota y eliminación del Inter de Miami, la actuación del astro argentino ante el PSG provoca un aluvión contrapuesto de críticas y elogiosEl Barça intentó minimizar el agujero anímico y comercial provocado por el adiós de Messi dándole su 10 a Ansu Fati , otro chaval de La Masía que causó sensación tras su estreno en el primer equipo en la temporada 2019-20. Sin embargo, las lesiones cortaron de raíz la progresión del joven atacante y la emblemática prenda azulgrana se fue apagando en el césped y en las tiendas del club.La solución llegó hace apenas unos días. La entidad catalana tiró de nuevo de su propia cosecha. Así, Lamine Yamal, recién cumplidos los 18 años , es el nuevo 10. Esta decisión fue refrendada de forma contundente por los seguidores culés, quienes en apenas 24 horas compraron la friolera de 70.000 nuevas prendas de la inminente temporada.Es la enésima confirmación de que un futbolista carismático agrada y vende más cuando exhibe el 10, dorsal emblemático como ninguno. En consecuencia, a las estrellas suele gustarles un guarismo que barniza su figura y su ego con una mano extra de apostura, reconocimiento y prestigio profesional.En un mercado balompédico global y cada vez más competitivo, los clubes de la Liga española, especialmente los grandes, parecen decididos a restaurar la trascendencia de sus respectivos jugadores diez.Si el Barça ha designado a Yamal, el Real Madrid ha hecho una apuesta que se antoja segura. El francés Mbappé (26 años), su último gran fichaje, ha cambiado de número. Si el curso pasado, primero en la casa blanca, lució el 9, a partir de la próxima semana, cuando suba el telón de la nueva temporada, llevará el 10. Estaba vacante desde la marcha de otro dignísimo portador del mismo, el croata Modric (39).Noticia Relacionada estandar No Estos son los nombres prohibidos en la camiseta del Madrid: «No, imposible» Daniel Domínguez Un creador de contenido se acerca a la tienda del Madrid y se lleva una sorpresaAlgo parecido han decidido en el club vecino, el Atlético . Se ha ido el 10 de los últimos siete años, el argentino Correa (30), y esa camiseta lleva ahora el nombre de la incorporación rojiblanca más ilusionante, el almeriense Álex Baena (24). Los departamentos de marketing de los tres principales clubes de España, conocedores de la ilusión que anida en el mercado veraniego previo al comienzo de cada nueva temporada, se han apresurado a poner a la venta las camisetas de sus nuevos y estelares dieces. Y no son baratas.La zamarra oficial azulgrana de Yamal cuesta 185 euros en la tienda oficial del Barça y la réplica, 123 euros en la web de Nike. La de Mbappé, 175 en realmadrid.com y 118 (réplica), en la página de Adidas. Y la de Baena (Nike), 175 euros en la página del Atlético. La fuerza y el magnetismo que irradia la mística del 10 no solo se traduce en ingresos monetarios. Es algo que trasciende a lo material para tocar la fibra sensible. Al punto de suavizar tensiones e incluso lograr el perdón después de episodios tan delicados como los vividos por Nico Williams (23), portador de dicho dorsal en el Athletic . El año pasado, un ídolo de la entidad bilbaína, Iker Muniain , le traspasó el 10 al veloz extremo vasco, en una hábil maniobra que zanjó la incertidumbre surgida tras los rumores sobre su fichaje por el Barcelona . Este verano se repitió la historia hasta que hace un mes fue anunciada la renovación del contrato de Nico con el Athletic hasta 2035 .En bastantes casos, el sentimiento es aval fundamental para ser merecedor del dorsal diez. Así lo acredita Oyarzábal (28), capitán de la Real Sociedad que heredó tan honoríficos cargo y camiseta de Xabi Prieto .Noticia Relacionada Entrevista estandar No Oyarzabal: «Tengo amigos en el paro, conozco la realidad de la gente» José Carlos Carabias El autor del gol que dio la Eurocopa a España asegura que ese momento cumbre no le ha cambiado nadaOtro capitán, Iago Aspas (38), del Celta , se enfundó por vez primera el 10 en 2011. Evidentemente, lo perdió al marcharse al Liverpool (2013) y al Sevilla (2014). Cuando retornó a Vigo le dieron el 9, pero un año después recuperó el 10 ya para siempre.Aimar Oroz (23) viste el 10 de Osasuna . El centrocampista navarro sigue la senda marcada, entre otros, por dos instituciones del club rojillo: Patxi Piñal y Roberto Torres . Y Darder (31) hace lo propio en el equipo de su tierra, el Mallorca , desde hace dos años. Tomó el testigo de Antonio Sánchez , otro futbolista balear. Ese poso de apego a la entidad ayuda a sobrellevar una tarea de gran responsabilidad. «Cuando le dimos el 10 pensé: ‘Nos hemos equivocado. El 10 se lo tiene que ganar uno’», declaró el año pasado Míchel, entrenador del Girona. Aludía uno de los suyos, Asprilla , que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del equipo catalán. El joven (21) colombiano heredó esa camiseta de Borja García , uno de los jugadores que más veces (233) ha vestido el uniforme gironés. Las palabras del técnico madrileño, dichas al comienzo del curso, sirvieron para espolear de manera positiva a Asprilla.Los predecesores del 10 en cada club, casi siempre figuras honorables, imponen, pero a la vez ayudan cual espejos en los que mirarse. Especialmente cuando la entidad pasa por periodos turbulentos. Almeida (25) asumió el año pasado en el Valencia un dorsal vacante desde 2023, cuando Soler se fue al PSG. Cogió un 10 que han llevado, entre otros, Fernando, Angulo, Mata y Banega .Algo parecido le sucederá a Lukebakio (27) en el Sevilla si finalmente se confirma oficialmente que será el 10. El año pasado lo llevaba Suso , pero a mitad de curso se fue al Cádiz y quedó vacante una camiseta que antes vistieron Rakitic, Reyes, Baptista, Simeone, Polster y el mismísimo Maradona . En el otro club sevillano, el Betis , el 10 lo lleva Abde (23). El curso pasado, el atacante marroquí tomó el relevo de Ayoze . Habilidad, rapidez, visión de juego y demás cualidades creativas y ofensivas son factores también determinantes en la elección del portador del 10. De ahí que la inmensa mayoría sean centrocampistas o delanteros.Otro africano y veloz extremo, el egipcio (también francés) Hassan (23) llevará el 10 del Oviedo . Lo heredó de Portillo , un futbolista que merece un diez cum laude en la asignatura de ascender a equipos en los que milita (lo ha hecho con Betis, Getafe, Almería, Leganés y Oviedo). También es delantero Camello (24). El madrileño llevará un 10, el del Rayo Vallecano , que el año pasado fue adjudicado, por razones de pura y finalmente frustrada mercadotecnia, al colombiano James . Uche (22), el nuevo 10 del Getafe , nació en Nigeria y es centrocampista. Idéntica demarcación ocupan los siguientes portadores de la preciada camiseta con el 1 y el 0: Aleñá (27), del Alavés; Martim Neto (22), Elche; Pol Lozano (25), Espanyol; Pablo Martínez (27), Levante; y Parejo (36), Villarreal . Todos ellos tendrán el orgullo de cargar en su espalda con el peso del número más preciado y, acorde con esa labor, la responsabilidad extra de honrar el escudo que llevan en el pecho. El 10, con el correspondiente artículo determinado que acredita distinción, pertenece a dos leyendas del fútbol universal. A Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’ (Minas Gerais, Brasil, 23 de octubre de 1940-Sao Paulo, 29 de diciembre de 2022), que inventó el significado de dicho dorsal en una camiseta y le dio pedigrí; y a Diego Armando Maradona (Buenos Aires, 30 de octubre de 1960-Buenos Aires, 25 de noviembre de 2020), que elevó el brillo de esas dos cifras a un nivel de popularidad y mitomanía muy difícil, por no decir imposible, de igualar. Los jugadores brasileño y argentino encadenaron 40 años de trayectoria deportiva (Pelé, de 1956 a 1977; Maradona, de 1976 a 1997). Cuatro décadas durante las cuales el 10 que lucieron ambos en sus respectivos equipos y selecciones reinó sin discusión sobre el resto de números presentes en las espaldas de sus compañeros. El halo de su influencia fue tal que ese guarismo quedó impreso para siempre en la memoria del aficionado como símbolo identitario del futbolista más destacado, deslumbrante y especial de cualquier plantilla .Retirado Maradona, en los compases finales del siglo XX y durante los primeros lustros del XXI hubo muchos dieces ilustres, pero el mágico dorsal se vio eclipsado en varias alineaciones por el desempeño y la popularidad de figuras nacionales e internacionales que jugaron con diferentes números en sus uniformes. Son los casos, por ejemplo, del 1 utilizado por Casillas y Buffon , el 3 de Maldini , el 5 de Zidane , el 6 de Roberto Carlos , el 7 de Raúl y Cristiano , el 8 de Iniesta , el 9 de Ronaldo , el 11 de Henry o el 23 de Beckham .Hasta que apareció otro argentino. Pequeño y zurdo como Maradona. Se llama Leo Messi y, criado en la cantera del Barcelona, debutó en el primer equipo azulgrana en octubre de 2004. Lo hizo con un dorsal icónico en el club catalán, el inolvidable 14 de Johan Cruyff . A partir de ahí alternó su presencia entre el filial y los mayores y, como cualquier joven recién ascendido, lució en la espalda un número elevado, el 30. Cuatro años después, en 2008, su deslumbrante calidad le permitió enfundarse la zamarra 10. No solo la honró, sino que deslumbró con ella al mundo durante 13 años.Messi revitalizó la importancia del 10. En 2021 abandonó Barcelona rumbo al Paris Saint-Germain . Allí, el dueño del 10 era su excompañero y amigo Neymar , así que Leo optó por la nostalgia y reverdeció el 30 de su mocedad. Heredó el dorsal fetiche al año siguiente, cuando el brasileño se fue. Conservó el 10 y lo siguió manteniendo en el Inter de Miami . Desde que aterrizó en Estados Unidos (2023), su remera (así se denomina la camiseta en Argentina y otros países suramericanos) rosa es la más vendida de la MLS (Liga profesional norteamericana). Noticia Relacionada mundial de clubes estandar Si Messi sigue siendo el rey Ángel Luis Menéndez Tras la derrota y eliminación del Inter de Miami, la actuación del astro argentino ante el PSG provoca un aluvión contrapuesto de críticas y elogiosEl Barça intentó minimizar el agujero anímico y comercial provocado por el adiós de Messi dándole su 10 a Ansu Fati , otro chaval de La Masía que causó sensación tras su estreno en el primer equipo en la temporada 2019-20. Sin embargo, las lesiones cortaron de raíz la progresión del joven atacante y la emblemática prenda azulgrana se fue apagando en el césped y en las tiendas del club.La solución llegó hace apenas unos días. La entidad catalana tiró de nuevo de su propia cosecha. Así, Lamine Yamal, recién cumplidos los 18 años , es el nuevo 10. Esta decisión fue refrendada de forma contundente por los seguidores culés, quienes en apenas 24 horas compraron la friolera de 70.000 nuevas prendas de la inminente temporada.Es la enésima confirmación de que un futbolista carismático agrada y vende más cuando exhibe el 10, dorsal emblemático como ninguno. En consecuencia, a las estrellas suele gustarles un guarismo que barniza su figura y su ego con una mano extra de apostura, reconocimiento y prestigio profesional.En un mercado balompédico global y cada vez más competitivo, los clubes de la Liga española, especialmente los grandes, parecen decididos a restaurar la trascendencia de sus respectivos jugadores diez.Si el Barça ha designado a Yamal, el Real Madrid ha hecho una apuesta que se antoja segura. El francés Mbappé (26 años), su último gran fichaje, ha cambiado de número. Si el curso pasado, primero en la casa blanca, lució el 9, a partir de la próxima semana, cuando suba el telón de la nueva temporada, llevará el 10. Estaba vacante desde la marcha de otro dignísimo portador del mismo, el croata Modric (39).Noticia Relacionada estandar No Estos son los nombres prohibidos en la camiseta del Madrid: «No, imposible» Daniel Domínguez Un creador de contenido se acerca a la tienda del Madrid y se lleva una sorpresaAlgo parecido han decidido en el club vecino, el Atlético . Se ha ido el 10 de los últimos siete años, el argentino Correa (30), y esa camiseta lleva ahora el nombre de la incorporación rojiblanca más ilusionante, el almeriense Álex Baena (24). Los departamentos de marketing de los tres principales clubes de España, conocedores de la ilusión que anida en el mercado veraniego previo al comienzo de cada nueva temporada, se han apresurado a poner a la venta las camisetas de sus nuevos y estelares dieces. Y no son baratas.La zamarra oficial azulgrana de Yamal cuesta 185 euros en la tienda oficial del Barça y la réplica, 123 euros en la web de Nike. La de Mbappé, 175 en realmadrid.com y 118 (réplica), en la página de Adidas. Y la de Baena (Nike), 175 euros en la página del Atlético. La fuerza y el magnetismo que irradia la mística del 10 no solo se traduce en ingresos monetarios. Es algo que trasciende a lo material para tocar la fibra sensible. Al punto de suavizar tensiones e incluso lograr el perdón después de episodios tan delicados como los vividos por Nico Williams (23), portador de dicho dorsal en el Athletic . El año pasado, un ídolo de la entidad bilbaína, Iker Muniain , le traspasó el 10 al veloz extremo vasco, en una hábil maniobra que zanjó la incertidumbre surgida tras los rumores sobre su fichaje por el Barcelona . Este verano se repitió la historia hasta que hace un mes fue anunciada la renovación del contrato de Nico con el Athletic hasta 2035 .En bastantes casos, el sentimiento es aval fundamental para ser merecedor del dorsal diez. Así lo acredita Oyarzábal (28), capitán de la Real Sociedad que heredó tan honoríficos cargo y camiseta de Xabi Prieto .Noticia Relacionada Entrevista estandar No Oyarzabal: «Tengo amigos en el paro, conozco la realidad de la gente» José Carlos Carabias El autor del gol que dio la Eurocopa a España asegura que ese momento cumbre no le ha cambiado nadaOtro capitán, Iago Aspas (38), del Celta , se enfundó por vez primera el 10 en 2011. Evidentemente, lo perdió al marcharse al Liverpool (2013) y al Sevilla (2014). Cuando retornó a Vigo le dieron el 9, pero un año después recuperó el 10 ya para siempre.Aimar Oroz (23) viste el 10 de Osasuna . El centrocampista navarro sigue la senda marcada, entre otros, por dos instituciones del club rojillo: Patxi Piñal y Roberto Torres . Y Darder (31) hace lo propio en el equipo de su tierra, el Mallorca , desde hace dos años. Tomó el testigo de Antonio Sánchez , otro futbolista balear. Ese poso de apego a la entidad ayuda a sobrellevar una tarea de gran responsabilidad. «Cuando le dimos el 10 pensé: ‘Nos hemos equivocado. El 10 se lo tiene que ganar uno’», declaró el año pasado Míchel, entrenador del Girona. Aludía uno de los suyos, Asprilla , que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del equipo catalán. El joven (21) colombiano heredó esa camiseta de Borja García , uno de los jugadores que más veces (233) ha vestido el uniforme gironés. Las palabras del técnico madrileño, dichas al comienzo del curso, sirvieron para espolear de manera positiva a Asprilla.Los predecesores del 10 en cada club, casi siempre figuras honorables, imponen, pero a la vez ayudan cual espejos en los que mirarse. Especialmente cuando la entidad pasa por periodos turbulentos. Almeida (25) asumió el año pasado en el Valencia un dorsal vacante desde 2023, cuando Soler se fue al PSG. Cogió un 10 que han llevado, entre otros, Fernando, Angulo, Mata y Banega .Algo parecido le sucederá a Lukebakio (27) en el Sevilla si finalmente se confirma oficialmente que será el 10. El año pasado lo llevaba Suso , pero a mitad de curso se fue al Cádiz y quedó vacante una camiseta que antes vistieron Rakitic, Reyes, Baptista, Simeone, Polster y el mismísimo Maradona . En el otro club sevillano, el Betis , el 10 lo lleva Abde (23). El curso pasado, el atacante marroquí tomó el relevo de Ayoze . Habilidad, rapidez, visión de juego y demás cualidades creativas y ofensivas son factores también determinantes en la elección del portador del 10. De ahí que la inmensa mayoría sean centrocampistas o delanteros.Otro africano y veloz extremo, el egipcio (también francés) Hassan (23) llevará el 10 del Oviedo . Lo heredó de Portillo , un futbolista que merece un diez cum laude en la asignatura de ascender a equipos en los que milita (lo ha hecho con Betis, Getafe, Almería, Leganés y Oviedo). También es delantero Camello (24). El madrileño llevará un 10, el del Rayo Vallecano , que el año pasado fue adjudicado, por razones de pura y finalmente frustrada mercadotecnia, al colombiano James . Uche (22), el nuevo 10 del Getafe , nació en Nigeria y es centrocampista. Idéntica demarcación ocupan los siguientes portadores de la preciada camiseta con el 1 y el 0: Aleñá (27), del Alavés; Martim Neto (22), Elche; Pol Lozano (25), Espanyol; Pablo Martínez (27), Levante; y Parejo (36), Villarreal . Todos ellos tendrán el orgullo de cargar en su espalda con el peso del número más preciado y, acorde con esa labor, la responsabilidad extra de honrar el escudo que llevan en el pecho. El 10, con el correspondiente artículo determinado que acredita distinción, pertenece a dos leyendas del fútbol universal. A Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’ (Minas Gerais, Brasil, 23 de octubre de 1940-Sao Paulo, 29 de diciembre de 2022), que inventó el significado de dicho dorsal en una camiseta y le dio pedigrí; y a Diego Armando Maradona (Buenos Aires, 30 de octubre de 1960-Buenos Aires, 25 de noviembre de 2020), que elevó el brillo de esas dos cifras a un nivel de popularidad y mitomanía muy difícil, por no decir imposible, de igualar. Los jugadores brasileño y argentino encadenaron 40 años de trayectoria deportiva (Pelé, de 1956 a 1977; Maradona, de 1976 a 1997). Cuatro décadas durante las cuales el 10 que lucieron ambos en sus respectivos equipos y selecciones reinó sin discusión sobre el resto de números presentes en las espaldas de sus compañeros. El halo de su influencia fue tal que ese guarismo quedó impreso para siempre en la memoria del aficionado como símbolo identitario del futbolista más destacado, deslumbrante y especial de cualquier plantilla .Retirado Maradona, en los compases finales del siglo XX y durante los primeros lustros del XXI hubo muchos dieces ilustres, pero el mágico dorsal se vio eclipsado en varias alineaciones por el desempeño y la popularidad de figuras nacionales e internacionales que jugaron con diferentes números en sus uniformes. Son los casos, por ejemplo, del 1 utilizado por Casillas y Buffon , el 3 de Maldini , el 5 de Zidane , el 6 de Roberto Carlos , el 7 de Raúl y Cristiano , el 8 de Iniesta , el 9 de Ronaldo , el 11 de Henry o el 23 de Beckham .Hasta que apareció otro argentino. Pequeño y zurdo como Maradona. Se llama Leo Messi y, criado en la cantera del Barcelona, debutó en el primer equipo azulgrana en octubre de 2004. Lo hizo con un dorsal icónico en el club catalán, el inolvidable 14 de Johan Cruyff . A partir de ahí alternó su presencia entre el filial y los mayores y, como cualquier joven recién ascendido, lució en la espalda un número elevado, el 30. Cuatro años después, en 2008, su deslumbrante calidad le permitió enfundarse la zamarra 10. No solo la honró, sino que deslumbró con ella al mundo durante 13 años.Messi revitalizó la importancia del 10. En 2021 abandonó Barcelona rumbo al Paris Saint-Germain . Allí, el dueño del 10 era su excompañero y amigo Neymar , así que Leo optó por la nostalgia y reverdeció el 30 de su mocedad. Heredó el dorsal fetiche al año siguiente, cuando el brasileño se fue. Conservó el 10 y lo siguió manteniendo en el Inter de Miami . Desde que aterrizó en Estados Unidos (2023), su remera (así se denomina la camiseta en Argentina y otros países suramericanos) rosa es la más vendida de la MLS (Liga profesional norteamericana). Noticia Relacionada mundial de clubes estandar Si Messi sigue siendo el rey Ángel Luis Menéndez Tras la derrota y eliminación del Inter de Miami, la actuación del astro argentino ante el PSG provoca un aluvión contrapuesto de críticas y elogiosEl Barça intentó minimizar el agujero anímico y comercial provocado por el adiós de Messi dándole su 10 a Ansu Fati , otro chaval de La Masía que causó sensación tras su estreno en el primer equipo en la temporada 2019-20. Sin embargo, las lesiones cortaron de raíz la progresión del joven atacante y la emblemática prenda azulgrana se fue apagando en el césped y en las tiendas del club.La solución llegó hace apenas unos días. La entidad catalana tiró de nuevo de su propia cosecha. Así, Lamine Yamal, recién cumplidos los 18 años , es el nuevo 10. Esta decisión fue refrendada de forma contundente por los seguidores culés, quienes en apenas 24 horas compraron la friolera de 70.000 nuevas prendas de la inminente temporada.Es la enésima confirmación de que un futbolista carismático agrada y vende más cuando exhibe el 10, dorsal emblemático como ninguno. En consecuencia, a las estrellas suele gustarles un guarismo que barniza su figura y su ego con una mano extra de apostura, reconocimiento y prestigio profesional.En un mercado balompédico global y cada vez más competitivo, los clubes de la Liga española, especialmente los grandes, parecen decididos a restaurar la trascendencia de sus respectivos jugadores diez.Si el Barça ha designado a Yamal, el Real Madrid ha hecho una apuesta que se antoja segura. El francés Mbappé (26 años), su último gran fichaje, ha cambiado de número. Si el curso pasado, primero en la casa blanca, lució el 9, a partir de la próxima semana, cuando suba el telón de la nueva temporada, llevará el 10. Estaba vacante desde la marcha de otro dignísimo portador del mismo, el croata Modric (39).Noticia Relacionada estandar No Estos son los nombres prohibidos en la camiseta del Madrid: «No, imposible» Daniel Domínguez Un creador de contenido se acerca a la tienda del Madrid y se lleva una sorpresaAlgo parecido han decidido en el club vecino, el Atlético . Se ha ido el 10 de los últimos siete años, el argentino Correa (30), y esa camiseta lleva ahora el nombre de la incorporación rojiblanca más ilusionante, el almeriense Álex Baena (24). Los departamentos de marketing de los tres principales clubes de España, conocedores de la ilusión que anida en el mercado veraniego previo al comienzo de cada nueva temporada, se han apresurado a poner a la venta las camisetas de sus nuevos y estelares dieces. Y no son baratas.La zamarra oficial azulgrana de Yamal cuesta 185 euros en la tienda oficial del Barça y la réplica, 123 euros en la web de Nike. La de Mbappé, 175 en realmadrid.com y 118 (réplica), en la página de Adidas. Y la de Baena (Nike), 175 euros en la página del Atlético. La fuerza y el magnetismo que irradia la mística del 10 no solo se traduce en ingresos monetarios. Es algo que trasciende a lo material para tocar la fibra sensible. Al punto de suavizar tensiones e incluso lograr el perdón después de episodios tan delicados como los vividos por Nico Williams (23), portador de dicho dorsal en el Athletic . El año pasado, un ídolo de la entidad bilbaína, Iker Muniain , le traspasó el 10 al veloz extremo vasco, en una hábil maniobra que zanjó la incertidumbre surgida tras los rumores sobre su fichaje por el Barcelona . Este verano se repitió la historia hasta que hace un mes fue anunciada la renovación del contrato de Nico con el Athletic hasta 2035 .En bastantes casos, el sentimiento es aval fundamental para ser merecedor del dorsal diez. Así lo acredita Oyarzábal (28), capitán de la Real Sociedad que heredó tan honoríficos cargo y camiseta de Xabi Prieto .Noticia Relacionada Entrevista estandar No Oyarzabal: «Tengo amigos en el paro, conozco la realidad de la gente» José Carlos Carabias El autor del gol que dio la Eurocopa a España asegura que ese momento cumbre no le ha cambiado nadaOtro capitán, Iago Aspas (38), del Celta , se enfundó por vez primera el 10 en 2011. Evidentemente, lo perdió al marcharse al Liverpool (2013) y al Sevilla (2014). Cuando retornó a Vigo le dieron el 9, pero un año después recuperó el 10 ya para siempre.Aimar Oroz (23) viste el 10 de Osasuna . El centrocampista navarro sigue la senda marcada, entre otros, por dos instituciones del club rojillo: Patxi Piñal y Roberto Torres . Y Darder (31) hace lo propio en el equipo de su tierra, el Mallorca , desde hace dos años. Tomó el testigo de Antonio Sánchez , otro futbolista balear. Ese poso de apego a la entidad ayuda a sobrellevar una tarea de gran responsabilidad. «Cuando le dimos el 10 pensé: ‘Nos hemos equivocado. El 10 se lo tiene que ganar uno’», declaró el año pasado Míchel, entrenador del Girona. Aludía uno de los suyos, Asprilla , que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del equipo catalán. El joven (21) colombiano heredó esa camiseta de Borja García , uno de los jugadores que más veces (233) ha vestido el uniforme gironés. Las palabras del técnico madrileño, dichas al comienzo del curso, sirvieron para espolear de manera positiva a Asprilla.Los predecesores del 10 en cada club, casi siempre figuras honorables, imponen, pero a la vez ayudan cual espejos en los que mirarse. Especialmente cuando la entidad pasa por periodos turbulentos. Almeida (25) asumió el año pasado en el Valencia un dorsal vacante desde 2023, cuando Soler se fue al PSG. Cogió un 10 que han llevado, entre otros, Fernando, Angulo, Mata y Banega .Algo parecido le sucederá a Lukebakio (27) en el Sevilla si finalmente se confirma oficialmente que será el 10. El año pasado lo llevaba Suso , pero a mitad de curso se fue al Cádiz y quedó vacante una camiseta que antes vistieron Rakitic, Reyes, Baptista, Simeone, Polster y el mismísimo Maradona . En el otro club sevillano, el Betis , el 10 lo lleva Abde (23). El curso pasado, el atacante marroquí tomó el relevo de Ayoze . Habilidad, rapidez, visión de juego y demás cualidades creativas y ofensivas son factores también determinantes en la elección del portador del 10. De ahí que la inmensa mayoría sean centrocampistas o delanteros.Otro africano y veloz extremo, el egipcio (también francés) Hassan (23) llevará el 10 del Oviedo . Lo heredó de Portillo , un futbolista que merece un diez cum laude en la asignatura de ascender a equipos en los que milita (lo ha hecho con Betis, Getafe, Almería, Leganés y Oviedo). También es delantero Camello (24). El madrileño llevará un 10, el del Rayo Vallecano , que el año pasado fue adjudicado, por razones de pura y finalmente frustrada mercadotecnia, al colombiano James . Uche (22), el nuevo 10 del Getafe , nació en Nigeria y es centrocampista. Idéntica demarcación ocupan los siguientes portadores de la preciada camiseta con el 1 y el 0: Aleñá (27), del Alavés; Martim Neto (22), Elche; Pol Lozano (25), Espanyol; Pablo Martínez (27), Levante; y Parejo (36), Villarreal . Todos ellos tendrán el orgullo de cargar en su espalda con el peso del número más preciado y, acorde con esa labor, la responsabilidad extra de honrar el escudo que llevan en el pecho. RSS de noticias de deportes
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