<p><strong>DeepSeek</strong>, <strong>ChatGPT </strong>o <strong>Gemini</strong>. Los nombres ya son varios y no se puede negar que la <strong>inteligencia artificial</strong>, en cualquiera de sus formas, se ha colado en las aulas de las universidades españolas. Ya no es extraño que los profesores reciban correos escritos con un vocabulario inusualmente complejo, trabajos con formatos que cambian de una entrega a otra o incluso un copia y pega exacto con el texto «creado por inteligencia artificial».</p>
Muchos profesores implementan estrategias en sus clases para usarla con sus estudiantes y evitar que su mal uso afecte al pensamiento crítico
<p><strong>DeepSeek</strong>, <strong>ChatGPT </strong>o <strong>Gemini</strong>. Los nombres ya son varios y no se puede negar que la <strong>inteligencia artificial</strong>, en cualquiera de sus formas, se ha colado en las aulas de las universidades españolas. Ya no es extraño que los profesores reciban correos escritos con un vocabulario inusualmente complejo, trabajos con formatos que cambian de una entrega a otra o incluso un copia y pega exacto con el texto «creado por inteligencia artificial».</p>
Actualidad Económica