Andalucía espera recibir este verano (julio, agosto y septiembre) 12.800.000 de visitantes . Se estiman ingresos por valor de 9 millones de euros y la creación de 500.000 puestos de trabajo relacionados con este sector. Es el motor económico de esta tierra que alcanza su máxima velocidad en el estío, aprovechando su patrimonio natural, cultural, histórico y etnológico. La fortaleza de la marca resulta incuestionable y, plenamente consolidada, su hoja de ruta ya trazada ya se maneja menos en términos numéricos y más en valores relacionados con la calidad, la sostenibilidad y la desestacionalización.Tras su periplo vacacional, los turistas suelen responder a cuestionarios donde califican con cifras, le ponen notas , a su estancia. Y las puntuaciones bajan en los apartados tanto de transporte como de conectividad. Además de los precios, que también. Pero Andalucía sufre un problema de movilidad, herencia de décadas de inferior desarrollo y multiplicado por su atracción como destino turístico. Las administraciones públicas y las empresas privadas han tejido una resistente y tupida red que corre el riesgo de resquebrajarse por el abandono al que se ha sometido a trenes, carreteras y aeropuertos. Un deterioro evidente que ni siquiera necesita de un esfuerzo memorístico. El 1 de julio, el primer día de la temporada vacacional, colapsó el sistema ferroviario del centro sur de España. Y el 2 y el 3 se evidenciaba la resaca de tamaño desastre. El Ave (Alta Velocidad) sólo llega además a la mitad de las capitales andaluzas (Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba) y la línea 76, que vertebra la Comunidad, presenta una flota obsoleta donde abundan las averías. Por otro lado, no existe un corredor mediterráneo para el ferrocarril, desconectando al litoral de este servicio de transporte.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APP Si Renfe ha dejado de ser fiable, tampoco parece una alternativa viable las carreteras que conducen a la costa.La AP-4 entre Cádiz y Sevilla asegura varias horas de retraso de jueves a domingo, de salida y regreso, ya que no soporta tal volumen de tráfico y sigue sin el desdoble ni el tercer carril. Es más, este sólo se ha proyectado desde Dos Hermanas hasta las Cabezas… pero el asfalto sigue hasta Cádiz o hasta la costa del Sol por el tortuoso nudo de Tres Caminos, la vergüenza de la bahía.Esto hacia el sur. Hacia el oeste, a Huelva o Portugal, la A-49 se advierte incapaz de gestionar una sana circulación y la jornada acaba en atascos de horas. Para el final, pero no por menos indigna, la carretera de la costa del Sol: la AP-7 que duplica el precio en verano de sus tres peajes pese a la irregularidad su trazado y el embotellamiento en las grandes ciudades; y la A-7 que supone un ‘paseo’ turístico por las distintas localidades entre rotondas, semáforos y pasos de peatones . La autovía del Mediterráneo no se corresponde con un destino turístico internacional de primer nivel y con zonas de auténtico lujo. No mejora por la costa Tropical.Por aire se despliegan la gran mayoría de turistas extranjeros , la manera idónea por su situación geográfica. Jerez y Granada lamentan la pérdida de tantos enlaces internacionales, mientras que Sevilla y Málaga se encuentran al límite de aforo de pasajeros. Ambas terminales necesitan una ampliación, prometida en la capital malacitana aunque sin dotación presupuestaria, y la hispalense una conexión digna con la ciudad vía tren, ave o metro.Protestas y reclamacionesAlgo ha cambiado en los últimos tiempos. Se empieza a alzar la voz, desde los empresarios y los usuarios a la propia Junta de Andalucía, que hace tres días criticó el daño inmenso que estas demoras, atascos y colapsos provocan en el sector. Mucho esfuerzo baldío si al huésped no se le ofrece un mínimo de comodidad en sus desplazamientos. Y hasta el Gobierno central reconoce a ‘sotto voce’ que hay que ponerse manos a la obra. Pero el déficit es histórico. La versión unánime es que falta inversión tanto en infraestructuras como en el mantenimiento de éstas. Son las dos grandes razones. El AVE de Sevilla fue el primero en llegar y el último en renovarse. Al abrir la puerta a operadores privadores y producirse por tanto un aumento de su uso, un mayor deterioso, se multiplican los fallos de suministro eléctrico y los retrasos por quedar los convoys atrapados en las vías.El despropósito del pasado martes 1 de julio fue la peor tarjeta de visita en esa apertura de la temporada. Los operadores, hoteles y restaurantes confirman cancelaciones por culpa de esas horas de retraso (hasta 14) que afectaron a 26.000 pasajeros.El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla lamenta «la incidencia que está mala imagen puede traer a Andalucía». La Asociación de Empresas Turísticas hace una «llamada de atención urgente por la creciente pérdida de reputación … está afectando negativamente no solo a la imagen de Sevilla como destino fiable, sino también a los flujos turísticos que acceden a la ciudad y a la provincia».Todos reconocen que es imposible cuantificar económicamente el daño ocasionado en esta última semana, aunque la Junta asegure que va a realizar un informe. Porque el problema no es puntual, sino que lo más perjudicial es el efecto que puede producir en un futuro si no se arregla este problema «casi estructural» en el transporte y la conectividad. Desde el Gobierno, al margen de que María Jesús Montero se abone a la teoría de los «sabotajes», aseguran que ha aumentado considerablemente la inversión desde que llegara el PSOE a Fomento y Transportes, en comparación con el mandato de Rajoy. Señalan ese proyecto de tercer carril de la AP-4 con una inversión estimada de 145 millones de euros, después de la liberalización del peaje, que supone un ahorro para los usuarios. La futura conexión del corredor mediterráneo que parte desde Algeciras y recorre Andalucía Oriental. La apuesta por la llegada del AVE a Huelva en 2026, a Almería en 2028 y a Jaén también dentro de poco. Más la última promesa de ampliación del Aeropuerto de Málaga, pues según AENA será uno de los aeropuertos españoles donde realizará más inversiones en los próximos dos años. Aunque no cuenta con dotación presupuestaria. Más allá de la refriega política, el turismo es transversal y los visitantes, de todas las ideologías, sufren en común el deterioro de estas infraestructuras públicas que podrían dañar seriamente el mayor tesoro de Andalucía. En este mundo cada día más inestable, los representantes reconocen la volatilidad de este sector , que puede perder en muy poco tiempo el terreno ganado en años de esfuerzo y trabajo. En este caso, los atascos de la ida pueden provocar las fugas y estampidas a la vuelta. Y sin atascos. Andalucía espera recibir este verano (julio, agosto y septiembre) 12.800.000 de visitantes . Se estiman ingresos por valor de 9 millones de euros y la creación de 500.000 puestos de trabajo relacionados con este sector. Es el motor económico de esta tierra que alcanza su máxima velocidad en el estío, aprovechando su patrimonio natural, cultural, histórico y etnológico. La fortaleza de la marca resulta incuestionable y, plenamente consolidada, su hoja de ruta ya trazada ya se maneja menos en términos numéricos y más en valores relacionados con la calidad, la sostenibilidad y la desestacionalización.Tras su periplo vacacional, los turistas suelen responder a cuestionarios donde califican con cifras, le ponen notas , a su estancia. Y las puntuaciones bajan en los apartados tanto de transporte como de conectividad. Además de los precios, que también. Pero Andalucía sufre un problema de movilidad, herencia de décadas de inferior desarrollo y multiplicado por su atracción como destino turístico. Las administraciones públicas y las empresas privadas han tejido una resistente y tupida red que corre el riesgo de resquebrajarse por el abandono al que se ha sometido a trenes, carreteras y aeropuertos. Un deterioro evidente que ni siquiera necesita de un esfuerzo memorístico. El 1 de julio, el primer día de la temporada vacacional, colapsó el sistema ferroviario del centro sur de España. Y el 2 y el 3 se evidenciaba la resaca de tamaño desastre. El Ave (Alta Velocidad) sólo llega además a la mitad de las capitales andaluzas (Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba) y la línea 76, que vertebra la Comunidad, presenta una flota obsoleta donde abundan las averías. Por otro lado, no existe un corredor mediterráneo para el ferrocarril, desconectando al litoral de este servicio de transporte.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APP Si Renfe ha dejado de ser fiable, tampoco parece una alternativa viable las carreteras que conducen a la costa.La AP-4 entre Cádiz y Sevilla asegura varias horas de retraso de jueves a domingo, de salida y regreso, ya que no soporta tal volumen de tráfico y sigue sin el desdoble ni el tercer carril. Es más, este sólo se ha proyectado desde Dos Hermanas hasta las Cabezas… pero el asfalto sigue hasta Cádiz o hasta la costa del Sol por el tortuoso nudo de Tres Caminos, la vergüenza de la bahía.Esto hacia el sur. Hacia el oeste, a Huelva o Portugal, la A-49 se advierte incapaz de gestionar una sana circulación y la jornada acaba en atascos de horas. Para el final, pero no por menos indigna, la carretera de la costa del Sol: la AP-7 que duplica el precio en verano de sus tres peajes pese a la irregularidad su trazado y el embotellamiento en las grandes ciudades; y la A-7 que supone un ‘paseo’ turístico por las distintas localidades entre rotondas, semáforos y pasos de peatones . La autovía del Mediterráneo no se corresponde con un destino turístico internacional de primer nivel y con zonas de auténtico lujo. No mejora por la costa Tropical.Por aire se despliegan la gran mayoría de turistas extranjeros , la manera idónea por su situación geográfica. Jerez y Granada lamentan la pérdida de tantos enlaces internacionales, mientras que Sevilla y Málaga se encuentran al límite de aforo de pasajeros. Ambas terminales necesitan una ampliación, prometida en la capital malacitana aunque sin dotación presupuestaria, y la hispalense una conexión digna con la ciudad vía tren, ave o metro.Protestas y reclamacionesAlgo ha cambiado en los últimos tiempos. Se empieza a alzar la voz, desde los empresarios y los usuarios a la propia Junta de Andalucía, que hace tres días criticó el daño inmenso que estas demoras, atascos y colapsos provocan en el sector. Mucho esfuerzo baldío si al huésped no se le ofrece un mínimo de comodidad en sus desplazamientos. Y hasta el Gobierno central reconoce a ‘sotto voce’ que hay que ponerse manos a la obra. Pero el déficit es histórico. La versión unánime es que falta inversión tanto en infraestructuras como en el mantenimiento de éstas. Son las dos grandes razones. El AVE de Sevilla fue el primero en llegar y el último en renovarse. Al abrir la puerta a operadores privadores y producirse por tanto un aumento de su uso, un mayor deterioso, se multiplican los fallos de suministro eléctrico y los retrasos por quedar los convoys atrapados en las vías.El despropósito del pasado martes 1 de julio fue la peor tarjeta de visita en esa apertura de la temporada. Los operadores, hoteles y restaurantes confirman cancelaciones por culpa de esas horas de retraso (hasta 14) que afectaron a 26.000 pasajeros.El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla lamenta «la incidencia que está mala imagen puede traer a Andalucía». La Asociación de Empresas Turísticas hace una «llamada de atención urgente por la creciente pérdida de reputación … está afectando negativamente no solo a la imagen de Sevilla como destino fiable, sino también a los flujos turísticos que acceden a la ciudad y a la provincia».Todos reconocen que es imposible cuantificar económicamente el daño ocasionado en esta última semana, aunque la Junta asegure que va a realizar un informe. Porque el problema no es puntual, sino que lo más perjudicial es el efecto que puede producir en un futuro si no se arregla este problema «casi estructural» en el transporte y la conectividad. Desde el Gobierno, al margen de que María Jesús Montero se abone a la teoría de los «sabotajes», aseguran que ha aumentado considerablemente la inversión desde que llegara el PSOE a Fomento y Transportes, en comparación con el mandato de Rajoy. Señalan ese proyecto de tercer carril de la AP-4 con una inversión estimada de 145 millones de euros, después de la liberalización del peaje, que supone un ahorro para los usuarios. La futura conexión del corredor mediterráneo que parte desde Algeciras y recorre Andalucía Oriental. La apuesta por la llegada del AVE a Huelva en 2026, a Almería en 2028 y a Jaén también dentro de poco. Más la última promesa de ampliación del Aeropuerto de Málaga, pues según AENA será uno de los aeropuertos españoles donde realizará más inversiones en los próximos dos años. Aunque no cuenta con dotación presupuestaria. Más allá de la refriega política, el turismo es transversal y los visitantes, de todas las ideologías, sufren en común el deterioro de estas infraestructuras públicas que podrían dañar seriamente el mayor tesoro de Andalucía. En este mundo cada día más inestable, los representantes reconocen la volatilidad de este sector , que puede perder en muy poco tiempo el terreno ganado en años de esfuerzo y trabajo. En este caso, los atascos de la ida pueden provocar las fugas y estampidas a la vuelta. Y sin atascos. Andalucía espera recibir este verano (julio, agosto y septiembre) 12.800.000 de visitantes . Se estiman ingresos por valor de 9 millones de euros y la creación de 500.000 puestos de trabajo relacionados con este sector. Es el motor económico de esta tierra que alcanza su máxima velocidad en el estío, aprovechando su patrimonio natural, cultural, histórico y etnológico. La fortaleza de la marca resulta incuestionable y, plenamente consolidada, su hoja de ruta ya trazada ya se maneja menos en términos numéricos y más en valores relacionados con la calidad, la sostenibilidad y la desestacionalización.Tras su periplo vacacional, los turistas suelen responder a cuestionarios donde califican con cifras, le ponen notas , a su estancia. Y las puntuaciones bajan en los apartados tanto de transporte como de conectividad. Además de los precios, que también. Pero Andalucía sufre un problema de movilidad, herencia de décadas de inferior desarrollo y multiplicado por su atracción como destino turístico. Las administraciones públicas y las empresas privadas han tejido una resistente y tupida red que corre el riesgo de resquebrajarse por el abandono al que se ha sometido a trenes, carreteras y aeropuertos. Un deterioro evidente que ni siquiera necesita de un esfuerzo memorístico. El 1 de julio, el primer día de la temporada vacacional, colapsó el sistema ferroviario del centro sur de España. Y el 2 y el 3 se evidenciaba la resaca de tamaño desastre. El Ave (Alta Velocidad) sólo llega además a la mitad de las capitales andaluzas (Sevilla, Málaga, Granada y Córdoba) y la línea 76, que vertebra la Comunidad, presenta una flota obsoleta donde abundan las averías. Por otro lado, no existe un corredor mediterráneo para el ferrocarril, desconectando al litoral de este servicio de transporte.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APP Si Renfe ha dejado de ser fiable, tampoco parece una alternativa viable las carreteras que conducen a la costa.La AP-4 entre Cádiz y Sevilla asegura varias horas de retraso de jueves a domingo, de salida y regreso, ya que no soporta tal volumen de tráfico y sigue sin el desdoble ni el tercer carril. Es más, este sólo se ha proyectado desde Dos Hermanas hasta las Cabezas… pero el asfalto sigue hasta Cádiz o hasta la costa del Sol por el tortuoso nudo de Tres Caminos, la vergüenza de la bahía.Esto hacia el sur. Hacia el oeste, a Huelva o Portugal, la A-49 se advierte incapaz de gestionar una sana circulación y la jornada acaba en atascos de horas. Para el final, pero no por menos indigna, la carretera de la costa del Sol: la AP-7 que duplica el precio en verano de sus tres peajes pese a la irregularidad su trazado y el embotellamiento en las grandes ciudades; y la A-7 que supone un ‘paseo’ turístico por las distintas localidades entre rotondas, semáforos y pasos de peatones . La autovía del Mediterráneo no se corresponde con un destino turístico internacional de primer nivel y con zonas de auténtico lujo. No mejora por la costa Tropical.Por aire se despliegan la gran mayoría de turistas extranjeros , la manera idónea por su situación geográfica. Jerez y Granada lamentan la pérdida de tantos enlaces internacionales, mientras que Sevilla y Málaga se encuentran al límite de aforo de pasajeros. Ambas terminales necesitan una ampliación, prometida en la capital malacitana aunque sin dotación presupuestaria, y la hispalense una conexión digna con la ciudad vía tren, ave o metro.Protestas y reclamacionesAlgo ha cambiado en los últimos tiempos. Se empieza a alzar la voz, desde los empresarios y los usuarios a la propia Junta de Andalucía, que hace tres días criticó el daño inmenso que estas demoras, atascos y colapsos provocan en el sector. Mucho esfuerzo baldío si al huésped no se le ofrece un mínimo de comodidad en sus desplazamientos. Y hasta el Gobierno central reconoce a ‘sotto voce’ que hay que ponerse manos a la obra. Pero el déficit es histórico. La versión unánime es que falta inversión tanto en infraestructuras como en el mantenimiento de éstas. Son las dos grandes razones. El AVE de Sevilla fue el primero en llegar y el último en renovarse. Al abrir la puerta a operadores privadores y producirse por tanto un aumento de su uso, un mayor deterioso, se multiplican los fallos de suministro eléctrico y los retrasos por quedar los convoys atrapados en las vías.El despropósito del pasado martes 1 de julio fue la peor tarjeta de visita en esa apertura de la temporada. Los operadores, hoteles y restaurantes confirman cancelaciones por culpa de esas horas de retraso (hasta 14) que afectaron a 26.000 pasajeros.El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla lamenta «la incidencia que está mala imagen puede traer a Andalucía». La Asociación de Empresas Turísticas hace una «llamada de atención urgente por la creciente pérdida de reputación … está afectando negativamente no solo a la imagen de Sevilla como destino fiable, sino también a los flujos turísticos que acceden a la ciudad y a la provincia».Todos reconocen que es imposible cuantificar económicamente el daño ocasionado en esta última semana, aunque la Junta asegure que va a realizar un informe. Porque el problema no es puntual, sino que lo más perjudicial es el efecto que puede producir en un futuro si no se arregla este problema «casi estructural» en el transporte y la conectividad. Desde el Gobierno, al margen de que María Jesús Montero se abone a la teoría de los «sabotajes», aseguran que ha aumentado considerablemente la inversión desde que llegara el PSOE a Fomento y Transportes, en comparación con el mandato de Rajoy. Señalan ese proyecto de tercer carril de la AP-4 con una inversión estimada de 145 millones de euros, después de la liberalización del peaje, que supone un ahorro para los usuarios. La futura conexión del corredor mediterráneo que parte desde Algeciras y recorre Andalucía Oriental. La apuesta por la llegada del AVE a Huelva en 2026, a Almería en 2028 y a Jaén también dentro de poco. Más la última promesa de ampliación del Aeropuerto de Málaga, pues según AENA será uno de los aeropuertos españoles donde realizará más inversiones en los próximos dos años. Aunque no cuenta con dotación presupuestaria. Más allá de la refriega política, el turismo es transversal y los visitantes, de todas las ideologías, sufren en común el deterioro de estas infraestructuras públicas que podrían dañar seriamente el mayor tesoro de Andalucía. En este mundo cada día más inestable, los representantes reconocen la volatilidad de este sector , que puede perder en muy poco tiempo el terreno ganado en años de esfuerzo y trabajo. En este caso, los atascos de la ida pueden provocar las fugas y estampidas a la vuelta. Y sin atascos. RSS de noticias de espana/andalucia
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