Las parejas de quinceañeros que hoy tienen sus primeras citas en el templo de Debod probablemente ni recuerden que hubo un tiempo en que su característica lámina de agua multiplicaba el encanto de uno de los atardeceres más bonitos de la capital. En septiembre de 2018, la rotura de una tubería que abastecía de agua a la zona dejó seco el estanque del templo, así como su fuente. El Ayuntamiento de Madrid anunció entonces que las obras para rehabilitar comenzarían meses después y en apenas treinta días todo volvería a la normalidad. Sin embargo, esta promesa nunca se cumplió, pues los problemas de filtraciones eran más complejos de resolver de lo que pensaban inicialmente y, además, meses después cambió el gobierno municipal. Desde entonces, el agua no ha vuelto a aflorar en los alrededores de esta joya egipcia que lleva ya más de medio siglo en la ciudad . No obstante, el consistorio está dando ya pasos para revertir esta ‘sequía’.Hace apenas un mes, el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad encargó a la UTE Desarrollos-Delfos buscar posibles soluciones para rehabilitar y volver a llenar el estanque y la fuente, con un surtidor central que lanzaba un chorro a unos dos metros de altura y refrescaba la explanada desde la que se otean la Casa de Campo y la Sierra. El lago frontal, que abrazaba las dos puertas que anteceden al templo, se excavó a modo de Nilo artificial. Ahora, estas empresas contarán con tres meses para realizar un estudio preliminar que investigará, empleando distintos sondeos y calicatas, los problemas de filtraciones que afectan a todo este mirador del Parque del Oeste.En total, los técnicos realizarán cinco catas de reconocimiento con extracción de testigo hasta llegar a ocho metros de profundidad y dos pequeños pozos manuales para el reconocimiento de la solera. De los cinco sondeos, tres se realizarán en el interior del estanque, en la parte frontal del templo, y dos en la fuente, en la parte posterior del mismo, respetando y evitando el cableado situado en el interior de las estructuras, precisan fuentes del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.Noticia Relacionada Piedra a piedra estandar No El monumento más antiguo que viajó desde Egipto Rocío Jiménez El Templo de Debod, que llegó a España en 1970, fue construido en el siglo II a.C. por el rey Adijalamani de Meroe en Nubia como una capilla para venerar a los dioses Amón e IsisPara la ejecución de estos trabajos en el vaso de hormigón y el fondo adoquinado con bloques irregulares de granito, continúan, se empleará una sonda modelo Beretta T-21 que se instalará sobre orugas de goma. Esta máquina cuenta con 90 centímetros de ancho y una altura de perforación de 240 centímetros, por lo que «es ideal para situaciones de accesos complicados y emplazamientos reducidos».El Ayuntamiento de Madrid invertirá en estos trabajos preliminares un total de 55.959 euros. Este estudio es, sin embargo, solo un primer paso para solucionar este problema recurrente de filtraciones que sufre el Templo de Debod y su estanque, de apenas 60 centímetros de profundidad y rematado por bordillo de grandes placas de granito. Cuando los expertos resuelvan cuál es la mejor forma de atajarlos, habrá que comenzar a redactar el proyecto de rehabilitación, por lo que aún es pronto para vaticinar una fecha en la que podríamos ver de nuevo a los turistas inmortalizando una postal mucho más refrescante que la que se llevan actualmente.Más de medio siglo Un regalo único Como agradecimiento por la ayuda prestada por España para salvar los templos de Abu Simbel, Egipto le obsequió en 1968 con el de Debod, un monumento de 270 metros cuadrados de planta. 1.724 bloques de piedra se transportaron hasta el Cuartel de la Montaña, en 1359 cajas, para desde allí volver a levantar el templo ya en el Parque del Oeste. Cubrirlo o no En 2020, el egiptólogo Yahí Hawass alertó sobre el estado de conservación del templo y Madrid se planteó incluso cubrirlo, una opción hoy descartada. 102.000 personas acudieron en 2024 a Debod, uno de los museos municipales más visitados tras el Museo de Historia, el Planetario, el Conde Duque y la Ermita de San Antonio de la Florida.En cualquier caso, no es la primera vez, ni mucho menos, que las humedades y filtraciones castigan a este monumento de más de 2.000 años de antigüedad que Egipto regaló a España en 1968 como agradecimiento por la ayuda que prestó nuestro país para conservar los templos de Nubia , amenazados por la construcción de la presa de Asuán. En 2020, el arqueólogo y exministro de antigüedades de Egipto Yahí Hawass aseguró que el Templo de Debod, al estar a la intemperie, había sufrido más en la capital en décadas que en toda su vida, más de 2.000 años, y pidió a Madrid que lo protegiera, sobre todo de la lluvia. El entonces director general de Patrimonio, Luis Lafuente, destacó «el esfuerzo de los técnicos municipales» que habían estado cinco décadas cuidando el monumento y señaló que harían estudios de las humedades que afectaban sobre todo a la base y repararían la cubierta para evitar filtraciones de agua.Las losas del templo, de tipo arenisca, se desgastan con mayor facilidad que otros materiales, por lo que las precipitaciones de la capital, mucho más frecuentes que en su lugar de origen, son más dañinas que en el caso de otros monumentos. Además, concluyeron que la inclinación del terreno sobre el que se asientan los muros exteriores y la ausencia de protección ante la lluvia provocan que la primera hilera de sillares reciba todo el agua que discurre por la fachada. Por ello, realizaron un drenaje perimetral para canalizar la escorrentía y permitir de esta manera la ventilación de las piedras del zócalo.Entonces se planteó también la necesidad de cubrirlo, una opción que hoy en día se ha descartado, porque tal y como aseguró hace unos meses la actual responsable del Patrimonio Municipal, Elena Hernando, el monumento se halla «en buen estado de conservación» y actualmente hay «mecanismos efectivos para proteger un edificio sin necesidad de cubrirlo».No obstante, esta llamada de alerta de los expertos motivó también que el consistorio se comprometiera a realizar, entre 2021 y 2022, «un exhaustivo diagnóstico» del Templo de Debod. También encargaron la redacción de un plan de conservación preventiva. Durante el desarrollo de esa completa radiografía se catalogaron 3.821 elementos del templo en una herramienta digital, detallando su estado de conservación y proponiendo actuaciones individuales de tratamiento, conservación o revisión. Este análisis, recordó Hernando en su último repaso a la situación del templo en la Comisión de Cultura, concluyó que «a pesar de los problemas aparecidos, propios de la naturaleza, historia y situación del bien» este se halla en un buen estado . En aquellos años se planteó también para 2023 un congreso internacional de expertos para debatir las mejores opciones para preservar el templo, un encuentro que nunca se llegó a celebrar.Sin embargo, se siguieron realizando acciones de mantenimiento puntuales, como los años anteriores. De hecho, según se recoge en la web de Patrimonio, desde 2015 se han llevado a cabo intervenciones en el templo por valor de 402.560,76 euros.Un plan para vaciar y poner a punto el estanque grande de El Retiro En 2001, la última vez que se vaciaron los 55.000 metros cúbicos de agua del estanque grande del parque del Retiro -y aparecieron desde sillas hasta carros de supermercados y cajas fuertes-, se estableció que había que limpiar este lago cada veinte años. Por eso, el Ayuntamiento de Madrid ha licitado esta semana la redacción de un proyecto de rehabilitación que servirá como base para la futura ejecución de las obras. La iniciativa, impulsada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, tiene un presupuesto de 122.677 euros y el plazo para su redacción es de siete meses a partir del próximo 1 de octubre. En mayo de 2024 ya se elaboró un plan para mejorar las instalaciones de tratamiento de agua del estanque que incluía soluciones como el incremento de la capacidad y calidad de la planta, la adecuación de las instalaciones a los nuevos equipos y trabajos de impermeabilización del fondo, entre otros.Por el momento, detallan a este diario fuentes del Área de Cultura, no se plantean intervenciones en este monumento, que actualmente no presenta problemas de goteras o humedades. Los técnicos municipales, explicaron en marzo, realizan un seguimiento continuo de estos inmuebles y actúan en cuando detectan alguna patología, como han hecho en otros monumentos emblemáticos situados al aire libre, como hicieron en 2023 con la Puerta de Alcalá (cuya restauración fue distinguida con el premio European Heritage Award/Europa Nostra Award 2025, el máximo reconocimiento europeo en el ámbito del patrimonio cultural), el año pasado con la Fuente de Neptuno y en 2026 con la Fuente de Cibeles.Pese a que en los últimos años el museo del interior del Templo de Debod ha acumulado (por obras y rehabilitaciones) más días de cierre de los deseados, actualmente es uno de los espacios municipales más populares. Más de 102.000 personas acudieron a visitarlo el pasado año, lo que le convierte en uno de los museos municipales más populares, por detrás del Museo de Historia, el Planetario, el Conde Duque y la Ermita de San Antonio de la Florida.El Templo de Debod, recordaba Elena Hernando en esa última comisión donde se volvió a debatir la situación de este bien trasladado piedra a piedra hasta la capital, «es un elemento fundamental, significativo, icónico y único del paisaje urbano de Madrid». Comienza la cuenta atrás para devolverle parte de su antiguo esplendor. Las parejas de quinceañeros que hoy tienen sus primeras citas en el templo de Debod probablemente ni recuerden que hubo un tiempo en que su característica lámina de agua multiplicaba el encanto de uno de los atardeceres más bonitos de la capital. En septiembre de 2018, la rotura de una tubería que abastecía de agua a la zona dejó seco el estanque del templo, así como su fuente. El Ayuntamiento de Madrid anunció entonces que las obras para rehabilitar comenzarían meses después y en apenas treinta días todo volvería a la normalidad. Sin embargo, esta promesa nunca se cumplió, pues los problemas de filtraciones eran más complejos de resolver de lo que pensaban inicialmente y, además, meses después cambió el gobierno municipal. Desde entonces, el agua no ha vuelto a aflorar en los alrededores de esta joya egipcia que lleva ya más de medio siglo en la ciudad . No obstante, el consistorio está dando ya pasos para revertir esta ‘sequía’.Hace apenas un mes, el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad encargó a la UTE Desarrollos-Delfos buscar posibles soluciones para rehabilitar y volver a llenar el estanque y la fuente, con un surtidor central que lanzaba un chorro a unos dos metros de altura y refrescaba la explanada desde la que se otean la Casa de Campo y la Sierra. El lago frontal, que abrazaba las dos puertas que anteceden al templo, se excavó a modo de Nilo artificial. Ahora, estas empresas contarán con tres meses para realizar un estudio preliminar que investigará, empleando distintos sondeos y calicatas, los problemas de filtraciones que afectan a todo este mirador del Parque del Oeste.En total, los técnicos realizarán cinco catas de reconocimiento con extracción de testigo hasta llegar a ocho metros de profundidad y dos pequeños pozos manuales para el reconocimiento de la solera. De los cinco sondeos, tres se realizarán en el interior del estanque, en la parte frontal del templo, y dos en la fuente, en la parte posterior del mismo, respetando y evitando el cableado situado en el interior de las estructuras, precisan fuentes del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.Noticia Relacionada Piedra a piedra estandar No El monumento más antiguo que viajó desde Egipto Rocío Jiménez El Templo de Debod, que llegó a España en 1970, fue construido en el siglo II a.C. por el rey Adijalamani de Meroe en Nubia como una capilla para venerar a los dioses Amón e IsisPara la ejecución de estos trabajos en el vaso de hormigón y el fondo adoquinado con bloques irregulares de granito, continúan, se empleará una sonda modelo Beretta T-21 que se instalará sobre orugas de goma. Esta máquina cuenta con 90 centímetros de ancho y una altura de perforación de 240 centímetros, por lo que «es ideal para situaciones de accesos complicados y emplazamientos reducidos».El Ayuntamiento de Madrid invertirá en estos trabajos preliminares un total de 55.959 euros. Este estudio es, sin embargo, solo un primer paso para solucionar este problema recurrente de filtraciones que sufre el Templo de Debod y su estanque, de apenas 60 centímetros de profundidad y rematado por bordillo de grandes placas de granito. Cuando los expertos resuelvan cuál es la mejor forma de atajarlos, habrá que comenzar a redactar el proyecto de rehabilitación, por lo que aún es pronto para vaticinar una fecha en la que podríamos ver de nuevo a los turistas inmortalizando una postal mucho más refrescante que la que se llevan actualmente.Más de medio siglo Un regalo único Como agradecimiento por la ayuda prestada por España para salvar los templos de Abu Simbel, Egipto le obsequió en 1968 con el de Debod, un monumento de 270 metros cuadrados de planta. 1.724 bloques de piedra se transportaron hasta el Cuartel de la Montaña, en 1359 cajas, para desde allí volver a levantar el templo ya en el Parque del Oeste. Cubrirlo o no En 2020, el egiptólogo Yahí Hawass alertó sobre el estado de conservación del templo y Madrid se planteó incluso cubrirlo, una opción hoy descartada. 102.000 personas acudieron en 2024 a Debod, uno de los museos municipales más visitados tras el Museo de Historia, el Planetario, el Conde Duque y la Ermita de San Antonio de la Florida.En cualquier caso, no es la primera vez, ni mucho menos, que las humedades y filtraciones castigan a este monumento de más de 2.000 años de antigüedad que Egipto regaló a España en 1968 como agradecimiento por la ayuda que prestó nuestro país para conservar los templos de Nubia , amenazados por la construcción de la presa de Asuán. En 2020, el arqueólogo y exministro de antigüedades de Egipto Yahí Hawass aseguró que el Templo de Debod, al estar a la intemperie, había sufrido más en la capital en décadas que en toda su vida, más de 2.000 años, y pidió a Madrid que lo protegiera, sobre todo de la lluvia. El entonces director general de Patrimonio, Luis Lafuente, destacó «el esfuerzo de los técnicos municipales» que habían estado cinco décadas cuidando el monumento y señaló que harían estudios de las humedades que afectaban sobre todo a la base y repararían la cubierta para evitar filtraciones de agua.Las losas del templo, de tipo arenisca, se desgastan con mayor facilidad que otros materiales, por lo que las precipitaciones de la capital, mucho más frecuentes que en su lugar de origen, son más dañinas que en el caso de otros monumentos. Además, concluyeron que la inclinación del terreno sobre el que se asientan los muros exteriores y la ausencia de protección ante la lluvia provocan que la primera hilera de sillares reciba todo el agua que discurre por la fachada. Por ello, realizaron un drenaje perimetral para canalizar la escorrentía y permitir de esta manera la ventilación de las piedras del zócalo.Entonces se planteó también la necesidad de cubrirlo, una opción que hoy en día se ha descartado, porque tal y como aseguró hace unos meses la actual responsable del Patrimonio Municipal, Elena Hernando, el monumento se halla «en buen estado de conservación» y actualmente hay «mecanismos efectivos para proteger un edificio sin necesidad de cubrirlo».No obstante, esta llamada de alerta de los expertos motivó también que el consistorio se comprometiera a realizar, entre 2021 y 2022, «un exhaustivo diagnóstico» del Templo de Debod. También encargaron la redacción de un plan de conservación preventiva. Durante el desarrollo de esa completa radiografía se catalogaron 3.821 elementos del templo en una herramienta digital, detallando su estado de conservación y proponiendo actuaciones individuales de tratamiento, conservación o revisión. Este análisis, recordó Hernando en su último repaso a la situación del templo en la Comisión de Cultura, concluyó que «a pesar de los problemas aparecidos, propios de la naturaleza, historia y situación del bien» este se halla en un buen estado . En aquellos años se planteó también para 2023 un congreso internacional de expertos para debatir las mejores opciones para preservar el templo, un encuentro que nunca se llegó a celebrar.Sin embargo, se siguieron realizando acciones de mantenimiento puntuales, como los años anteriores. De hecho, según se recoge en la web de Patrimonio, desde 2015 se han llevado a cabo intervenciones en el templo por valor de 402.560,76 euros.Un plan para vaciar y poner a punto el estanque grande de El Retiro En 2001, la última vez que se vaciaron los 55.000 metros cúbicos de agua del estanque grande del parque del Retiro -y aparecieron desde sillas hasta carros de supermercados y cajas fuertes-, se estableció que había que limpiar este lago cada veinte años. Por eso, el Ayuntamiento de Madrid ha licitado esta semana la redacción de un proyecto de rehabilitación que servirá como base para la futura ejecución de las obras. La iniciativa, impulsada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, tiene un presupuesto de 122.677 euros y el plazo para su redacción es de siete meses a partir del próximo 1 de octubre. En mayo de 2024 ya se elaboró un plan para mejorar las instalaciones de tratamiento de agua del estanque que incluía soluciones como el incremento de la capacidad y calidad de la planta, la adecuación de las instalaciones a los nuevos equipos y trabajos de impermeabilización del fondo, entre otros.Por el momento, detallan a este diario fuentes del Área de Cultura, no se plantean intervenciones en este monumento, que actualmente no presenta problemas de goteras o humedades. Los técnicos municipales, explicaron en marzo, realizan un seguimiento continuo de estos inmuebles y actúan en cuando detectan alguna patología, como han hecho en otros monumentos emblemáticos situados al aire libre, como hicieron en 2023 con la Puerta de Alcalá (cuya restauración fue distinguida con el premio European Heritage Award/Europa Nostra Award 2025, el máximo reconocimiento europeo en el ámbito del patrimonio cultural), el año pasado con la Fuente de Neptuno y en 2026 con la Fuente de Cibeles.Pese a que en los últimos años el museo del interior del Templo de Debod ha acumulado (por obras y rehabilitaciones) más días de cierre de los deseados, actualmente es uno de los espacios municipales más populares. Más de 102.000 personas acudieron a visitarlo el pasado año, lo que le convierte en uno de los museos municipales más populares, por detrás del Museo de Historia, el Planetario, el Conde Duque y la Ermita de San Antonio de la Florida.El Templo de Debod, recordaba Elena Hernando en esa última comisión donde se volvió a debatir la situación de este bien trasladado piedra a piedra hasta la capital, «es un elemento fundamental, significativo, icónico y único del paisaje urbano de Madrid». Comienza la cuenta atrás para devolverle parte de su antiguo esplendor. Las parejas de quinceañeros que hoy tienen sus primeras citas en el templo de Debod probablemente ni recuerden que hubo un tiempo en que su característica lámina de agua multiplicaba el encanto de uno de los atardeceres más bonitos de la capital. En septiembre de 2018, la rotura de una tubería que abastecía de agua a la zona dejó seco el estanque del templo, así como su fuente. El Ayuntamiento de Madrid anunció entonces que las obras para rehabilitar comenzarían meses después y en apenas treinta días todo volvería a la normalidad. Sin embargo, esta promesa nunca se cumplió, pues los problemas de filtraciones eran más complejos de resolver de lo que pensaban inicialmente y, además, meses después cambió el gobierno municipal. Desde entonces, el agua no ha vuelto a aflorar en los alrededores de esta joya egipcia que lleva ya más de medio siglo en la ciudad . No obstante, el consistorio está dando ya pasos para revertir esta ‘sequía’.Hace apenas un mes, el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad encargó a la UTE Desarrollos-Delfos buscar posibles soluciones para rehabilitar y volver a llenar el estanque y la fuente, con un surtidor central que lanzaba un chorro a unos dos metros de altura y refrescaba la explanada desde la que se otean la Casa de Campo y la Sierra. El lago frontal, que abrazaba las dos puertas que anteceden al templo, se excavó a modo de Nilo artificial. Ahora, estas empresas contarán con tres meses para realizar un estudio preliminar que investigará, empleando distintos sondeos y calicatas, los problemas de filtraciones que afectan a todo este mirador del Parque del Oeste.En total, los técnicos realizarán cinco catas de reconocimiento con extracción de testigo hasta llegar a ocho metros de profundidad y dos pequeños pozos manuales para el reconocimiento de la solera. De los cinco sondeos, tres se realizarán en el interior del estanque, en la parte frontal del templo, y dos en la fuente, en la parte posterior del mismo, respetando y evitando el cableado situado en el interior de las estructuras, precisan fuentes del área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.Noticia Relacionada Piedra a piedra estandar No El monumento más antiguo que viajó desde Egipto Rocío Jiménez El Templo de Debod, que llegó a España en 1970, fue construido en el siglo II a.C. por el rey Adijalamani de Meroe en Nubia como una capilla para venerar a los dioses Amón e IsisPara la ejecución de estos trabajos en el vaso de hormigón y el fondo adoquinado con bloques irregulares de granito, continúan, se empleará una sonda modelo Beretta T-21 que se instalará sobre orugas de goma. Esta máquina cuenta con 90 centímetros de ancho y una altura de perforación de 240 centímetros, por lo que «es ideal para situaciones de accesos complicados y emplazamientos reducidos».El Ayuntamiento de Madrid invertirá en estos trabajos preliminares un total de 55.959 euros. Este estudio es, sin embargo, solo un primer paso para solucionar este problema recurrente de filtraciones que sufre el Templo de Debod y su estanque, de apenas 60 centímetros de profundidad y rematado por bordillo de grandes placas de granito. Cuando los expertos resuelvan cuál es la mejor forma de atajarlos, habrá que comenzar a redactar el proyecto de rehabilitación, por lo que aún es pronto para vaticinar una fecha en la que podríamos ver de nuevo a los turistas inmortalizando una postal mucho más refrescante que la que se llevan actualmente.Más de medio siglo Un regalo único Como agradecimiento por la ayuda prestada por España para salvar los templos de Abu Simbel, Egipto le obsequió en 1968 con el de Debod, un monumento de 270 metros cuadrados de planta. 1.724 bloques de piedra se transportaron hasta el Cuartel de la Montaña, en 1359 cajas, para desde allí volver a levantar el templo ya en el Parque del Oeste. Cubrirlo o no En 2020, el egiptólogo Yahí Hawass alertó sobre el estado de conservación del templo y Madrid se planteó incluso cubrirlo, una opción hoy descartada. 102.000 personas acudieron en 2024 a Debod, uno de los museos municipales más visitados tras el Museo de Historia, el Planetario, el Conde Duque y la Ermita de San Antonio de la Florida.En cualquier caso, no es la primera vez, ni mucho menos, que las humedades y filtraciones castigan a este monumento de más de 2.000 años de antigüedad que Egipto regaló a España en 1968 como agradecimiento por la ayuda que prestó nuestro país para conservar los templos de Nubia , amenazados por la construcción de la presa de Asuán. En 2020, el arqueólogo y exministro de antigüedades de Egipto Yahí Hawass aseguró que el Templo de Debod, al estar a la intemperie, había sufrido más en la capital en décadas que en toda su vida, más de 2.000 años, y pidió a Madrid que lo protegiera, sobre todo de la lluvia. El entonces director general de Patrimonio, Luis Lafuente, destacó «el esfuerzo de los técnicos municipales» que habían estado cinco décadas cuidando el monumento y señaló que harían estudios de las humedades que afectaban sobre todo a la base y repararían la cubierta para evitar filtraciones de agua.Las losas del templo, de tipo arenisca, se desgastan con mayor facilidad que otros materiales, por lo que las precipitaciones de la capital, mucho más frecuentes que en su lugar de origen, son más dañinas que en el caso de otros monumentos. Además, concluyeron que la inclinación del terreno sobre el que se asientan los muros exteriores y la ausencia de protección ante la lluvia provocan que la primera hilera de sillares reciba todo el agua que discurre por la fachada. Por ello, realizaron un drenaje perimetral para canalizar la escorrentía y permitir de esta manera la ventilación de las piedras del zócalo.Entonces se planteó también la necesidad de cubrirlo, una opción que hoy en día se ha descartado, porque tal y como aseguró hace unos meses la actual responsable del Patrimonio Municipal, Elena Hernando, el monumento se halla «en buen estado de conservación» y actualmente hay «mecanismos efectivos para proteger un edificio sin necesidad de cubrirlo».No obstante, esta llamada de alerta de los expertos motivó también que el consistorio se comprometiera a realizar, entre 2021 y 2022, «un exhaustivo diagnóstico» del Templo de Debod. También encargaron la redacción de un plan de conservación preventiva. Durante el desarrollo de esa completa radiografía se catalogaron 3.821 elementos del templo en una herramienta digital, detallando su estado de conservación y proponiendo actuaciones individuales de tratamiento, conservación o revisión. Este análisis, recordó Hernando en su último repaso a la situación del templo en la Comisión de Cultura, concluyó que «a pesar de los problemas aparecidos, propios de la naturaleza, historia y situación del bien» este se halla en un buen estado . En aquellos años se planteó también para 2023 un congreso internacional de expertos para debatir las mejores opciones para preservar el templo, un encuentro que nunca se llegó a celebrar.Sin embargo, se siguieron realizando acciones de mantenimiento puntuales, como los años anteriores. De hecho, según se recoge en la web de Patrimonio, desde 2015 se han llevado a cabo intervenciones en el templo por valor de 402.560,76 euros.Un plan para vaciar y poner a punto el estanque grande de El Retiro En 2001, la última vez que se vaciaron los 55.000 metros cúbicos de agua del estanque grande del parque del Retiro -y aparecieron desde sillas hasta carros de supermercados y cajas fuertes-, se estableció que había que limpiar este lago cada veinte años. Por eso, el Ayuntamiento de Madrid ha licitado esta semana la redacción de un proyecto de rehabilitación que servirá como base para la futura ejecución de las obras. La iniciativa, impulsada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, tiene un presupuesto de 122.677 euros y el plazo para su redacción es de siete meses a partir del próximo 1 de octubre. En mayo de 2024 ya se elaboró un plan para mejorar las instalaciones de tratamiento de agua del estanque que incluía soluciones como el incremento de la capacidad y calidad de la planta, la adecuación de las instalaciones a los nuevos equipos y trabajos de impermeabilización del fondo, entre otros.Por el momento, detallan a este diario fuentes del Área de Cultura, no se plantean intervenciones en este monumento, que actualmente no presenta problemas de goteras o humedades. Los técnicos municipales, explicaron en marzo, realizan un seguimiento continuo de estos inmuebles y actúan en cuando detectan alguna patología, como han hecho en otros monumentos emblemáticos situados al aire libre, como hicieron en 2023 con la Puerta de Alcalá (cuya restauración fue distinguida con el premio European Heritage Award/Europa Nostra Award 2025, el máximo reconocimiento europeo en el ámbito del patrimonio cultural), el año pasado con la Fuente de Neptuno y en 2026 con la Fuente de Cibeles.Pese a que en los últimos años el museo del interior del Templo de Debod ha acumulado (por obras y rehabilitaciones) más días de cierre de los deseados, actualmente es uno de los espacios municipales más populares. Más de 102.000 personas acudieron a visitarlo el pasado año, lo que le convierte en uno de los museos municipales más populares, por detrás del Museo de Historia, el Planetario, el Conde Duque y la Ermita de San Antonio de la Florida.El Templo de Debod, recordaba Elena Hernando en esa última comisión donde se volvió a debatir la situación de este bien trasladado piedra a piedra hasta la capital, «es un elemento fundamental, significativo, icónico y único del paisaje urbano de Madrid». Comienza la cuenta atrás para devolverle parte de su antiguo esplendor. RSS de noticias de espana
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