Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, en Europa se escucha una y otra vez la palabra «independencia». Ya sea en el sector energético o en el ámbito de la defensa, las autoridades de Bruselas se han puesto manos a la obra para lograr la soberanía armamentística, digital y de suministro de materias primas. Y la presidenta del BCE, Christine Lagarde , ha añadido una última tarea a la lista, al señalar que en muchos países de la UE los pagos con tarjeta solo se realizan a través de Visa, PayPal y Mastercard, todos ellos sistemas de pago online estadounidenses y con un enorme poder de mercado en nuestro continente.«Tenemos que reducir esta vulnerabilidad y asegurarnos de que haya una oferta europea, por si acaso. Es muy importante para todos nosotros que los pagos digitales permanezcan bajo nuestro control», ha advertido Lagarde. En la formación de este gigante de pagos europeo, el pez pequeño ha estado a punto de comerse al pez grande. El BCE apoyó inicialmente a la alemana Wero , que amenazaba con eliminar a la española Bizum , pero finalmente se ha impuesto la lógica de mercado y acaba de firmarse un acuerdo «histórico», según el comunicado de la firma.Dos de los principales grupos de pagos móviles de Europa han firmado un acuerdo de colaboración que tiene como objetivo hacer posible que los ciudadanos europeos utilicen su marca de pago nacional preferida para realizar y recibir pagos tanto en línea como en tiendas de cualquier país europeo. Las dos partes del acuerdo son EPI , la Iniciativa Europea de Pagos detrás de Wero, y la Alianza Europea de Pagos ( EuroPA ) detrás de Bizum, que en marzo de este año logró la interoperabilidad que exigía el acuerdo. Nace así un gigante con más de 100 millones de usuarios en 10 países «a través de infraestructuras totalmente operativas y marcas confiables». «La colaboración entre EuroPA y EPI está impulsada por un interés compartido en explorar una solución conjunta que aproveche la fuerte adopción y las capacidades existentes de cada participante a través de una interconectividad mejorada», presume la asociación. « Este acuerdo cubrirá inicialmente a 15 países europeos, que representan colectivamente a más de 382 millones de habitantes (84% de la población de la Unión Europea y Noruega), lo que les permitirá continuar utilizando sus soluciones de pago digital preferidas tanto a nivel local como en toda Europa, y proporcionar un enfoque para los mercados sin solución hasta ahora».Gran apuestaLa primera marca en proporcionar en Europa el servicio de pagos móviles instantáneos entre particulares fue la sueca Swish, en 2021, a la que siguió la portuguesa MB WAY, en 2014. Swish tiene hoy 8 millones de usuarios, en un país de 10 millones de habitantes, y MB WAY unos 6,5 millones entre una población similar. Después llegó Bizum, en 2016, cobrando rápida popularidad entre los clientes españoles y con 26 millones de usuarios. Bizum registra más de 2,5 millones de operaciones diarias, con picos de hasta 3,4 millones en un solo día , lo que equivale a más de 30 ‘bizums’ por segundo. Junto con MB WAY y la italiana Bancomat Pay, que nació en 2019, había comenzado a trabajar en una red europea de pagos móviles basada en la interoperabilidad, cuando apareció el proyecto que inicialmente apoyó el BCE. El núcleo duro de ese proyecto alternativo era Wero, prácticamente una copia de las anteriores y con el respaldo de grandes bancos como BNP Paribas, Crédit Agricole, ING y Deutsche Bank, aunque este último no será compatible con la aplicación al menos hasta después del verano. Pero detrás de ese gigantesco apoyo financiero se escondía un enano en términos de clientes. Según la directora de la European Payments Initiative (EPI), Martina Weimert, alrededor de 1,4 millones de clientes en Alemania, un país con 84 millones de habitantes, estaban utilizando Wero a mediados de 2025, apenas seis meses después de su lanzamiento en noviembre de 2024. Ha logrado sumar a cinco bancos belgas, en un intento por ganar tracción, pero si en sus primeras fases contaba con más de 30 bancos e instituciones financieras, actualmente le quedaban solo 16 accionistas activos, según un análisis publicado por Electronic Payments International, debido a la falta de consenso sobre el modelo de negocio, unos costes de implementación elevados y la preferencia por mantener sus propios sistemas, como Bizum o Bancomat Paym. Entre los accionistas que se habían retirado estaban Banco Santander, Intesa Sanpaolo, el holandés Rabobank y DZ Bank, de Suiza. Inicialmente concebido como un competidor directo de estos actores globales , las ambiciones de Wero se redujeron, además, a principios de 2022, con el abandono de los planes de lanzar una tarjeta de pago física. Finalmente, se ha rendido a la evidencia y ha encontrado en su asociación con EuroPA una palanca de impulso.El nuevo acuerdo entre EPI y EuroPA «tiene como objetivo permitir a los ciudadanos europeos enviar y recibir pagos sin problemas en todo el continente, en beneficio tanto de los consumidores como de los comerciantes», dicen los socios. «La interconexión de las soluciones existentes es un camino rápido hacia la soberanía y la independencia europeas, un objetivo compartido tanto por la Comisión Europea como por el Eurosistema. Este enfoque, basado en las mejores soluciones y la diversidad de Europa, continuará impulsando la innovación, la conveniencia y la eficiencia tanto para los consumidores como para los comerciantes», reconoce el comunicado. Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, en Europa se escucha una y otra vez la palabra «independencia». Ya sea en el sector energético o en el ámbito de la defensa, las autoridades de Bruselas se han puesto manos a la obra para lograr la soberanía armamentística, digital y de suministro de materias primas. Y la presidenta del BCE, Christine Lagarde , ha añadido una última tarea a la lista, al señalar que en muchos países de la UE los pagos con tarjeta solo se realizan a través de Visa, PayPal y Mastercard, todos ellos sistemas de pago online estadounidenses y con un enorme poder de mercado en nuestro continente.«Tenemos que reducir esta vulnerabilidad y asegurarnos de que haya una oferta europea, por si acaso. Es muy importante para todos nosotros que los pagos digitales permanezcan bajo nuestro control», ha advertido Lagarde. En la formación de este gigante de pagos europeo, el pez pequeño ha estado a punto de comerse al pez grande. El BCE apoyó inicialmente a la alemana Wero , que amenazaba con eliminar a la española Bizum , pero finalmente se ha impuesto la lógica de mercado y acaba de firmarse un acuerdo «histórico», según el comunicado de la firma.Dos de los principales grupos de pagos móviles de Europa han firmado un acuerdo de colaboración que tiene como objetivo hacer posible que los ciudadanos europeos utilicen su marca de pago nacional preferida para realizar y recibir pagos tanto en línea como en tiendas de cualquier país europeo. Las dos partes del acuerdo son EPI , la Iniciativa Europea de Pagos detrás de Wero, y la Alianza Europea de Pagos ( EuroPA ) detrás de Bizum, que en marzo de este año logró la interoperabilidad que exigía el acuerdo. Nace así un gigante con más de 100 millones de usuarios en 10 países «a través de infraestructuras totalmente operativas y marcas confiables». «La colaboración entre EuroPA y EPI está impulsada por un interés compartido en explorar una solución conjunta que aproveche la fuerte adopción y las capacidades existentes de cada participante a través de una interconectividad mejorada», presume la asociación. « Este acuerdo cubrirá inicialmente a 15 países europeos, que representan colectivamente a más de 382 millones de habitantes (84% de la población de la Unión Europea y Noruega), lo que les permitirá continuar utilizando sus soluciones de pago digital preferidas tanto a nivel local como en toda Europa, y proporcionar un enfoque para los mercados sin solución hasta ahora».Gran apuestaLa primera marca en proporcionar en Europa el servicio de pagos móviles instantáneos entre particulares fue la sueca Swish, en 2021, a la que siguió la portuguesa MB WAY, en 2014. Swish tiene hoy 8 millones de usuarios, en un país de 10 millones de habitantes, y MB WAY unos 6,5 millones entre una población similar. Después llegó Bizum, en 2016, cobrando rápida popularidad entre los clientes españoles y con 26 millones de usuarios. Bizum registra más de 2,5 millones de operaciones diarias, con picos de hasta 3,4 millones en un solo día , lo que equivale a más de 30 ‘bizums’ por segundo. Junto con MB WAY y la italiana Bancomat Pay, que nació en 2019, había comenzado a trabajar en una red europea de pagos móviles basada en la interoperabilidad, cuando apareció el proyecto que inicialmente apoyó el BCE. El núcleo duro de ese proyecto alternativo era Wero, prácticamente una copia de las anteriores y con el respaldo de grandes bancos como BNP Paribas, Crédit Agricole, ING y Deutsche Bank, aunque este último no será compatible con la aplicación al menos hasta después del verano. Pero detrás de ese gigantesco apoyo financiero se escondía un enano en términos de clientes. Según la directora de la European Payments Initiative (EPI), Martina Weimert, alrededor de 1,4 millones de clientes en Alemania, un país con 84 millones de habitantes, estaban utilizando Wero a mediados de 2025, apenas seis meses después de su lanzamiento en noviembre de 2024. Ha logrado sumar a cinco bancos belgas, en un intento por ganar tracción, pero si en sus primeras fases contaba con más de 30 bancos e instituciones financieras, actualmente le quedaban solo 16 accionistas activos, según un análisis publicado por Electronic Payments International, debido a la falta de consenso sobre el modelo de negocio, unos costes de implementación elevados y la preferencia por mantener sus propios sistemas, como Bizum o Bancomat Paym. Entre los accionistas que se habían retirado estaban Banco Santander, Intesa Sanpaolo, el holandés Rabobank y DZ Bank, de Suiza. Inicialmente concebido como un competidor directo de estos actores globales , las ambiciones de Wero se redujeron, además, a principios de 2022, con el abandono de los planes de lanzar una tarjeta de pago física. Finalmente, se ha rendido a la evidencia y ha encontrado en su asociación con EuroPA una palanca de impulso.El nuevo acuerdo entre EPI y EuroPA «tiene como objetivo permitir a los ciudadanos europeos enviar y recibir pagos sin problemas en todo el continente, en beneficio tanto de los consumidores como de los comerciantes», dicen los socios. «La interconexión de las soluciones existentes es un camino rápido hacia la soberanía y la independencia europeas, un objetivo compartido tanto por la Comisión Europea como por el Eurosistema. Este enfoque, basado en las mejores soluciones y la diversidad de Europa, continuará impulsando la innovación, la conveniencia y la eficiencia tanto para los consumidores como para los comerciantes», reconoce el comunicado. Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, en Europa se escucha una y otra vez la palabra «independencia». Ya sea en el sector energético o en el ámbito de la defensa, las autoridades de Bruselas se han puesto manos a la obra para lograr la soberanía armamentística, digital y de suministro de materias primas. Y la presidenta del BCE, Christine Lagarde , ha añadido una última tarea a la lista, al señalar que en muchos países de la UE los pagos con tarjeta solo se realizan a través de Visa, PayPal y Mastercard, todos ellos sistemas de pago online estadounidenses y con un enorme poder de mercado en nuestro continente.«Tenemos que reducir esta vulnerabilidad y asegurarnos de que haya una oferta europea, por si acaso. Es muy importante para todos nosotros que los pagos digitales permanezcan bajo nuestro control», ha advertido Lagarde. En la formación de este gigante de pagos europeo, el pez pequeño ha estado a punto de comerse al pez grande. El BCE apoyó inicialmente a la alemana Wero , que amenazaba con eliminar a la española Bizum , pero finalmente se ha impuesto la lógica de mercado y acaba de firmarse un acuerdo «histórico», según el comunicado de la firma.Dos de los principales grupos de pagos móviles de Europa han firmado un acuerdo de colaboración que tiene como objetivo hacer posible que los ciudadanos europeos utilicen su marca de pago nacional preferida para realizar y recibir pagos tanto en línea como en tiendas de cualquier país europeo. Las dos partes del acuerdo son EPI , la Iniciativa Europea de Pagos detrás de Wero, y la Alianza Europea de Pagos ( EuroPA ) detrás de Bizum, que en marzo de este año logró la interoperabilidad que exigía el acuerdo. Nace así un gigante con más de 100 millones de usuarios en 10 países «a través de infraestructuras totalmente operativas y marcas confiables». «La colaboración entre EuroPA y EPI está impulsada por un interés compartido en explorar una solución conjunta que aproveche la fuerte adopción y las capacidades existentes de cada participante a través de una interconectividad mejorada», presume la asociación. « Este acuerdo cubrirá inicialmente a 15 países europeos, que representan colectivamente a más de 382 millones de habitantes (84% de la población de la Unión Europea y Noruega), lo que les permitirá continuar utilizando sus soluciones de pago digital preferidas tanto a nivel local como en toda Europa, y proporcionar un enfoque para los mercados sin solución hasta ahora».Gran apuestaLa primera marca en proporcionar en Europa el servicio de pagos móviles instantáneos entre particulares fue la sueca Swish, en 2021, a la que siguió la portuguesa MB WAY, en 2014. Swish tiene hoy 8 millones de usuarios, en un país de 10 millones de habitantes, y MB WAY unos 6,5 millones entre una población similar. Después llegó Bizum, en 2016, cobrando rápida popularidad entre los clientes españoles y con 26 millones de usuarios. Bizum registra más de 2,5 millones de operaciones diarias, con picos de hasta 3,4 millones en un solo día , lo que equivale a más de 30 ‘bizums’ por segundo. Junto con MB WAY y la italiana Bancomat Pay, que nació en 2019, había comenzado a trabajar en una red europea de pagos móviles basada en la interoperabilidad, cuando apareció el proyecto que inicialmente apoyó el BCE. El núcleo duro de ese proyecto alternativo era Wero, prácticamente una copia de las anteriores y con el respaldo de grandes bancos como BNP Paribas, Crédit Agricole, ING y Deutsche Bank, aunque este último no será compatible con la aplicación al menos hasta después del verano. Pero detrás de ese gigantesco apoyo financiero se escondía un enano en términos de clientes. Según la directora de la European Payments Initiative (EPI), Martina Weimert, alrededor de 1,4 millones de clientes en Alemania, un país con 84 millones de habitantes, estaban utilizando Wero a mediados de 2025, apenas seis meses después de su lanzamiento en noviembre de 2024. Ha logrado sumar a cinco bancos belgas, en un intento por ganar tracción, pero si en sus primeras fases contaba con más de 30 bancos e instituciones financieras, actualmente le quedaban solo 16 accionistas activos, según un análisis publicado por Electronic Payments International, debido a la falta de consenso sobre el modelo de negocio, unos costes de implementación elevados y la preferencia por mantener sus propios sistemas, como Bizum o Bancomat Paym. Entre los accionistas que se habían retirado estaban Banco Santander, Intesa Sanpaolo, el holandés Rabobank y DZ Bank, de Suiza. Inicialmente concebido como un competidor directo de estos actores globales , las ambiciones de Wero se redujeron, además, a principios de 2022, con el abandono de los planes de lanzar una tarjeta de pago física. Finalmente, se ha rendido a la evidencia y ha encontrado en su asociación con EuroPA una palanca de impulso.El nuevo acuerdo entre EPI y EuroPA «tiene como objetivo permitir a los ciudadanos europeos enviar y recibir pagos sin problemas en todo el continente, en beneficio tanto de los consumidores como de los comerciantes», dicen los socios. «La interconexión de las soluciones existentes es un camino rápido hacia la soberanía y la independencia europeas, un objetivo compartido tanto por la Comisión Europea como por el Eurosistema. Este enfoque, basado en las mejores soluciones y la diversidad de Europa, continuará impulsando la innovación, la conveniencia y la eficiencia tanto para los consumidores como para los comerciantes», reconoce el comunicado. 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