JAÉN.- El 6º Campo de Voluntariado de Marroquíes Bajos, celebrado durante el pasado mes de julio, ha supuesto un nuevo impulso en la documentación, conservación y estudio de los valiosos restos arqueológicos hallados en esta zona clave para la historia de Jaén. Un total de 37 voluntarios procedentes de distintos puntos del país —como Úbeda, Sabiote, Torredonjimeno, Madrid, Burgos o Pamplona— han participado en esta edición con el objetivo de seguir construyendo las bases del futuro Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos.
Durante estas semanas de trabajo, los participantes han aplicado tanto técnicas tradicionales de excavación manualcomo nuevas tecnologías como la ortofotogrametría, que permite un registro mucho más rápido, preciso y fiable de los hallazgos. Los trabajos se han centrado, entre otros elementos, en la documentación del Foso 0 de la aldea calcolítica, estructuras hidráulicas romanas, enterramientos visigodos en fosa, y viviendas islámicas de época emiral-califal.
El director del campo, Juan Luis Martínez, ha destacado el carácter “meticuloso” de esta excavación, que está arrojando resultados especialmente valiosos, sobre todo en lo relativo a la sucesión estratigráfica medieval-islámica, más relevante de lo que se había previsto inicialmente.
Una de las metas principales del proyecto ha sido distinguir con claridad entre los procesos de formación causados por la acción humana y los de origen natural, para poder preservar con fidelidad los restos arqueológicos de cara a su integración en un parque visitable que ponga en valor el patrimonio histórico de la ciudad.
Un proyecto con respaldo institucional y colaboración ciudadana
Este campo de voluntariado ha sido posible gracias al impulso del Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Jaén, y al apoyo de empresas colaboradoras como Construcciones Calderón, Melgarejo, Extravirgin y la Sociedad Municipal de la Vivienda (Somuvisa). Además, ha contado con la colaboración técnica y logística del Proyecto Qubbet el-Hawa de la Universidad de Jaén, que ha prestado desinteresadamente su material para facilitar el trabajo de campo.
Con este tipo de iniciativas, Jaén avanza en su compromiso con la divulgación, conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico, apostando por un modelo participativo en el que profesionales, instituciones, voluntarios y empresas unen fuerzas para proyectar la historia de la ciudad hacia el futuro.
JAÉN.- El 6º Campo de Voluntariado de Marroquíes Bajos, celebrado durante el pasado mes de julio, ha supuesto un nuevo impulso en la documentación, conservación y estudio de los valiosos restos arqueológicos hallados en esta zona clave para la historia de Jaén. Un total de 37 voluntarios procedentes de distintos puntos del país —como Úbeda, Sabiote,
JAÉN.- El 6º Campo de Voluntariado de Marroquíes Bajos, celebrado durante el pasado mes de julio, ha supuesto un nuevo impulso en la documentación, conservación y estudio de los valiosos restos arqueológicos hallados en esta zona clave para la historia de Jaén. Un total de 37 voluntarios procedentes de distintos puntos del país —como Úbeda, Sabiote, Torredonjimeno, Madrid, Burgos o Pamplona— han participado en esta edición con el objetivo de seguir construyendo las bases del futuro Parque Arqueológico de Marroquíes Bajos.
Durante estas semanas de trabajo, los participantes han aplicado tanto técnicas tradicionales de excavación manualcomo nuevas tecnologías como la ortofotogrametría, que permite un registro mucho más rápido, preciso y fiable de los hallazgos. Los trabajos se han centrado, entre otros elementos, en la documentación del Foso 0 de la aldea calcolítica, estructuras hidráulicas romanas, enterramientos visigodos en fosa, y viviendas islámicas de época emiral-califal.
El director del campo, Juan Luis Martínez, ha destacado el carácter “meticuloso” de esta excavación, que está arrojando resultados especialmente valiosos, sobre todo en lo relativo a la sucesión estratigráfica medieval-islámica, más relevante de lo que se había previsto inicialmente.
Una de las metas principales del proyecto ha sido distinguir con claridad entre los procesos de formación causados por la acción humana y los de origen natural, para poder preservar con fidelidad los restos arqueológicos de cara a su integración en un parque visitable que ponga en valor el patrimonio histórico de la ciudad.
Un proyecto con respaldo institucional y colaboración ciudadana
Este campo de voluntariado ha sido posible gracias al impulso del Patronato Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Jaén, y al apoyo de empresas colaboradoras como Construcciones Calderón, Melgarejo, Extravirgin y la Sociedad Municipal de la Vivienda (Somuvisa). Además, ha contado con la colaboración técnica y logística del Proyecto Qubbet el-Hawa de la Universidad de Jaén, que ha prestado desinteresadamente su material para facilitar el trabajo de campo.
Con este tipo de iniciativas, Jaén avanza en su compromiso con la divulgación, conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico, apostando por un modelo participativo en el que profesionales, instituciones, voluntarios y empresas unen fuerzas para proyectar la historia de la ciudad hacia el futuro.
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