El euríbor ha entrado en una fase de estabilidad a la que ha sido ajena en los últimos años, marcados por las fuertes subidas que experimentó cuando los tipos de interés se dispararon, y por caídas pronunciadas con los recortes del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo. Ahora, con Fráncfort más indeciso sobre cuál debe ser el siguiente paso de su política monetaria, el indicador hipotecario también titubea: en julio se quedó en el 2,079%, prácticamente el mismo nivel que en mayo y junio, cuando cerró en el 2,081%.
El indicador hipotecario cierra en el 2,079%, y se estanca por tercer mes consecutivo, aunque las cuotas de los préstamos siguen abaratándose
El euríbor ha entrado en una fase de estabilidad a la que ha sido ajena en los últimos años, marcados por las fuertes subidas que experimentó cuando los tipos de interés se dispararon, y por caídas pronunciadas con los recortes del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo. Ahora, con Fráncfort más indeciso sobre cuál debe ser el siguiente paso de su política monetaria, el indicador hipotecario también titubea: en julio se quedó en el 2,079%, prácticamente el mismo nivel que en mayo y junio, cuando cerró en el 2,081%.
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