En Japón, el tsunami provocado por uno de los terremotos más potentes de la historia se ha quedado en apenas un simulacro . Las alertas emitidas a primera hora de la mañana por las autoridades han tenido a la población en vilo, en especial en zonas costeras, pero el transcurso de las horas y la aparición de un oleaje solo un poco más bravo de lo habitual han devuelto el ambiente a la normalidad sin sobresaltos.El seísmo se ha producido a las 11:25 de la mañana (hora local), a 130 kilómetros de la costa este de la península rusa de Kamchatka y 18 de profundidad. Ha registrado una magnitud de 8,8, marca que lo coloca como el sexto terremoto más intenso en la serie histórica del último siglo.Noticia Relacionada estandar No El seísmo, entre los diez más potentes desde que hay registros José Ignacio de la Torre La Península de Kamchatka, Chile y Japón protagonizan los movimientos de más intensidad, con episodios por encima de los 9 gradosSolo en la parte más septentrional del archipiélago nipón el temblor ha resultado mínimamente perceptible. Sin embargo, lo que no ha pasado desapercibido han sido los avisos de evacuación, que han afectado a casi 2 millones de personas. El primer ministro Shigeru Ishiba ha urgido a los residentes en zonas de riesgo a «desplazarse a terrenos elevados o lugares seguros» y a los organismos competentes a «proporcionar información precisa» , mientras monitorizaba la evolución de la coyuntura en compañía de un equipo de trabajo convocado de urgencia a las 9:40 de la mañana.Mediada la tarde las olas de mayor altura en las costas japonesas apenas han registrado 1,3 metros , por lo que las autoridades han acabado por rebajar la alerta a advertencia. Ishiba ha comparecido de nuevo para asegurar que no se han producido víctimas mortales ni daños materiales reseñables.Escarmiento nuclearSemejante reacción pone en práctica la lección de la triple desgracia vivida en marzo de 2011 : un terremoto de magnitud 9 más un tsunami que acabaron con la vida de 18.000 personas y provocaron, por último, el desastre nuclear de la central nuclear de Fukushima .La central se mantiene inoperativa desde entonces y todas las actividades están dedicadas a su desmantelamiento, proceso que no se completará hasta pasado el 2051. El lugar ha cerrado de manera temporal , con sus 4.000 trabajadores evacuados y futuras visitas suspendidas, pese a que la empresa operadora TEPCO ha asegurado no haber detectado «anormalidad» alguna.«La verdad es que no le he hecho mucho caso porque todos sabemos que desde que se produjo el gran terremoto de 2011 los avisos son muy exagerados por precaución. No son muy habituales pero tampoco demasiado raros , suelen suceder un par de veces al año», confesaba la señora Satsuki, residente de Yokohama, quien como la inmensa mayoría de los ciudadanos japoneses de las grandes ciudades ha proseguido con su rutina diaria sin sobresaltos.Si por la mañana el rostro de Ishiba y su comparecencia extraordinaria inicial ocupaba los televisores del aeropuerto de Tokio , a primera hora de la tarde las pantallas de los autobuses públicos iniciaban la ronda informativa con una noticia relativa a la liga de fútbol nacional.Cautela regionalLa prevención se ha expandido por Asia-Pacífico como una oleada, coincidiendo también con otras alertas. La ciudad china de Shanghái ha desplazado a más de 280.000 personas, cancelado cientos de vuelos y reducido los límites de velocidad en carreteras y vías férreas, pero no por las consecuencias del terremoto sino por una tormenta tropical.El Centro Nacional de Pronósticos Ambientales Marinos de China advirtió en un primer momento que el tsunami podría tener «un impacto desastroso» en algunas zonas de la costa china, pero la agencia municipal de Shanghái descartó después esta posibilidad. A primera hora de la tarde la megalópolis y la vecina provincia de Zhejiang han retirado la alerta sin que se hayan reportado daños. Otros Gobiernos de la región también han lanzado primero y retirado después sus respectivas alarmas. Es el caso de Taiwán, Filipinas y otros países pequeños como Papúa Nueva Guinea , Islas Salomón, Vanuatu y la Polinesia Francesa, donde se esperaban olas de 4 metros y ni siquiera han alcanzado 1. En Japón, el tsunami provocado por uno de los terremotos más potentes de la historia se ha quedado en apenas un simulacro . Las alertas emitidas a primera hora de la mañana por las autoridades han tenido a la población en vilo, en especial en zonas costeras, pero el transcurso de las horas y la aparición de un oleaje solo un poco más bravo de lo habitual han devuelto el ambiente a la normalidad sin sobresaltos.El seísmo se ha producido a las 11:25 de la mañana (hora local), a 130 kilómetros de la costa este de la península rusa de Kamchatka y 18 de profundidad. Ha registrado una magnitud de 8,8, marca que lo coloca como el sexto terremoto más intenso en la serie histórica del último siglo.Noticia Relacionada estandar No El seísmo, entre los diez más potentes desde que hay registros José Ignacio de la Torre La Península de Kamchatka, Chile y Japón protagonizan los movimientos de más intensidad, con episodios por encima de los 9 gradosSolo en la parte más septentrional del archipiélago nipón el temblor ha resultado mínimamente perceptible. Sin embargo, lo que no ha pasado desapercibido han sido los avisos de evacuación, que han afectado a casi 2 millones de personas. El primer ministro Shigeru Ishiba ha urgido a los residentes en zonas de riesgo a «desplazarse a terrenos elevados o lugares seguros» y a los organismos competentes a «proporcionar información precisa» , mientras monitorizaba la evolución de la coyuntura en compañía de un equipo de trabajo convocado de urgencia a las 9:40 de la mañana.Mediada la tarde las olas de mayor altura en las costas japonesas apenas han registrado 1,3 metros , por lo que las autoridades han acabado por rebajar la alerta a advertencia. Ishiba ha comparecido de nuevo para asegurar que no se han producido víctimas mortales ni daños materiales reseñables.Escarmiento nuclearSemejante reacción pone en práctica la lección de la triple desgracia vivida en marzo de 2011 : un terremoto de magnitud 9 más un tsunami que acabaron con la vida de 18.000 personas y provocaron, por último, el desastre nuclear de la central nuclear de Fukushima .La central se mantiene inoperativa desde entonces y todas las actividades están dedicadas a su desmantelamiento, proceso que no se completará hasta pasado el 2051. El lugar ha cerrado de manera temporal , con sus 4.000 trabajadores evacuados y futuras visitas suspendidas, pese a que la empresa operadora TEPCO ha asegurado no haber detectado «anormalidad» alguna.«La verdad es que no le he hecho mucho caso porque todos sabemos que desde que se produjo el gran terremoto de 2011 los avisos son muy exagerados por precaución. No son muy habituales pero tampoco demasiado raros , suelen suceder un par de veces al año», confesaba la señora Satsuki, residente de Yokohama, quien como la inmensa mayoría de los ciudadanos japoneses de las grandes ciudades ha proseguido con su rutina diaria sin sobresaltos.Si por la mañana el rostro de Ishiba y su comparecencia extraordinaria inicial ocupaba los televisores del aeropuerto de Tokio , a primera hora de la tarde las pantallas de los autobuses públicos iniciaban la ronda informativa con una noticia relativa a la liga de fútbol nacional.Cautela regionalLa prevención se ha expandido por Asia-Pacífico como una oleada, coincidiendo también con otras alertas. La ciudad china de Shanghái ha desplazado a más de 280.000 personas, cancelado cientos de vuelos y reducido los límites de velocidad en carreteras y vías férreas, pero no por las consecuencias del terremoto sino por una tormenta tropical.El Centro Nacional de Pronósticos Ambientales Marinos de China advirtió en un primer momento que el tsunami podría tener «un impacto desastroso» en algunas zonas de la costa china, pero la agencia municipal de Shanghái descartó después esta posibilidad. A primera hora de la tarde la megalópolis y la vecina provincia de Zhejiang han retirado la alerta sin que se hayan reportado daños. Otros Gobiernos de la región también han lanzado primero y retirado después sus respectivas alarmas. Es el caso de Taiwán, Filipinas y otros países pequeños como Papúa Nueva Guinea , Islas Salomón, Vanuatu y la Polinesia Francesa, donde se esperaban olas de 4 metros y ni siquiera han alcanzado 1. En Japón, el tsunami provocado por uno de los terremotos más potentes de la historia se ha quedado en apenas un simulacro . Las alertas emitidas a primera hora de la mañana por las autoridades han tenido a la población en vilo, en especial en zonas costeras, pero el transcurso de las horas y la aparición de un oleaje solo un poco más bravo de lo habitual han devuelto el ambiente a la normalidad sin sobresaltos.El seísmo se ha producido a las 11:25 de la mañana (hora local), a 130 kilómetros de la costa este de la península rusa de Kamchatka y 18 de profundidad. Ha registrado una magnitud de 8,8, marca que lo coloca como el sexto terremoto más intenso en la serie histórica del último siglo.Noticia Relacionada estandar No El seísmo, entre los diez más potentes desde que hay registros José Ignacio de la Torre La Península de Kamchatka, Chile y Japón protagonizan los movimientos de más intensidad, con episodios por encima de los 9 gradosSolo en la parte más septentrional del archipiélago nipón el temblor ha resultado mínimamente perceptible. Sin embargo, lo que no ha pasado desapercibido han sido los avisos de evacuación, que han afectado a casi 2 millones de personas. El primer ministro Shigeru Ishiba ha urgido a los residentes en zonas de riesgo a «desplazarse a terrenos elevados o lugares seguros» y a los organismos competentes a «proporcionar información precisa» , mientras monitorizaba la evolución de la coyuntura en compañía de un equipo de trabajo convocado de urgencia a las 9:40 de la mañana.Mediada la tarde las olas de mayor altura en las costas japonesas apenas han registrado 1,3 metros , por lo que las autoridades han acabado por rebajar la alerta a advertencia. Ishiba ha comparecido de nuevo para asegurar que no se han producido víctimas mortales ni daños materiales reseñables.Escarmiento nuclearSemejante reacción pone en práctica la lección de la triple desgracia vivida en marzo de 2011 : un terremoto de magnitud 9 más un tsunami que acabaron con la vida de 18.000 personas y provocaron, por último, el desastre nuclear de la central nuclear de Fukushima .La central se mantiene inoperativa desde entonces y todas las actividades están dedicadas a su desmantelamiento, proceso que no se completará hasta pasado el 2051. El lugar ha cerrado de manera temporal , con sus 4.000 trabajadores evacuados y futuras visitas suspendidas, pese a que la empresa operadora TEPCO ha asegurado no haber detectado «anormalidad» alguna.«La verdad es que no le he hecho mucho caso porque todos sabemos que desde que se produjo el gran terremoto de 2011 los avisos son muy exagerados por precaución. No son muy habituales pero tampoco demasiado raros , suelen suceder un par de veces al año», confesaba la señora Satsuki, residente de Yokohama, quien como la inmensa mayoría de los ciudadanos japoneses de las grandes ciudades ha proseguido con su rutina diaria sin sobresaltos.Si por la mañana el rostro de Ishiba y su comparecencia extraordinaria inicial ocupaba los televisores del aeropuerto de Tokio , a primera hora de la tarde las pantallas de los autobuses públicos iniciaban la ronda informativa con una noticia relativa a la liga de fútbol nacional.Cautela regionalLa prevención se ha expandido por Asia-Pacífico como una oleada, coincidiendo también con otras alertas. La ciudad china de Shanghái ha desplazado a más de 280.000 personas, cancelado cientos de vuelos y reducido los límites de velocidad en carreteras y vías férreas, pero no por las consecuencias del terremoto sino por una tormenta tropical.El Centro Nacional de Pronósticos Ambientales Marinos de China advirtió en un primer momento que el tsunami podría tener «un impacto desastroso» en algunas zonas de la costa china, pero la agencia municipal de Shanghái descartó después esta posibilidad. A primera hora de la tarde la megalópolis y la vecina provincia de Zhejiang han retirado la alerta sin que se hayan reportado daños. Otros Gobiernos de la región también han lanzado primero y retirado después sus respectivas alarmas. Es el caso de Taiwán, Filipinas y otros países pequeños como Papúa Nueva Guinea , Islas Salomón, Vanuatu y la Polinesia Francesa, donde se esperaban olas de 4 metros y ni siquiera han alcanzado 1. RSS de noticias de sociedad
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