El pasado 24 de julio , las esperanzas de que el resto del verano fuera tranquilo para el Baloncesto Sevilla se esfumaron con el dictamen de la ACB, que tras la Asamblea General emitió un breve comunicado en el que daba luz verde al ingreso del San Pablo Burgos e impedía el acceso del club sevillano en los siguientes términos: «La Asamblea ha rechazado la afiliación del Real Betis Baloncesto SAD. Los clubes han escuchado los argumentos del presidente del club, Pedro Fernández, y valorado el informe realizado sobre su solicitud de afiliación. Éste concluye que el club no cumple requisitos imprescindibles, tal y como acredita el informe del auditor externo , ni ha acreditado el pago en plazo del valor de participación». Conciso pero contundente, nombrando al club por su denominación en el Registro, justificando el no y situando a la entidad en una delicada situación. Apenas una hora después, el club reaccionaba anunciando que pediría medidas cautelares ante el CSD aunque, dada la necesidad de aligerar los plazos, lo que realimente hizo fue personarse en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona poniendo todas sus acciones (la solicitud de cautelares) en conocimiento del Consejo Superior de Deportes. Como informó ABC de Sevilla , la vista judicial se celebra este viernes, 8 de agosto, con audiencia de las dos partes para que ambas expongan sus argumentos y sean escuchadas. Ahí tendrán que defender los abogados del club por qué consideran que, al contrario de lo que dicta la resolución de la ACB, el Baloncesto Sevilla debe ser admitido como integrante de la Liga Endesa 2025-26, que en ese supuesto quedaría formada por 19 equipos. El informe negativo de la ACB a la entrada del club hispalense pone especial énfasis en una serie de puntos que el Baloncesto Sevilla consideraba, por cierto, ya rebatidos antes de la celebración de la asamblea. Uno de ellos es el de las supuestas deudas contraídas con jugadores . Un extremo que desmiente taxativamente el club, negando que existan débitos acreditados (es importante este matiz) con profesionales que hayan vestido la camiseta verdiblanca. Según desveló el propio Pedro Fernández, presidente de la entidad, en una entrevista a Gigantes antes de la notificación de la resolución de la asamblea general, desde la auditoría le referenciaron un importe por satisfacer con jugadores «de hace cuatro años». «Hablé con mis abogados y me dijeron que es imposible que haya una deuda laboral -explicaba el máximo dirigente de la entidad-. Me dijeron que esa deuda, de existir, no aparece en nuestra contabilidad y que se le han comunicado al auditor de forma confidencial unos agentes», precisaba el empresario en la reseñada entrevista. Al respecto, fuentes del club aseguran que no les consta « reclamación judicial ni tampoco extrajudicial » y que esas cantidades, si existieran, no se corresponderían con salarios de jugadores porque no ha habido reclamación y porque, para dar cobertura a ese tipo de contingencias, estaba disponible además un aval. En cualquier caso, añaden estas fuentes, los plazos para reclamar esas supuestas deudas habrían expirado ya. Los afectados, cuatro en total, con los que Pedro Fernández dijo en Gigantes haberse puesto en contacto sin que conocieran nada del asunto, militaron en el Betis Baloncesto en la temporada 2022-23, la del último descenso a LEB Oro. Antes incluso de los tiempos de Xoy , por tanto. Se trata de una cantidad global que no alcanzaría los 60.000 euros. Sin deudas con el Real BetisOtro de los puntos claves de la auditoría era la acreditación por parte del club de deuda cero con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social . Un aspecto básico e ineludible que sí superó el Baloncesto Sevilla y no aparecería en el informe final de la ACB, que sí pone el foco en la falta de documentación aportada por la entidad o, en su defecto, de manera incompleta. Esto lo considera rebatido y probado el club, en especial en lo referente a una supuesta deuda con el Real Betis Balompié de un millón de euros aproximadamente que para el Baloncesto Sevilla está condonada. De hecho, la empresa auditora se puso con contacto en su momento con el CEO verdiblanco, Ramón Alarcón, quien descartó la existencia de alguna deuda con la entidad heliopolitana, de la que fue sección el equipo de baloncesto hasta las ventas al Grupo Xoy, primero, y, después, al Grupo Hereda. Ese millón de euros es, en concreto, una aportación a fondos propios sin aumento de capital. Entre las irregularidades que anota la auditoría aparece registrada, además, el riesgo de causa de disolución que correría el club al ser sus fondos propios inferiores a la mitad del capital social, como establece la Ley de Sociedades de Capital. Un asunto que fue objeto de debate entre los auditores, Pedro Fernández y el director general de la ACB, José Miguel Calleja . Según Fernández, fue un error del auditor, que se disculpó, «hace una enmienda al día siguiente, así que esa parte también se cae», señalaba a Gigantes . De acuerdo con su valoración, los fondos propios «serían positivos, de dos millones de euros», al contabilizar, entre otras partidas, el millón señalado más arriba. De este asunto, en concreto, no hay pronunciamiento oficial de la ACB dado que su comunicado del 24 de julio fue más bien genérico. Por último, el canon. La ACB asegura que el Baloncesto Sevilla pagó fuera de plazo y el club asevera, por el contrario, que dispone del resguardado acreditativo de haber enviado el dinero a tiempo, antes de las 23.59 horas del 15 de julio. En efecto, existe una última partida de 55.000 euros que se deposita en la cuenta bancaria de la ACB un día más tarde , pero desde el club aducen que no es culpa del emisor y que lo estipulado en las bases estatutarias de la ACB como obligación es la emisión de la orden de pago antes de que expire el plazo. Y la base de los 548.000 euros exigidos como primer abono del valor de participación si llegó a tiempo, expone. Se transfirió un montante global de 670.000 euros, siempre según la versión de Pedro Fernández, al desconocer si tenía que depositar o no el IVA. En el Baloncesto Sevilla, en resumen, entienden que el Derecho les asiste, pero su futuro depende de una resolución judicial en estos albores del mes de agosto , cuando los clubes ACB ya tienen enjaretada la planificación. En San Pablo ni siquiera han podido empezar, con el perjuicio que esto supone, porque lo que está en juego es su supervivencia. Este viernes, con la audiencia de la parte demandante (club) y la demandada (ACB), se celebra una vista en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona en la que cada uno defenderá sus respectivas posturas. La Asociación de Clubes ya le dio la negativa de admisión y, si ahora tampoco fuera atendida la demanda de cautelares por el juzgado, el riego de liquidación de la sociedad sería altísimo ya que no se encuentra inscrita en ninguna competición. El pasado 24 de julio , las esperanzas de que el resto del verano fuera tranquilo para el Baloncesto Sevilla se esfumaron con el dictamen de la ACB, que tras la Asamblea General emitió un breve comunicado en el que daba luz verde al ingreso del San Pablo Burgos e impedía el acceso del club sevillano en los siguientes términos: «La Asamblea ha rechazado la afiliación del Real Betis Baloncesto SAD. Los clubes han escuchado los argumentos del presidente del club, Pedro Fernández, y valorado el informe realizado sobre su solicitud de afiliación. Éste concluye que el club no cumple requisitos imprescindibles, tal y como acredita el informe del auditor externo , ni ha acreditado el pago en plazo del valor de participación». Conciso pero contundente, nombrando al club por su denominación en el Registro, justificando el no y situando a la entidad en una delicada situación. Apenas una hora después, el club reaccionaba anunciando que pediría medidas cautelares ante el CSD aunque, dada la necesidad de aligerar los plazos, lo que realimente hizo fue personarse en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona poniendo todas sus acciones (la solicitud de cautelares) en conocimiento del Consejo Superior de Deportes. Como informó ABC de Sevilla , la vista judicial se celebra este viernes, 8 de agosto, con audiencia de las dos partes para que ambas expongan sus argumentos y sean escuchadas. Ahí tendrán que defender los abogados del club por qué consideran que, al contrario de lo que dicta la resolución de la ACB, el Baloncesto Sevilla debe ser admitido como integrante de la Liga Endesa 2025-26, que en ese supuesto quedaría formada por 19 equipos. El informe negativo de la ACB a la entrada del club hispalense pone especial énfasis en una serie de puntos que el Baloncesto Sevilla consideraba, por cierto, ya rebatidos antes de la celebración de la asamblea. Uno de ellos es el de las supuestas deudas contraídas con jugadores . Un extremo que desmiente taxativamente el club, negando que existan débitos acreditados (es importante este matiz) con profesionales que hayan vestido la camiseta verdiblanca. Según desveló el propio Pedro Fernández, presidente de la entidad, en una entrevista a Gigantes antes de la notificación de la resolución de la asamblea general, desde la auditoría le referenciaron un importe por satisfacer con jugadores «de hace cuatro años». «Hablé con mis abogados y me dijeron que es imposible que haya una deuda laboral -explicaba el máximo dirigente de la entidad-. Me dijeron que esa deuda, de existir, no aparece en nuestra contabilidad y que se le han comunicado al auditor de forma confidencial unos agentes», precisaba el empresario en la reseñada entrevista. Al respecto, fuentes del club aseguran que no les consta « reclamación judicial ni tampoco extrajudicial » y que esas cantidades, si existieran, no se corresponderían con salarios de jugadores porque no ha habido reclamación y porque, para dar cobertura a ese tipo de contingencias, estaba disponible además un aval. En cualquier caso, añaden estas fuentes, los plazos para reclamar esas supuestas deudas habrían expirado ya. Los afectados, cuatro en total, con los que Pedro Fernández dijo en Gigantes haberse puesto en contacto sin que conocieran nada del asunto, militaron en el Betis Baloncesto en la temporada 2022-23, la del último descenso a LEB Oro. Antes incluso de los tiempos de Xoy , por tanto. Se trata de una cantidad global que no alcanzaría los 60.000 euros. Sin deudas con el Real BetisOtro de los puntos claves de la auditoría era la acreditación por parte del club de deuda cero con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social . Un aspecto básico e ineludible que sí superó el Baloncesto Sevilla y no aparecería en el informe final de la ACB, que sí pone el foco en la falta de documentación aportada por la entidad o, en su defecto, de manera incompleta. Esto lo considera rebatido y probado el club, en especial en lo referente a una supuesta deuda con el Real Betis Balompié de un millón de euros aproximadamente que para el Baloncesto Sevilla está condonada. De hecho, la empresa auditora se puso con contacto en su momento con el CEO verdiblanco, Ramón Alarcón, quien descartó la existencia de alguna deuda con la entidad heliopolitana, de la que fue sección el equipo de baloncesto hasta las ventas al Grupo Xoy, primero, y, después, al Grupo Hereda. Ese millón de euros es, en concreto, una aportación a fondos propios sin aumento de capital. Entre las irregularidades que anota la auditoría aparece registrada, además, el riesgo de causa de disolución que correría el club al ser sus fondos propios inferiores a la mitad del capital social, como establece la Ley de Sociedades de Capital. Un asunto que fue objeto de debate entre los auditores, Pedro Fernández y el director general de la ACB, José Miguel Calleja . Según Fernández, fue un error del auditor, que se disculpó, «hace una enmienda al día siguiente, así que esa parte también se cae», señalaba a Gigantes . De acuerdo con su valoración, los fondos propios «serían positivos, de dos millones de euros», al contabilizar, entre otras partidas, el millón señalado más arriba. De este asunto, en concreto, no hay pronunciamiento oficial de la ACB dado que su comunicado del 24 de julio fue más bien genérico. Por último, el canon. La ACB asegura que el Baloncesto Sevilla pagó fuera de plazo y el club asevera, por el contrario, que dispone del resguardado acreditativo de haber enviado el dinero a tiempo, antes de las 23.59 horas del 15 de julio. En efecto, existe una última partida de 55.000 euros que se deposita en la cuenta bancaria de la ACB un día más tarde , pero desde el club aducen que no es culpa del emisor y que lo estipulado en las bases estatutarias de la ACB como obligación es la emisión de la orden de pago antes de que expire el plazo. Y la base de los 548.000 euros exigidos como primer abono del valor de participación si llegó a tiempo, expone. Se transfirió un montante global de 670.000 euros, siempre según la versión de Pedro Fernández, al desconocer si tenía que depositar o no el IVA. En el Baloncesto Sevilla, en resumen, entienden que el Derecho les asiste, pero su futuro depende de una resolución judicial en estos albores del mes de agosto , cuando los clubes ACB ya tienen enjaretada la planificación. En San Pablo ni siquiera han podido empezar, con el perjuicio que esto supone, porque lo que está en juego es su supervivencia. Este viernes, con la audiencia de la parte demandante (club) y la demandada (ACB), se celebra una vista en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona en la que cada uno defenderá sus respectivas posturas. La Asociación de Clubes ya le dio la negativa de admisión y, si ahora tampoco fuera atendida la demanda de cautelares por el juzgado, el riego de liquidación de la sociedad sería altísimo ya que no se encuentra inscrita en ninguna competición. El pasado 24 de julio , las esperanzas de que el resto del verano fuera tranquilo para el Baloncesto Sevilla se esfumaron con el dictamen de la ACB, que tras la Asamblea General emitió un breve comunicado en el que daba luz verde al ingreso del San Pablo Burgos e impedía el acceso del club sevillano en los siguientes términos: «La Asamblea ha rechazado la afiliación del Real Betis Baloncesto SAD. Los clubes han escuchado los argumentos del presidente del club, Pedro Fernández, y valorado el informe realizado sobre su solicitud de afiliación. Éste concluye que el club no cumple requisitos imprescindibles, tal y como acredita el informe del auditor externo , ni ha acreditado el pago en plazo del valor de participación». Conciso pero contundente, nombrando al club por su denominación en el Registro, justificando el no y situando a la entidad en una delicada situación. Apenas una hora después, el club reaccionaba anunciando que pediría medidas cautelares ante el CSD aunque, dada la necesidad de aligerar los plazos, lo que realimente hizo fue personarse en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona poniendo todas sus acciones (la solicitud de cautelares) en conocimiento del Consejo Superior de Deportes. Como informó ABC de Sevilla , la vista judicial se celebra este viernes, 8 de agosto, con audiencia de las dos partes para que ambas expongan sus argumentos y sean escuchadas. Ahí tendrán que defender los abogados del club por qué consideran que, al contrario de lo que dicta la resolución de la ACB, el Baloncesto Sevilla debe ser admitido como integrante de la Liga Endesa 2025-26, que en ese supuesto quedaría formada por 19 equipos. El informe negativo de la ACB a la entrada del club hispalense pone especial énfasis en una serie de puntos que el Baloncesto Sevilla consideraba, por cierto, ya rebatidos antes de la celebración de la asamblea. Uno de ellos es el de las supuestas deudas contraídas con jugadores . Un extremo que desmiente taxativamente el club, negando que existan débitos acreditados (es importante este matiz) con profesionales que hayan vestido la camiseta verdiblanca. Según desveló el propio Pedro Fernández, presidente de la entidad, en una entrevista a Gigantes antes de la notificación de la resolución de la asamblea general, desde la auditoría le referenciaron un importe por satisfacer con jugadores «de hace cuatro años». «Hablé con mis abogados y me dijeron que es imposible que haya una deuda laboral -explicaba el máximo dirigente de la entidad-. Me dijeron que esa deuda, de existir, no aparece en nuestra contabilidad y que se le han comunicado al auditor de forma confidencial unos agentes», precisaba el empresario en la reseñada entrevista. Al respecto, fuentes del club aseguran que no les consta « reclamación judicial ni tampoco extrajudicial » y que esas cantidades, si existieran, no se corresponderían con salarios de jugadores porque no ha habido reclamación y porque, para dar cobertura a ese tipo de contingencias, estaba disponible además un aval. En cualquier caso, añaden estas fuentes, los plazos para reclamar esas supuestas deudas habrían expirado ya. Los afectados, cuatro en total, con los que Pedro Fernández dijo en Gigantes haberse puesto en contacto sin que conocieran nada del asunto, militaron en el Betis Baloncesto en la temporada 2022-23, la del último descenso a LEB Oro. Antes incluso de los tiempos de Xoy , por tanto. Se trata de una cantidad global que no alcanzaría los 60.000 euros. Sin deudas con el Real BetisOtro de los puntos claves de la auditoría era la acreditación por parte del club de deuda cero con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social . Un aspecto básico e ineludible que sí superó el Baloncesto Sevilla y no aparecería en el informe final de la ACB, que sí pone el foco en la falta de documentación aportada por la entidad o, en su defecto, de manera incompleta. Esto lo considera rebatido y probado el club, en especial en lo referente a una supuesta deuda con el Real Betis Balompié de un millón de euros aproximadamente que para el Baloncesto Sevilla está condonada. De hecho, la empresa auditora se puso con contacto en su momento con el CEO verdiblanco, Ramón Alarcón, quien descartó la existencia de alguna deuda con la entidad heliopolitana, de la que fue sección el equipo de baloncesto hasta las ventas al Grupo Xoy, primero, y, después, al Grupo Hereda. Ese millón de euros es, en concreto, una aportación a fondos propios sin aumento de capital. Entre las irregularidades que anota la auditoría aparece registrada, además, el riesgo de causa de disolución que correría el club al ser sus fondos propios inferiores a la mitad del capital social, como establece la Ley de Sociedades de Capital. Un asunto que fue objeto de debate entre los auditores, Pedro Fernández y el director general de la ACB, José Miguel Calleja . Según Fernández, fue un error del auditor, que se disculpó, «hace una enmienda al día siguiente, así que esa parte también se cae», señalaba a Gigantes . De acuerdo con su valoración, los fondos propios «serían positivos, de dos millones de euros», al contabilizar, entre otras partidas, el millón señalado más arriba. De este asunto, en concreto, no hay pronunciamiento oficial de la ACB dado que su comunicado del 24 de julio fue más bien genérico. Por último, el canon. La ACB asegura que el Baloncesto Sevilla pagó fuera de plazo y el club asevera, por el contrario, que dispone del resguardado acreditativo de haber enviado el dinero a tiempo, antes de las 23.59 horas del 15 de julio. En efecto, existe una última partida de 55.000 euros que se deposita en la cuenta bancaria de la ACB un día más tarde , pero desde el club aducen que no es culpa del emisor y que lo estipulado en las bases estatutarias de la ACB como obligación es la emisión de la orden de pago antes de que expire el plazo. Y la base de los 548.000 euros exigidos como primer abono del valor de participación si llegó a tiempo, expone. Se transfirió un montante global de 670.000 euros, siempre según la versión de Pedro Fernández, al desconocer si tenía que depositar o no el IVA. En el Baloncesto Sevilla, en resumen, entienden que el Derecho les asiste, pero su futuro depende de una resolución judicial en estos albores del mes de agosto , cuando los clubes ACB ya tienen enjaretada la planificación. En San Pablo ni siquiera han podido empezar, con el perjuicio que esto supone, porque lo que está en juego es su supervivencia. Este viernes, con la audiencia de la parte demandante (club) y la demandada (ACB), se celebra una vista en los Juzgados de Primera Instancia de Barcelona en la que cada uno defenderá sus respectivas posturas. La Asociación de Clubes ya le dio la negativa de admisión y, si ahora tampoco fuera atendida la demanda de cautelares por el juzgado, el riego de liquidación de la sociedad sería altísimo ya que no se encuentra inscrita en ninguna competición. RSS de noticias de deportes
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