<p>»Gracias por no lanzar el ataque desde abajo. Cuando escuché lo de los tres minutos, pensé que no sería suficiente». <strong>Thymen Arensman</strong> acaba de lograr la victoria de su vida en Superbagnères, un corredor cinco estrellas que nunca cumplió todas las expectativas pero que ahora, sentado a la vera de <strong>Tadej Pogacar</strong> en el podio, le pide un selfie y le agradece su clemencia. </p>
El esloveno, que no fue a por la victoria de etapa en Superbagnères, admite que estaba «asustado» en el descenso con niebla. Podría igualar los ocho triunfos parciales en la misma edición
<p>»Gracias por no lanzar el ataque desde abajo. Cuando escuché lo de los tres minutos, pensé que no sería suficiente». <strong>Thymen Arensman</strong> acaba de lograr la victoria de su vida en Superbagnères, un corredor cinco estrellas que nunca cumplió todas las expectativas pero que ahora, sentado a la vera de <strong>Tadej Pogacar</strong> en el podio, le pide un selfie y le agradece su clemencia. </p>
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