No hay choque público y el objetivo es evitarlo a toda costa. Pero la ponencia de estatutos que el PP llevará a su congreso nacional de julio –que incluye un nuevo sistema de primarias– puede sufrir cambios de calado. El PP de Madrid ha evitado pronunciarse por ahora sobre la propuesta de 91 páginas presentada este miércoles, pero la analizará a fondo y estudia posibles enmiendas. Es un asunto muy delicado internamente y para el partido madrileño, una bandera fundamental. Isabel Díaz Ayuso defiende la máxima de ‘un militante, un voto’ que se traduce en que los afiliados no retrocedan en su derecho de participación. Es decir: que los militantes conserven su peso en la elección directa del líder del partido.El planteamiento de los ponentes –aceptado por Génova– ha buscado un equilibrio entre las dos sensibilidades, militancia y compromisarios: una sola lista en la que figuren tanto el aspirante a presidir el partido como los delegados que avalan su candidatura. En un primer vistazo el PP de Madrid valoró el papel que conservan los militantes . Pero en el detalle –lo que ahora examinarán a fondo– ya perciben «lagunas» y «agujeros subsanables». El principal temor es que pueda ocurrir que el candidato con más votos entre la militancia no sea el elegido para la presidencia, como ya ocurrió en 2018. Tampoco tienen claros los criterios para designar el número de compromisarios por circunscripción, ya que no aparece bien desarrollado a qué responderá la cifra de los últimos resultados electorales (porcentaje o número de diputados) ni los datos de militancia que también cuentan a la hora de designar delegados. El PP de Madrid ha hecho un esfuerzo importante en los últimos años para actualizar el estado de su afiliación y aspira a que haya transparencia total en todas las provincias. En la ponencia solo se especifica que el 75% del peso corresponderá a la afiliación –de ahí que pida una revisión de los censos– y el otro 25% a los resultados en los últimos comicios. Sí que se detalla que en ningún caso una misma circunscripción puede aglutinar más del 20% del total de los delegados. Noticia Relacionada estandar Si PP y Vox temen que Sánchez avance hacia la autodeterminación para apaciguar a sus socios y mantenerse en el poder Emilio V. Escudero En la derecha está empezando a anidar la idea de que el presidente acepte este precio para continuar en La Moncloa: «Es capaz de cualquier cosa»Una vez que se ha publicado el texto se abre automáticamente el plazo de enmiendas. Según confirman distintas fuentes, el objetivo es evitar un conflicto interno a cuenta de las primarias. Primero, porque la idea es no abrir heridas dentro del partido y, segundo, como coinciden todos los sectores consultados, porque «no es el momento de discutir, ni poner el foco en el PP» cuando el Gobierno atraviesa su mayor crisis de la legislatura.No ha habido declaraciones públicas de la presidenta madrileña al respecto, y en su equipo más cercano anticipan que no las habrá. En Sol no han tomado decisiones sobre las futuras enmiendas, pero el PP de Madrid quiere ver resueltas todas las dudas que han surgido y reconocen que el sistema de elección del presidente del partido no puede dejar «cabos sueltos». El trauma que dejaron las primarias de 2018 aún pesa demasiado. El sistema, en detalles Candidatos Se endurecen las condiciones para serlo. Cada aspirante debe lograr al menos 500 avales –en lugar de los 100 anteriores– y que lleguen de al menos 25 provincias diferentes con un mínimo de 15 avales en cada una. Circunscripciones 60 en total, 49 provinciales y 11 insulares, en las que los militantes elegirán entre las listas abiertas de compromisarios adscritas a un candidato. La lista con más apoyos será la ganadora y llevará al congreso a todos los delegados designados para esa circunscripción. Compromisarios El número de cada circunscripción lo determinará el comité organizador del congreso en función de varios factores. El mas importante, la afilicación (75%), pero también se tendrán en cuenta los últimos resultados electorales (25%). El congreso Los compromisarios electos participarán en el proceso de elección del presidente con el compromiso de votar por aquel al que lideraba la lista en la que fueron incluidos en su circunscripción.En esencia, el sistema propuesto por la ponencia es el siguiente. Por un lado, los militantes deberán optar por las diferentes listas que incluyen al candidato a la presidencia y los compromisarios de su circunscripción. Solo la lista que más votos obtenga en ese territorio podrá enviar a sus delegados al congreso nacional , donde estos deberán elegir definitivamente al presidente. El problema surge si hay más de dos candidaturas y uno de ellos queda claramente descolgado, pues aunque los compromisarios están obligados a votar a su aspirante, al tratarse de un voto secreto podría ocurrir que, como en 2018, el más votado por la militancia no sea finalmente el líder del partido. En los territorios se asume con cierta resignación el debate que se va a generar, precisamente por esta cuestión. Lo consideran «inevitable» y solo esperan que afecte lo menos posible al objetivo real y más próximo «que es echar a Sánchez », señalan a ABCdesde un gobierno autonómico. Acceso a la carreraAnalizada la ponencia, la sensación en varios territorios es que el problema que se quería evitar, el de que los compromisarios puedan enmendar a los militantes, sigue ahí y no se ha resuelto. Además, se podría dar la circunstancia de que un candidato con más votos no sea el que tenga más delegados , lo que también desvirtuaría de alguna manera el sistema propuesto y lo que propugnan desde el PP de Madrid, que es mantener la fuerza de elección en la militancia. Fuentes del partido en la Comunidad reconocen que les «gusta el espíritu de la reforma», pero asumen que faltan garantías para confirmar « que esta reforma cumple su objetivo ». En la ponencia se endurece con claridad el acceso a la carrera, multiplicando por cinco los avales necesarios y obligando a que estos lleguen de 25 provincias diferentes , algo que tampoco gusta en el PPde Madrid, por ser «excesivo». Esta será otra de las ballatas que marcarán el debate interno que los populares quieren que se lleve a cabo de la manera más tranquila posible para que no desvíe el foco. No hay choque público y el objetivo es evitarlo a toda costa. Pero la ponencia de estatutos que el PP llevará a su congreso nacional de julio –que incluye un nuevo sistema de primarias– puede sufrir cambios de calado. El PP de Madrid ha evitado pronunciarse por ahora sobre la propuesta de 91 páginas presentada este miércoles, pero la analizará a fondo y estudia posibles enmiendas. Es un asunto muy delicado internamente y para el partido madrileño, una bandera fundamental. Isabel Díaz Ayuso defiende la máxima de ‘un militante, un voto’ que se traduce en que los afiliados no retrocedan en su derecho de participación. Es decir: que los militantes conserven su peso en la elección directa del líder del partido.El planteamiento de los ponentes –aceptado por Génova– ha buscado un equilibrio entre las dos sensibilidades, militancia y compromisarios: una sola lista en la que figuren tanto el aspirante a presidir el partido como los delegados que avalan su candidatura. En un primer vistazo el PP de Madrid valoró el papel que conservan los militantes . Pero en el detalle –lo que ahora examinarán a fondo– ya perciben «lagunas» y «agujeros subsanables». El principal temor es que pueda ocurrir que el candidato con más votos entre la militancia no sea el elegido para la presidencia, como ya ocurrió en 2018. Tampoco tienen claros los criterios para designar el número de compromisarios por circunscripción, ya que no aparece bien desarrollado a qué responderá la cifra de los últimos resultados electorales (porcentaje o número de diputados) ni los datos de militancia que también cuentan a la hora de designar delegados. El PP de Madrid ha hecho un esfuerzo importante en los últimos años para actualizar el estado de su afiliación y aspira a que haya transparencia total en todas las provincias. En la ponencia solo se especifica que el 75% del peso corresponderá a la afiliación –de ahí que pida una revisión de los censos– y el otro 25% a los resultados en los últimos comicios. Sí que se detalla que en ningún caso una misma circunscripción puede aglutinar más del 20% del total de los delegados. Noticia Relacionada estandar Si PP y Vox temen que Sánchez avance hacia la autodeterminación para apaciguar a sus socios y mantenerse en el poder Emilio V. Escudero En la derecha está empezando a anidar la idea de que el presidente acepte este precio para continuar en La Moncloa: «Es capaz de cualquier cosa»Una vez que se ha publicado el texto se abre automáticamente el plazo de enmiendas. Según confirman distintas fuentes, el objetivo es evitar un conflicto interno a cuenta de las primarias. Primero, porque la idea es no abrir heridas dentro del partido y, segundo, como coinciden todos los sectores consultados, porque «no es el momento de discutir, ni poner el foco en el PP» cuando el Gobierno atraviesa su mayor crisis de la legislatura.No ha habido declaraciones públicas de la presidenta madrileña al respecto, y en su equipo más cercano anticipan que no las habrá. En Sol no han tomado decisiones sobre las futuras enmiendas, pero el PP de Madrid quiere ver resueltas todas las dudas que han surgido y reconocen que el sistema de elección del presidente del partido no puede dejar «cabos sueltos». El trauma que dejaron las primarias de 2018 aún pesa demasiado. El sistema, en detalles Candidatos Se endurecen las condiciones para serlo. Cada aspirante debe lograr al menos 500 avales –en lugar de los 100 anteriores– y que lleguen de al menos 25 provincias diferentes con un mínimo de 15 avales en cada una. Circunscripciones 60 en total, 49 provinciales y 11 insulares, en las que los militantes elegirán entre las listas abiertas de compromisarios adscritas a un candidato. La lista con más apoyos será la ganadora y llevará al congreso a todos los delegados designados para esa circunscripción. Compromisarios El número de cada circunscripción lo determinará el comité organizador del congreso en función de varios factores. El mas importante, la afilicación (75%), pero también se tendrán en cuenta los últimos resultados electorales (25%). El congreso Los compromisarios electos participarán en el proceso de elección del presidente con el compromiso de votar por aquel al que lideraba la lista en la que fueron incluidos en su circunscripción.En esencia, el sistema propuesto por la ponencia es el siguiente. Por un lado, los militantes deberán optar por las diferentes listas que incluyen al candidato a la presidencia y los compromisarios de su circunscripción. Solo la lista que más votos obtenga en ese territorio podrá enviar a sus delegados al congreso nacional , donde estos deberán elegir definitivamente al presidente. El problema surge si hay más de dos candidaturas y uno de ellos queda claramente descolgado, pues aunque los compromisarios están obligados a votar a su aspirante, al tratarse de un voto secreto podría ocurrir que, como en 2018, el más votado por la militancia no sea finalmente el líder del partido. En los territorios se asume con cierta resignación el debate que se va a generar, precisamente por esta cuestión. Lo consideran «inevitable» y solo esperan que afecte lo menos posible al objetivo real y más próximo «que es echar a Sánchez », señalan a ABCdesde un gobierno autonómico. Acceso a la carreraAnalizada la ponencia, la sensación en varios territorios es que el problema que se quería evitar, el de que los compromisarios puedan enmendar a los militantes, sigue ahí y no se ha resuelto. Además, se podría dar la circunstancia de que un candidato con más votos no sea el que tenga más delegados , lo que también desvirtuaría de alguna manera el sistema propuesto y lo que propugnan desde el PP de Madrid, que es mantener la fuerza de elección en la militancia. Fuentes del partido en la Comunidad reconocen que les «gusta el espíritu de la reforma», pero asumen que faltan garantías para confirmar « que esta reforma cumple su objetivo ». En la ponencia se endurece con claridad el acceso a la carrera, multiplicando por cinco los avales necesarios y obligando a que estos lleguen de 25 provincias diferentes , algo que tampoco gusta en el PPde Madrid, por ser «excesivo». Esta será otra de las ballatas que marcarán el debate interno que los populares quieren que se lleve a cabo de la manera más tranquila posible para que no desvíe el foco. No hay choque público y el objetivo es evitarlo a toda costa. Pero la ponencia de estatutos que el PP llevará a su congreso nacional de julio –que incluye un nuevo sistema de primarias– puede sufrir cambios de calado. El PP de Madrid ha evitado pronunciarse por ahora sobre la propuesta de 91 páginas presentada este miércoles, pero la analizará a fondo y estudia posibles enmiendas. Es un asunto muy delicado internamente y para el partido madrileño, una bandera fundamental. Isabel Díaz Ayuso defiende la máxima de ‘un militante, un voto’ que se traduce en que los afiliados no retrocedan en su derecho de participación. Es decir: que los militantes conserven su peso en la elección directa del líder del partido.El planteamiento de los ponentes –aceptado por Génova– ha buscado un equilibrio entre las dos sensibilidades, militancia y compromisarios: una sola lista en la que figuren tanto el aspirante a presidir el partido como los delegados que avalan su candidatura. En un primer vistazo el PP de Madrid valoró el papel que conservan los militantes . Pero en el detalle –lo que ahora examinarán a fondo– ya perciben «lagunas» y «agujeros subsanables». El principal temor es que pueda ocurrir que el candidato con más votos entre la militancia no sea el elegido para la presidencia, como ya ocurrió en 2018. Tampoco tienen claros los criterios para designar el número de compromisarios por circunscripción, ya que no aparece bien desarrollado a qué responderá la cifra de los últimos resultados electorales (porcentaje o número de diputados) ni los datos de militancia que también cuentan a la hora de designar delegados. El PP de Madrid ha hecho un esfuerzo importante en los últimos años para actualizar el estado de su afiliación y aspira a que haya transparencia total en todas las provincias. En la ponencia solo se especifica que el 75% del peso corresponderá a la afiliación –de ahí que pida una revisión de los censos– y el otro 25% a los resultados en los últimos comicios. Sí que se detalla que en ningún caso una misma circunscripción puede aglutinar más del 20% del total de los delegados. Noticia Relacionada estandar Si PP y Vox temen que Sánchez avance hacia la autodeterminación para apaciguar a sus socios y mantenerse en el poder Emilio V. Escudero En la derecha está empezando a anidar la idea de que el presidente acepte este precio para continuar en La Moncloa: «Es capaz de cualquier cosa»Una vez que se ha publicado el texto se abre automáticamente el plazo de enmiendas. Según confirman distintas fuentes, el objetivo es evitar un conflicto interno a cuenta de las primarias. Primero, porque la idea es no abrir heridas dentro del partido y, segundo, como coinciden todos los sectores consultados, porque «no es el momento de discutir, ni poner el foco en el PP» cuando el Gobierno atraviesa su mayor crisis de la legislatura.No ha habido declaraciones públicas de la presidenta madrileña al respecto, y en su equipo más cercano anticipan que no las habrá. En Sol no han tomado decisiones sobre las futuras enmiendas, pero el PP de Madrid quiere ver resueltas todas las dudas que han surgido y reconocen que el sistema de elección del presidente del partido no puede dejar «cabos sueltos». El trauma que dejaron las primarias de 2018 aún pesa demasiado. El sistema, en detalles Candidatos Se endurecen las condiciones para serlo. Cada aspirante debe lograr al menos 500 avales –en lugar de los 100 anteriores– y que lleguen de al menos 25 provincias diferentes con un mínimo de 15 avales en cada una. Circunscripciones 60 en total, 49 provinciales y 11 insulares, en las que los militantes elegirán entre las listas abiertas de compromisarios adscritas a un candidato. La lista con más apoyos será la ganadora y llevará al congreso a todos los delegados designados para esa circunscripción. Compromisarios El número de cada circunscripción lo determinará el comité organizador del congreso en función de varios factores. El mas importante, la afilicación (75%), pero también se tendrán en cuenta los últimos resultados electorales (25%). El congreso Los compromisarios electos participarán en el proceso de elección del presidente con el compromiso de votar por aquel al que lideraba la lista en la que fueron incluidos en su circunscripción.En esencia, el sistema propuesto por la ponencia es el siguiente. Por un lado, los militantes deberán optar por las diferentes listas que incluyen al candidato a la presidencia y los compromisarios de su circunscripción. Solo la lista que más votos obtenga en ese territorio podrá enviar a sus delegados al congreso nacional , donde estos deberán elegir definitivamente al presidente. El problema surge si hay más de dos candidaturas y uno de ellos queda claramente descolgado, pues aunque los compromisarios están obligados a votar a su aspirante, al tratarse de un voto secreto podría ocurrir que, como en 2018, el más votado por la militancia no sea finalmente el líder del partido. En los territorios se asume con cierta resignación el debate que se va a generar, precisamente por esta cuestión. Lo consideran «inevitable» y solo esperan que afecte lo menos posible al objetivo real y más próximo «que es echar a Sánchez », señalan a ABCdesde un gobierno autonómico. Acceso a la carreraAnalizada la ponencia, la sensación en varios territorios es que el problema que se quería evitar, el de que los compromisarios puedan enmendar a los militantes, sigue ahí y no se ha resuelto. Además, se podría dar la circunstancia de que un candidato con más votos no sea el que tenga más delegados , lo que también desvirtuaría de alguna manera el sistema propuesto y lo que propugnan desde el PP de Madrid, que es mantener la fuerza de elección en la militancia. Fuentes del partido en la Comunidad reconocen que les «gusta el espíritu de la reforma», pero asumen que faltan garantías para confirmar « que esta reforma cumple su objetivo ». En la ponencia se endurece con claridad el acceso a la carrera, multiplicando por cinco los avales necesarios y obligando a que estos lleguen de 25 provincias diferentes , algo que tampoco gusta en el PPde Madrid, por ser «excesivo». Esta será otra de las ballatas que marcarán el debate interno que los populares quieren que se lleve a cabo de la manera más tranquila posible para que no desvíe el foco. RSS de noticias de espana
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